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EL AVIVAMIENTO EN INDONESIA

Por Dr. Kurt Koch

 

1ª Parte (2ª Parte)

 

Existen tres países hoy sobre los cuales se focalizan preferentemente las atenciones de todo el mundo. El primero de estos países es sin duda, Israel. Este país permanece siendo el centro de las atenciones y de los acontecimientos en el mundo. Podemos decir con toda certeza que, la nación más pequeña en la faz de la tierra, tiene la historia más rica de todas. No será aquí que debatiremos este asunto, pues ya lo hice en mi libro “Aquel que viene”.

El país que divide igualmente nuestras atenciones en esta fase del tiempo, es Vietnam. Será en este pozo de fuego que se decidirá el futuro de toda Asia. Y las perspectivas occidentales no son las mejores en cuanto a eso.

El tercer País que es bastante discutido en los círculos cristianos más próximos, es sin duda alguna, Indonesia. ¿Cuál es la razón para este interés súbito para volvernos hacia este País? Dejaremos esta pregunta sin respuesta de momento para mirar más de cerca hacia la historia religiosa de Indonesia.

*Nota del traductor: tenemos que tener en cuenta la fecha cuando este libro fue escrito, cerca de 1970.


I.EL DESARROLLO HISTÓRICO DE INDONESIA

 

Todo aquel que quiera entender bien el presente, necesita entender bien su pasado. Como un puente entre dos continentes, el mundo de islas de Indonesia tiene una historia bastante relevante y que en nada se puede considerar insignificante. Fósiles descubiertos allá relacionan este país con la época del hombre de Pekín y esta conexión ancestral asiática influenció definitivamente la historia económica y cultural de este país de muchas maneras.

Las inscripciones rupestres en las piedras datan de más de tres mil años, y aún no fueron totalmente descifradas y aguardan una investigación científica más apropiada.

La situación religiosa en Indonesia también es muy interesante para ser seguida. El país fue penetrado por cuatro corrientes de pensamiento distinguidas y éstas añadieron sus variadas influencias, asimismo que se desarrollaron simultáneamente en el área.

En el primer y segundo siglo mercaderes hindúes trajeron el Hinduismo al país y fueron estos mercaderes que trajeron la famosa madera aromática para el mundo occidental. Así, Europa consiguió tener estas maderas aromáticas aún antes de tener conocimiento del país de su origen. La religión y la cultura Hindú se desarrolló durante los Siglos VI a XIV, haciéndose un poderoso reino y las raíces del lenguaje actual de Indonesia se basan precisamente en estas raíces de la cultura Hindú.

En el Siglo VI, VII y VIII el Hinduismo fue sobrepasado por el Budismo y una vez más fueron los propios negociantes Hindúes que importaron esta nueva religión adentro del País. A lo que construyeron su templo en Borobudur, los budistas construyeron un santuario en Java, local donde existía el santuario Hindú más sagrado, Prambana. Y fue así que estas dos grandes religiones hindúes subsistieron codo a codo en Java en una perfecta coexistencia.

Fue apenas en los Siglos XII y XIII que comenzó la época del Islam, la cual estableció su primer pilar en Atche en el norte de Sumatra. El reino Islámico que comenzó su existencia el año 1205 bajo el liderazgo del sultán John Sjah duró hasta al año 1903. Estas religiones causaron grandes dificultades a los señores coloniales Holandeses, inclusive a algunos aún en nuestro propio siglo.

Cualquiera que lea con atención a los profetas del Antiguo Testamento descubre con facilidad que ellos frecuentemente mencionan las islas o las regiones además del mar. Esta mirada visionaria de estos hombres de Dios llegó mucho mas allá de su propio país (Isaías 66:19). ¿Serían estas islas negligenciadas entonces por aquel que dijo “Id por todo el mundo, y predicad el evangelio a toda criatura ( Marcos 16:15)” ?

Los primeros mensajeros de Cristo que allí llegaron deben haber sido los primeros padres del Cristianismo. No hay que ignorar el hecho de que el Apóstol Tomás, el cual trabajó en la India, atravesó para Indonesia juntamente con los mercaderes Hindúes. En cualquier caso, tenemos conocimiento que misioneros de la Iglesia Mar-Tomás (Iglesia relacionada con el nombre del apóstol), trabajaron en Indonesia.

La próxima prueba real de una obra misionera en el área fue confirmada a través de evaluaciones exhaustivas y dolorosas de documentos históricos por los cuáles se comprueban que Cristianos venidos de Persia vinieron hacia Indonesia en los años 671 hasta 679. Pero después de eso, este continente permaneció en las tinieblas por un largo periodo. Estos fueron los siglos durante los cuales la iglesia cristiana del mundo occidental fue perdiendo poco a poco su fuerza original. Gradualmente la lámpara de Roma también fue colocada de lado y su ímpetu espiritual se cambió para el Centro y Norte de Europa. También, necesitamos llevar nuestro pensamiento de nuevo hasta los esfuerzos de los misioneros germánicos, para la reforma Cluníaca y también hacia aquellos que anticiparon la reforma: Wycliffe, Hus y Savonarola, para obtener evidencias de estos hechos durante este tiempo, cuando prácticamente nada era conocido sobre Indonesia.

Pero, esto, fue substancialmente alterado cuando los mercantes navegaron hacia los puertos de la India y se dieron cuenta de la existencia del mundo de islas al Este. Siguiendo la época de descubrimientos de Cristóbal Colón, el mundo se hizo loco por los descubrimientos de los nuevos mundos. Al mismo tiempo, las naciones de los descubrimientos marítimos buscaban aumentar y fundamentar su comercio.

En 1511 los Portugueses conquistaron las Islas Molucas, causando la retirada de los Musulmanes de allí y presionándolos más para el Sur. Los Católicos entre los portugueses ocupantes de entonces fundaron la primera Iglesia Católica en las Islas Molucas en 1522. No mucho tiempo después de esto, el misionero Francis Xevarius llegó allí venido de la India. Aunque él trabajó en la obra de Dios sólo de 1546 hasta 1547, su influencia fue tan vasta y tan grande que desde entonces fue conocido como el Apóstol de los Indonesios.

El siglo 16 también vio el inicio del poder colonialista holandés. Los cristianos indonesios no estaban muy alegres cuando los holandeses proscribieron el trabajo misionero del norte y del sur de Sumatra y de Bali. La razón invocada por la que los holandeses hicieron tal cosa, fue el temor de que los nativos se rebelaran y con eso abandonaran el trabajo en las plantaciones. La cuestión de la expulsión de los cristianos de Bali la trataremos más detalladamente más adelante.

La formación de la iglesia protestante en las islas Indias es considerada por los cristianos hoy como una incoherencia, estando los sentimientos divididos sobre el asunto. Los pastores eran oficiales del Estado que recibían sus salarios directamente del gobierno holandés. Era algo similar a lo que ocurrió en el tiempo de Constantino “El Grande” – cualquiera que quisiera progresar en su vida particular tendría necesariamente que hacerse cristiano para poder alcanzar sus objetivos. Fue así que la iglesia cristiana nació en Indonesia y eso contribuyó para que las tradiciones paganas y las creencias hindúes no fueran exterminadas de la vida iglesia.

Pero, además de la Iglesia que era el propio Estado en sí, también surgieron obras misioneras de varios tipos y de otras iglesias locales en Java, Bali, Célebes, Borneo, Sanghir, Nias, Sumatra, Sumba y Nueva Guinea – por mencionar sólo algunas de las más importantes. Al este de Java la formación de una Iglesia Indonesia se quedó para siempre conectada al nombre de un relojero Germánico, el hermano Endo. Un cristiano venido de Rusia, hermano Coolen, también debería ser mencionado en este capítulo.

En el siglo XX, cuando la era de la descolonización comenzó, el poder de las fuerzas coloniales holandesas fue sucumbiendo gradualmente. En Indonesia un movimiento fundado en 1908, conocido como “Resurgimiento de Asia”, fue ganando terreno. Esta tendencia subrayó las luchas del pueblo Indonesio en pro de su independencia.

Durante la Segunda Guerra Mundial el País fue ocupado por los japoneses por tres años y medio. Después de su retirada, Indonesia declaró su independencia el día 17 de Agosto de 1945 y creó una Constitución, conocida como Pantja Sila. Pero la Constitución no pudo ser implementada debido al rechazo holandés de reconocer su independencia. Esto resultó en una guerra de liberación que duró más o menos cuatro años. Bajo la presión de la O.N.U. y muy especialmente de los americanos, los holandeses finalmente cedieron y abandonaron el país en 1950.

Así mismo, esta tierra no fue capaz de hallar su descanso. El enemigo que siguió era interno y venido de su propio pueblo. Primero, el poder colonialista tuvo que ser quebrado. Se siguió una batalla contra un mayor enemigo para los Indonesios.


II. EL TRIBUTO DE SANGRE DE INDONESIA

 

A través de la tentativa de golpe de estado, el 1 de Octubre de 1965, Indonesia fue forzada a un cambio radical de su historia. Actualmente existen revoluciones de varias dimensiones en uno o en otro canto del mundo prácticamente todos los días del año. Pero, debido al curso de los acontecimientos del mundo hoy ellos raramente son notados. Y aún así las circunstancias de Indonesia son un tanto o cuanto excepcionales. Aquí los acontecimientos que tomaron posesión del curso del país fueron de peso crucial para el desarrollo político del este de toda Asia.

Siempre se supo que el anterior presidente Sukarno alimentaba simpatías comunistas cuando la parte oeste de la Nueva Guinea fue forzada a estar bajo administración Indonesia el 1 de Septiembre de 1963. Inmediatamente allí los misioneros previeron grandes dificultades con relación a su trabajo. La premonición tenía razón de ser. La influencia comunista creció en el país. ¿Cuál sería el resultado final? El resultado fue completamente diferente de aquello que los comunistas esperaron.

 

La Masacre planeada

 

El día 1 de Octubre de 1965 los comunistas intentaron obtener el control del país. Su primer objetivo fue remover a todos los generales y oficiales de sus respectivos puestos. Los comunistas tenían sus propios oficiales listos y a la espera para tomar los lugares que quedarían vacantes.

Solamente en Djakarta seis generales fueron prendidos durante la primera masacre comunista. Ellos fueron tratados en conformidad con las prácticas comunistas de la época en Asia. Sus ojos eran parcialmente estirados para fuera de las órbitas y las víctimas mutiladas eran forzadas a correr desnudos entre mujeres comunistas entrenadas para tal efecto, las cuales acuchillaban a los pobres generales con cuchillos hasta que sucumbieran bajo tortura. Pero, escaparon dos de la jerarquía en Jacarta. El primero de esos fue Suharto. Su hijo estaba gravemente enfermo en el hospital en la hora que inició la revuelta y él fue obligado a pasar la noche al lado del niño. Cuando los comunistas lo buscaron en su casa no fueron capaces de encontrarlo.

Este pequeño imprevisto fue suficiente para frustrar la revolución de los comunistas, la cual fue planeada al pormenor. Suharto era la cabeza de la estrategia de la reserva. Él alertó a sus hombres inmediatamente y a través de su primer acto de represalia se apoderó de la radio de Jacarta.

Humanamente hablando, esta simple acción salvó las vidas de los cristianos y de los misioneros del país. Los comunistas estaban a la espera de un comunicado que sería difundido por las estaciones de radio del país, para así comenzar su asalto final. Pero estas órdenes de ataque no llegaron y el ataque murió al nacimiento.

La contra iniciativa de Suharto trajo hacia la luz las listas de aquellos que se encontraban en la lista negra de los comunistas. Estos contenían los nombres de cada oponente político de los comunistas.

La lista religiosa contenía nombres de todos los sacerdotes y líderes musulmanes, juntamente con todos los sacerdotes católicos y misioneros protestantes. Las comunidades cristianas de Indonesia habrían sido sumariamente eliminadas a través de este golpe perfecto, en caso de que Dios hubiera permitido el éxito de esa revolución.

El segundo general que escapó de las zarpas de los comunistas fue Natsution, que antes había sido el ministro de defensa. Su supervivencia en las mentes de los Indonesios se debe, tal como la de Suharto, a un pequeño milagro.

Cuando los comunistas forzaron su camino hacia adentro de su casa, Natsution quiso entregarse. Pero, su esposa no lo permitió. La primera bala dirigida a él, falló el blanco, pero infelizmente acabó por alcanzar a su hija pequeñita, la cual había acabado de salir de su cuarto corriendo para el pasillo. Murió algún tiempo después.

Natsution escapó por una puerta trasera. Su esposa corrió con él hasta el muro del jardín. Él subió en los hombros de ella y fue así que consiguió alcanzar los terrenos vecinos, los cuales pertenecían a una embajada extranjera. Los dos perros de guardia existentes en esos terrenos también lo dejaron escapar milagrosamente sin importunarlo. Sin embargo, en su casa otro acto de amor cristiano fue demostrado. Un ayudante y oficial de Natsution era Cristiano. Para poder encubrir la fuga de su jefe, cuando los comunistas preguntaron “¿usted es Natsution?”, Él respondió “sí, soy yo mismo”. Él fue abatido inmediatamente allí.

Los cristianos pueden cuestionar si este hombre debió haber mentido o no antes de morir. Sea lo que sea que piensen, este ayudante hizo lo que hizo sólo para salvar la vida de su superior jerárquico y este acto de amor cristiano práctico será evaluado a la luz de la eternidad, por encima de ser evaluado a través de las visiones doctrinarias inflexibles de mucha gente.

 

La terrible represalia

 

La manera horrible como los generales habían sido mutilados indignó a los Indonesios y los provocó a una ira incontrolable. Juntamente con esto, otro incidente, el cual más tarde fue vergonzosamente encubierto, embaló la revolución en toda nación. Las mujeres comunistas, además de otras atrocidades que cometieron, virtualmente violaron a los pobres generales mientras estaban amarrados. Y entonces, por último, el peligro mortal que estaba amenazando a los sacerdotes musulmanes provocó una ira pública sin precedentes. Tenemos que tener en cuenta que un 90% de la población de Indonesia es musulmana.

La subsiguiente represalia para la cual los musulmanes fueron provocados, causó verdaderamente muertes de más personas que aquellas que habían muerto hasta entonces en la guerra del Vietnam. Una onda de anticomunismo barrió el país de punta a punta. En la noche, personas movidas por la venganza, entraban a las casas de los comunistas y otros que eran sospechosos, asesinaban a todos los hombres que encontraban. Esta onda de asesinatos costó a la región algo así como un millón de vidas sólo los meses de Octubre, Noviembre y Diciembre de 1965. El mundo occidental fue mantenido sin ninguna información de la extensión de estas medidas vengatorias infligidas por el pueblo Indonesio. Por lo menos esta vez los comunistas recibieron en cambio todo aquello que hicieron a los otros.

Las cuentas y las conclusiones finales de esa serie de asesinatos fueron terribles desde el punto de vista de vidas humanas y atrocidades cometidas. En muchas villas al occidente de Java ni un solo hombre sobrevivió. Enormes cuevas eran abiertas donde los comunistas asesinados eran lanzados masivamente para ser enterrados.

Imaginemos el dolor que cayó sobre las familias Indonesias: ¡niños sin padre y esposas sin marido! Este fue seguramente el único lugar en todo el mundo donde los comunistas sufrieron aquello que ellos mismos infligieron sobre otros pueblos: en Rusia, en China comunista, en Cuba y en tantos otros países por este mundo, durante décadas y décadas.

 

El sufrimiento de los cristianos

 

Los musulmanes se contentaban principalmente con la liquidación de sus enemigos políticos, pero en otras partes del mundo como en el occidente de Nigeria y en el sur de Sudán ellos aprovecharon la onda para atacar igualmente a los cristianos, sus “enemigos” espirituales.

Por ejemplo, una familia cristiana en una villa musulmana intentó aliviar el dolor de las esposas de los hombres asesinados. Esto fue precisamente lo que los musulmanes estaban esperando. “Nosotros tenemos pruebas”, decían ellos, “que los cristianos son compañeros de los comunistas”. Volviendo la atención para la casa de esa familia, ellos entraron, mataron al esposo y forzaron a la pobre señora a cocinar para ellos cada día y también a lavar sus ropas manchadas de sangre.

Los comunistas perseguidos frecuentemente buscaban ayuda entre los cristianos porque sabían que esa ayuda no les sería negada. Esto, con toda certeza, provocó a los musulmanes, los cuales repetidamente clamaban por las calles: “¡los cristianos y los comunistas hicieron coalición!” Por esta razón, en muchas áreas, la persecución a los comunistas se ensanchó también para el lado de los cristianos.

Sin embargo, el Señor cuidó de sus hijos. Un misionero de Borneo, el cual vivió la confusión en la isla, me relató lo que aconteció en su propio distrito. Él dijo: “Entre las persecuciones sangrientas y las atrocidades preocupantes, tuvimos oportunidad de ver el poder de Dios operando, porque ninguno de los trescientos cristianos del área fue muerto. El Señor no permitió que ni un cabello de sus cabezas fuera pellizcado”.

Otro misionero que trabajaba en otra isla dijo: “Cuando los asesinatos comenzaron, un joven profesor comunista fue a buscar refugio dentro de la comunidad cristiana. Mientras anduvo con los cristianos le fue mostrado el camino hacia Cristo. Él venía diariamente adonde los cristianos, los cuales oraban con él regularmente. Aunque había sido originalmente llevado hacia ellos debido a su temor, él testificó más tarde que el Señor era de hecho su Salvador.

Tiempos después un informante denunció el caso a los musulmanes. Yendo hacia la iglesia donde el profesor solía pasar la noche, ellos se quedaron en vigilia para atraparlo y una mañana lo tiraron hacia afuera y lo degollaron enfrente de la iglesia. Los musulmanes enseguida se volvieron en contra de los cristianos. ‘Esta es una prueba más de que ustedes son comunistas’. Después de alguna discusión entre los líderes musulmanes, se decidió que masacraran a la población cristiana en su totalidad y en todo el distrito; pero Dios intervino. Una compañía de soldados llegó al local venido de un batallón próximo de allí, los cuales decidieron proteger a los cristianos durante meses, hasta que los problemas hubieran pasado. (Yo tuve la oportunidad de visitar a esta comunidad personalmente).

La intervención militar en esta instancia fue debidamente destacada. Las tropas gubernamentales, por norma, nunca se preocupaban por la onda de asesinatos que iban ocurriendo. Las únicas preguntas que ellos hacían eran: “¿Por quién nosotros luchamos? ¿Cuál es el lado que está correcto? Si los comunistas hubieran triunfado todo sería diferente”.

Esta lujuria musulmana para derramar sangre fue muchas veces el origen de mucha ansiedad entre los cristianos. Un cristiano chino en la isla de Java me dijo una vez: “Nosotros somos una espina en la carne de los musulmanes de tres maneras: en primer lugar, a ellos no les gusta nuestra raza; en segundo, ellos tienen celos de nosotros, porque los chinos trabajan más que ellos y obtienen mayor éxito en sus negocios; y en tercer lugar, ellos simplemente nos odian por que somos cristianos”.

Yo también testifiqué este tipo de relación tensa en todos los países del oriente. Ciudades y países con una fuerte presencia china, tendencialmente se expanden y prosperan más rápidamente que las otras áreas circundantes. Esta es la principal razón porque Malasia y Singapur experimentaron un desarrollo económico tan grande. En estos países, por lo menos un 50% de la población es de origen chino.

Mirando hacia el futuro, los conflictos son propicios a ocurrir y en algunos casos ya aparecen en el horizonte. Por ejemplo, los cristianos querían construir una iglesia en el suburbio de Jacarta. Pero, la población del área consiste mayoritariamente de musulmanes y estos inmediatamente hallaron maneras y mecanismos de impedir la construcción de esa iglesia.

Similarmente, un médico cristiano me relató como él compró un gran pedazo de tierra de un musulmán para allí poder construir un hospital cristiano. Cuando los musulmanes supieron cual era la finalidad del edificio en construcción, él canceló la venta durante las últimas legalidades de la venta. El médico perdió muchos miles de dólares americanos debido a la ocurrencia. Aunque él hubiese estado legalmente en lo correcto, él decidió que nunca llevaría el caso a un tribunal musulmán debido al temor sobre lo que estaba escrito en 1 Corintios 6.

Llegará el día en que los musulmanes entrarán en conflicto abierto contra los cristianos. Esa es una parte de la realidad colocada como escenario delante del mundo antes que él acabe. Los seguidores de Cristo pasarán por mayores y mayores privaciones antes que el Señor venga en gloria y los libere de todos sus dolores.


III. LA ECONOMÍA DEL PAÍS

 

Este libro es fundamentado por varias visitas que hice a Indonesia y aunque las condiciones de 1966 y 1967 no son necesariamente las mismas actualmente, la ilustración del crecimiento que Indonesia experimenta hoy, es de valor añadido.

En una de mis primeras visitas al país fui inmediatamente confrontado con la pobreza de la población en general. Jacarta, la cual en ese tiempo sería una ciudad con cerca de tres millones de habitantes, pero además de algunos edificios construidos con propósitos claros de búsqueda de prestigio y aprobación, probó no ser más que un aglomerado de carreteras malas, cabañas que caen, colores horribles y de personas desnutridas.

Durante los periodos de sequía, el hambre y la devastación inmediatamente se hicieron evidentes en muchos lugares. Anteriormente, yo no tenía ninguna concepción sobre la situación real existente en Indonesia. Normalmente, cuando alguien habla de hambre, tenemos tendencia a pensar inmediatamente en la India.

Durante éstas mis primeras visitas al país testifiqué diariamente demostraciones públicas de estudiantes y alumnos escolares. Inicialmente hallé alguna dificultad en tolerarlos debido al ruido incesante e infernal de sus gritos y de sus palabras de orden. Pero, fui confrontado con dos cosas distinguidas sobre esos manifestantes, las cuales contrastan fuertemente con los locos y descontrolados manifestantes de Europa y de América. De entrada, las procesiones se movían en las calles en un orden perfecta. No había violencia de ningún tipo. Y ¿cuál es la segunda razón? Bien, en ese tiempo ellos realmente tenían una razón de sobra para manifestarse, algo que no puede ser dicho de la mayoría de los manifestantes occidentales.

¿Qué es lo que los motivaba? ¡Su hambre! ¿Por qué? La razón era que las semanas anteriores el precio del arroz habida subido más de cien rupias el kilo. Esto era el equivalente a lo que un conductor de una fábrica ganaba de salario con un día de trabajo. Y encima, un kilo de arroz no duraba mucho tiempo cuando se tenía una familia entera muriendo de desnutrición.

Los estudiantes universitarios y de enseñanza básica que yo tuve oportunidad de presenciar, tenían justificación más que suficiente para atraer las atenciones sobre su dilema. Si eso lo resolvía, era una cuestión a parte. Uno de los miembros del gobierno dijo una vez en un discurso: “Si gritar alto ayudara a bajar los precios del arroz yo sería uno de los que gritaría más alto”.

¿Cuál es básicamente la raíz de este problema? ¿Será Indonesia capaz de alimentar a su propia población? Bien, en teoría la respuesta sería sí, porque su área de cultivo es capaz de soportar no solamente la población actual de 110 millones de habitantes, sino que sería hasta capaz de soportarla aunque fuera multiplicada por tres o cuatro veces.

El país es de hecho extremadamente grande y es constituido por tres mil islas separadas, alcanzando cerca de cuatro mil millas de extensión, o sea, cerca de 7.000 Km de punta a punta. La tierra en sí, también es muy fértil y necesita sólo ser cultivada.

Pero, esto era precisamente uno de los muchos problemas que necesitaban ser resueltos. No existe ningún plan sistemático para limpiar el terreno y hacerlo arable. Cuán fácil sería transformar las escarpadas montañas en abundantes plantaciones de arroz. Sería sólo una cuestión de conseguir almacenar el agua durante la época de las lluvias. Pero en vez de eso, el agua escurre por las montañas y se transforma en grandes torrentes que acaban por destruir las villas en los valles abajo de esas montañas. Durante mi permanencia en Jacarta el agua estaba a una altura cercana a los 30 cm.

Debido a la explotación insuficiente de la tierra, es preciso importar el arroz. En 1968 me fue dicho que faltaban 600 mil toneladas de arroz para suplir las necesidades del país. “¿Y de donde importan vosotros el arroz, entonces?” Pregunté yo. “¿De la india y de otros países asiáticos?” “¡No, ellos tampoco tienen lo suficiente para su propio consumo! El arroz viene de América y es realmente muy amable de parte de ellos, porque nosotros ni siquiera tenemos moneda extranjera para comprar”.

El resultado fue que el arroz que tenían estaba para ser comercializado a precios exorbitantes. Por esa razón, mientras la población rica almacenaba el arroz que recibía, los pobres nunca serían capaces de soportar el precio de la compraventa y eran dejados a la deriva para que hallaran otras maneras de llenar sus estómagos. Un importador me dijo: “Nosotros ya estamos comprando la comida que se da a los cerdos en Estados Unidos y la mezclamos con el pan”.

Aún así, Indonesia no tiene ninguna necesidad de pasar hambre. Es un país muy rico. En lo relacionado a minerales y recursos minerales este país es considerado como el tercero más rico de todo el mundo.

Pero para que sirven sus recursos naturales, sin embargo, ¿si no son explotados? La industrialización siempre es sinónimo de una agricultura eficaz. Existía una falta clara de especialistas y de personas formadas para el efecto y aunque existieran nunca serían capaces de obtener los puestos de trabajo para los cuales habían sido formados. Las riendas del país siempre estuvieron en las manos de oficiales militares. Indonesia siempre fue un Estado militar. Esto significa que todos los puestos importantes, en vez de ser ocupados por personas especializadas, eran mantenidos por oficiales de alta patente del ejército.

¿Qué es lo que un general sabe sobre agricultura o explotación de minas? Normalmente no sabe nada. Dar prueba de sí mismo en una parada militar o en el uso de armas, no califica a nadie automáticamente para un plan de sustentación de la economía de un país.

“El ejército arruinó literalmente la economía del país”, me fue dicho una y otra vez. La población siempre apuntó hacia el hecho de que los oficiales seniors se habían tomado para sí los directorios de las empresas anteriormente holandesas y bien estabilizadas. Los resultados siempre fueron desastrosos. Solamente en 1967 cerca de 2.000 empresas importadoras entraron en situación de suspensión de pagos activo. La situación necesitaba ser resuelta urgentemente.

Paseando por un centro comercial de Jacarta, vi muchas estanterías vacías en los establecimientos comerciales, pues los dueños de esas tiendas no tenían capacidad para comprar los productos que les faltaban debido a falta de capital. Estaban, por eso, llenos con productos de baja calidad.

Este era el escenario de los primeros años siguientes al fin de las huelgas generales que entonces hubo en el país. La pregunta es ahora, si el gobierno es o no capaz de clarificar esos problemas. En mi visita más reciente pude verificar que algunos de los problemas de Indonesia ya estaban siendo dominados capaz y eficazmente.

A fines del año de 1968, el gobierno comenzó a recolocar a los especialistas en sus debidas funciones de responsabilidad. Fue entonces que, el día 1 de Abril de 1969, un plan de cinco años para el desarrollo del país fue introducido. El precio del arroz bajó tan dramáticamente que llegó a alcanzar ¼ de lo que era en 1967. Tampoco necesitaban importar el arroz que era dado a los cerdos en Estados Unidos para ser mezclado con pan. Las tiendas estaban nuevamente repletas de bienes. El país consiguió superar la crisis de estancación que se había instalado en la economía.

Es muy errado dar oídos a aquella propaganda que los comunistas hacen hoy con relación a Indonesia. Pensemos un poco en lo que sería de este país, en el caso de que los comunistas hubieran tomado cuenta de las riendas de él. Con certeza que sería más un caso de miseria masivamente organizada, tal cual acontece en todos los países comunistas de este mundo.

Existen tres factores fundamentales que debemos reconocer cuando intentamos visitar las características políticas y económicas de Indonesia. Ellos son:

1.En primer lugar, el ejército previno que el país entrara en colapso bajo la amenaza de los comunistas. Por esa razón todo el mundo asiático debería mostrarse agradecido.

2.Necesitamos darle un tiempo al gobierno para reconstruir la economía destruida. Los cerca de 20 años desde la salida de los holandeses del país son muy pocos para que una comunidad luchadora y desarrollada se pueda afirmar, particularmente porque antes eran siempre colocados en antagonismo con el desarrollo.

3.Para un pueblo que consiguió su independencia sólo hace dos décadas atrás, será necesario que aprendan a consolidar y a preservar los valores de libertad que sin embargo conquistaron. Nadie consigue alcanzar lo imposible. ¿Será que Estados Unidos y Suiza si hicieron todo aquello que hoy son, sólo en pocos años?

Pero, durante este breve periodo de independencia de Indonesia, mucho ya ha sido alcanzado. Alcanzó un nombre propio dentro del mundo de la libertad y se encuentra hoy mejorando substancialmente y consolidando cada vez más su posición económica en el mundo desarrollado.

“Si quisiera desesperarse, vaya por vía aérea”. ¿Qué significa este proverbio? Es con mucho humor en sus voces que los Indonesios usan esas palabras para describir la falta de regularidad de sus propias aerolíneas, una inconstancia permanente a la cual nosotros mismos fuimos sometidos. Éramos cerca de 80 personas en Jacarta esperando un vuelo para el occidente de Java para participar en una conferencia que se realizaría allá. Durante días y días, la única cosa que pudimos hacer dentro del aeropuerto fue sentarnos en un lugar, luego en otro y esperar. Fue una gran prueba de paciencia para todos y puedo afirmar que para mí personalmente también fue una gran bendición.

Mientras esperábamos, conseguí hacer varios contactos. Una de las primeras personas con quienes comencé a hablar era el Rev. Ward, el vicepresidente de la “World Vision”. Él me había oído hablar una vez en California. En la tentativa de atrapar otro avión, él entró en un taxi e hizo un viaje de casi 30 horas – podíamos ver fácilmente la extenuación estampada en su rostro. Pero en vez de quejarse, sus únicas palabras eran: “Bien, creo que en nuestra decepción se cumplen los propósitos de Dios”. Fue una actitud maravillosa, la que él tenía. A pesar de todos los problemas a que fue sometido debido a la falta de eficiencia de su prójimo, ni una palabra de quejas salió de sus labios. Este misionero estaba ciertamente unos escalones por encima de lo que yo estaba en la escuela de Dios.

La Biblia y la vida muchas veces me enseñaron aquella lección de que Dios puede transformar nuestros tiempos de desesperación en bendiciones secretas. A este respecto, las historias del Antiguo Testamento siempre fueron para mí valiosamente provechosas.

Consideren, por ejemplo, la historia de José desde Génesis 37-50. José fue lanzado de entrada en un pozo sin agua por los propios hermanos y vendido a algunos negociantes madianitas. Imaginemos la angustia y la añoranza de casa que lo entristecían. Pero, esa su aflicción, o antes, ese crimen cometido por los hermanos de José, que fue transformado después de muchos años, en una de las mayores bendiciones venida de parte de Dios para con la humanidad. Cuando el hambre atormentó a los humanos José fue capaz de salvar tanto a su padre como a sus hermanos y fue de esta manera peculiar que él ejecutó el plan que Dios tenía para salvar a la humanidad, pues fue a través de su migración para Egipto que los hijos de Israel pudieron hacerse aquella nación de la elección de Dios.

El atraso insoportable que yo sufrí de parte de las Aerolíneas Indonesias, GERUDA, trajo consigo variadísimas sorpresas. La única razón porque las describo aquí es para ilustrar la gran bondad de Dios para con nosotros debido al hecho de que él siempre esconde una bendición en el interior de cada decepción que podamos encontrar, desde que estamos a su servicio.

Cuando mi acompañante me presentó por mi último nombre a un australiano que esperaba con nosotros, el hombre rápidamente exclamó: ¿Dr. Kurt Koch? ¡Yo lo oí hablar en una iglesia Bautista en Australia!”

Media hora después yo conocí a otro australiano presentándome sólo por mi nombre Koch, él replicó: “Yo tengo algunos libros de un Dr. Koch de Alemania. Ellos me ayudaron mucho en mi obra. ¿Por casualidad el señor lo conoce también?”. ¿Yo? ¿Conocerlo? Claro que lo conocía muy bien. No conseguirán imaginar la sorpresa que vi estampada en el rostro de aquel hombre. Él inmediatamente allí me invitó para hablar en su iglesia en Melbourne en varios discursos y la cosa más motivadora fue verificar que las fechas que él apuntó ensamblaban con mucha perfección dentro del programa planeado para mi visita a Australia.

Pero la mejor experiencia de todas fue la última. Durante años estuve intentando encontrar el rastro de Bakth Singh. Era el evangelista más conocido de la India. Nada menos que trescientas iglesias nuevas fueron fundadas a través de sus esfuerzos misioneros. En muchas ciudades grandes él consumó varios cultos masivamente envolviendo miles de personas sin un único recurso en los medios de publicidad abusadora y explotadora que los americanos propagaron por el mundo.

Siempre intenté encontrarlo en alguna ocasión o por los viajes por la India, pero nunca obtuve ningún éxito. Y he ahí ahora, aquí estábamos uno mirando al otro en una mañana llena de irritaciones y desilusiones. Nos sentamos a conversar durante horas porque él estaba esperando el mismo vuelo que yo.

Fue de verdad una ocasión maravillosa y mientras yo le preguntaba sobre su vida, él tuvo la oportunidad de contarme sobre la manera como se convirtió. Al final, él me dijo: “¿Vamos a buscar un lugar tranquilo donde podamos orar juntos?” Mi nuevo amigo de Melbourne aún se encontraba conmigo y hallamos un lugar más reservado donde pasamos media hora en oración y en la cual nos olvidamos de los problemas que nos rodeaban. Bakth Singh también había sido afectado por el atraso. Él ya debería estar discursando en la misma conferencia para donde nos dirigíamos Al occidente de Java y, aún ya teniendo sesenta y cinco años de edad, también fue forzado a sujetarse a un viaje de convoy de dieciocho horas, así que descubrimos que no tendríamos ninguna forma de continuar nuestro viaje por vía aérea.

La comunión que yo pude disfrutar con este hermano bendecido durante los 14 días siguientes, fue una inexplicable bendición para mí. Cuando nosotros finalmente, nos separamos, él me invitó para ir a Hyderabad para discursar allá durante algún tiempo. Yo tenía intención de aceptar aquella invitación durante los próximos meses.

El proverbio inglés, en verdad, se cumplió. Sin esta falla de la compañía aérea en procurarnos un vuelo, nunca hubiese tenido la oportunidad de comunión con tantos otros misioneros que se hallaron allí prendidos conmigo dentro del aeropuerto de Jacarta. Aquello que el diablo arruina, Dios rehace y amolda en aquello que quiere.

 

IV. BALI, LA ISLA DEL DIABLO

 

En lo tocante a la belleza paisajística, Bali es sin duda una de las perlas de las islas Indonesias. Describir la belleza de esta isla en un único relato sería prácticamente imposible. Una de las primeras cosas que tuve oportunidad de apreciar a partir del hotel pobre y extremadamente primitivo donde me encontraba, fue la playa. Las ondas jugueteaban con la arena a unos 40 metros de distancia del balcón de donde las apreciaba. Diariamente traían hacia afuera del agua cantidades enormes de estrellas de mar, moluscos y otras criaturas, las cuales, los habitantes locales recogían cuando quedaban en la costa en la marea baja. Después, agradecían al mar por la bendición que según ellos decían, el dios mar les daba.

Pero, además de las ondas en las corales del arrecife, a unos 500 metros de distancia, las aguas burbujeaban noche y día. Sólo un mal aconsejado nadador se atrevería a entrar en aquellas aguas. Un joven médico alemán pagó esa audacia con su vida, habiendo sido llevado por el mar. Su cuarto quedaba sólo a dos puertas del mío.

A lo largo de la bahía, podemos identificar nada menos que tres volcanes. El mayor de ellos, el grande Agung de dosis mil pies de altura, estaba activo mientras permanecí en Bali.

Bali heredó muchos nombres a través de los turistas que la visitan. Algunos turistas la llaman “La Isla del Paraíso” y otros “La pepita de los Trópicos”. Cuando Nehru visitó Bali, en 1954, él cristianizó su nombre, llamándole “El Amanecer del Mundo”.

Pulau Dewata – Isla de los Dioses – es como los indonesios llaman a su isla. Ellos deben saber mejor que nadie. Pero ¿quiénes son estos dioses? Ciertamente ninguno de ellos salió del Antiguo o del Nuevo Testamento. Teniendo siempre en cuenta el nombre local de esta isla y conforme se iban familiarizando con las prácticas de sus habitantes, los misioneros la renombraron como la Isla “del Diablo”.

 

La vida religiosa de Bali

 

El nombre “Isla del Diablo” ya suena a desafío para cualquier creyente en Dios. Necesitamos explicar lo que eso realmente significa.

La religión tribal ancestral de los Balineses es una forma politeísta de adoración de la naturaleza. Creen que cada cementerio, roca, montaña y caverna tiene un espíritu propio. Cerca de 40 millas a noroeste de Denpasar, dos mil búfalos salvajes aún viven en su enorme cementerio, siendo venerados como animales sagrados. Nadie los puede matar. Son considerados espíritus encarnados de los nativos que murieron y fueron enterrados en aquel extenso cementerio.

Después de la introducción inicial del país al Hinduismo y más tarde al Budismo, juntamente con el Animismo que ya existía por allá, los templos Balineses inmediatamente comenzaron a demostrar su sincretismo religioso. Pero, además de los varios dioses relacionados con la naturaleza, también encontramos aquí los dioses hindúes Siva, Brahma y Vishnu.

Los problemas emergentes de esa mezcla religiosa fueron cuidadosamente sobrepasados a través de una cierta dosis de pericia de parte de los nativos. Mientras Buda enseña a no matar, los ancestrales dioses de la naturaleza Balineses exigen sacrificios de sangre. ¿Cómo sería resuelto ese dilema? ¡Muy fácilmente! Los animales eran dejados para que se maten unos a otros.

Esta es una de las razones para el surgimiento de las horribles luchas de gallos en estas islas. Al lado del templo Taman Ajun existe una arena gigantesca donde esta forma de entretenimiento se realiza. Los gallos son bien alimentados antes de las luchas. Sus dueños dan masajes en sus cuellos durante semanas al pelo para así fortalecer sus músculos. También compran amuletos a los mágicos para hacer de todo para que sus gallos puedan vencer. Miles de personas se juntan para asistir a estos espectáculos horrendos. Las competiciones duran hasta que una de las aves muere. Entonces es traído un próximo par para luchar.

A través de estas luchas de gallos fue traído consenso entre dioses Hindúes y Balineses. Los habitantes de la isla no matan animales. Pero los gallos se matan. Y es así que los dioses de la naturaleza consiguen sus sacrificios de sangre.

Pero, estos campeonatos, revelan otro lado grotesco. Un ilustre visitante preguntó a un gobernador del distrito: “¿Por qué es que no se prohíben estos espectáculos grotescos? ¡Es una mancha enorme en vuestra cultura!” El gobernador respondió: “Existe una terrible lucha interior y falta de paz dentro de cada nativo de Bali. Nosotros necesitamos de ese tipo de escape. Las luchas de gallos funcionan como meras válvulas de escape. Si no tuviéramos esas luchas, tendríamos probablemente problemas mayores. Por eso, este mal menor mantiene otros males peores lejos del horizonte”.

Los Balineses también crearon otros compromisos debido a las mezclas de su religión con los dioses de la naturaleza y con las religiones venidas de la India. Durante miles de años existen en los menús los famosos platos de perro. Lo peor de todo es que estos perros son verdaderamente asquerosos y se alimentan casi exclusivamente de excrementos humanos. Son perros vagos que son atrapados, los cuales son la unidad de saneamiento sanitario de las aldeas y ciudades. Pero el Budismo prohíbe matar y comer animales. Los Balineses hallaron un modo muy propio de redimirse delante de Buda antes de matar un animal, ofrecen una oración a uno de sus dioses pidiendo perdón y prometiendo una pequeña porción de la carne como ofrenda: “¡Nosotros te damos un poquito de nuestra carne de perro!” ¡Enseguida están listos para saborear a su perro, saborearse es la palabra correcta!

 

Templos y Bailes

 

El templo Taman-Ajun el cual ya mencioné anteriormente, es una curiosidad real. Los Balineses llaman a este templo “Hotel de los Dioses”. Es una excelente terminología. Hasta cuando yo llegué acá nunca me había dado cuenta que los dioses también tomaban vacaciones. Las personas tienen tendencias, inmediatamente a comentar aquello que Elías dijo en 1 Reyes 18:27, cuando desafiaba a los profetas de Baal exclamando: “Griten más alto, tal vez vuestro dios haya salido hacia algún lugar”.

Aparentemente es esto lo que dicen que acontece con los dioses Balineses. Estos nativos creen que los dioses se encuentran en este templo una vez por año para una conferencia. Algunos ven de muy lejos y otros de más cerca. Antes de que ellos se reúnan en el mayor templo de Bali, Besaki, ellos pasan la noche en el templo Taman-Ajun. Después de esto van hacia su conferencia en Besaki, lo cual queda situado en las escarpadas montañas del volcán Agung. Durante la erupción del volcán en 1963, parte de este templo fue destruido. Pero, los dioses aún no pidieron ayuda al mundo occidental, pues el templo aún continúa por reparar. Elías podría decir la misma cosa hoy que dijo en aquel entonces.

Ciertas danzas de rituales famosas son realizadas durante las fiestas de los templos.

La primera danza es la del fuego. Los que bailan son colocados en trance por un sacerdote. Una hoguera es encendida delante del templo. Cada bailarín es persuadido que él es un caballo perseguido por un tigre. Él comienza a temblar. Enseguida el sacerdote se convence que su único camino para escapar es a través del fuego. Es así que el bailarín hipnotizado pasa corriendo sobre el fuego. La secuencia es repetida varias veces ante una audiencia entusiasta. Cuando el bailarín es quitado del trance por el sacerdote, aún estando completamente cubierto de sudor, aún revela señales de terror estampados en su rostro y sus pies no manifiestan ninguna señal de quemadura.

Otra danza es aún más famosa: la danza del cuchillo. Esta es la mayor atracción de Bali, la cual atrae miles de turistas a la isla todos los años.

El calendario Balinés tiene 10 meses de 35 días cada. El día de año nuevo y otros festivales tienden a oscilar en sus fechas. Dos de estos festivales son llamados Galungan y Kunigan.

Pero el mayor y más importante festival es, Melis. Como parte de este festival, sacrificios son traídos para las playas. Los sacrificios son hechos antes de que la marea suba. Es bastante notable como después de estos sacrificios una gran onda viene a las cosechas. Los Balineses mantienen por eso la creencia que eso sólo revela que los dioses aceptaron sus ofrendas. Pero, en la verdad, es sólo un fenómeno natural, pues la marea suele llegar allí mucho más suavemente. Solamente por ese tiempo de ese festival es que existe esa subida brusca de las mareas.

Cuando los sacrificios terminan es cuando los nativos comienzan a bailar. Y conforme bailan intentan contar una historia ancestral mitológica. El blanco de ellos es matar a una hechicera llamada Rangda. Pero ella, consigue siempre escapar a sus enemigos. Los hombres vuelven sus espadas contra ellos mismos y mientras hacen eso un dios amigo viene a ayudarlos y las puntas aguzadas de sus espadas son impedidas de penetrar en su propia carne. La implicación mitológica de esta prueba es que, aunque el bailarín tenga intención de matar a la hechicera Rangda y ella consiga girar sus espadas contra ellos a través de sus poderes mágicos, todo el vengador del mal será siempre protegido y ayudado. Por detrás de esas representaciones podemos cosechar el concepto del bien triunfando sobre el mal.

Básicamente, los bailarines son todos inducidos para actuar en trance. Este fenómeno de trance es muy común en toda Asia. Yo personalmente tuve muchas oportunidades de testificar eventos como este, pues, sus procedimientos se dan siempre en el exterior. Aunque sea muy fácil entrar en una multitud que se reúne para asistir a un espectáculo de esos, yo nunca asistí deliberadamente a ninguno de ellos pues yo creo que un cristiano debe evitar cualquier ritual pagano, siempre que le sea posible.

 

La Guerra de Magia

 

De tiempos en tiempos en varios otros libros míos, mencioné los duelos de poderes mágicos. Cuando llegué a Bali en 1968 y fui llamado a intervenir en una conferencia de pastores todos me dijeron: “Usted llegó en la hora correcta. Existe un duelo mágico en este preciso momento en Bali”.

Uno de esos pastores me relató lo que estaba pasando. Existen guerras mágicas en Bali desde tiempos muy remotos. Sin embargo, estos duelos son mantenidos en forma muy secreta. Los turistas no llegan a saber de su existencia. Esas batallas sólo se hacen de conocimiento público cuando los nativos Balineses que estaban envueltos en ellas se convierten al cristianismo y comienzan a confesar sus pecados secretos públicamente. Descubrimos que todos los mágicos de la isla (y existen bastantes) están intimidados y destinados a involucrarse en estos asuntos.

En Bali, tal como en el Tibete, existen profesores de magia. Cada cual tiene sus seguidores y discípulos y cuando sus pupilos alcanzan un cierto nivel de entrenamiento, estas guerras comienzan con el objetivo de probar y fortalecer los poderes mágicos de los individuos en ellas envueltos. Estas olimpiadas mágicas son una forma “pacífica” de combate.

La situación puede ser repentinamente alterada cuando uno de los combatientes muere. El duelo consecuente trae muchas veces la muerte de uno de los mágicos. Pero, las luchas, no son hechas con armas convencionales, sino con poderes mentales. Ellos se esconden bajo árboles asombrados, más o menos a 2 Km unos de los otras. Es así que ellos combaten a través de poderes mágicos.

Si uno de esos duelos se alarga para los amigos de los involucrados, será entonces cuando comienzan las guerras.

La guerra de magia de 1968 aconteció de la siguiente forma. Uno de los mágicos pidió una taza de café en un restaurante Balinés pequeño. El dueño del restaurante, también un mágico, colocó veneno en el café. El otro se dio cuenta de lo que le estaban haciendo y declaró guerra desafiando al dueño del restaurante para un duelo de muerte. Llamando a sus amigos para que lo ayuden, sus rivales tomaron sus puestos separados más o menos a 2 Km, la señal para que la batalla comenzará consistía en dos luces que venían al mismo tiempo, una del occidente y otra del oeste. Cuando los nativos las giran, las reconocen como luces mágicas.

Las guerras de magia son casi siempre limitadas a un mes de duración. Los hechiceros guerrean durante la noche y duermen durante el día. Tienen por hábito enviar primero a los participantes con menos poderes para que inicien esas batallas. Cuando recibí este informe de un pastor local, él añadió: “seis o siete personas ya murieron sólo en esta batalla, desde que ésta comenzó”. A finales de este conflicto, los dos combatientes principales se enfrentan personalmente y la guerra termina cuando el oponente más débil sucumbe y muere.

Muchas veces me preguntaron si una guerra mágica no es señal clara de que el diablo se encuentra dividido contra sí mismo. ¡No! Cuando dos hombres luchan en una arena de boxeo, él más fuerte vence. Pero, ninguno de los dos deja de ser boxeador y ambos continúan perteneciendo a la misma profesión.

Antes de que yo saliera de Bali, intenté a toda costa saber un poco más sobre estas guerras de magia y, para eso, inquirí con un nativo Balinés. Él mostró una enorme sorpresa al darse cuenta de que yo sabía lo que estaba pasando y preguntó: “¿cómo es que usted sabe estas cosas sobre nuestros asuntos ancestrales? Estos son cuidadosamente mantenidos ocultos de todos los turistas y nosotros nunca revelamos nuestros secretos a extraños”. Yo no conseguí descubrir nada más de este hombre.

 

Posesión Demoníaca en Bali.

 

Sería muy interesante para los filósofos de la religión, para los parasicólogos y para ministros evangélicos saber que existen varias formas de posesión en Bali. En ningún otro país en la tierra hallé tantas diversidades cuidadosamente diferenciadas. Esto nos da más luz sobre esta “Isla del Diablo”.

En primer lugar, existen ciertas expresiones en Balinés que no tiene cualquier significado ético siquiera. Se refieren sólo a un estado de posesión. Entre estos términos se incluyen Kepangloh, Krangsukan, Kerauhan. Esas tres palabras son meramente usadas para describir un estado inexplicable de las posesiones.

Una otra expresión, Daratan, tiene su origen en una palabra en Balinés Darati, la cual significa tierra y describe un tipo de posesión causado por espíritus de la tierra.

Kerasucan es usado para describir un tipo de posesión donde la persona es acometida de un poder exterior a sí misma. Es como si ‘aureola invisible’ fuera colocada sobre la víctima.

El término Kemidjilan viene de la palabra Midjil, la que significa aparición. Este tipo de posesión está conectado a una experiencia con alucinaciones.

La palabra Bebainan se originó de la expresión Bebei, la que significa ‘alma sin redención’ o entonces ‘pequeño demonio’. Las personas atormentadas por esta forma de posesión son completamente controladas por ella. Los especialistas balineses son hasta capaces de distinguir entre diferentes tipos de enfermedades originadas por estas formas de posesión. Esto está por encima de aquello que muchos psiquiatras del mundo occidental alguna vez consiguieron hacer. Yo me quedé enormemente sorprendido con los conocimientos psiquiátricos de estos indígenas, los cuales consiguen distinguir entre posesión Bebainan y la danza del Santo Vitus. Nunca oí hablar de un psiquiatra occidental que fuera capaz de hacer lo mismo y esos científicos occidentales tienen, por norma, un aire de superioridad que llevaría a alguien a pensar que ellos tienen el monopolio de la sabiduría.

Entre los fenómenos más interesantes de posesión existe uno conocido como Sanghgang tutut. Eso se refiere a un pedazo de madera que se cree tiene el poder de proteger a una persona. Es decir, en la realidad una forma de posesión animista. Debido al hecho de que esos nativos creen que todos los materiales inanimados poseen una alma, eso los lleva a creer que esas mismas cosas puedan estar poseídas. Del punto de vista de la historia religiosa, esto se trata obviamente de una cuestión de panteísmo, pero también florece en los perímetros de la cultura cristiana. El psiquiatra Dr. Lechler afirmó que no sólo las personas, sino también las casas podrían quedarse poseídas. Y nada menos que el Prof. Jung de Zúrich también tiene la misma opinión. Pero, ninguno de ellos osó hacer públicas sus opiniones. La razón son sus temores de ser tomados como asociados a la locura. Esto fue lo que él me confesó en una conversación en privado en Männedorf. Pero, él, escribió el prefacio del libro del Dr. F. Moser titulado “Fantasmas”. Estos fenómenos que el mundo occidental intenta despreciar a cualquier costo, son sin embargo muy familiares entre los nativos de Bali.

Los tipos de posesión arriba mencionados no son de ninguna manera las únicas conocidas en Bali. Esto fue sólo para demostrar que la posesión demoníaca y demonios forman parte del día a día de toda la isla.

¿Cómo es que los cristianos y misioneros deben enfrentar un problema de esta envergadura? Nosotros podemos dar un gran suspiro de alivio que en Cristo todas esas cosas son vencidas y fácilmente sobrepasadas. El poder de su redención y la eficacia de su sangre que Él aún derramó por nosotros, son suficientes para exterminar cualquier cadena demoníaca que encontremos en nuestro camino. Naturalmente que cada cristiano y ministro tienen razones más que suficientes para alegrarse si Dios providencialmente previene a ser obligados a confrontar directamente con problemas como estos. Pero, cualquiera que sea llamado para contribuir para la sanidad de las almas de aquellos que son oprimidos a través de los poderes del ocultismo, necesita saber alguna cosa sobre la batalla donde se va a envolver. Nosotros no podemos de ninguna manera considerar a las personas mentalmente enfermas como poseídas y a los poseídos como mentalmente enfermos. Los errores continuos en este campo no son sólo hallazgos entre los psiquiatras, pero mucho más entre los ministros del evangelio. Y tales errores llevan a evaluaciones incorrectas y a tratamientos extremadamente pobres e inapropiados.

Otro factor que dará un rayo de luz en la globalidad de la situación en Bali, son las estadísticas médicas en esta isla, las cuales confirman que un 85% de todos los enfermos de esta isla son enfermos neuróticos. ¿No será sólo eso el otro lado de los trances inducidos, fenómenos mágicos y demoníacos que ocurren por toda la isla?

 

Cristianismo en Bali

 

Considerando las circunstancias que acabamos de describir, no nos podemos sorprender con el hecho de que el cristianismo progresó muy poco en Bali. De sus 2.000.000 de habitantes, 6.000 son cristianos protestantes y 4.000 católicos.

Sin embargo, debe tomarse en cuenta que se propagó una triste combinación entre el cristianismo y todas las religiones locales. Así, no sólo tenemos el hinduismo y la adoración de la naturaleza combinados uno con el otro, sino también tenemos el cristianismo asociado a la práctica de magia en la isla. Llegó a alcanzar el punto vergonzoso que hasta existen hechiceros “cristianos”.

Pero, vamos a oír primero algo acerca del desarrollo de la iglesia cristiana en Bali. Recibí mis informaciones de varios ministros del evangelio en el área.

En la historia del colonialismo holandés, Bali fue la última isla grande en ser ocupada por ellos. Hasta la vuelta del siglo, ocho reyes compartieron el gobierno de la isla entre ellos. El yerno del presidente del senado real de ellos fue mi intérprete. Él es, en verdad, un cristiano.

Como esos ocho reyes se oponían a los holandeses en conjunto, los holandeses no fueron bien sucedidos durante mucho tiempo en la tentativa de tomar el control total de la isla, aún habiendo estado, hay más de trescientos años en territorio indonesio.

La segunda mitad del siglo XIX, un misionero católico se estableció en Bali. Él consiguió ganar un solo Balinés para su religión. Pero, este primer cristiano, más tarde apostató y acabó por matar al infeliz misionero católico. El rey de la región donde vivía este asesino, deseando agradar a los holandeses, lo entregó para ser juzgado conforme a sus leyes. Los colonialistas, preocupándose poco por el juicio, mandaron fusilar al asesino. Los Balineses se enojaron debido a este tratamiento aparentemente sumario y arbitrario. El rey mandó decir a los holandeses: “Nosotros no condenamos a nadie sin una audiencia previa”. Debido a esta injusticia, una oposición enorme surgió. Como resultado, cerca de 170 holandeses fueron sumariamente asesinados por los Balineses. La reina de Holanda reaccionó tan severamente contra esa insurrección que acabó por suscribir un decreto ley, en el cual prohibía a cualquier misionero entrar en Bali. Debido a este decreto, ninguna iglesia consiguió ser fundada en Bali hasta 1929 cuando una mano llena de misioneros venidos del occidente de Java entraron secretamente en Bali y acabaron por pasar el mensaje cristiano de boca en boca.

Este método de evangelismo no era tan inadecuado como se puede pensar, pues la religión Hindú en Bali siempre se centró en familias individuales. De esta manera, cada familia tiene su propio local de oraciones, templos y altares sacrificiales privados.

Sin embargo, el adelanto de la fundación de una iglesia cristiana no pudo ser impedido a pesar de ese decreto impeditivo. Aún porque algunos de los oficiales colonos holandeses favorecían el cristianismo, en claro desafío al decreto existente. Y así, en 1930 una iglesia cristiana fue formada. La iglesia en Bali es por eso muy joven y por así decir en su primera generación. Hoy existen cerca de 25 pastores Balineses en toda la isla.

La iglesia cristiana compite con enormes impedimentos venidos de las costumbres dominantemente paganas de Bali. Pero, en 1963, una enorme oportunidad fue regalada a los cristianos. Fue este año que el volcán Agung entró en erupción y devastó 12 villas. Murieron 1500 personas. Los Balineses se quedaron muy atontados, también debido al hecho de que su templo nacional, el grande Besakih, se quedó parcialmente destruido. Su fe en sus dioses se quedó muy temblorosa y ellos se hicieron muy receptivos al mensaje cristiano, especialmente porque la ayuda del mundo cristiano en forma de dádivas comenzó a fluir para las áreas devastadas.

Pero, la iglesia no supo usar esta oportunidad extraordinaria. Llegaron tantas dádivas que la organización del cuerpo de cristianos, aún pequeño, no consiguió administrarlas. Un año entero fue necesario para distribuir toda la ayuda que allí llegó. Durante este tiempo, las puertas abiertas comenzaron a cerrarse. La iglesia cristiana en Bali perdió su gran oportunidad. La obra social envolvente no dejó plaza para la predicación del evangelio.

La iglesia Balinés no es única en este aspecto. Tenemos muchos paralelos iguales a estos en las iglesias europeas y americanas. Cuán frecuentemente nuestras iglesias colocan el trabajo social como prioridad, negligenciando todo esfuerzo evangelístico. Las preocupaciones para con el cuerpo y el físico empujan para al lado todos los cuidados que también deberíamos tener para con las almas de los que perecen sin que sean ayudados para salvarse.

 

La Fuerza de la Magia y de la Hechicería dentro de la Iglesia

 

La iglesia de Bali tiene carácter similar a muchas iglesias en otros campos misioneros. Los cristianos que salieron de un ambiente pagano, o cuyos padres o abuelos aún estén envueltos en las creencias paganas, son fácilmente atrapados por la magia y por la hechicería. Es decir, esto es lo que acontece también en Bali.

Yo tuve oportunidad de hablar en cinco iglesias diferentes. Cuando advertí contra la brujería, una serie de preguntas agitadas surgieron. Uno de los presbíteros de la iglesia me dijo: “¿Qué es lo que debemos hacer cuando uno de nosotros es mordido por una serpiente? No existen médicos en las cercanías. Estos curanderos son los únicos que nos pueden librar de morir. “¿Por qué razón nosotros, como cristianos, no podemos ir a un curandero Hindú en un caso como este?” Respondiendo a ese presbítero yo dije: “¿Nunca oyó hablar de lo que Jesús dijo en Marcos 16:17 que Él también cura mordeduras de serpientes? ¿Y nunca leyó sobre Pablo que fue mordido por una serpiente en la isla de Malta y nada le aconteció por intervención directa del Señor Jesús?” El presbítero se quedó mudo y no me respondió. Yo proseguí: “¿Cómo es que, nosotros los cristianos, podemos visitar a un hechicero pagano? Podríamos hacer eso si confiamos más en el poder del diablo que en el poder de Dios. “Pero aunque Dios no me ayudara después de haber sido mordido por una serpiente venenosa, preferiría morir antes que clamar al diablo por su ayuda”.

Entonces conté a toda la congregación algunos ejemplos de algunos misioneros que habían sido mordidos por serpientes venenosas y los cuales sobrevivieron. Uno de esos ejemplos fue un misionero en Brasil, el cual había sido mordido por una serpiente bastante venenosa, sukkru. Los Indios allí presentes con el misionero afirmaron: “Es tu final. No existe cura para la mordedura de esa serpiente”. La visión del misionero ya estaba quedándose degradada y poco clara. Su pie se hinchó tanto que se puso casi del tamaño de una pata de elefante. Los indios lo cargaron para adentro de una de sus tiendas. Ellos vigilaron allí a su lado y él acabó por quedarse inconsciente. Después de algunos minutos el desafortunado hombre recuperó su conciencia y en desesperación clamó: “¡Señor Jesús, acuérdate de tus promesas!” Él se quedó inconsciente nuevamente. Pero fue allí que el poder del veneno quebró. En vez de morir, el misionero, después de haber estado en coma durante algún tiempo, se recuperó totalmente. No surgieron secuelas después de su sanidad milagrosa debido a esta mordedura.

Conté esa historia a aquella iglesia de Bali. Pero, dicho presbítero mantenía sus preguntas. Él me explicó: “Nosotros tenemos un hombre aquí que, aún no siendo un hechicero verdadero, tiene una piedra con la cual él sana a los enfermos. Cuando estuve enfermo, pedí a este curandero su piedra blanca, pero debido al hecho de que yo soy cristiano, él no me la prestó ni aún implorándole. ¿Por qué razón eso sería errado de hacer, si yo hubiera conseguido usar esa piedra y ella poseyera los poderes milagrosos?” A lo que yo respondí: “¡Usted puede ser feliz por no haber conseguido usar esa piedra! Los efectos póstumos son dramáticos y pertenecen a la esfera de la brujería y del diablo, aunque sólo fueran meros poderes de sugestión”.

Pero yo no fui capaz de convencer a este presbítero nativo. Pero, como mínimo conseguí que muchos otros presentes allí en la iglesia nunca más recurrieran al poder de los curanderos hindúes.

Es de lamentar que la mayoría de los pastores nativos no consigan discernir el mal de esas cosas de brujería y, por esa razón, nunca llegan a esclarecer debidamente a sus congregaciones dándoles una clara dirección sobre cuestiones del contacto con las cosas ocultas.

En una convención de ministros en Bali, uno de los pastores afirmó poseer poderes de médium y que estos le habían sido dados por Dios. Su abuelo había sido un hechicero muy despierto y muy temido en aquellas cercanías. Tanto él como su padre, habían heredado las habilidades de magia de su abuelo. ¡Y esos poderes ocultos eran tenidos como dádivas de Dios! ¡Una confusión completa de opiniones y una absoluta mezcla de espíritus! Pero, esos son los hombres que presiden las iglesias locales.

Otro presbítero declaró abiertamente ante la iglesia llena: “Yo aún poseo todos mis amuletos e instrumentos de encantamiento en mi casa; pero yo creo que no tienen ningún poder sobre mí porque no creo en ellos, no deposito fe en ellos”. Yo guié al hombre a Hechos 19:19 donde los Efesios trajeron todos sus amuletos y libros de magia e hicieron una enorme hoguera con ellos. Le advertí a que hiciera lo mismo también, quemando todos sus objetos de ocultismo porque, con toda certeza, representaban un serio impedimento en su vida y una influencia satánica sobre él y también sobre su familia entera hasta la 3ª y 4ª generaciones. Pero, infelizmente, tampoco conseguí convencerlo o removerlo de su opinión ya formada.

¿Será que aún nos podemos admirar que la iglesia en Bali aún no haya experimentado un avivamiento real igual a los que se están dando en otras islas Indonesias? La magia y la hechicería serán siempre una barrera enorme que opera contra el evangelio de la vida. Nosotros podemos constatar esa verdad aún más claramente en los avivamientos que ocurrieron en la isla de Timor y en otras también, donde el movimiento del Espíritu Santo siempre comenzó después de que las personas habían reconocido por su nombre cada pecado y principalmente cada pecado de hechicería, trayendo sus amuletos e instrumentos de hechicería para afuera y destruyéndolos con fuego delante de las iglesias.

Pero, aún así, la situación en esta “Isla del Diablo” no es tan negra cuanto se pueda pensar. Existen aquí algunas primicias del Espíritu que revelan que el Señor Jesús desea claramente hacer progresar una obra en Bali también.

En una otra villa, después de que yo había conversado durante algún tiempo con un cristiano, él me dijo: “Hasta hace poco tiempo atrás yo era Hindú. Pero desde que comencé a seguir al Señor Jesús fui severamente perseguido. Los habitantes de mi villa me persiguen de maneras inconcebibles. Mi esposa ya no puede recoger agua de la fuente pública y yo fui amenazado de que no sería enterrado en el cementerio de la villa porque, dijeron ellos, yo corté todos los lazos con la comunidad de esa villa”. Intenté animarlo lo mejor que pude como hermano. Cualquier persona que se haga cristiano en un ambiente pagano puede contar con persecuciones feroces. Pero, sin embargo, lo mismo se podrá decir de las personas que se arreglan con Dios dentro de las iglesias evangélicas del mundo occidental. La diferencia no será grande.

En el occidente de Java encontré otro joven cristiano venido de Bali. Él me relató su historia. En 1962, un misionero llegó a Bali con una comitiva de cristianos para trabajar para Dios durante un tiempo. Algunos jóvenes rapaces se encontraron con el Señor Jesús durante ese periodo de campaña evangelística. Tres de ellos están estudiando hoy en la Escuela Bíblica del occidente de Java.

(Nota del traductor: Esta escuela fue el centro, el epicentro y el inicio del avivamiento en Indonesia).

Uno de estos jóvenes era la persona con quien estaba hablando y el cual me relató que ya no podía entrar en la casa de sus padres debido a su elección de haberse hecho seguidor de Cristo. Sus padres aún son paganos y no están en lo más mínimo dispuestos a tolerar la decisión irreductible que él tomó. Y fue así que la Escuela Bíblica se hizo su nueva casa y su nuevo hogar.

Pero ahora y en esta fase, Bali ya se podrá gloriar de más y de mejores primicias que las que acabamos de mencionar. Existe un número de cristianos esparcidos por la isla, los cuales consiguieron escapar y liberarse de los poderes opresores del ocultismo de sus antepasados. Es verdad que existen muy pocos creyentes reales, pero uno de ellos es el Pr. Joseph, el cual organizó todo mi tour de charlas por la isla.

Estos cristianos, que se encuentran en una minoría tan evidente, se convirtieron realmente en los combatientes pioneros que llevan a Cristo sobre sus hombros dentro de esta isla. Ellos no se desesperan y no se nota ninguna señal de angustia en sus rostros. El Señor Jesús siempre construyó su reino a través de pequeñas semillas de mostaza. Si esos individuos, que son la vanguardia de Cristo en esta isla, permanecen fieles, su número nunca permanecerá pequeño. Será precisamente aquí en esta fortaleza de las tinieblas – este paraíso de demonios – que esta isla podrá hacerse la Isla de Cristo y no más la Isla del Diablo.


V. JOHN SUNG

 

Nadie debe ignorar la obra de dos evangelistas, en caso de que quieran escribir sobre el avivamiento que transcurre actualmente en Indonesia. Estos dos evangelistas hicieron en los últimos 30 años variadísimos cultos a gran escala dentro de Java. Son dos apóstoles de Dios: John Sung y Andrew Gih. Ellos eran particularmente amigos que al inicio comenzaron a trabajar juntos, pero a largo plazo, desarrollaron métodos evangelísticos individuales. Ambos eran oriundos de China y ambos extendieron su obra para adentro de los países que hacían frontera con el suyo. Entre los chinos dentro de Indonesia existen hoy muchos cristianos genuinos que pueden afirmar que deben la calidad de su fe a las campañas de estos dos hombres. En Jacarta el Dr. Toah me dijo que esos dos evangelistas chinos trajeron más chinos a Cristo que todos los otros evangelistas extranjeros en conjunto de la historia de China. Vamos de primera mano a relatar la historia de John Sung, el cual comenzó su obra en Java antes de Andrew Gih.

 

El Pequeño Pastor

 

Sin entrar en detalles biográficos sin interés, vamos como mínimo a intentar dar una imagen correcta de la vida y de la obra de John Sung en su tiempo. La lámpara de este hombre excepcional brilló durante cerca de 43 años; desde 1901 hasta 1944. Dios le dio una plenitud de poder del Espíritu Santo que yo nunca conseguí detectar en ningún otro evangelista de nuestro siglo. Esto no es ninguna exageración, pero es mi firme convicción.

Habiendo nacido y habiendo sido criado en Hinghwa, John estaba presente cuando con nueve años de edad un avivamiento comenzó en la iglesia de Hinghwa. Aún siendo un niño en esa época, él fue literalmente quebrantado en lágrimas y experimentó una definitiva y genuina conversión.

Inmediatamente desde el inicio de su vida con Cristo, la oración se hizo el punto alto de su vida espiritual. Cuando, durante esos años, su padre se enfermó críticamente y fue dado como perdido por su propia familia, la desesperada madre de John, la cual ya no conseguía más orar debido a su angustia, le dijo: “Ve para tu cuarto a orar por papá. Dios oye las oraciones”. John se lanzó sobre sus rodillas y oró ardientemente por la vida de su padre. Como resultado y a pesar de todos los puntos de vista y expectativas de los médicos en sentido contrario, su padre recuperó su salud milagrosamente. Esta fue la segunda respuesta que él obtuvo en toda su vida como un joven guerrero de su Señor.

Durante el avivamiento en Hinghwa, el padre de John se hizo el líder de los pastores de la ciudad e inmediatamente se fue abajo bajo el yugo del peso de toda su obra. Él designó predicadores itinerantes, los cuales usaba para predicar en las iglesias circundantes en sistema rotativo. John inmediatamente tomó su lugar entre estos mensajeros de Cristo, aún siendo de lejos el más joven de todos ellos. Él ya ministraba sermones conscientemente preparados y delineados en la tierna edad de 14 años. Cuando su padre se hizo incapaz de continuar su trabajo debido a la presión de la obra que tenía sobre sí, John pasó a sustituirlo muy bien. Las congregaciones amaban su forma simple de predicar debido a su estilo vívido y simple de entregar los mensajes. Ya por ese tiempo cristianos bien establecidos en Cristos se ponían a pensar: “¿que es lo que va a ser este niño?” Lucas 1:66.

En la vida de todos los hombres verdaderos de Dios, podemos casi siempre detectar la mano planeadora y providencial de su Creador. Es decir, algo que también puede ser visto en la vida de John Sung. Como muchacho en la escuela, él ya llamaba la atención por sí mismo, debido a la facilidad que tenía para estudiar y para su incansable sed de emprender y trabajar. Así, nadie se debe sorprender que este joven celoso colocara una educación universitaria como blanco delante de sus ojos. Pero, porque China de entonces tenía una gran inestabilidad y aún guerrillas desde 1919, él comenzó a pensar en entrar en una universidad Americana.

Pero varios obstáculos e impedimentos se colocaron delante de sus planes. ¿Quién pagaría su viaje? ¿Quienes serían sus tutores durante su estancia en Estados Unidos? ¡Y la parte más difícil de todas, era que John tenía una infección en los ojos típicamente china, la cual le impediría de seguro su ida para América! Un cuarto tropiezo era su propio padre que se oponía a sus ideas de viajante. Eran cuatro tropiezos demasiado enormes para que fuesen vencidos.

¿Pero puede alguna cosa ser imposible para Dios? John se entregó a la oración. Este era el curso que él siempre tomaba en tiempos como este. Dios le dio la primera respuesta en la forma de una carta. Una misionera americana, la cual nada sabía sobre sus planes, le escribió para animarlo y aconsejarlo a estudiar en Estados Unidos, diciendo que si él así deseaba, ella sería su tutora durante su estancia en el país. Él se alegró enormemente y mostró la carta a su padre y le preguntó: “¿No es eso, por casualidad, la respuesta de Dios?” Siguiendo a esta primera victoria conseguida, muchos donativos de dinero comenzaron a llegar de varios orígenes, que no sólo cubrían todos sus gastos, sino también permitirían que él llevara consigo una reserva financiera para cubrir sus gastos iniciales en América. La ayuda para la infección de sus párpados llegó inesperadamente de otra fuente.

Mientras cortaba su cabello, el barbero notó la infección y se ofreció para limpiarle el interior de los párpados con un hueso revestido en plata y lavarlo enseguida. John aceptó. Este proceso penoso fue realizado en él varias veces hasta que la infección se quedó totalmente curada. Finalmente, también su padre le dio su consentimiento para partir. Esto fue sólo el inicio de la obra del “Gran Arquitecto” que, por su misericordia, capacita siempre a sus apóstoles e hijos de tal manera que consigan alcanzar siempre sus objetivos.

 

La crisis

 

Esta nueva vida en América fue todo menos fácil. Su salud era delicada, su falta de dinero era continua y una cirugía que él no pudo evitar contribuyó para que él permaneciera firme en oración. La misionera americana tampoco cumplió la promesa que le había hecho. Esta forma de actuar de los cristianos occidentales siempre fue una gran vergüenza para muchos nuevos creyentes, pues todo lo que es promesa es tratado con mucha banalidad. Pero, para John, eso significaba simplemente que él tendría la oportunidad de agarrarse y de afirmarse en las mejores promesas que la Biblia le hacía.

A pesar de esas dificultades tremendas, John progresó de tal manera en sus estudios que cualquiera se quedaría pasmado delante de su éxito. En sólo tres años él concluyó un programa curricular de cinco años. Más aún, él se encontraba siempre en el tope de las mejores notas de la universidad. Pero, además de haber conseguido recibir los premios que se ganaban en el campo de la física y de la química, también le fue dada una medalla de oro debido a su aprovechamiento ese año. Cuando él finalmente recibió su graduación, todos los periódicos hicieron reportajes que lisonjeaban a este brillante y talentoso joven chino. Tres universidades intentaron asediarlo para enseñar. La mundialmente famosa Universidad de Harvard le ofreció mil dólares anuales si él se alistaba entre sus profesores, una suma que en valor monetario actual sería poco común. Pero, John se quedó con la oferta más modesta de la Universidad Provincial de Ohio.

Por este tiempo el estudiante estaba hambriento por conocimiento y se aplicó en obtener un Doctorado y Ph.D. en Química. Pero, como en ese tiempo la química alemana era más avanzada, John pensó aprender la lengua para poder tener acceso a los libros científicos alemanes. Durante sus vacaciones él se escondió en el estudio de esta lengua extraña y en sólo dos meses consiguió dominarla de tal manera que fue capaz de traducir para el inglés un libro complicadísimo de química. El profesor que revisó la traducción pensó que él había estudiado alemán durante años. Lo que a un hombre normal le podría llevar dos años en conseguir, John lo consiguió en sólo dos meses. Una vez más, este hecho causó una gran agitación en los medios americanos. Él fue atormentado y asediado por premios e invitaciones. Durante este tiempo, incluso la Universidad de Pekín tomó conocimiento del éxito de ese su compatriota y llegó a ofrecerle el título de Ph.D. Pero, la invitación que mayor atracción ejerció sobre él, le llegó de Alemania, lugar donde los servicios de este químico extraordinariamente talentoso eran muy deseados. Un equipo de científicos le ofrecieron un puesto de investigación con condiciones financieras envidiables.

El Dr. Sung, como él era conocido ahora, oraba incesantemente sobre el paso siguiente. Como respuesta el Señor lo condujo hacia las palabras en Mateo 16.26: “¿Que provecho tiene el hombre en ganar todo el mundo si perdiese su alma?” Sus pensamientos fueron inmediatamente restaurados en sus planes y votos iniciales. Él sólo tenía la intención de estudiar temporalmente en América y volver hacia China como predicador del evangelio. Fue entonces que decidió ir a estudiar teología en el Seminario Teológico durante un cierto tiempo. Fue de esta forma que él llegó – ciertamente guiado por Dios – al seminario de la Unión Teológica de Nueva York, muy conocida por su teología liberal.

Y fue así, también, que él comenzó su preparación final para la obra delante de sí, a través de la cual proclamaría el reino de Dios. Pero, las enseñanzas de esta escuela lo llevarían a hundirse sobre sus rodillas de forma implacable.

La causa principal para ese colapso fue la teología enseñada en este colegio. Cada problema u oscuridad en la Biblia era discutido a la luz de la razón humana. Sólo aquello que pudiera mantenerse a los escrutinios de la lógica era aceptado como verdadero. La fe en Cristo como propiciación para nuestros pecados; la validez de los milagros; la resurrección; el ascenso y la segunda venida de Cristo eran banalizadas por que carecían de pruebas científicas. Habiendo sido servido con esta dieta flaca, el Dr. Sung perdió toda su fe y fue empujado hacia una crisis interior y a una fase mucho más crítica de su vida. Él dijo para sí mismo: “Todo aquello en que creí naturalmente hasta ahora me fue robado. No puedo continuar viviendo en este estado. O mi vida termina, o entonces Dios necesita darme otra manera de vivirla a través de su Espíritu”.

Dios oyó el clamor de su corazón una vez más. Durante la noche de 10 de Febrero de 1926, el Señor le apareció. Estando bajo el peso infernal del yugo de su pecado, el Dr. Sung clamó al Señor orando y llorando hasta muy tarde de aquella noche. De pronto, él oyó una voz diciéndole: “Mi hijo, tus pecados te son perdonados”. Con esto su alma fue repentinamente llenada de luz. Aún siendo la noche oscura, alcanzó su Biblia y comenzó a leer los evangelios de una manera tal como nunca lo había hecho.

En la mañana siguiente todos los otros estudiantes y profesores notaron de inmediato la transformación en su semblante. El Dr. Sung tampoco tenía ninguna intención de mantener su nueva experiencia en secreto. Donde le era posible, él daba testimonio del Señor Jesucristo abiertamente y su modo abrupto de expresarse causó inmediatamente agitación dentro de la escuela. Aún porque desde niño él había sido una persona de visión muy clara y de decisiones muy radicales y bruscas que duraban para siempre.

Pasó a describir sus libros de teología como libros de demonios y, quemándolos, se dedicó íntegramente y exclusivamente al estudio profundo de la Biblia y a la oración. Sus profesores liberales se quedaron extremadamente chocados con esta su manera brusca y lo condenaron vehementemente por la forma como catalogó la teología de ellos. De inmediato, le imploraron que se sometiera a un examen psiquiátrico extensivo.

¡Esto es típico! En primer lugar estos racionalistas destruyen la fe de una persona y después, cuando él se encuentra completamente desfalcado en su corazón y desnudo y halla al Señor Jesús, es considerado como un enfermo mental y colocado en el hospicio. Yo tengo la sincera esperanza de que, a pesar de su teología, estos teólogos modernos puedan darse cuenta de su gran error y consigan llegar tan cerca del Señor Jesús que aún consigan ser salvos. A mí me gustaría conseguir ver sus expresiones cuando un día se den cuenta de que su teología es diabólica y sirve sólo a los intereses del diablo en la tierra.

En la historia de José leemos lo que él afirma: “Vosotros intentasteis mal contra mí; pero Dios lo hizo en bien”, Génesis 50:20. Esto también fue lo que aconteció con el Dr. Sung. Aquello que el seminario de la Unión Teológica intentó contra él, se transformó súbitamente en el propósito de Dios para su hijo.

El Dr. Sung fue aconsejado a “descansar” durante seis semanas y él concordó, aunque con alguna protesta. Pero, después que ese plazo de seis semanas expiró, él pidió permiso para volver al seminario. Pero le fue dicho expresamente que ya no volvería para allá. Fue entonces que su temperamento aguzado explotó: “¡Yo fui engañado! ¡Yo no estoy mentalmente enfermo aún teniendo en cuenta que mi corazón fue completamente aplastado por esta vuestra teología miserable, la cual me fue servida en vuestro seminario!. ¡Con ella yo meenloquecí!” Este desahogo energético llevó al psiquiatra a transferirlo hacia una sala para pacientes violentos. ¡Esta fue una de las peores experiencias de la vida de Sung, habiendo sido obligado a pasar sus días y noches en una misma sala con maníacos depresivos, violentos y que usaban continuamente palabras indecentes para expresarse!

Pero, una vez más él inquirió del Señor lo que eso significaba. La respuesta llegó de inmediato: “Todas las cosas contribuyen conjuntamente para el bien de aquellos que aman Dios”. Fue entonces que el Dr. Sung recibió otro mensaje personal de su Señor y Rey. Le fue dicho: “necesitas soportar el tratamiento durante 193 días. Será de este modo que aprenderás a soportar la cruz que te voy a dar para poder aprender la carrera de obediencia hasta Gólgota”.

Con esta respuesta John Sung se contentó y sosegó de inmediato su corazón. Se quedó tranquilo sabiendo que era la voluntad de Dios para sí y que todo lo que podría hacer era esperar con la certeza que acabaría saliendo y que estaba dentro de la voluntad de Dios. El psiquiatra lo autorizó a regresar para su cuarto privado inicial. Allí, el Dr. Sung tuvo bastante tiempo para orar y explorar su Biblia. Él leyó ávidamente muchos capítulos por día. Más tarde él comentó: “¡Esa fue mi verdadera formación teológica!” Él leyó La Biblia cuarenta veces durante este tiempo de descanso forzado. Pero no había contado nada a nadie sobre la promesa que Dios le había hecho de quitarlo de allí en 193 días. Pero el hecho es que 193 días después, le dieron el alta de la clínica psiquiátrica. Esto sólo prueba que el mensaje que él recibió había venido realmente de Dios y no había sido fruto de su imaginación. Dr. Sung estaba ahora debidamente armado para sus campañas evangelísticas en China.

Nosotros cruzamos frecuentemente por periodos de quietud como estos y verificamos que todos los instrumentos especiales de Dios pasan siempre por ellos. José se quedó dos años en la prisión; Moisés pasó 40 años en el desierto de Madián; Elías se quedó escondido en el arroyo de Querit; Jeremías se halló solo en la prisión muchas veces y una vez dentro del pozo; Juan Bautista estuvo en la montaña fortaleza de Machaerus. Lutero en Wartburg hasta que su tiempo había llegado. Estos tiempos de soledad forman parte del programa curricular de la escuela de Dios.

 

El Wesley de China

 

El seminario de la Unión Teológica ya hace mucho tiempo que había removido de su lista de estudiantes el nombre de Dr. Sung. Ya no querían nada con él desde que quemó sus libros. Pero el corazón de John estaba apuntado para China y fue, el 4 de Octubre de 1927, que él salió de Seattle para Shangai.

Así que el Dr. Sung llegó a su patria y habiéndose reunido a su familia que no veía hace 7 años, descubrió que había un pequeño pormenor aún por esclarecer. Su padre dijo: “Hijo, yo siempre fui un predicador pobre. Espero ahora que tomes un lugar para ti en la universidad para que así puedas ayudar a pagar la educación de tus hermanos”. John temía que eso aconteciera precisamente de aquel modo. Pero su respuesta a su padre fue inmediata: “Padre mi vida fue dedicada a esparcir el evangelio de la verdad. Yo estoy muerto para el mundo, para vosotros y para mí mismo también. Nunca tendré la posibilidad de tomar otro camino por el cual pueda seguir”. Y fue así que el curso de toda su existencia se quedó permanentemente sellado.

Fue entonces que en mayo de 1928 el Dr. Sung se encontró con Andrew Gih por primera vez. Ambos se quedaron con la conciencia de que la vida de uno y del otro tomarían caminos particularmente similares. Para ambos, era sólo una cuestión absoluta de estar completamente rendidos a su Señor con el único propósito de esparcir el evangelio tal cual el Espíritu Santo los llevara a hacer.

Al principio, esos dos hombres trabajaron en conjunto. Andrew Gih muchas veces servía de intérprete al Dr. Sung en los distritos donde sus dialectos no le eran familiares.

El primer encuentro del Dr. Sung con el movimiento de las lenguas extrañas probó ser significante y bastante esclarecedor. Eso ocurrió en el puerto de Tsingtau. Fue allí donde tuvo que cuestionarse sobre los dones del Espíritu. El movimiento “carismático” en este puerto, con un tipo de población que se alteraba constantemente, era bastante fuerte. Sus seguidores afirmaban resueltamente que la plenitud del Espíritu Santo se manifestaría a través de señales exteriores como lenguas extrañas, canciones espirituales, visiones y sueños. El Dr. Sung entró en una argumentación bastante caliente sobre este asunto sin darse cuenta. Él se quedó confuso y fue entonces que decidió ya no predicar y quedarse solamente a oír a Andrew Gih. Orando incesantemente por clarividencia no sería de admirar que el Señor le concedería una vez más la respuesta.

Andrew Gih estaba predicando sobre Juan 4 y hablando sobre el agua de la vida que Jesús estaba ofreciendo a la mujer samaritana. La respuesta que él quería del Señor vino con una revelación muy clara. Más tarde John la comentó resumidamente: “La bendición de Dios y la plenitud de Espíritu Santo nunca consisten en una búsqueda de lenguas extrañas ni de ningunas manifestaciones exteriores, pero nos hicimos ríos incondicionalmente puros para que esas aguas de la vida de Espíritu Santo puedan tener cómo fluir libremente a todas las almas sedientas a nuestra vuelta”.

A partir de ese momento el Dr. Sung comenzó a predicar claramente a través de una nueva fuerza y poder. No pocas veces él oraba: “Señor purifícame y transfórmame de tal manera que las aguas vivas puedan brotar de mí como las caídas y corrientes del Niagara”.

Por donde él iba había un avivamiento real y genuino: hombres reconociendo públicamente sus pecados; enemigos reconciliándose los unos con los otros; bienes robados siendo devueltos a sus respectivos dueños con confesiones; profesores confesando sus pecados a los propios alumnos y compañeros. Pero lo mejor de todo era que en cada campaña misionera que él hacía se formaban comitivas para llevar el evangelio hasta a las villas y aldeas vecinas. No pocas veces después de una única campaña entre sesenta a cien de esas comitivas eran formadas de la noche a la mañana.

El Dr. Sung tenía un master en hacer ilustraciones durante sus mensajes. Cuando una vez predicaba como un pecado debería ser arrancado sin pena por la propia raíz, él se dirigió a unos floreros que contenían plantas en la plataforma, despedazando una a una y arrancándolas por la raíz, clamó de todo corazón: “¡Ahora no podrán más crecer! Es así que el pecado debe ser arrancado de nosotros”.

Otra vez estaba hablando sobre Romanos 6:23 donde se lee que “la paga del pecado es la muerte”. Él tenía un féretro pequeño cerca del local donde predicaba y un gran número de piedras le fueron traídas hacia plataforma de donde discursaba. Él exclamaba: “El féretro representa la muerte. Las piedras simbolizan el pecado”. Y con eso Dr. Sung comenzó a llamar a los pecados por el nombre y, por cada pecado que mencionaba él tiraba una piedra para dentro del féretro. El evangelista pasó a explicar el significado de todo aquello: “Cada hombre carga con él un féretro y a medida que el féretro se va llenando de piedras, el interior se hace cada vez más pesado e insoportable. La persona en cuestión se queda con su interior sobrecargado y en breve será aplastada bajo el peso del fardo”.

En otras ocasiones él usaba la siguiente ilustración cuando se dirigía a pastores de congregaciones. Él tenía un ayudante que le traía un fogón a carbón para encima de la plataforma. Enseguida, él pedía de forma audible unos pedazos de carbones pequeños los cuales lanzaba para dentro del fuego juntamente con un pedazo de carbón enorme. Diez minutos después, él preguntaba a su asistente sobre el adelanto del fuego: “¿Que es lo que pasa dentro del fogón?” La respuesta venía: “Los carbones pequeños están todos quemados y en llama viva. ¡Pero el pedazo grande está difícil!” El Dr. Sung resumiría entonces su mensaje: “Los pedazos de carbones pequeños son los miembros de las congregaciones y el pedazo grande son como los pastores de esas mismas congregaciones. Los pastores son siempre los últimos en atrapar el fuego”. Sólo podemos imaginar como una ejemplificación de esas, irritaba a los ministros de las iglesias, los cuales no morían mucho de amores por él. Pero, eran esos propios ministros que a finales de sus esfuerzos misioneros venían con él reconociendo que los miembros de las iglesias muchas veces llegaban a triplicar.

En el transcurrir de sus predicaciones, el Dr. Sung muchas veces usaba sus dones proféticos. Una vez apuntó hacia un individuo en medio de una multitud con más de 1000 personas y dijo: “¡Usted es un hipócrita! Arregle sus caminos con Dios”. La persona para quien él apuntó era un presbítero de la iglesia, el cual se quedó creyendo que su propio pastor se había quejado sobre él al Dr. Sung. Pero en otro día el presbítero se sentó en un lugar completamente diferente en la enorme sala. Fue en medio de su sermón que el evangelista una vez más apuntó en dirección al presbítero, diciéndole: “Usted es un hipócrita”. Cuando el Dr. Sung hizo la misma cosa una tercera vez en otro culto, el presbítero se quedó enfurecido y decidió planear una forma de matar a su pastor, pues creía que había sido él que había hablado al Dr. Sung. Invitó a su pastor para una comida en su casa. El pastor de la respectiva congregación fue, pero, avisado a no arriesgarse. Pero aún este fiel hermano resolvió ir a visitar al presbítero. Conforme iba entrando en su casa, aquel hombre se tiró a él con un cuchillo y en su furia levantó su brazo para darle el golpe fatal. Reaccionando casi instintivamente, el pastor se cayó sobre sus rodillas sin conectar mucho al cuchillo y clamó: “¡Señor salva este hombre!” El cuchillo pasó por encima de su cabeza y entró en la pared. Y el cuchillo se quebró. Fue en ese preciso instante que el espíritu de arrepentimiento cayó sobre el presbítero. Hundiéndose en sus rodillas al lado del pastor, él suplicó a Dios por perdón, entregando así su vida a Cristo inmediatamente allí. Este es sólo un ejemplo de los resultados prácticos de las palabras drásticas de este evangelista.

En un corto periodo de tiempo, de 1931 a 1935, el Dr. Sung se hizo una de las figuras más conocidas de China. Los cristianos le dieron el apodo del “hombre que quiebra el hielo”. En el periódico National Christian Council, el Dr. Sung fue colocado como una de las seis personalidades más conocidas en toda China. Este país, con muchos millones de habitantes, nunca poseyó un evangelista con este tipo poder. Por esta razón lo catalogaron como “John Wesley de China”.

 

Los Frutos de su Obra

 

El cristianismo en el mundo occidental y, en la verdad, en todo el mundo, es destacado y se destaca precisamente debido a sus muchas deficiencias. El número de conversiones genuinas es muy reducido o casi nulo y existen pastores que durante un ministerio de 40 años o más nunca obtuvieron una única conversión o un caso de confesión de pecados. De hecho, las conversiones son básicamente una obra pura del Espíritu Santo. Sin embargo, Él usa hombres como sus instrumentos para tal efecto.

La falta de esas conversiones significa, también, que existirán muy pocos jóvenes ofreciéndose al Señor como consecuencia, para servir como Sus instrumentos tanto dentro de puertas como en el extranjero. La otra deficiencia es la falta de recursos que acaban siempre por evidenciarse en la obra cristiana. Consecuentemente, la iglesia permanece en una mendicidad de colectas de fondos, hallándose en tener que pedir, cuando tal cosa ni debería formar parte de un culto. La Biblia también es poco leída entre los hombres y los que la leen no la entienden tal cuál Dios desearía y no entienden al Dios a quien pertenecen todos los tesoros de esta tierra.

¿Cómo es que este tipo de situación afectaba el Dr. Sung?

Vamos a tomar como ejemplo sus tres campañas misioneras en las ciudades de Taipeh, Taitschung y Taiwán, en la Isla Hermosa. Sólo a finales de esas tres campañas, de las cuáles ninguna fue dirigida de la misma manera que las organizaciones americanas lo hacen a través de la publicidad y de la emotividad, cerca de 5.000 personas reconocían públicamente haberse encontrado de forma real con el Señor Jesucristo. Cuatrocientos sesenta jóvenes se ofrecieron para la obra misionera y cerca de 4.000 dólares entraron como ofertas espontáneas juntamente con piedras preciosas y hasta anillos de oro. El Dr. Sung no se quedó ni con un centavo de nada de aquello que recibió. Todas las ofertas fueron bien usadas en el mantenimiento de evangelistas fundadores de iglesias y no sirvió ni siquiera para comprar unas líneas para coser sus bolsillos. Este hombre era totalmente indiferente al dinero y el incidente que sigue es bastante ilustrativo sobre eso.

Un empresario rico lo visitó y le ofreció una enorme suma de dinero. El Dr. Sung nunca había visto al hombre. Mirando directamente y sin pestañear a los ojos de su interlocutor, él dijo tranquilamente: “El Señor Jesús no quiere ni un tostón de todo su dinero. Él sólo quiere su alma”. Enseguida lanzó el dinero a los pies del hombre y nunca aceptó nada de él. Siempre que el Espíritu Santo mantiene las riendas de la vida en una persona, sólo la salvación de los hombres cuenta y no aquello que se puede acumular. Jesús dijo: “Buscad primero el reino de Dios y todas esas cosa os serán añadidas”.

 

Obra Pionera en Indonesia

 

Esto fue sólo una breve biografía sobre el Dr. Sung. Ella fue aquí colocada por dos razones. En primer lugar, los cristianos en el mundo occidental, para quien ese hombre es completamente desconocido, deben compartir de la gloria que Dios le manifestó durante su corto periodo de vida. En segundo lugar, podemos tener la certeza de que el avivamiento presente en Indonesia no es el primero que tenía aquella autoridad de un verdadero mensaje del evangelio dada por Cristo. Las ondas de avivamiento causaron grande agitación dentro del Dr. Sung y ellas se hicieron tan poderosas en estas islas cuanto son hoy. La única razón porque ellas no se esparcieron tanto, cuanto se están esparciendo hoy, será porque aquel siervo de Dios no permaneció en estas islas más que algunas pocas semanas. También debe ser referido y acordado que el blanco de sus campañas misioneras dentro de Indonesia, eran las comunidades chinas que allí vivan.

En conjunto, el Dr. Sung visitó Indonesia cuatro veces. En 1935 él evangelizó la iglesia china de Medan en el norte de Sumatra. Esta comunidad fue enteramente revitalizada a través de su ministerio.

En 1936 el evangelista llegó hasta Sarawak en el norte de Borneo. Tanto en la parte británica como en la parte Indonesia de esta isla, existen grandes comunidades chinas. La campaña se dio en Sibu (Sarawak). En el discurso de los diez días misioneros, cerca de 1600 chinos encontraron su camino hasta Cristo y más de 100 se ofrecieron para la obra voluntaria de propagar el reino de Dios. Añadiendo a eso, 116 comitivas fueron formadas para predicar en las villas circundantes y llevar hasta allá el fuego del evangelio. Si tomamos en consideración que un evangelista europeo muchas veces trabaja durante 40 años alcanzando resultados iguales o inferiores a este, alcanzado en sólo 10 días de campaña, inmediatamente tomaremos conciencia de que algo muy errado pasa con estos desnutridos evangelistas occidentales. La obra de esas comitivas que se formaron, las cuales mantuvieron su obra constante y su testimonio bien vivo a pesar de la ocupación japonesa que se dio después de eso, es bastante significativa. Su obra prosiguió firme y clara aún en medio de la confusión de la guerra y de las guerrillas.

La tercera visita del Dr. Sung fue hecha a la isla de Java en Enero de 1939. En Septiembre de ese mismo año, él visitó la isla nuevamente, extiendo sus esfuerzos misioneros para las islas Celebes y Moluccas. Ya hablaremos sobre este asunto en términos de una perspectiva mejor sobre esta gracia excepcional y sin paralelo para con este país hecho de islas.

 

La Exigencia Total del Evangelio

 

La reputación del Dr. Sung como un grande evangelista ya había alcanzado Java aún antes de su llegada. Sin embargo, todas las personas que se reunieron en Surabaja para su primera charla, se quedaron completamente abismadas con este hombrecito pequeño, delgado y vestido en una túnica china predicando delante de ellos. Ellos tenían una imagen de este Wesley de China completamente diferente. Pero, después de un sermón, ellos cambiaron de ideas, pues fue lo suficiente para llevarlos a reconsiderar sus opiniones e impresiones iniciales apresuradas. Todo sobre este hombre simple y mal vestido era energía revitalizante y poder.

Inmediatamente en su primera noche fueron colocados ante exigencias que él hizo en nombre de Dios. Discursando ante su platea él dijo: “Yo tengo 22 mensajes para entregaros esta semana. Esto significa que yo tengo que hacer tres cultos diarios y también quiere decir que todos vosotros tendréis que estar aquí presentes y asistir a todos. De otro modo nunca descubrirán cuáles son los mensajes que Dios tiene para entregaros y para desafiaros con ellos”.

Una murmuración generalizada se oyó recorriendo toda la iglesia: “¿Qué será de nosotros? ¿Necesitamos alejarnos de nuestros trabajos y venir a la iglesia todo el día?” Todos los pastoresavisaron a John que no fuera así tan exigente, pero el Dr. Sung persistió como si nada fuera con él. Y él estaba en lo correcto. Sus discursos fueron tan poderosos y tan simples en su género de poder que poquísimas horas después no era necesario insistir más con las personas para que asistan a sus charlas. Los comerciantes chinos cerraron todas sus tiendas sólo para que venir a oír a este evangelista predicar. Ellos colgaban en las puertas de sus tiendas avisos que decían lo siguiente: “Cerrado por una semana – estamos en la campaña misionera”.

El avivamiento se esparció más lejos aún y con más fuerza. Los niños en la escuela dejaron de frecuentar las clases. Ellos también se quedaban allí sentados todo el día oyendo al Dr. Sung sin cansarse. Y los profesores ni se quejaron porque también se encontraban allá todos.

Pero, a los ojos del Dr. Sung esto no bastaba. Aunque dichas campañas duraron cerca de ocho horas diarias, el evangelista aun así instigaba a los jóvenes con las siguientes palabras: “No piensen que seguir al Señor Jesús es sentir esta paz de corazón solamente y quedarse con el corazón ardiendo. Existen millones de perdidos a la vuelta que no conocen al Señor Jesús cómo vosotros. Id y lleven este evangelio para ellos también”. Los jóvenes formaban comitivas organizadas en grupos de tres personas. Y saliendo por las calles y por los bares y locales de entretenimiento que habían frecuentado asiduamente en su vida anterior, esparcieron el mensaje glorioso que les quemaba el corazón y rebosaba para el exterior.

Durante los días siguientes, muchos trajeron frutos y relatos de la bendición enorme con la cual Dios se manifestó a través de sus obras.

Esta forma de actuar en grupos y comitivas que esparcían el evangelio en Indonesia, puede ser vista ya desde el tiempo del Dr. Sung. Lo que se hace es el trabajo a través de grupos.

Todos aquellos que asistían a sus discursos misioneros en Surabaja, ciertamente se quedaban sin tiempo extra. Desde la mañana hasta a la noche se quedaban absorbidos, escuchando el evangelio, predicando y organizando los grupos que partían en misiones.

Pero ¿cuál era la vida diaria de este evangelista que hacía exigencias totales a las personas?

Su día normal era levantarse a las cinco de la mañana para orar, leer y estudiar las Escrituras varias horas. Entonces, conforme acontecía en Surabaja, a las nueve horas de la mañana había un culto que se destinaba solamente a los enfermos, el cual duraba cerca de una hora. Sólo después de esto llegaban los tres mensajes diarios, durando un mínimo de dos horas cada uno. También les llegaban muchas cartas las cuales él necesitaba responder. Debido a que él pasaba el día predicando, había muy poco tiempo para hacer un trabajo personal de consejería. Por esa razón él animaba a sus oyentes a que le escribieran y que relataran de ese modo sus necesidades espirituales. Él también pedía a los nuevos convertidos una pequeña fotografía a través de la cual intentaría recordarlos en oración. Casi siempre, su hora para acostarse, era después de la medianoche, después de haber terminado de escribir sus apuntes también. Esto le dejaba muy pocas horas de sueño hasta que su nuevo día de trabajo comenzara.

Aún después de una semana de que la evangelización había terminado, él no tenía pausa para el descanso. Él predicaba literalmente durante cuatro semanas por mes. Sus únicos días libres eran los que pasaba viajando y desplazándose de un lado para el otro.

 

Las Predicaciones

 

El Dr. Sung no tenía como hábito basar sus sermones en un tema o en un solo texto. Él predicaba pasando sus pensamientos por la Biblia entera, versículo a versículo. Su aproximación con cada pasaje de las Escrituras, era tan variada que muchos lo compararían a Spurgeon. Sus predicaciones eran el preciso espejo expresivo de todo aquello que él experimentaba en sus estudios privados de la Biblia. Nosotros ya mencionamos como él quemó todos sus libros teológicos en América catalogándolos de Libros ‘de Demonios’. Fue desde entonces que la Biblia tomó el primer lugar en su vida y fue también desde ahí que él ganó el hábito de leer como mínimo de 10 o 11 capítulos en sus rodillas diariamente, escribiendo conscientemente en su diario todos los pensamientos que Dios le traía al conocimiento.

En su sermón de 1 Corintios 13 todo se quedó claro y vívido, es decir, sellado en las propias mentes de sus oyentes en Surabaja. Él ilustró como en su propia vida se había hecho cada vez más orgulloso como resultado de su ascenso y fama en Estados Unidos y como ahora el Señor Jesús se aproximó a su alma con mucho amor permaneciendo para siempre a su lado después de haberse humillado. Ilustró, también, el abismo que existe entre nuestro orgullo y su esperar por nosotros pacientemente; nuestra arrogancia y su humildad; nuestra vanidad complicada y su simplicidad; nuestra ambición y su negación práctica; nuestras maneras de sospechar de los otros y la confianza que coloca en el pecador; nuestra propia justicia y negligencia para con todos aquellos que están cayéndose en el infierno contrastando con el amor que Él tiene para con los que se caen e incluso los que tropiezan levemente. Aún siendo nosotros los que merecemos la cruz, el hijo de Dios en Su perfecto amor y humildad se sometió a esa vergüenza a causa de nosotros.

El mensaje del Dr. Sung llegó al fondo de los corazones y a las conciencias de sus oyentes. Aún hoy, treinta años después, los efectos de su primera campaña misionera en Java son evidentes y permanecen. Muchos de los chinos allí permanecieron fieles siguiendo el Señor desde entonces.

 

La Doctrina de la Imposición de las Manos

 

Vamos a entrar ahora en una área de muchas controversias. Orar con imposición de manos es abusado de tres maneras diferentes.

En primer lugar, la iglesia abusa de las directivas del Nuevo Testamento con los enfermos (Santiago 5:14; Marcos 16:17) cayendo en la incredulidad que nunca hicieran uso de esta gracia dada por Dios.

En segundo lugar, el próximo uso abusivo de esta doctrina puede ser hallado en los grupos extremistas que imponen las manos sobre todas las personas tanto apresuradamente como indiscriminadamente.

En tercer lugar, muchos espiritistas y hechiceros copiaron esta práctica para ejecutar varios rituales y tipos de magia a través de la imposición de sus manos.

Teniendo esto en cuenta, ¿será que un cristiano aún puede tener el coraje de orar por una persona imponiéndole las manos? ¿Será que aún existe un uso correcto de esta doctrina de una forma adecuada de imponer las manos sobre alguien? Claro que sí: ¡la manera de las Escrituras!

Pero ¿cuál es esta manera de las Escrituras en la práctica? El Dr. Sung nos da la repuesta. Durante su primer culto del día dedicado a los enfermos, en Surabaja, él leía Santiago 5:14 y pasaba a explicar: “Yo vengo hasta vosotros como un presbítero de la iglesia. Vengo en nombre del Señor Jesús y no en mi propio nombre. No poseo poderes mágicos en mis manos; por esa razón no esperen nada de mí, sino sólo de Aquel que estará aquí con nosotros y de Quien yo soy siervo”.

La cosa que más frecuentemente se olvida en los círculos evangélicos hoy era lo que más visible se hacía en la mente y en la práctica del Dr. Sung. Él explicaba y aplicaba que nunca colocaría sus manos sobre alguien que no se hubiera convertido realmente. Sólo sobre una persona que había confesado todos sus pecados conocidos por su nombre, él imponía las manos. Y si no los habían confesado, decía él, que nunca esperaran respuesta bajo la imposición de las manos sea de quienes sea – que se orara de esa forma.

El Dr. Sung también animaba a los enfermos a que recojan al conocimiento profundo de que todas las sanidades dependerían de la voluntad de Dios. Él dijo: “Yo no puedo garantizar que todos los enfermos entre nosotros sean sanados. Ni el Señor Jesús sanó a todos los enfermos por quienes pasó. No siempre Él estaba autorizado por el Padre a sanar a todos los enfermos, los días que pasó por la tierra. ¡Mientras más esto será verdad con relación a sus siervos!”

Después de estos apuntes introductorios, los enfermos eran traídos hacia la plataforma uno por uno. Ellos se arrodillaban, él lo ungía con aceite en nombre del Señor y oraba con ellos.

En esa misma tarde había un culto de agradecimiento en el cual algunas de las personas sanadas daban sus testimonios sin los emocionalismos de los cultos de hoy. Muchos eran sanados, de hecho, de enfermedades gravísimas. Un misionero escribió más tarde: “Muchos ciegos recibieron su visión, muchos paralíticos comenzaron a andar, los mudos hablaron, los sordos salieron con los oídos abiertos; pero, lo mejor de todo fue que esas sanidades duraron para siempre y nada peor les ha vuelto a acontecer”. Era comprobado que no se trataba de aquel tipo de auto-sugerencia a lo cual venimos habituándonos a través de los emocionalismos de hoy.

La parte más destacada de todas no era las sanidades de los enfermos, sino antes que la mayoría de esas personas experimentaban un profundo y real rebosar a través de Espíritu Santo de Dios durante estas imposiciones de las manos. Era la historia de los hechos de los apóstoles siendo repetida una vez más.

Aquello que ya fue dicho aquí necesita ser subrayado nuevamente. El Dr. Sung no puede de manera ninguna quedarse incluido en la lista de los tramposos de hoy, de los cuáles muchos son extremistas engañados. Su ministerio era muy sobrio, fiel y comprobadamente basado en la Biblia. Él se oponía vehementemente a cualquier tipo de fanatismo y emocionalismo. Él rechazaba lenguas, sueños y visiones como prueba de los movimientos del Espíritu Santo, tal como cualquier exageración de emoción. En el reino de Dios no necesitamos ninguna experiencia paranormal, sino que necesitamos tan sólo de transformarnos en canales completamente purificados y purificantes a través de los cuáles los verdaderos ríos de agua viva puedan fluir. Este era el punto de vista del hombre, el cual, al contrario de muchos evangelistas actuales, permaneció siempre en una envolvente, continua y creciente abundancia del Espíritu Santo. De hecho, aquellos sobre quien él imponía las manos acababan por recibir la misma plenitud de vida que él mismo tenía.

Es precisamente por esta razón que no podemos catalogar la obra del Espíritu Santo con terminología fanática y exageraciones explotadoras de las emociones de las personas, pero antes a través de una sobriedad bíblica muy seria y evidente. Por eso, la persona que rechaza el extremismo no está ni cerca de estar rechazando la plenitud del Espíritu Santo. No será a través de rechazar el extremismo que rechazará a su Dios. De hecho, lo contrario puede ser verdad, pues puede no existir un tropiezo mayor para una verdadera obra de Dios que una pequeña señal de la existencia de extremismo. Es a través de esto que el Espíritu Santo de Dios es impedido de operar más que por cualquier otro motivo.

 

El Volcán entre los Volcanes

 

Después de haber dejado Surabaja, el Dr. Sung prometió volver allá poco tiempo después. Los Indonesios habían definitivamente conquistado su corazón. Él habría de cumplir su promesa en Agosto y Septiembre del mismo año. Comenzó su segunda campaña misionera en Java con una campaña en Jacarta. La comunidad china entera estaba definitivamente tocada y atolondrada con la verdad. Nadie quería perder un único mensaje de este predicador cuya reputación alcanzó todos los pueblos que hablaban chino. Antes de que la semana terminará, cerca de 900 personas se habían arrepentido, abandonado sus pecados y entregado sus vidas a Cristo.

La etapa siguiente de su campaña llevó al Dr. Sung a atravesar una parte de Java entre los volcanes. ¡Él estaba en su elemento natural! Sin embargo, en Surabaja, las preparaciones estaban bien adelantadas para recibir al tan deseado visitante.

Cerca de 2000 voluntarios declararon su prontitud para colaborar en la campaña y en su preparación. La cooperación de todas las iglesias evangélicas también estaba visible en la lista, incluyendo aquellas que hicieron gran alarido crítico contra su primera misión. Por encima de todo, toda la juventud estaba en una enorme expectativa de esperanza real. El Dr. Sung se había hecho el hombre más querido, en su hombre modelo. En la mayor plaza de la ciudad una enorme “sala” fue improvisada. Un gigantesco techo de hojas de palmeras garantizaba la protección contra sol y la lluvia, pero aún así el espacio se hizo demasiado pequeño.

En el transcurrir de la semana cerca de 5000 personas asistían diariamente a los discursos del evangelista. Miles tomaban sus lugares alrededor de las ocho de la mañana para poder garantizar un lugar donde permanecer hasta las once de la noche, hasta cuando el último de los tres o cuatro mensajes diarios terminaran. Yo nunca oí hablar y no asistí en toda mi experiencia de vida a una tal campaña ni el mismo Billy Graham conseguía tal hecho. Las personas asistían entre 10 y 15 horas diarias de predicaciones de la palabra de Dios durante diez días seguidos. Solamente el Espíritu Santo podría ser responsable por tal evento. Los mejores medios de publicidad nunca podrían hacer posible una organización tal de eventos similares con una respuesta tan efusiva y tan entusiasta de un hambre enorme por la palabra de Dios.

La sociedad bíblica local agotó todas las Biblias que poseía, vendiendo todo, incluyendo los Nuevos Testamentos, a pesar de todos los cuidados que fueron tomados para tener lo suficiente para la campaña. Los 5000 himnarios que poseían se agotaron rápidamente, lo que obligó a un nuevo tiraje en el más breve espacio de tiempo posible.

El Dr. Sung predicó mayoritariamente a partir del Evangelio de San Marcos, lo que sirvió al propósito de preparar las nuevas comitivas evangelísticas que iban siendo enviadas. Los resultados finales de la campaña de diez días, fue la fundación de cerca de 500 de estos grupos de evangelización, los cuales invadieron todo el territorio de Java esparciendo el mensaje del evangelio por todos los cantos.

Uno de los intérpretes del Dr. Sung, un pastor de Malang, dijo: “No había nada de extraordinario en las predicaciones y en el estilo del Dr. Sung. Su repertorio de sermones no era muy vasto siquiera. Sus presentaciones de los mensajes eran frecuentemente tan simples que cualquier niño las entendería, pero un gran poder de convicción brotaba a partir de este hombre. Yo, como su intérprete, pude sentir los efectos de la verdad dentro de mí mismo de una manera excepcional”.

Parece hasta poético decir esto, pero esta comparación se justifica plenamente: El Dr. Sung predicaba entre los volcanes de Java y era un hombre hecho del mismo fuego y molde. Una vez él dijo sobre sí mismo: “Existen muchas personas mejores que yo. En lo tocante a la exposición de las Escrituras, yo nunca igualaré a Watchman Nee. Como predicador nunca seré como Wang Mingtao. Como escritor nunca seré comparable Marcus Cheng. Pero en un punto sólo consigo sobrepasarlos a todos en conjunto: yo sirvo a mi Dios con todas las fibras de mi cuerpo y con cada pedazo de fuerza y energía que poseo. No sobra nada de mí que no pertenezca a Dios y que Dios no use”. ¿El Apóstol Pablo no dijo lo mismo de sí mismo? “Yo trabajé más abundantemente que todos ellos juntos”, 1 Corintios.15:10.

¿De que manera podríamos afirmar estas mismas cosas sobre el Dr. Sung? Después de haber oído un poco sobre su rutina diaria, podemos ahora darnos cuenta de como su labor agotaba todas las fuerzas que aún poseía.

Durante un largo periodo de tiempo sus amigos más allegados se dieron cuenta que él estaba enfermo. Ellos lo aconsejaron a buscar un tratamiento médico a lo que él respondió: “¡Yo no tengo tiempo para eso, yo necesito mucho predicar el evangelio! ¡No me da tiempo!” Durante la última charla de la campaña en Surabaja los dolores en su pierna se hicieron insoportables al punto de que él ya no conseguía quedarse en pie para predicar. Mandó recoger un banco para él, sobre el cual se arrodilló. Él predicó sobre sus rodillas. Dijo más tarde: “Los dolores sólo paraban cuando yo oraba o predicaba, así cuando terminaban ellos volvían”.

Surabaja fue el punto alto de toda obra del Dr. Sung en Indonesia. ¡Cómo los cristianos y los malaios se quedaban atentos y agarrados a cada palabra venida de sus labios! Cuando él dejó la ciudad, el día 30 de Septiembre de 1969, centenares de personas se quedaron en pie cantándole una despedida emocionante. Algunos misioneros católicos encima de un barco, miraban aquella multitud en unísono con mucha admiración. Ellos se preguntaban entre sí quien sería aquella persona tan importante así. Pero la única persona que ellos vieron saliendo fue un pequeño e insignificante hombre chino curvado bajo los dolores de su cuerpo enfermo.

Naturalmente que muchas voces de buenas intenciones se levantarán preguntando: ¿Por qué es que él no fue precavido? ¿Por qué no siguió los consejos de Pablo que decía que un cuerpo saludable es algo de gran provecho? ¿Por qué razón este hombre se martirizo a él mismo y no se cuidó?”

Las respuestas son difíciles de encontrar. Es verdad que estas objeciones se aplican a todos los obreros en el reino de Dios, pero será que existe algún buen sentido en decir a un volcán activo: “¿Por favor puedes parar de enviar humo para lo alto y cenizas para los cielos? ¿Puedes parar de lanzar lava de tu interior?” Ningún volcán obedecería a tales instrucciones. Y el Dr. Sung era un volcán por naturaleza.

 

El Profeta

 

El Dr. Sung no tenía cómo ser restringido y esto era ciertamente el plan de Dios para su vida. En retrospectiva, esto puede ser afirmado con toda seguridad. Este hombre de Dios vivía bajo una permanente impresión de que necesitaba apresurarse: “Yo tengo tan poco tiempo”. Y ciertamente que eso era una verdad, pues él falleció a los 43 años de edad y fue para casa para estar para siempre con El Señor.

En lo tocante a la política, él también decía que le restaba poco tiempo. En Surabaja él una vez dijo proféticamente: “Guerras y tiempos de persecución vendrán sobre vosotros”. ¡Y como estas palabras vinieron a cumplirse! ¡Él sabía que tenía poco tiempo! Indonesia fue ocupada durante dos años por los japoneses inmediatamente después de eso. Surgieron las luchas para la independencia contra los holandeses que describimos anteriormente, siguiéndo más tarde el conflicto sangriento con los comunistas, lo cual diezmó cerca de 1.000.000 de vidas. Y lo peor de todo fue el caos causado por la guerra a través de la cual surgieron las persecuciones contra los cristianos de Sumatra, del Este de Java y otras áreas de este gran archipiélago.

Y no menos importante, el Dr. Sung sentía la aproximación de la segunda venida de Cristo. Él predicaba continuamente sobre este hecho y luchaba arduamente, preparando a los cristianos para que ellos fueran hallados listos para recibir a su Señor.

Su último mensaje a la iglesia, el cual él dio poco tiempo después de su campaña en Indonesia, fue: “La obra del futuro aquí será la obra de la oración”. Estas palabras también fueron verdaderamente proféticas.

Como chino, Dios también le había mostrado que en China y un poco por todo el mundo las puertas se cerrarían para el evangelio. En China actual las puertas están realmente cerradas (*NOTA: este libro fue escrito en la época y en el auge del comunismo) y otros países se encuentran en la senda de hacer lo mismo. Con la venida del anticristo, la onda de persecuciones tendrá sólo tendencia a aumentar.

Instigado e impulsado por el Señor Jesús y a partir de su corazón y no dando ningún valor a su propia vida, el Dr. Sung se agotó por completo quemando todo lo que era al servicio de su Rey que él creía que en breve vendría. En la verdad, él siempre tuvo una gran esperanza de poder morir mientras estuviera predicando en el púlpito.

Pero, además de este lado profético de su vida, tenemos aún un asunto meramente humano para mencionar. El Señor necesitaba de enseñar a su siervo su última lección: El arte del sufrimiento. Siguiéndo a un examen médico en Shangai, los médicos detectaron tuberculosis en los pulmones y un cáncer. Una escuela interminable de dolor y agonía se combinaron con las tres cirugías que se siguieron.

El Dr. Sung entendió eso como el modo de Dios para con él. Él dijo: “Dios necesita derretir todo mi temperamento impulsivo y terco en las calderas del dolor”. Eso fue precisamente lo que aconteció con él. Durante su sufrimiento él perdió por completo su modo brusco de expresarse y se hizo el hombre más paciente, más afable, cálido y compasivo.

Viendo la muerte aproximarse, él dijo: “El Señor Jesús está allí en la puerta esperando por mí para llevarme con Él”. Y eso también aconteció así. Pocas horas después de estas sus últimas palabras, él fue llevado hacia el cielo.


VI. ANDREW GIH

 

Mis caminos ya cruzaron variadísimas veces con muchos panfletos de este bendecido evangelista: En Hong Kong, Singapur, en Formosa y en Los Ángeles. Después del Dr. Sung, él es uno de los evangelistas más prominentes de este siglo en China. En la noche que yo estaba escribiendo este libro él tenía 68 años y estaba pasando esa noche en California. Para que podamos tener una comprensión mejor del poder de su ministerio, oiremos primero una de las experiencias que tuvo durante su trabajo misionero.

 

El Delincuente

 

Por altura de los disturbios comunistas en Shantung, un delincuente de nombre Wang estaba en el auge de su carrera de sus robos, raptos y extorsiones. Un día, llegando a cierta villa con la esperanza de conseguir dar un golpe, él vio una gran multitud reunida. “¿Qué es lo que está aconteciendo allí?” Él preguntó. Nadie respondió porque todos estaban oyendo atentamente. Decidió prestar atención al hombre que hablaba en el frente. Era el señor Gih y él comenzó a leer la historia del hijo pródigo en Lucas 15: “Pocos días después, el hijo más pequeño juntando todo, partió para un país distante y allí desperdició sus bienes, viviendo perdidamente”. Él, admirado, abrió mucho los ojos y exclamó: “¿Cómo es que este hombre sabe la historia de mi vida?”

El delincuente escuchó atentamente aún más después de creer que el evangelista estaba contando la historia de la vida de él. Al final, él también fue adelante junto con las otras personas a entregar su vida al Señor Jesús. Fue en ese momento que un criminal fue transformado en un discípulo de Cristo.

Su transformación trajo muchos frutos para el reino. Inmediatamente el primer día, él fue para casa, se arrodilló delante de su esposa e imploró el perdón de ella. Enseguida, buscó a sus padres ancianos y también les pidió que lo perdonarán. La etapa siguiente lo llevó al pastor del distrito donde vivía. Se hizo en un miembro activo de aquella congregación y usó todas las oportunidades que tuvo para proclamar su nueva fe a sus antiguos amigos y compañeros de crimen. Cuando ellos le miraban admirados y reían en su cara, él tranquilamente se afirmaba aún más en su terreno, quedándose imperturbable, algo que era prueba suficiente de que su naturaleza había sido realmente cambiada.

Pero, en una ocasión uno de sus comparsas anteriores, mientras escarnecía y hacía bromas riendo de él, dijo: “si un gangster como tú puede predicar el evangelio, ese tal Jesús también…” – él no terminó la frase. En el momento siguiente Wang le cayó encima y le arrancó una oreja a la dentada. Escupiendo la oreja para afuera limpió la sangre de su boca y dijo muy tranquilamente: “¡Tú puedes insultarme todo lo que quieras y de la manera quequieras, pero no insultarás al Señor Jesús en mi frente!” El hombre herido se alejó de allí haciendo un voto de venganza.

Wang se dirigió a su pastor y le contó el incidente. Estaba convencidísimo que había hecho la cosa más correcta del mundo. Entonces, el pastor leyó para él la historia donde Pedro cortó la oreja del sumo sacerdote Malco, donde Jesús le reprendió y curó la oreja del pobre hombre. Él añadió: “¡Usted hizo exactamente la misma cosa! Pedro, después de haber sido lleno del Espíritu Santo, nunca más hizo algo semejante”. Wang se arrepintió de inmediato y suplicó al Señor que lo llenará del Espíritu Santo para no ser más tentado a hacer aquello. ¡Él creía que, cuando fuera lleno del Espíritu tampoco haría la misma cosa!

Esta es una clara referencia del tipo de bendición que acompañaba a Andrew Gih. Pero él aún tenía un largo camino para recorrer. Vamos ahora a oír algo sobre la forma de como su ministerio se fue desarrollando.

 

La Conversión de Andrew

 

El budismo fue la religión en la cual él nació y creció. Pero, toda su familia era sólo budista nominal, pues no eran practicantes. Ellos estaban tan preocupados con Buda cuánto muchos creyentes andan con Cristo.

Fue la curiosidad que un día llevó a Andrew a visitar un templo budista. Pero los ídolos monstruosos y las figuras preocupantes ilustrando el infierno lo confundieron completamente.

Su siguiente visita fue a una iglesia católica. Cuando entró aún usaba su sombrero de paja típico. ¡Pero alguien trató de arrancarlo de su cabeza! Andrew se quedó irritado con ese incidente y prometió nunca más volver a entrar en una iglesia cristiana.

Pero, ya podíamos detectar la mano de Dios operando en su vida. Los amigos de Andrew comenzaron a estudiar inglés y él también quiso dominar la lengua. Pero no conseguía hallar un lugar donde aprender. Al final, él decidió de mala gana ingresar en la escuela misionera Bethlehem en Shangai. Pero hizo un voto a sí mismo que en ninguna circunstancia se envolvería con la religión de los extranjeros.

Había un culto diario en esta escuela. Pero Andrew lo evitaba a toda costa con la disculpa: “Yo vivo demasiado lejos y no consigo llegar a tiempo”. En la misión la lengua inglesa era, sin embargo, enseñada a partir de la Biblia y fue de esa manera que sus conocimientos sobre el gran Libro fueron creciendo.

La mayoría de los estudiantes eran cristianos convencidos y por esa razón muchos lo desafiaban constantemente. “¿Tú crees que Dios creó el mundo?” Una chica le preguntó. “No”, respondió Andrew. “¿De donde llegamos nosotros entonces?” Otro estudiante preguntó enseguida. “De nuestros padres, claro” Andrew respondió listamente. “¿Y de donde vinieron nuestros padres?” “De formas de vida anteriores”, respondió él. “¿Y por qué razón aún existen monos que no se transformaron en gente?” Andrew se quedó sin respuesta e irritado. Pero, los cristianos no lo dejaban en paz y no cesaban de orar por él.

Un día, los profesores de la escuela Bethlehem invitaron a todos los estudiantes para un encuentro misionero. Para hacer más conveniente a todos los estudiantes, les era ofrecida la comida de la noche. Debido al hecho de que los chinos son muy cordiales, él se sintió en la obligación de aceptar a causa de la cordialidad para con la oferta de la comida.

Esa noche fue el punto de cambio de rumbo en la vida de Andrew Gih. Explotó en él una profunda conciencia de sus pecados y de su estado pecaminoso por estar en falta para con Dios. Durante esa noche no conseguía dormir y luchaba, a veces contra, a veces a favor de su pecado, hasta finalmente sucumbir y clamar: “¡Señor ten misericordia de mí, un pecador!” En ese momento, la paz de Dios invadió su vida y la certeza de que Dios había tomado posesión de toda su vida se apoderó indiscutiblemente de él. Inmediatamente, el día siguiente manifestó a los cristianos y no cristianos su nueva experiencia. “¡Hacerme cristiano fue la mejor cosa que hice en toda mi vida!”

 

La Puerta Abierta

 

Inmediatamente desde el inicio Andrew era un hombre de oración. Él agarraba con todas sus fuerzas cada promesa que encontraba en la Biblia. Por esa razón, fue una motivación grande para él cuando un versículo explotó y hizo un gran eco dentro de él: “He ahí que tengo puesto delante de ti una puerta abierta, que nadie puede cerrar”, Apocalipsis 3:8.

Confiado y dependiente de esta promesa salió en la búsqueda de un empleo. Era preciso ayudar a su madre a mantener la familia por qué su padre había fallecido muchos años atrás. En esa época los correos principales de Shangai abrieron 100 plazas. Pero, el número de candidatos era demiles. Peor aún, solamente aquellos que hablaban inglés serían admitidos y Andrew era sólo una principiante del idioma. Muchos de los candidatos ya habían viajado para el extranjero. Andrew se decidió por la oración. Él ganó un puesto.

Las lágrimas corrieron en el rostro de su madre cuando él trajo su primer salario. Ella dijo: “Hijo, yo nunca vi tanto dinero en mis manos desde el fallecimiento de papá”.

Pero, aún así, Andrew no tenía antojo alguno de ser empleado de los correos toda su vida. Una noche tuvo un sueño. Vio a un hombre viejo tocando una campana para convocar personas para un culto. De pronto, mientras la campana tocaba, el hombre fue atacado por un león y murió. Andrew oyó entonces una voz preguntando: “¿Quién tomará el lugar de él?” En el exacto momento que oía la pregunta, él fue despertado y sabía de inmediato cual la respuesta que daría.

Con el corazón pesado fue a contar a su madre que sentía a Dios llamándolo para el ministerio. Ella comenzó a llorar y exclamó: “¡Entonces ahora tendré que volver a tejer de nuevo hasta a la medianoche todos los días para poder dar de comer a los otros hijos!” Como aquella respuesta le despedazó el corazón. Pero el Señor, lo direccionó para el versículo: “Aquel que no deja madre, esposa y hijos por amor a mí no será digno de ser mi discípulo”.

Andrew concursó para hacerse estudiante bíblico en la misión Bethlehem. Recibió una pequeña bolsa, mitad de la cual ofrecía a su madre. La otra mitad se quedaba para él, pero no era lo suficiente para sus ropas y zapatos y por esa razón andaba siempre vestido de una forma muy pobre.

Sin embargo, su vida interior era el exacto opuesto de su apariencia exterior. Su corazón quemaba para Jesús. Todas las noches salía por las calles y por los barrios vecinos de la ciudad predicando el evangelio a toda la gente que encontraba. Por qué no tenía dinero para el ómnibus, estaba obligado a andar a pie para todos lados. Durante la estación de las lluvias casi siempre andaba con el agua hasta las rodillas. Eso resultó en una gravísima gripe de la cual no conseguía curarse. Él oró y el Señor le respondió una vez más con Isaías 43:2: “Cuando pasaras por las aguas, Yo seré contigo; cuando por los ríos, ellos no te sumergirán; cuando pasaras por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”.

A pesar de una tos persistente, él continuó predicando. Durante las vacaciones él y un amigo hicieron una campaña evangelística. Se quedaron tres meses en una provincia del sur y allá Andrew comenzó a escupir sangre. En el inicio de uno de los cultos de la noche, tosió tanto que llenó un lienzo de sangre. Su amigo lo mandó hacia la cama, pero él no conseguía descansar. Así que oyó los cánticos desde su cuarto y cuando llegó la hora de la predicación, él entró escondido para adentro de la iglesia. Subiendo al púlpito comenzó a predicar. Tres meses después su tuberculosis desapareció milagrosamente. Más tarde, él se dio cuenta que era pecado ser tan descuidado con la salud. Pero, esta vez el Señor fue misericordioso con él.

Andrew dependía enteramente de las provisiones de Dios para sus necesidades personales. Un día oró a Dios por algún dinero para comprar un par de zapatos. La respuesta llegó de inmediato. Un amigo le ofreció dos dólares, los cuales, en ese tiempo, serían lo suficiente para comprar dichos zapatos. Pero, inmediatamente Andrew recibió otra visita. Sólo que esta vez era un joven que se había convertido hace bien poco tiempo. Este joven cristiano se encontraba en una situación desesperante, pues había abandonado su anterior ocupación deshonesta después de su conversión. Pidió ayuda a Andrew después de él mismo ya haber vendido alguna ropa para poder comprar arroz. Andrew oró por dinero para su hermano en Cristo. Una voz interior le preguntó: “¿Por qué me pides dinero? ¡Tú tienes dos dólares. ¡Dálos!” Después de haber vacilado unos instantes le entregó el respectivo dinero. Algunos días después el Señor le pagó de vuelta con un 1400% de intereses. ¡Alguien le dio 30 dólares!

Una vez, después de un culto de la noche, Andrew se quedó atrás para orar con unas personas que habían asistido al culto. Repentinamente, hubo un bullicio del lado de afuera y él oyó a alguien gritando amenazadoramente: “¡Maten al cerdo!” Muchos cristianos corrieron de vuelta para dentro de la iglesia y se quedaron al lado de Andrew. Arrodillándose con él comenzaron a orar. Un bando de gente entró en la iglesia con palos en las manos, pero al oír a los creyentes orando retrocedieron mudos y abandonaron la iglesia. El Señor protegió a su Siervo.

 
Revestido de Poder

 

Aún habiendo tenido algunas experiencias maravillosas con el Señor, Andrew aún sentía una falta y un vacío dentro de su vida y también una falta de autoridad en sus predicaciones. Consecuentemente, un día escuchando a un evangelista sobrio, él aceptó la invitación de ir al frente. Este renovado acto de humildad delante del Señor fue enormemente compensado. La presencia del Señor Jesús se hizo real para él y él ganó desde entonces una forma de vida muy sobria, es decir, una realidad viviente. Él escribió más tarde diciendo: “Lo que yo experimenté no fue nada sobrenatural. No hablé en lenguas, no tuve visiones y no oí ninguna voz. Simplemente conseguí rendir y entregar toda mi vida por entero e incondicionalmente al Señor Jesús. De ese modo un nuevo poder fue suministrado para mi vida”.

Esta su nueva bendición le trajo muchos frutos. Dondequiera que el joven evangelista iba, acontecía un pequeño avivamiento.

Por ejemplo, en una cierta ciudad en la Provincia de Cantón, el director del colegio Bíblico local se opuso vigorosamente contra la campaña misionera de Andrew Gih. Pero, aún así, muchos de los estudiantes terminaron siendo convertidos. Al final, el propio director del colegio también fue ganancia para Cristo. Como decía John Sung: “Los pedazos mayores de carbón son siempre los últimos en encenderse”. Al final de esta campaña, el director de la escuela se puso en pie en el púlpito, dando el siguiente testimonio:

“Yo tuve la felicidad de haber sido creado y educado en América. Fue allá donde aprendí toda mi teología y doctrinas. Cuando este joven evangelista Gih comenzó su campaña aquí, me opuse a él. Yo tenía la certeza que se justificaba porque creía que él estaba engañando a los jóvenes. Pero, su último mensaje afectó definitivamente mi conciencia. Yo fui obligado a confesar todos mis pecados uno por uno, aunque resistiera tal idea y ahora me coloco aquí delante de todos vosotros que son los estudiantes a quienes enseñé muchas cosas durante muchos años. Esta mañana, un joven de la misma edad que la vuestra me dio su mensaje. Cuando él preguntó quién quería dedicarse enteramente a Cristo y cuando todos vosotros tomaron vuestras decisiones, se hizo bastante claro para mí que también me faltaba alguna cosa importante en mi vida. Mis muchos estudios y entrenamientos prolongados nunca fueron capaces de influenciaros y contagiar de igual manera que esta campaña consiguió hacerlo. Por favor, oren por mí para que me pueda ser dado aquello que aún me falta en mi vida.”

En la ciudad siguiente la historia se repitió. Los estudiantes de la escuela bíblica local experimentaron una nueva y profunda santificación de sus vidas. Hasta los profesores se arrepintieron y buscaban el perdón de sus pecados de la misma manera. Las chicas de una escuela seniors femenina permanecieron en oración dentro de la iglesia hasta que todos sus profesores habían sido convertidos a Cristo. Hasta las desavenencias mínimas entre Cristianos terminaron. La escuela seniors para jóvenes, también fue succionada para adentro del avivamiento. Los jóvenes complicados, los cuales habían sido un enorme problema dentro de la escuela durante años, se convirtieron. Su director igualmente confesó sus pecados y declaró públicamente: “Debido a mi educación me hice ateo. Ahora entregué mi vida a Jesucristo”. Incluso pastores y otros ministros del evangelio se arrepintieron y confesaron públicamente sus pecados y sus negligencias ocasionales en la obra de Dios. Grupos de oraciones repuntaron por todos los cantos y cada uno llegaba a tener entre 50 a 60 participantes.

Andrew Gih nos da el perfecto ejemplo de como un mensaje dado a través del Espíritu Santo puede ser entregado sin ningún trazo de fanatismo. Él dijo una vez: “Antes de que podamos hablar sobre los dones espirituales, debemos obligatoriamente nacer de nuevo y enseguida que seamos llenos de la plenitud del Espíritu Santo. Sólo después de que eso haya acontecido es que el Espíritu Santo distribuye sus dones a los hombres. Pero él distribuye conforme quiere y no serán iguales para todos”. En una otra ocasión él declaró:

“Cualquiera que no tenga la plenitud del Espíritu Santo, no tiene ningún poder o capacitación para el servicio de Dios y eso se hace una triste y previsible consecuencia si afirmamos aun así que seamos seguidores de un Dios victorioso. Si todos los siervos del Señor fueran llenos del Espíritu Santo de forma real y no fuera ficción, entonces toda la iglesia traería mucho fruto, lo cual, por su parte, traería transformación y nadie podría impedir que un avivamiento a nivel mundialaconteciera. Es por ese avivamiento que todos nosotros oramos y si acontecieran sus hijos estarían llenos de Dios, ese avivamiento sería seguramente el resultado esperado”.

 

La Plenitud del Espíritu Santo

 

A través de sus sermones, Andrew Gih conseguía esclarecer muy bien todo sobre ‘que seamos llenos del Espíritu Santo’. Vale la pena transcribir aquí algunos de sus pensamientos.

“Siempre que una iglesia cristiana esté orando por un avivamiento real, entonces es preciso entender inmediatamente desde el inicio que, la Biblia, siendo la palabra de Dios, necesita tomar su lugar como la única referencia de todo lo que hacemos o creemos. Antes de todo necesitamos leer la Biblia, dar énfasis solamente a la Biblia, enseñar la Biblia, predicar la Biblia, reverenciar y practicar toda la Biblia, antes de que podamos tener una ligera esperanza de que podamos venir a ser llenos del Espíritu del Dios, de Quien es la Biblia.” ¿Será que es esto es lo que está aconteciendo en nuestras facultades, escuelas de teología actuales y entre los líderes de las iglesias?

“El Espíritu Santo transforma todo. Por ejemplo, en camino de Capernaúm, los discípulos peleaban entre ellos sobre quien de entre ellos sería el mayor. Pero, después del Pentecostés, se pusieron de tal manera humildes que hasta Pedro aceptó la reprensión de Pablo sin una única palabra de murmuración y de contestación. De la misma forma, Pedro huyó de una chica cuando negó a Cristo, pero, después del Pentecostés, él permanecía firme e irreverente delante de multitudes y encaraba el mundo de frente sin pestañear por un momento”.

Para los seguidores de Cristo de entonces, todo se resumía en salvar las almas de su perdición. Pero hoy el énfasis recae sobre la constitución y normas de las iglesias, obras sociales y conexiones ecuménicas o entonces en asuntos de semejante valor y naturaleza.

Después de que fueron sido llenos del Espíritu Santo, Pedro y Juan sólo conseguían decir: “No podemos hablar sino aquello que vemos y testificamos”. Hoy, la obra de un pastor se resume a algunas idas al púlpito, mientras Pablo nos exhorta a predicar la palabra dentro y fuera de tiempo. Lo que Pablo dice, parece estar completamente olvidado o entonces está para ser ignorado. Fue por esa razón que un pastor de una iglesia en Java fue excluido de su iglesia, pues él salió a predicar en las calles. La iglesia justificó su demición con las siguientes palabras: “Predicar fuera de la iglesia está en contra de nuestra constitución”.

Para que podamos recibir el Espíritu Santo, existen ciertos requisitos que nunca podrán ser ignorados: Fe, oración y una obediencia incondicional. Antes de su ascenso Jesús prometió a los discípulos: “recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros y seréis mis testigos”, Hechos 1:8. Los discípulos volvieron hacia Jerusalén y esperaron allá hasta que eso hubo acontecido. Sólo ese hecho de que hayan esperado manifiesta su fe espontánea. Y de común acuerdo se dedicaron íntegramente a la oración.

Sus conocimientos sobre el don de las lenguas también son bastantes perceptibles. Él dijo: “En su conversión, Pablo no recibió inmediatamente el don de lenguas. Ese don surgió más tarde. En el avivamiento en Samaria tampoco se habla de ningún don de lenguas. Pero, por encima de todos los argumentos, existe el hecho de que Jesús nunca habló en lenguas. Sin embargo, existen hoy, creyentes que erradamente asumen que el don de lenguas es la evidencia del bautismo con el Espíritu Santo. Eso es claramente contrario a lo que las Escrituras nos revelan. También debe ser aquí acordado que ninguno de los grandes hombres de Dios como Wesley, Moody, Spugeon, General Booth, Hudson Taylor y muchos otros poseyeron el don de las lenguas y estaban indiscutiblemente llenos del Espíritu Santo”.

Yo personalmente también encuentro muy interesante que Andrew Gih decía que había tres orígenes para el don de lenguas. También describí estos tres aspectos en un librito titulado “El problema de las lenguas”:

1.El don de las lenguas existe como don del Espíritu Santo (Marcos 16:17, Hechos 10:44 y 19:6, 1 Corintios 12:14);

2.Este don también puede ser fruto de la expresión y del engaño de la propia alma de la persona. Jeremías dice: “hablan de la visión de su corazón, no de la boca del Señor”, Jeremías 23:16”;

3.Lenguas de origen demoníaco: “Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti” Deuteronomio 13:1-5.

Existen dos extremos hoy en las iglesias cristianas. Uno de ellos, predominantemente entre los nuevos racionalistas, niega por entero la existencia o manifestación del Espíritu Santo; la otra corriente es predominantemente extremista: ellos dan énfasis total en el artículo quinto de la confesión de fe. Nunca podemos olvidar que la obra del Espíritu Santo es solamente glorificar a Cristo y hacerlo conocido entre los hombres. Jesús tiene que estar en el centro de nuestra confesión de fe y en el centro de nuestro testimonio práctico de vida. Cualquier pequeño desvío de énfasis llevará a una falsa enseñanza y a la falsedad.

 

La Obra en Java

 

Andrew Gih fue uno de los responsables indirectos del actual avivamiento en Indonesia. Es claro que no existe ninguna conexión entre él y el actual avivamiento. En todo caso, Andrew Gih y John Sung fueron responsables por la primera presentación clara del evangelio en este territorio pagano.

En 1951, Andrew llegó por primera vez a Indonesia. Su obra comenzó en Bandung. Los primeros frutos de su ministerio llegaron antes de lo previsto. Un joven se aproximó de él y le imploró: “¡Por favor bautice a mi padre! Él se encuentra en el lecho de la muerte.” Andrew no consiguió llegar al hombre moribundo. Él se encontraba ya de ojos cerrados. Le dijo: “el Señor Jesús vino la tierra y murió por usted en la cruz. ¿Usted cree?” Se oyó un murmullo incomprensible. Inmediatamente Andrew oró de la siguiente forma: “Señor Jesús, sólo puedo bautizar a este hombre en la confianza. Yo pido que nos des una señal clara a través de una palabra de su boca que él realmente se convirtió antes de morir”. El día siguiente el viejo hombre mejoró considerablemente y su hijo dijo: “Papá, ayer el pastor Gih lo bautizó. ¿Usted reconoce al Señor Jesús como el Señor de su vida?” El hombre casi al morir replicó: “pero claro que sí, Lo ACEPTÉ dentro de mí”.

Esto fue un buen inicio. Después, su campaña se extendió de Bandung para Surabaja. En la primera noche, cerca de 400 personas vinieron a oírlo. Gradualmente y conforme la semana iba pasando, la iglesia llegó a estar tan llena que a finales de la semana estaba cerca de 300 personas en pie a la puerta porque ya no había lugar para ellos dentro del local de culto. Todas las noches entre 30 a 200 personas venían al frente a arreglarse con Dios. Surabaja no había experimentado tal avivamiento desde los tiempos del Dr. Sung.

Añadiendo a los cultos que eran específicamente dedicados a las predicaciones del evangelio, también hubo un culto para la sanidad de los enfermos. Durante su campaña, Andrew Gih era constantemente presionado a orar por los enfermos y a imponerle las manos. Por fin acabó por concordar y aceptar realizar un culto sólo para los enfermos. Él pensaba que cerca de una docena de personas iría a aparecer, pero, para su admiración, aparecieron entre 300 a 400. Más tarde, muchos testificaron y confirmaron que estaban realmente sanados.

Una mujer sufría de un tumor. Y cuatro médicos le aconsejaron hacerse una cirugía. Pero, como ella tenía que cuidar de otra persona enferma, no había manera de que se quedara ingresada en un hospital. Gih oró por ella. Cuando fue al hospital para hacer un examen médico, ningún médico consiguió detectar ninguna señal del tumor. El Señor tocó su cuerpo curándola.

En la escuela seniors femenina en Surabaja había cuatro profesores. Tres de ellos se hicieron evangélicos durante el curso de la misión. La cuarta rechazaba frecuentar los cultos. Pero, a finales de la semana ella oyó decir que Andrew Gih estaba llegando de Shangai, lugar donde había nacido también. A causa de eso y debido a su curiosidad, resolvió ir a oír lo que él decía. Ella fue tocada por el mensaje y por todo lo que oyó y acabó por convertirse en esa misma noche. Experimentó dos milagros simultáneos en su vida. Durante veinte años había sufrido del estómago y por esa razón era obligada a mantener una dieta rigurosa. Consecuentemente adelgazó bastante, pero, después del culto, ella se quedó por atrás juntamente con los otros. Después de haber esperado un largo tiempo debido a la gran multitud que aguardaba por consejería, Gih oró por ella imponiéndole sus manos. Llegó a su casa muy tarde en esa noche y sintió un hambre incontrolable. Ella comió tanto cuanto le saciara totalmente el hambre y fue dormir un sueño tranquilo. Desde entonces permaneció siempre de buena salud, el Señor Jesús la salvó tanto espiritualmente como físicamente.

Andrew Gih concluyó su campaña misionera en Malang. Debido al hecho de que 120 jóvenes en una única noche hayan decidido seguir a Cristo, Andrew tuvo la excelente idea de formar una escuela bíblica para formación de evangelistas. Naturalmente que tal iniciativa era contrariada por varios tipos de dificultades. Eran necesarios profesores, un lugar y dinero para construir las instalaciones. Él llevó todas esas preocupaciones a los pies del Señor en oración. Y el Señor respondió. De los 12.000 dólares necesarios para la construcción, cerca de 4.000 dólares entraron sólo durante la primera semana de campaña. Los primeros cinco profesores también vinieron para ofrecer sus servicios. Los estudiantes – algo que es la mayor dificultad en el mundo occidental – ni fueron problema siquiera. Ellos ya se encontraban a la espera de ser admitidos antes de que la construcción hubiera terminado.

En 1968 Dios permitió que yo hiciera una visita personal a las ciudades afectadas por la predicación de Andrew Gih. Me fue permitido el privilegio de discursar cuatro veces en la escuela bíblica que él fundó. En esa fecha había allá cerca de 90 estudiantes dedicados. También había 400 otros estudiantes en un colegio que él igualmente fundó.

Y así completamos estas cortas biografías de dos evangelistas chinos que fueron los principales pioneros de toda la obra actual en Indonesia. Ellos eran los dos amigos, John Sung y Andrew Gih. La obra de los dos se quedó consolidada predominantemente entre los chinos de Indonesia, mientras el avivamiento poderoso actual está transcurriendo entre la población malaya y musulmana. Dios, en su misericordia, consiguió alcanzar los tres principales grupos étnicos de Indonesia. Sin ninguna duda, podemos afirmar que el Señor está alcanzando todos sus propósitos en medio de los pueblos de Indonesia.

Los pioneros de la obra misionera cristiana fueron perdiendo su influencia gradualmente, aunque las organizaciones que fundaron aún existen y están operantes. El Señor escoge siempre nuevos instrumentos cuando los antiguos se están desgastados y obsoletos. En el presente momento, esta es la vez de Indonesia de ser usada por Dios. Al final de los tiempos llegará, sin duda, el tiempo de Israel ser usado. Sin embargo, Indonesia es actualmente el país que carga esa antorcha del evangelio. Las señales que soportan esa afirmación son bastante visibles y claras.


VII. PREGUNTAS Y CUESTIONES SOBRE EL AVIVAMIENTO EN INDONESIA

 

Los años de mi vida fueron un privilegio porque me fue concedido visitar un gran número de lugares que fueron centros neurálgicos de avivamientos reales. Esto me animó a leer todo lo que encontraba sobre avivamientos.

Todos los avivamientos reales disponen de un curso y de una manera distinguida extremadamente bíblica. Mis conclusiones fueron las siguientes:

En primer lugar, el Espíritu Santo de Dios sopla sólo dondequiera. Él es soberano en todo lo que pueda hacer. No podemos pensar que controlamos sus actuaciones y sus maneras de actuar. Intentar forzar a Dios aunque sea a través de la oración, pensando que Dios no quiere dar de su propia autoría, llevarnos siempre a un desvío psíquico, emocional o mental. Esta afirmación no invalida de ninguna manera la siguiente verdad: “el reino de Dios sufre violencia hasta ahora y es tomado por la fuerza”.

En segundo lugar, descubrimos a través de una intensa, exhaustiva y profundizada investigación que, todo aquel avivamiento que es verdaderamente real, provoca la ira de todas las iglesias establecidas e institucionalizadas. Aquí, podemos aplicar irreverentemente el pensamiento de John Sung: “los pedazos de carbón mayores son siempre los últimos en encenderse”. Si alguna iglesia esté concordando con un movimiento espiritual inmediatamente desde el inicio, existen fuertes razones para dudar de la naturaleza bíblica de ese avivamiento y de su exención personal dentro de ese movimiento.

Un avivamiento real es siempre caracterizado por personas profundamente quebrantadas bajo el peso de la culpa de sus propios pecados, arrepintiéndose y entregando sus vidas a Cristo incondicionalmente, haciéndose Él su único Salvador y Esperanza.

Cada avivamiento tiene dentro de él, también, ramificaciones y corrientes de agua nacidas en el seno del diablo. Los creyentes nominales se quedan frecuentemente impresionados, agnósticos y resistentes a la obra de Dios debido a esas actividades satánicas paralelas, las cuales se asocian a la verdadera obra de Dios. Pero, debemos siempre tener en cuenta que en los terrenos donde Dios siembra, un enemigo viene en la noche callada a sembrar su cizaña también. Las palabras de nuestro Señor glorioso aún hoy se aplican “Sé donde habitas, que es donde está el trono de Satanás”, Apocalipsis 2:13.

Obras de caridad, servicios sociales, acciones de caridad dentro de una comunidad y teología pueden de hecho hacerse cosas buenas, pero tiene muy poco que ver con un verdadero avivamiento. En la verdad, esas dichas cosas buenas están siempre cubiertas con una aureola catastrófica de inmunidad al Espíritu de Dios, debido al hecho de que sus obras sirven de razón para no transformarse por dentro. Las personas se hacen como un pato y bucean para mantenerse sólo el exterior de sus penas limpias y brillantes. Esos son los terrenos donde las doctrinas de la búsqueda de dinero, o de la búsqueda del intelecto, abundan y será precisamente de allí donde un avivamiento real se ausenta.

El reino de Dios es sumariamente caracterizado por otros trazos de comportamiento. Dios busca bendecir a cualquiera que sea suficientemente humilde y quebrantado. Él estima a una persona sin ninguna formación, humilde, por encima de un profesor universitario. El agua se asienta y se queda en paz en los lugares más bajos de la tierra y eso mismo acontece con el agua de la vida. Dios no respeta la grandeza humana. El Espíritu Santo de Dios cuando desciende, tiene muy poco tiempo o disposición para envolverse con raciocinios, partidarismos o preferencias humanas. Dios hace a los insensatos en hombres muy sabios y halla los sabios de este mundo insensatos. Haremos bien en recordar esas palabras de Pablo en 1 Corintios 1. Es aquí que llega el fin, el límite, de toda inteligencia.

De manera similar, el Espíritu de Dios nunca debe ser confundido o asociado a las operaciones psicológicas de un estado mental, ocasional o emocional. Este es uno de los mayores peligros que existen contra un avivamiento. Estas operaciones y maquinaciones se originan en lo orgánico y en lo físico, las cuales son tan incompatibles con las operaciones reales del Espíritu de Dios cuanto serán las maquinaciones del intelecto del hombre. Los falsos profetas actuales deberían por lo menos una vez leer y entender las palabras de Jeremías 23, donde Dios describe los muchos sueños, visiones y profecías de todos aquellos que proclaman hablar en nombre de Él falsamente, como siendo cosas que pertenecen al subconsciente de su propia mente. Aunque esto no siempre lleve al extremismo, es en el fondo la base principal para la propagación de los extremistas y de las semillas de cizaña dentro de los terrenos donde Dios siembra y cultiva. Estas serán siempre las causas principales del extremismo.

El Espíritu Santo es de Dios y no viene hasta nosotros debido al raciocinio del intelecto humano (no ‘razonado’ para adentro de la iglesia), ni debido a la aceptación y conveniencias de ese mismo intelecto. Tampoco provienen de lo que es orgánico y psíquico. ¡Cuántos fueron ya los errores cometidos y los cortocircuitos provocados por esta confusión! Esta es una de las razones, también, porque los avivamientos no permanecen por mucho tiempo y raramente duran más que dos generaciones seguidas. Un avivamiento es aquello que deseamos, pero puede ser contrario a todo lo que imaginamos o conocemos.

El Espíritu Santo es tan distinguido y tan diferente de la naturaleza pecadora de los humanos que no existe ninguna comparación posible entre la naturaleza de Dios y la del hombre. Todo es completamente diferente de lo que aquello que el teólogo engañado Paul Tillich afirmó. Él mantenía la siguiente afirmación: “Todo aquello que entendemos a través de Dios o a través del Espíritu de Dios, no es nada más que la suma de todas las manifestaciones exteriores de las buenas calidades de los seres humanos”. ¡Que idea más aberrante! El Espíritu Santo parece, por esa orden de ideas, totalmente dependiente de aquello que los hombres puedan pensar y hallar de Él. Este es el problema básico que existe en las teologías actuales, encuadrando y limitando a Dios en sus comportamientos teológicos.

Si nuestro antojo es investigar la veracidad y la profundidad de un avivamiento, tenemos que prepararnos para que el Espíritu Santo sea Espíritu Santo y nada menos que eso. No podemos encuadrarlo dentro de nuestro intelecto. Y mucho menos deberemos asociarlo a las meras expresiones de nuestro subconsciente. Tenemos necesariamente que hablar del Espíritu Santo tal y cual las Escrituras lo describen y no de acuerdo con aquello que nuestras mentes puedan asimilar o aceptar.

 

Los Peligros del Avivamiento en Indonesia

 

Puede parecer extraño que hablemos aquí de los peligros en primer lugar, pero nuestro objetivo y antojo es de preservar esta maravillosa dádiva que Dios dio a Indonesia lo más que podamos. Yo ya visité muchos campos misioneros donde avivamientos reales murieron. Se hicieron como volcanes muertos y aún así las personas rechazaban aceptar y reconocer que su avivamiento había acabado. Era muy difícil para ellos aceptar tal hecho. A causa de eso, llegaban al punto de confundir “Vida”, con meras actividades de la carne y no se humillaban.

Pero mi corazón siente un enorme antojo de preservar este don que Dios dio a los cristianos indonesios y por esa razón me arrodillo orando por los amigos que hice en esta tierra. Que Dios se agrade de mantenerlos bien vivos y brillando a través de este movimiento de su Espíritu que es, en la verdad, un servicio para la iglesia en todo el mundo.

Los cultos de personalidad son el primer peligro. Cuando Dios llama y prepara a sus instrumentos especiales, ellos nunca deben hacerse más importantes para nosotros que el propio Señor dentro de la obra que les es dada a hacer. Como es fácil que nuestros corazones se hinchen de orgullo y de ideas vanas cuando el Señor decide usarnos. ¿Será que no nos debemos acordar que el Dios que escogió y ungió a Saúl fue el mismo Dios que más tarde lo excluyó de su reino? Conforme vamos leyendo las historias que siguen en este libro, nunca debemos olvidar – ni por un momento – que toda la gloria pertenece a Dios y no a ningún hombre.

El segundo peligro entre los cristianos dentro de un avivamiento es el sensacionalismo a la vuelta de las historias que oyen. Los que leen esas historias pueden ser la causa de la destrucción de un avivamiento. Este sensacionalismo explica la razón de la llegada de un cristiano americano pentecostal a una de las islas. Él quería llevar con él a una mujer que fue usada de una forma grandiosa, la expuso triunfantemente en los escenarios y en las paradas evangélicas, tal como los americanos suelen hacer. Aunque esta mujer haya sido verdaderamente usada como instrumento para resucitar personas de la muerte, el único efecto de las actuaciones de este hombre (que no fue enviado por Dios) serían hincharla de orgullo y causar su muerte prematura y la pérdida de toda autoridad espiritual que ella había tenido hasta allí.

En tercer lugar, los avivamientos pueden ser ‘visitados hasta la muerte’ o referenciados ‘hasta la muerte’, o aún ‘glorificados y loados hasta la muerte’. Un avivamiento debe servir de referencia a nuestro deber y no para que loemos a alguien. Por esa razón se escribe sobre la obra real de Dios. Y lo peor de todo es que es a través de las bocas de los misioneros y evangelistas, que hasta están llenos de buenas intenciones acerca del avivamiento, que ese avivamiento muchas veces muere.

¿Por qué razón estoy escribiendo esto aquí? Mis libros misioneros son leídos por cerca de 40.000 personas y yo suplico a todos que no cesen de orar por ese avivamiento en Indonesia y que el fuego que Dios encendió allí nunca se borre.

El avivamiento en Indonesia está colocado delante de dos grandes peligros: está siendo confundido y asociado con dos corrientes religiosas del mundo actual.

Por un lado es asociado a la onda de bautismos masivamente dentro de la tribu Batak y por otro lado es confundido con el movimiento de las lenguas que se propagó por el mundo cristiano, lo cual provoca en todos nosotros grandes náuseas y preocupaciones aún cuando afirman ser un movimiento de avivamiento. Los bautismos masivos que están aconteciendo en Sumatra y muy particularmente entre la tribu Karo Batak, tiene dos explicaciones. Espiritualmente hablando, todo en Indonesia hoy acontece con un flujo torrencial. Del punto de vista psicológico, existen muchas explicaciones para estos bautismos masivos. Tal como la espalda de las islas indonesias son bañadas por muchas aguas, también acontece que su situación religiosa y espiritual es afectada por muchas corrientes de pensamientos y de doctrinas.

La razón principal para dicha onda de bautismos, se debe a la situación política del país. Inmediatamente después de la revuelta comunista, el gobierno ordenó (para contrariar las ideas anti-religiosas del comunismo) que todos los ciudadanos tenían obligatoriamente que pertenecer a una religión. Las únicas opciones existentes eran el Islam, el Hinduismo y el Cristianismo. Debido al hecho de que los musulmanes fueron los responsables por las masacres entre los comunistas, muchos indonesios, deseando una venganza moral contra ellos, optaron por el Cristianismo. Y fue así que, en 1966 y 1967, la admisión a las iglesias a través de bautismos masivos comenzó a propagarse. Eso alcanzó un tal número de “convertidos”’ que sólo en un espacio de dos meses cerca de 10.000 habitantes locales fueron bautizados por las iglesias. Sin embargo, esta ocurrencia no puede ser vista como un renacimiento espiritual ni podrá ser tenida como nuevo nacimiento del cual Cristo habló.

Este cambio para el cristianismo, tiene su lado bueno y su lado malo. El lado malo es el peligro que subsiste dentro de la iglesia que se hallará aún más diluida debido a la unión y a la mezcla de los tibios con los fríos. La bendición consiste en la gran oportunidad de poder venir a alcanzar a estos pueblos para Cristo también ya que fueron alcanzados para iglesia. El Señor Jesús también es capaz de transformar esta situación y construir su reino puro aún a partir de las cenizas de un movimiento artificial.

Hablemos ahora de la confusión del movimiento de las lenguas. El movimiento de las lenguas se esparció por el mundo entero y tampoco puede, de ninguna manera, ser asociado y confundido con este genuino avivamiento dentro de Indonesia. Esta epidemia psíquica, fundamentada sólo en el subconsciente de las personas con inclinaciones profundamente religiosas y alucinaciones psíquicas, avaras y engañosas, no puede nunca ser considerado como un avivamiento. Pero, haciendo esas afirmaciones creíbles no tenemos que temer que esto afecte a todos aquellos que poseen el don genuino del Espíritu de Dios. Que ninguno de esos tema prosiga.

Como es realmente peligroso este movimiento de las lenguas para con el avivamiento, puede ser ilustrado a través del siguiente incidente. Una vez, cuando todos los profesores de la escuela bíblica del occidente de Java estaban ausentes por las vacaciones de la escuela, un pentecostal venido de Holanda los visitó. Él esparció sus doctrinas entre los estudiantes, enseñando que una persona que era llena de Espíritu Santo debería hablar lenguas extrañas. Él estuvo cerca de ganar los oídos de los estudiantes con esas sus ideas herejes y poco bíblicas. Pero, antes de conseguirlo, los profesores de la escuela volvieron. La esposa de uno de los profesores, dándose cuenta inmediatamente de lo que estaba pasando, confrontó al hombre y dijo mirándolo a los ojos: “el señor es un falso profeta”. Poco tiempo después, él salió de la escuela y la amenaza fue desviada. El enemigo planeó ultrajar y damnificar el rebaño cuando sus pastores estaban ausentes. Pero el Señor, impidió que cualquier estrago fuera causado.

La asociación que podemos hacer entre el extremismo y el espiritismo puede ser ilustrado con más de estos ejemplos. Cierto día el dicho evangelista pentecostal que acabamos de mencionar salió a dar un paseo con uno de los misioneros. Repentinamente, él dijo a su compañero algo que lo dejó pasmado: “¿Estás viendo aquellos tres pájaros? El del medio es un espíritu. ¡Mira bien lo que va a acontecer!” El pájaro del medio voló en dirección al evangelista y después levantó, subió y desapareció en el aire. Es decir un claro ejemplo de algo que frecuentemente ocurre dentro de los medios del espiritismo. Pero, para este “evangelista” era señal de su bautismo con el Espíritu Santo. Esta historia no es ninguna fábula, pues me fue relatada por el propio misionero que acompañaba a ese evangelista holandés. Pero además de todo esto, existe un peligro más (algo que frecuentemente es menospreciado, pero que se hace una amenaza real contra un avivamiento).

Un viejo ministro del evangelio en Inglaterra, el cual estuvo presente en el avivamiento del país de Gales una vez dijo: “Allá para el final del avivamiento, toda la gente hablaba en el Espíritu Santo y sólo se hablaba en el Espíritu Santo y no más en el Señor Jesús”. Este peligro es verdaderamente real, pues todo énfasis es retirado de la obra de Cristo y transpuesta para el Espíritu Santo. Aunque nuestras iglesias actualmente estén pecando al no dar énfasis al Espíritu Santo y a Sus operaciones, durante avivamientos, los cristianos suelen ser llevados para el otro extremo. Toda obra de salvación está colocada sobre Cristo. Y el Espíritu Santo tiene por obra exclusiva revelar y manifestar a Cristo y hablar de Él. Jesús dijo, poco antes del Espíritu Santo ser derramado sobre los hombres que escogió: “el poder de Espíritu Santo vendrá sobre vosotros y seréis Mis testigos”.


VIII. UNA ESCUELA TEOLÓGICA EN EL OCCIDENTE DE JAVA

 

La Escuela Teológica en el Occidente de Java aún es muy joven y por esta razón aún se encuentra en el periodo de su primer amor.

Esta joven semilla fue sembrada en territorio Indonesio en 1959. Comenzó siendo una gran familia constituida por nueve estudiantes y cuatro profesores, uno de los cuáles es David Simeón. El año siguiente, el número de estudiantes creció hasta diecisiete. El más conocido de ellos es, sin duda Pak Elías, sobre quien oiremos bastante.

En 1961, uno de los miembros fundadores abandonó la escuela para unirse a la organización “World Vision” porque se sintió llamado a concentrar sus fuerzas en un trabajo social entre niños.

Cuando David Simeon volvió de unas vacaciones (durante las cuales se había casado), el liderazgo de esta joven obra fue a parar en sus manos.

La obra de esa escuela se expandió muy rápidamente y de forma maravillosa. En 1967, el número de estudiantes alcanzó por primera vez un número con tres dígitos y muchos fueron obligados a permanecer en una lista de espera en la esperanza de conseguir una plaza más tarde. Es decir, lo que realmente acontece cuando el Espíritu de Dios comienza a moverse libremente sin barreras ni impedimentos.

Paralelo con el crecimiento en el número de estudiantes, muchos edificios tuvieron que ser construidos debido a la cadena de las circunstancias milagrosas. Una antigua iglesia holandesa, la cual años atrás había sido completamente destruida, fue reconstruida y quedó como nueva. El edificio principal fue construido en esta fase, en su mayoría, a través de las ofertas de los propios cristianos indonesios.

 

Profundidad y Extensión

 

Existen dos palabras-llaves que pueden ser usadas para describir el desarrollo y el crecimiento de esta escuela de teología. Si no hubiera sido por la profundidad con que fue fundamentada la escuela se volvería muy superficial y liviana.

La Dra. Raquel, superintendente del hospital en el centro de Java, tiene conexiones de larga fecha con la Escuela Teológica. Ella me relató algunos hechos muy interesantes. Ella misma invitó varias veces a los grupos evangelísticos que se formaron a partir de la escuela para que trajeran el mensaje de Cristo a los hospitalizados y al personal hospitalario también. Me decía: “Nosotros veíamos claramente un cambio vívido, simple y radical en todas nuestras niñas (personal de enfermería). Cuatro de ellas se decidieron inmediatamente en la primera visita a inscribirse para ingresar en la escuela y ser formadas para servir en la obra de Dios en tiempo integral. Y, cuando ellas volvieron de la Escuela Teológica, su cambio se hizo aún más visible y destacado. A ellas no les importaba ejecutar los trabajos más viles y más simples, eran tan honestas y poseían un espíritu de gratitud tan grande que nosotros, los que ya seguimos a Cristo, nos avergonzábamos sólo de estar cerca de ellas. El Espíritu de Cristo estaba literalmente demostrado e impreso en todas las facetas de sus bellas vidas”.

Dentro de la propia Escuela Teológica, los verdaderos vientos de avivamiento ya soplaban hace algunos años. Esto puede ser ilustrado con lo que aconteció en la primavera de 1967. Los profesores tenían, en aquella altura, gran dificultad con cierto número de estudiantes y consideraban la posibilidad de que los mandaran salir afuera. Pero, los profesores comenzaron a orar. Inmediatamente, la nube negra que los separaba comenzó a disiparse y las reuniones de oración comenzaron a prolongarse hasta muy tarde en la noche sin que se dieran cuenta. Los estudiantes venían a hablar con los profesores implorándoles su perdón y los profesores por su turno confesaban a los estudiantes aquellos pecados de los cuáles ellos eran culpados. Una vez, uno de los profesores, habló a un grupo de estudiantes reunidos delante de él: “Yo soy un hombre muy orgulloso. Por favor, oren por mí”. Todo aquello que el Espíritu Santo revelaba y todo aquello de lo cual eran convencidos (aunque ligeramente), era colocado en la luz y confesado públicamente sin cualquier vacilación. Lo que exigía restitución era rápidamente restituido – ni que fuese la honra de alguien.

La Dra. Raquel, una mujer que tuvo el privilegio de participar y de convivir en el avivamiento de este periodo en la Escuela Teológica, me relató todos estos incidentes y hechos y también me dio muchas más informaciones preciosas sobre los profesores. Pero, lo mejor será que no caigamos en la tentación de publicar estas cosas, pues este tipo de acontecimiento y ocurrencia es fácilmente sensacionalizado por un lado y, por otro, da materia para chismes para herir la obra de Dios. Esta es una de las maneras más ávidas de entristecer al Espíritu de Dios. La Dra. Raquel continuó diciendo: “Durante este periodo, conforme el espíritu de limpieza total e incondicional barría toda la escuela de lo alto a lo abajo, del menor al mayor, muchas cosas comenzaron a acontecer que sólo tienen paralelos y referencias a los propios tiempos de Cristo. Opresiones de ocultismo, pecados ocultos y de ocultismo y brujería envolviendo hasta terceras y cuartas generaciones eran traídas y colocados en la luz de Dios después de ser revelados por el Espíritu Santo. Por ejemplo, una chica estaba poseída y un gran número de demonios tuvo que ser expulsado de ella”.

David Simeón me dijo a ese respecto: “Hasta aquel momento nosotros sólo teníamos conocimiento de esas cosas y de esos pecados venidos de tres y cuatro generaciones, sólo de sus libros. Pero, ahora nosotros obtuvimos la experiencia real de todo aquello que el Señor habla”. Yo me quedé enormemente agradado y muy grato con Dios de que mis libros eran instrumentos para formación de esas personas usadas de forma tan magnífica y tan simple. Muchas veces, una simple expresión de esas sirve como gran coraje para aquellos que luchan tanto y constantemente por la verdad. Yo encuentro mi vida constantemente bajo fuego cruzado e intenso venido de todos los lados y hasta ya he intentado quedarme desmotivado y exhausto. Una palabra de estas es muchas veces lo suficiente para hacerlos proseguir y ganar una nueva ligereza en nuestro camino con Cristo.

Vamos una vez más a oír las palabras de la Dra. Raquel: “Si yo hubiese sólo leído sobre las cosas que acontecieron aquí, con certeza habría dudado de ellas. Pero, aconteció que yo misma estaba envuelta en esos acontecimientos. Más importante para mí que la liberación de las personas de sus pecados de hechicería y de ocultismo, fueron los frutos del Espíritu Santo que se hicieron tan visibles entre los estudiantes. Eran vistos claramente. Por ejemplo, Dios había derramado su amor en el corazón de un cierto joven indonesio. Los otros se quedaron tan quebrantados a causa de eso que sentíamos en el aire la humildad creciente que se propagó por todos ellos con mucha facilidad. Otro reconoció su desobediencia y pidió perdón abiertamente delante de todos. No hubo ningún profesor y ningún estudiante que hubieran quedado indiferentes al toque del Espíritu Santo y que no hubieran sido tocados durante el transcurrir de los acontecimientos. Sumado a eso, las distinciones en la escala jerárquica entre los profesores y alumnos dejó de existir. Los estudiantes y los profesores acabaron por formar un grupo muy unido de personas iguales unas a las otras y era así que se unían en unísono delante de Dios. Los vientos de Dios soplaron y aún soplan en esta escuela. No tengo ninguna vergüenza en admitir que lloro y que me vienen las lágrimas a los ojos siempre que entro en aquella atmósfera de la escuela. No consigo contener las lágrimas”.

Ahora es mi ocasión de relatar mis propias impresiones. Yo estuve en Indonesia durante cuatro semanas, dos de las cuáles en el occidente de Java. Lo que yo experimenté allí, me impresionó más que cualquier cosa que alguna vez experimenté durante mis 39 años de caminata con mi cruz y con Cristo. Dios me permitió ver cierto número de cosas durante ese tiempo bendecido. Mi vida espiritual personal se quedó tan enriquecida por la experiencia que desde entonces dedico tres veces más tiempo a la oración de lo que dedicaba antes. Debido al hecho de viajar mucho, mi memoria se hizo como un mapa del mundo. Desde que llegué de Indonesia, recorro diariamente cada continente orando por todas las personas que conozco. Se quedó impreso en mi corazón que era negligente y culpable en lo tocante a la oración, no sólo delante de Dios, pero también culpable ante los pueblos que serví. Nosotros necesitamos obtener lo que buscamos y solamente en oración y de rodillas dobladas.

Es verdad que yo oraba regularmente desde que aprendí a seguir a Cristo y eso incluía pasar varias noches en oración. Pero, aún así, nació una agitación espontánea dentro de mí a través de este avivamiento en Indonesia que me hizo sentir estar en falta. Cuán diferente habría sido mi vida si yo no hubiera sido tan negligente en la oración. Cuántas decisiones erradas habrían sido evitadas si hubiera permanecido un poco más de tiempo en mis rodillas hallando a Dios. ¡Yo siento una urgencia dentro de mí en intentar compensar todo lo que perdí y donde fallé – si es que eso aún es posible! Por esa razón, doble mis rodillas cada día y viajo desde Alaska hasta Tierra del Fuego, de la Escandinavia hasta la ciudad del Cabo. Entonces, cojo en la costa asiática y atravieso el Pacífico recorriendo todas las islas conforme mi memoria viaja. ¡Cómo son de gran ayuda todos los viajes que hice en el pasado! Me siento en casa en cualquier continente de este mundo. En mi corazón tengo sólo un pedido actualmente: que Dios me perdone haber sido tan tibio en la oración y en la perseverancia de alcanzar los pedidos que hago a Dios. Todo eso recibí de vuelta por haber visitado Indonesia.

Forma parte de la esencia del cristianismo puro y real del Señor el guiar a sus discípulos hasta un aislamiento y de ese aislamiento para la obra. Es decir, lo que se puede ver, también, en esta Escuela Teológica del occidente de Java.

Una Escuela Teológica sin ninguna salida práctica para el exterior de ella se hace un peso de teoría que no sirve para nada. La idea de la evangelización de Indonesia surgió y por eso se hizo una carga extrema dentro de los corazones, tanto de los estudiantes como de los profesores. Esta actitud se justifica aún más debido al hecho de que hay muy pocos misioneros extranjeros dentro de este país. Aún teniendo una población de cerca de 110.000.000 de personas, Indonesia tiene sólo cerca de 2000 misioneros activos. Por esa razón, la primera tarea que desafió a la escuela, fue la evangelización del propio país. Para alcanzar ese objetivo, estudiantes bien entrenados eran enviados para trabajar para Dios en las islas vecinas. Uno de los acontecimientos más relevantes y más extraordinarios a ese respecto, fue cuando una tribu de fabricantes de venenos pidió a un misionero venir a visitarlos y traerles el evangelio.

Una mayor oportunidad para el servicio práctico nace precisamente del hábito que la escuela tiene de entrenar a los estudiantes durante las propias campañas de evangelización. Para ese efecto, todos los años, los estudiantes son divididos en grupos y son enviados para trabajar por su propia cuenta durante dos meses. Sólo en Junio de 1967, diecisiete de esos grupos misioneros fueron organizados y enviados, envolviendo un número de 95 estudiantes, los cuales fueron enviados en una misión que cubría toda Indonesia. No vale de nada que los profesores planeen o que decidan donde cada grupo debe trabajar. Durante días y antes de que sean enviados, se unen todos en oración para intentar descubrir cuáles son las indicaciones que Dios les da y cuál es su voluntad para cada grupo. Una de las indicaciones clarísimas de que el Espíritu Santo guía a esas personas es la forma como concuerdan y como coinciden todas las conclusiones finales alcanzadas, tanto por los profesores como por los estudiantes.

Yo nunca experimenté nada de este género en toda mi vida interior. ¡Cuántas veces los misioneros que son enviados para el campo de batalla no consiguen ser unánimes sobre las decisiones de sus líderes y superiores jerárquicos en el cuartel general! Eso sirve sólo para ilustrar como esta falta de unión en el Espíritu existe, y como es una realidad dentro de aquellos que son enviados o creen que están siendo enviados. Donde el Espíritu guía, todos concuerdan. Pero, en el occidente de Java, los creyentes continúan en oración hasta que haya claridad sobre cada detalle de cada salida misionera. Esta es una señal clara que este avivamiento es realmente sobrio, sólido y bíblico.

El paso siguiente, conforme el campo misionero se ensancha, es el envío de misioneros para otros países también. Mientras estuve en la Escuela Teológica en 1968, el objeto de sus oraciones eran Tailandia y Camboya.

Pero, yo tengo un fuerte presentimiento que esto no será el último paso que darán. Sabiendo que el mundo occidental está tan enraizado y tan feliz dentro del ácido corrosivo de la teología, no me sorprendería ni un poco si un día América y Europa recibieran misioneros oriundos de Indonesia para hacerlos volver a Cristo. Yo tengo la certeza que, si esos hermanos de Indonesia mantienen su humildad y perseverancia, esto va a acabar por acontecer.

Gradualmente, las iglesias tradicionales en Indonesia están cesando la oposición que crearon contra esta Escuela Teológica. Muchas iglesias, entre ellas la Presbiteriana, Metodista, Menonita y otros grupos protestantes en el cual se incluyen algunos de los grupos pentecostales más moderados, comenzaron a enviar a sus jóvenes para que sean entrenados en esta institución bendecida. Es decir, un paso de gigante en dirección a aquello que debería ser. Parece que el Señor está encima del monte Nebo comandando a los cristianos diciendo: “He ahí, Indonesia delante de vosotros. Id a poseer la tierra”.

Es precisamente esto, lo que ellos han intentado hacer sin objeciones.

 

Movimiento del Espíritu Santo

 

Yo ya había partido de Indonesia y estaba casi terminando de escribir este libro cuando, por la gracia de Dios, recibí relatos adicionales sobre el avivamiento en la Escuela de Teología en Java. Los relatos llegaron hasta mí a través de dos líderes profesores de esta escuela y hablan mucho más que mi propio testimonio. Aquí se queda sólo expresada la gratitud de mi parte por este testimonio maravilloso de las operaciones tan visibles del Espíritu Santo en esta Escuela Teológica de Indonesia:

 

“Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos. Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres. Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová, Como los arroyos del Neguev. Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irán andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.”Salmos 126:1-6.

Queridos amigos:

Nuestras bocas están llenas de risa y nuestras lenguas entonan alabanzas. Durante los últimos meses tuvimos aquí tiempos similares a los que pasaremos cuando estuviéramos en el cielo. Nunca hubo tanta alabanza, tanto agradecimiento y tantos cánticos tan ordenadamente ofrecidos como ha acontecido ahora. Nunca los profesores y los alumnos estuvieron tan unidos en vínculos de amor real y fraternal. El Señor derramó sobre nosotros tanto las lluvias tardías como las tempranas. Grandes cosas están aconteciendo entre nosotros y también en otras nueve islas a través del trabajo desinteresado de diecisiete grupos misioneros distinguidos.

Todo comenzó con nuestra propia convicción de la dura realidad de que no éramos dignos y de que no nos pertenecíamos a nosotros mismos. Durante meses (anteriormente) estábamos completamente arrasados y decepcionados con nuestro estado espiritual aquí en la escuela. Un grupo de personas comenzó, entonces, a orar por un avivamiento. Los alumnos del quinto año estaban abandonando la escuela ya y, aún así, un gran número de esos estudiantes se encontraba en un estado de espiritualidad muy precario y casi satánico. Pero, fue entonces que el Señor comenzó a responder a nuestras oraciones, enviándonos dos de sus mensajeros. Sus mensajes llenos de autoridad acerca de la batalla espiritual que enfrentamos dentro de nosotros (y la cual necesita ser vencida a cualquier costo), revestidos con toda la armadura de Dios, nos reveló como estábamos tan lejos de nuestro objetivo de servir a Dios como Él quiere. ¡Cómo andábamos con hambre y con sed!

¡Cómo andábamos lejos de la luz (de manifestar públicamente todos nuestros pecados) y de caminar en ella espontáneamente! Pero, aún así, el Señor tuvo misericordia de nosotros y estaba operando en nuestro medio. Diez días más tarde, Dan, nuestro co-misionero indonesio y compañero en Cristo, obtuvo una experiencia maravillosa de una total renovación interior en su vida. El Espíritu Santo suscitó tal convicción de pecado dentro de él que lloró sin parar durante más de una hora para inmediatamente el Señor llenar su vida. Este hombre, en el pasado, nos había causado grandes problemas y enormes ahogos de corazón, debido a su enorme orgullo y espíritu de crítica. Se transformó en una persona de gran amor y humildad, de tal forma que ni lo reconocemos más. Se transformó en una persona completamente diferente de lo que era. Todas las veces que lo veo a él ahora, gratitud y alabanza llenan mi corazón y mi boca, pues tengo delante de mí una gran obra de la maravillosa gracia de Dios.

Por fin, fue hecho posible a todos los obreros, que oren juntos. Comenzamos el miércoles en la noche. El Señor nos humilló tanto que, por primera vez en nuestras vidas, comenzamos a llorar y a interceder delante de él por nuestros jóvenes y por nuestros pecados. Y su respuesta fue una sorpresa para nosotros. Al final de nuestra sesión de oración en conjunto, el Señor derramó su Espíritu sobre nosotros de tal manera que todos los pecados y todas las obras de las tinieblas fueron traídos hacia su luz. Cuando llegamos a la casa, tarde en esa noche, hallamos nuestras chicas esperando por nosotros a la puerta. Una de ellas estaba endemoniada. En la verdad, ella siempre estuvo endemoniada. Hubo veces que sospechábamos de eso, pero, las cosas habían estado tan escondidas en las tinieblas que los espíritus malignos que ella poseía, conseguían fácilmente hallar lugar dentro de nuestra Escuela Teológica y pasar totalmente desapercibidos.

Durante esa noche y las noches que siguieron, salieron de ella cerca de cincuenta demonios, todos expulsados permanentemente en nombre de Jesús. En la verdad, fue una lucha de vida y de muerte. Una y otra vez, los espíritus malignos intentaban o enloquecerla o forzarla a suicidarse. Había veces que pensábamos que habíamos llegado al límite de nuestras fuerzas, tanto espirituales como físicas. Pero, Jesús es en la verdad un Salvador maravilloso. El Señor nos enseñó bastante durante esta batalla que enfrentamos. Todos los espíritus malignos tenían que revelar su identidad y por qué razón poseían a Hanna, hasta que supiéramos cuáles eran los pecados y el origen de la posesión. Muchas prácticas ocultas y de ocultismo fueron reveladas y traídas hacia la luz. Más tarde, descubrimos que no había un alumno o profesor que no hubiera estado envuelto en prácticas de brujería y de ocultismo. ¡Confesiones con listas que excedían los doscientos pecados de brujería no eran tan raras así y esto precisamente dentro de la Escuela Teológica donde los estudiantes aprendían todo acerca de los peligros del ocultismo! ¡Eso sólo revela como el enemigo tiene la capacidad de cegar los ojos del hombre!

Y también revela como la luz del Espíritu Santo es y hasta que profundidad ella consigue penetrar.

Después de la primera noche, comenzamos a orar en conjunto diariamente y cada día más estudiantes eran renovados de la misma forma que Dan. Pero, la victoria final llegó cuando, un lunes, cancelamos todos los trabajos que teníamos y toda la escuela se unió cumpliendo las profecías de Joel 2, llamando a un día de oración y ayuno. Después de que nuestros profesores hubiesen reconocido en lágrimas nuestras incapacidades y fallas, el Espíritu Santo operó poderosamente y de tal forma que muchos estudiantes se quedaron convencidos de sus propios pecados. En esta fase, la dimensión de las tinieblas comenzó a hacerse visible y la verdad es que la verdadera batalla apenas había comenzado. Nosotros orábamos todas las noches hasta muy tarde. Nadie tenía más conciencia del tiempo.

Más algunos de los casos de posesión se hicieron evidentes dentro de la escuela. No pocas veces, nuestras batallas contra los poderes de las tinieblas se prolongaron hasta la mañana, debido al hecho de que nuestros chicos y chicas, vencidos por el pecado, nos buscaran incesantemente para consejería. Durante esas semanas casi ni dormimos, pero la alegría del Señor era nuestra fuerza. El trabajo de la escuela proseguía aunque había sido necesario parar los trabajos durante ciertas ocasiones cuando las oraciones de todas las personas eran necesarias y requisadas debido a los casos de posesión más graves. Pero, aún eso fue instructivo. Los exámenes finales para los terceros y quintos años se estaban aproximando. Pero, los resultados no fueron peores que en los otros años, a pesar de que no hayamos tenido tiempo suficiente para hacer las debidas revisiones. Era el triunfo del amor y por esa razón todos los estudiantes estaban siempre preparados para abandonar sus libros cuando se trataba de ayudar a liberar, a través de la oración, a uno de sus hermanos poseídos.

Durante aquellas semanas, el Señor nos dio una visión mucho profunda sobre la realidad del pecado; sobre la herencia del pecado; la maldición de Dios sobre terceras y cuartas generaciones y también sobre opresión y posesión demoníaca. ¡Era un abismo de tinieblas y de necesidades que clamaban y bramaban a los cielos! ¡Y como eso que estábamos haciendo aborrecía el enemigo! Pero, ¡cuan poderoso es el nombre del Señor Jesús en destruir todas las fortalezas del enemigo y cuan invencible es el poder de su sangre en lavar nuestros pecados y de responder a todas las acusaciones y contra-acusaciones que sufrimos del maligno! ¡Cuán maravillosa es esta salvación perfecta que nos vino a través de Cristo! Muchas veces surgían preguntas como esta: ¿será que la maldición de Dios sobre las prácticas de ocultismo de nuestros antepasados no es automáticamente retirada de nosotros cuando nacemos de nuevo en Cristo? ¿No estamos menospreciando la salvación de alguien cuando más tarde intentamos liberar a una persona de esas opresiones venidas de sus antepasados?

El Señor nos dio la respuesta durante las noches de oración, y nos hizo recordar la historia de Lázaro. Él recibió el don de la vida a través de Jesús, pero era incapaz de liberarse de las ataduras y de las ropas fúnebres y no conseguía vivir plenamente esa dádiva de la vida sin ser desamarrado y liberado. Tenía vida, pero no tenía la libertad y la disponibilidad de vivirla. Y Jesús entregó esa tarea a los que allí estaban presentes y que habían sido testigos de la resurrección de él. Eso fue literalmente lo que nosotros estábamos experimentando de forma muy práctica con algunos estudiantes. Muchos de ellos, a pesar de haber nacido de nuevo, nunca habían experimentado la alegría de su salvación y no conseguían luchar con eficacia a través de su vida espiritual porque no se encontraban libertados de sus pecados. Pero, así que cuando sus ropas fúnebres eran quitadas y desamarradas, ellos se hacían instantáneamente testigos reales, alegres y poderosos de su Señor. Descubrimos que la tarea y la autoridad de liberar a las personas de la opresión, la cual Jesús entregó en las manos de sus discípulos, nos fueron reveladas de tal forma como si nunca hubiéramos aprendido algo sobre el asunto.

Tal vez esta sea la respuesta para muchos de los problemas que las iglesias y los cristianos enfrentan por todo el mundo. Nosotros estamos aproximándonos, ahora, a la época en que los grupos salgan en servicio para el Señor. En la verdad, los grupos ya están decididos hay mucho tiempo y las cartas necesarias ya fueron enviadas para las iglesias que estarán envueltas en la evangelización. Pero, el Señor barajó todas nuestras opiniones y planes en cada reunión, en los cuáles nos entregamos para finalizar cuestiones y detalles. Por fin, acabamos por dar libre albedrío a los estudiantes y les dimos las siguientes instrucciones: “esperen recibir instrucciones directamente del Señor y después nos comunican cuáles fueron”. Un plan maravilloso por parte del Señor nos fue revelado. Las varias directivas del Señor (algunas de ellas a través de la Biblia y otras a través de visiones) nunca se contrariaban. Y, más aún, el Señor nos guió a visitar distritos que nosotros nunca tendríamos la audacia de visitar, pues temíamos acatar las responsabilidades de tener que enviar a nuestros jóvenes para tales áreas.

Esas áreas eran las fortalezas del ocultismo en las islas de Ambon y Sabu, en la isla de Mojo, la fortaleza islámica de Atjeh y Minangkabu, las tierras inundadas imposibles de atravesar de las provincias de Sumatra (Djambie y Riau), el pantano de inmoralidad en el área portuaria de Jacarta y, por último, las prostitutas de Surabaja. Algunos de los estudiantes estaban obviamente temerosos con las tareas que el Señor les había designado y, por esa razón, en vez de oírnos o contarnos lo que el Señor les había dicho, ellos dejaron la decisión que viniera de nosotros. Pero, en los dos días de oración anteriores al domingo que los grupos irían a ser enviados, el Espíritu Santo operó tan poderosamente que nuestros jóvenes quebraron en lágrimas pidiendo al Señor que les perdonará y suplicándonos que les fuera permitido visitar las áreas que el Señor les había indicado. ¡Cómo el Señor respondió tan maravillosamente! ¡Cuántas promesas Él nos dio y cuanto poder recibimos a través de la oración! ¡A mí me gustaría que usted estuviera aquí presente para poder tener una idea de lo que aconteció entre nosotros en estos dos días y en medio de la oración! Nosotros oramos sin cesar, con sólo una corta pausa para el almuerzo y otra para la cena.

Comenzábamos como a las ocho horas de la mañana y nuestras oraciones se prolongaban hasta cerca de las once horas de la noche. Nadie se sentía cansado y nadie tenía noción del tiempo. Al mismo tiempo, durante las horas de las comidas y durante el resto de la noche que sobraba, aconsejábamos a los estudiantes a quienes el Señor había manifestado su voluntad directamente. Nosotros experimentábamos igual bendición y experiencia en esas ocasiones como en aquellas durante los tiempos de oración. Y fue entonces que llegó el clímax: El domingo de la partida y de la validación para el servicio. Si me acuerdo correctamente, el culto de la tarde comenzó a las cuatro y treinta y duró hasta las nueve de la noche. ¡Cuán maravilloso fue ese tiempo! Se siguió, después, las preparaciones para las partidas de los respectivos grupos.

El Señor añadió bendiciones materiales a las bendiciones espirituales: mantas, mochilas, sacos de dormir y sandalias llegaron para los grupos. De Alemania nos llegó un género de paño usado por el ejército alemán que era liviano para el equipaje, pero muy nutritivo. Dos días antes de la partida del primer grupo, nosotros recibimos una cantidad de radios-grabadoras. Junto a eso, conseguimos reunir con antelación muchas dádivas de literatura, de panfletos, de evangelios de Juan y Nuevos Testamentos. Finalmente, nosotros recibimos ofrendas monetarias que eran lo suficiente para el inicio del viaje de los grupos. La verdad es que, ningún grupo salió con lo suficiente para su consumo diario y ni para su pasaje de vuelta. Pero, eso no detuvo a nadie de cumplir la voluntad de Dios. Todos ellos sabían que podían depender de Mateo 6:33. Por favor den gracias a Dios por nosotros y oren con nosotros”.

Vamos ahora a oír las historias y las victorias que Dios alcanzó por esas parajes.


IX. JESÚS ENTRE LOS MUSULMANES

 

La vida personal de Rubén es una confirmación de como el Señor honra su palabra: “si no que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte”, 1 Corintios 1:27.

Él pidió ser aceptado en la Escuela Teológica del occidente de Java y recibió la siguiente respuesta: “Espere un año más”. Como él no podía quedarse un año esperando sin hacer nada, intentó arreglar un empleo en el correo y lo consiguió.

Un año después, hizo una nueva inscripción para ingresar en la Escuela Teológica. Sólo que esta vez le fue dicho que, si quería, podría ingresar en la escuela, pero como jardinero. Él aceptó, pero continuó en oración perseverante. Cuatro meses después hizo una tercera inscripción y fue finalmente admitido.

Pero, conforme el curso iba progresando, se hizo muy evidente que Rubén no era un estudiante con gran capacidad para estudiar. Él no tenía este don. Aún trabajando arduamente y aún siendo muy aplicado, no conseguía retener nada de lo que estudiaba. Un día, su tutor acabó por llamarlo y le preguntó: “¿Qué es lo que nosotros vamos a hacer contigo? No estás consiguiendo ningún provecho de tu trabajo”. Rubén respondió humildemente: “¡Si por casualidad los señores creen que yo no sirvo para estudiar, entonces tal vez sería mejor desistir!” Pero, fue para su cuarto, se puso sobre sus rodillas y clamó al Señor: “Señor Jesús, fuiste tú que me llamaste para el ministerio. Te pido que me hagas conseguir terminar este curso con éxito”. Al día siguiente, su tutor lo convocó nuevamente y, ahí en vez de expulsarlo, lo animó a proseguir sus estudios e inmediatamente verían lo que acontecería. Esta fue una señal clara de la consistencia de las cosas cuando es el Espíritu Santo quien guía. Rubén, en su humilde fe y lleno de simplicidad, creía que la única opción sería terminar el curso.

Cuando llegó el tiempo de los exámenes. El joven estudiante, a pesar de su falta de aptitud para los estudios, estudiaba noche y día sin cesar. Pero, él no conseguía retener nada. Fue entonces que, en la noche antes del examen, el Señor le habló indicando: “Lee esta y aquella parte”. Rubén obedeció. Al día siguiente, las preguntas que salieron, cubrían aquello que Dios le había indicado. Fue una forma maravillosa del Señor Jesús de ser “deshonesto” en su propia escuela. Pero, aunque sea bonito para el Señor hacer esto, no debemos hacerlo de nuestra autoría.

Pero, Rubén era tan honesto que se aproximó a sus profesores para confesarles: “La noche pasada, el Señor Jesús habló conmigo y mostró lo que debería estudiar. Fue por esta razón que conseguí pasar los exámenes”. ¡Los profesores se quedaron satisfechos con lo sucedido y resolvieron dejar las cosas como estaban! ¡No pelearían con Jesús!

Pero, en lo tocante a su ministerio, la figura era totalmente diferente a pesar de su evidente falta de dones para los estudios. Yo ya tuve oportunidad de visitar muchos países controlados por musulmanes, tanto en África como en Asia. Testifiqué en ellos los serios problemas que los cristianos enfrentan a causa de la propagación del evangelio. Pero, vamos a ver como es que Rubén se dio con ellos.

Él fue enviado de la escuela a una villa musulmana en el occidente de Java. Allí sólo existía una familia cristiana y, aún así, eran creyentes nominales. Cuando Rubén los visitó, no lo quisieron recibir y rechazaron su trabajo.

Este joven misionero no se quedó en lo más mínimo desmotivado con lo sucedido. Dormía al aire libre y las calles eran su iglesia. Cuando pedía al Señor providencia para sus necesidades básicas diarias, nunca salió decepcionado, pues no tardaba mucho tiempo hasta que los propios musulmanes lo invitaban a comer en sus casas y a darles cama para dormir en sus hogares. Aquello que los cristianos no hicieron, los musulmanes providenciaron al siervo fiel del Señor.

A finales del primer año, cerca de 100 musulmanes ya se habían convertido a Cristo y todos ellos fueron sacudidos interiormente por el poder del evangelio y abrieron sus casas para que Jesús entrara. Rubén tenía por hábito orar y andar con ellos diariamente. Pero los otros musulmanes, se quedaron irritados con el éxito misionero de Rubén. En el inicio del segundo año, se unieron contra él y cerca de sesenta hombres entraron por las casas de los cristianos armados con sus cuchillos. Los cristianos nada podían hacer, a no ser que arrodillarse e implorar al Señor por protección. En aquel instante sonó una sirena y un coche de la policía se aproximó a gran velocidad cuando estaba haciendo su ronda diaria. Los musulmanes escondieron sus cuchillos lo más rápido que podían. Fue de esta manera que fueron protegidos. Algunas semanas después, otros sesenta musulmanes vinieron a Cristo. Fue como si la onda de persecución estuviese dando frutos de igual número. A finales del segundo año de su ministerio, la congregación de este joven indonesio incluía ya cerca de 200 musulmanes verdaderamente convertidos. Y esto podemos decir que es el fruto, sólo de un hermano en Cristo poco dotado y, para muchos, incapacitado. “Si no que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte”.


X. DENTRO DE LAS FORTALEZAS DEL CORÁN

 

En mi Biblia inglesa, me cruzo varias veces con esas expresiones “un espíritu quebrantado” y un “corazón quebrantado”. Nosotros encontramos esas palabras, por ejemplo, en el Salmos 51:17: “El sacrificio aceptable a Dios es el espíritu quebrantado; al corazón quebrantado y contrito no despreciarás, Oh Dios”. Esas palabras aluden claramente a una situación espiritual en la cual la persona ya no resiste la voluntad de Dios, pero prefiere, antes, considerarse nada y en esa situación permite que Dios use a tal persona de la manera que Él mismo escoge. Es decir, más fácil hablar que hacer, pues muy pocos cristianos están realmente sujetos a Dios y a su voluntad de ese modo y a muy pocos Dios consigue guiar dentro de su voluntad. Yo mismo, conociendo mi corazón rebelde, siento alguna dificultad en escribir sea lo que sea sobre este asunto.

Pero en Indonesia, vi y testifiqué muchas veces sin cuenta, esas actitudes demostradas de una forma tan evidente en la vida de un cierto joven creyente. Su nombre es Dan. Aún habiendo venido de una familia pagana, algunos años después de su nacimiento, sus padres adoptaron el cristianismo como su religión. Ellos bautizaron a todos sus hijos. Pero el pequeño Dan, nunca había experimentado una verdadera transformación en su vida interior y el pecado, consecuentemente, tomó las riendas de su vida.

Fue entonces que durante una misión en 1957, él se convirtió. Inmediatamente, ingresó en el servicio de su Señor también. Se inscribió en la Escuela Teológica en Java y fue inmediatamente aceptado. Al completar sus estudios, prosiguió con un curso de entrenamiento para ministros y continuó en la escuela como profesor.

Conforme el tiempo fue pasando, él sentía que había un enorme foso en su vida y una gran falta de autoridad. Fue entonces que Roy Hession y William Nagenda visitaron Java. .

Estos dos hombres de Dios fueron usados por el Señor para administrar una nueva bendición y una nueva perspectiva de vida a los estudiantes y a los líderes de la Escuela Teológica. Después de que se fueron aunque, este joven profesor se quedó maravillosamente ejercitado y compungido con el tema de andar y vivir en la luz.

Pero, él aun así sentía que algo más faltaba en su vida. Un día Dios le abrió los ojos. Aún cargaba consigo los pecados antiguos de ocultismo de sus padres y antecesores. En ningún otro aspecto de la vida cristiana los pecados de las terceras y cuartas generaciones se hacen tan destacados en cuanto al área de la hechicería y del ocultismo. Era este drama antiguo de opresión por el ocultismo que era el responsable por la falta de poder espiritual en su vida personal. Él inmediatamente trató de confesar esos pecados uno a uno y experimentó una gran liberación inmediatamente.

Conforme ya mencionamos, durante este avivamiento que incendió e incentivó esta escuela teológica, Dan fue lleno del Espíritu Santo de tal forma que se hizo un cristiano modelo para todos los estudiantes, profesores y compañeros, tal como para todos los visitantes en general. En mi propia experiencia del contacto que tuve con él, me hallé también enormemente bendecido.

 

Pionero de Atje

 

A continuación a su liberación, Dan se hizo un instrumento escogido del Señor para Atje. Este distrito queda en el extremo norte de Sumatra y es conocido como una de las fortalezas más fanáticas de los musulmanes. Fue precisamente allí donde los holandeses tenían su mayor dolor de cabeza y la resistencia más feroz durante la ocupación de Sumatra y de Indonesia. Fue sólo en 1903 que esa resistencia cedió y fue finalmente superada.

Durante las reuniones de oración en la escuela teológica, se hizo claro para Dan que debería hacer una visita a Atje juntamente con su grupo de misioneros. Los cristianos del mundo occidental nunca podrán imaginar ni concebir las dificultades de tal misión.

La distancia era el primer obstáculo. ¡Eran miles de kilómetros! ¡Era una área que nunca había sido explorada por el cristianismo! ¡No había nadie para recibirlos cuando llegaron! No tenían ningún contacto o conocido en el local. Dan no tenía ni una dirección o referencia a quién pudiera recurrir para ayuda. Y más encima tenían poco dinero.

Era, por eso, una zona de características únicas, una tarea particularmente imposible de ser conseguida. Todo esto era lo que confrontaba a Dan. Pero, lo peor de todo fue que uno de los estudiantes tuvo una visión por la cual profetizaba que todo el viaje misionero terminaría en fracaso. Pero, los cristianos inmediatamente se dieron cuenta que eso era una visión venida del diablo con el objetivo de abortar la misión. Este incidente revela claramente como el diablo también consigue imitar a Dios a través de visiones y profecías, aún dentro de un ambiente de plenitud y de avivamiento. De hecho, hasta dentro de un ambiente de gran bendición y durante tiempos de plenitud, el enemigo se encuentra bastante activo y sin riendas. Sólo tenemos que saber discernir.

Con los ojos puestos en el Señor, la misión siguió adelante. Seis estudiantes, entre los cuales estaba Dan, partieron con la luz del evangelio en sus manos penetrando en las más densas tinieblas de Sumatra.

Sus provisiones financieras eran ridículamente pequeñas. Ellos tenían entre ellos un total de 35.000 rúpias, lo que equivalía a cerca de 150 dólares. ¿Para que serviría tal cuantía para quien tenía intención de viajar cerca de 9.000 Km en una campaña que duraría cerca de dos meses?

Pero, ellos llevaban con ellos mucho más que una flaca suma de dinero. El tesoro más valioso que poseían era la Biblia y dentro de ella estaban contenidas incontables promesas que les aseguraban que Dios era genuino y fiel.

Ellos fueron y experimentaron la fidelidad de Dios inmediatamente en el inicio, cuando partieron en el tren de Surabaja para Jacarta. Conforme el tren salía, comenzaron a cantar y a conversar con los pasajeros. Una mujer los escuchaba atentamente. Finalmente, se quedaron cansados y fueron dormir, porque era un viaje de dieciocho horas, el cual yo mismo ya hice debido a aquella aventura causada por la mala organización de las aerolíneas de Indonesia. Pero, Dan permanecía despierto y en oración. Conforme ella iba saliendo en una parada, la mujer que escuchaba atentamente lo que decían, se levantó. Antes aún de salir del tren, entregó a Dan un lío hecho con papel de periódico. Ella dijo: “Esto viene del Señor para vosotros”. Dan preguntó cuál era el nombre de ella. Ella respondió: “Mi nombre no es de gran importancia. El Señor Jesús quiere daros esto”. Ella desapareció en medio de la multitud en la plataforma.

Dan fue a compartir aquella alegría con todos sus compañeros. Quitándolos de su sueño, él inmediatamente les contó lo sucedido. Terminó exclamando: “¡Vean! Dios cumplió una vez más con su promesa ‘Él suple a sus amados mientras duermen’, Sal. 127:2b”. Abrió el lío que tenía 500 rúpias (cerca de $ 3). No era una gran suma de dinero, pero era algo que servía como señal clara de que el Señor proveería todo el resto para ellos. Juntos se arrodillaron y agradecieron a Dios por aquella dádiva pequeña que servía sólo como señal de motivación.

Después del largo viaje de tren y después de haber finalmente entrado en Sumatra, el grupo salió del tren con las siguientes palabras: “Nosotros entramos en este terreno en nombre del Señor”. Cerca de cien años antes, otro misionero había usado exactamente las mismas palabras. Él era Nommensen, el apóstol de Dios a Batak. Él clamó: “Yo comienzo aquí la batalla que el Señor Jesús inició hace mucho tiempo atrás”. Vemos el origen del espíritu pionero de los creyentes allí, el cual aún no murió. Pero el grupo, no tenía intención de alcanzar Batak, pero antes a los musulmanes de Atje.

 
El Gran Pacificador

 

El grupo, de inicio, no sabía para donde debería dirigirse. Antes de que decidieran que hacer, ellos oraron implorando literalmente al Señor que les diera una dirección clara. Estaba lloviendo torrencialmente. Los jóvenes buscaban un lugar para abrigarse y para pasar la noche – pero hasta en eso, también buscaban la voluntad del Señor, pues no les importaría quedarse bajo la lluvia. Descubrieron un hotel barato y también descubrieron que estaba situado frente a una iglesia evangélica. Y mayor se hizo su sorpresa cuando se encontraron con un hombre que era uno de los presbíteros de esa iglesia.

Pero, aún había cosas más maravillosas que tenían que acontecer. Al día siguiente, el Pastor regresó de un viaje de avión. Cuando se encontró con ellos, él dijo en forma de protesta: “¡Yo fui a Java con la intención de hallar un Pastor para liderar esta iglesia. Sin embargo, como estaba lloviendo torrencialmente, el avión no pudo posar en Java y fuimos obligados a volver. Y heme aquí de manos vacías y sin éxito!”.

Al oír la historia de este hombre, Dan sintió un ligero toque en su corazón venido del Espíritu Santo dándole la dirección. Él dijo: “Eso no es verdad, pues el Señor hizo todo lo correcto. Usted no podía hallar un pastor en Java porque el pastor vino de Java y ya se encuentra aquí. Puede escoger uno de estos jóvenes que vinieron conmigo. Todos ellos están entrenados debidamente y uno de ellos podrá quedarse aquí como pastor”. Y fue eso mismo lo que aconteció. ¿Quién duda aún de que el Señor era realmente su guía? ¡Cuán maravillosamente las piezas ensamblaban en sus debidos lugares y todo sin contactos previos o avisos de llegada, sin planificación de cualquier tipo. ¡Es decir, verdaderamente, ser guiados por Dios!

De la misma manera, el Señor arregló un lugar para que se quedaran y, también, resolvió sus problemas de transportes y de provisiones.

Conforme los componentes del grupo iban dando sus testimonios en una de las villas, el Espíritu Santo tocó profundamente el corazón de un hombre influyente, el cual era administrador de una empresa petrolífera. Aún siendo musulmán, él colocó un coche a disposición del grupo, el cual podrían usar sin cualquier gasto mientras permanecieran en el área.

Los jóvenes cristianos se quedaron aún más conmovidos cuando el presidente de esa empresa les dio 5.000 rúpias – cerca de 25 dólares. Y así los enemigos de la cruz se hicieron los siervos de Cristo. Tengo la certeza que Dios no dejará de recompensar estas ofertas el día del juicio. ¡Cuántos cristianos serán avergonzados por la generosidad de musulmanes como estos!

El grupo tuvo variadísimas y maravillosas experiencias en lo tocante a sus provisiones diarias. Ellos necesitaban de 200.000 rúpias para cubrir todos los gastos de los dos meses de campaña y ellos salieron de casa con sólo 35.000. Sin embargo, cuando retornaron a Java entregaron de vuelta 80.000 rúpias de lo que había sobrado de toda su campaña. Aún teniendo en cuenta que trabajaron entre musulmanes y cristianos materialistas nominales, Dios los bendijo con todas las provisiones necesarias. Es decir, una fórmula de matemática difícil de hacer. Este tipo de matemática no es enseñada en ninguna universidad hoy. Es un tipo de cuentas que existe sólo en la escuela de aquel que se llama Maravilloso.

 

Poder de las Tinieblas

 

Pero el camino que el grupo trilló, no siempre fue lleno de luz. El área donde se encontraron era, de hecho, una de las mayores fortalezas del Corán.

Estos jóvenes mensajeros de Cristo, un día, programaron para predicar en cierta villa, pero, porque comenzó a llover, fueron obligados a abandonar la idea. Las lluvias torrenciales en los trópicos son, de forma general, mucho más severas que en cualquier región de Europa. Al inicio, ellos se quedaron decepcionados. Pero, supieron que un líder musulmán formó un grupo armado para matarlos en aquel local. A través de esta lluvia, el Señor protegió a sus siervos y deshizo los planes de ellos. Aquello que para nosotros, muchas veces, es una decepción, no siempre es malo. El Señor, muchas veces, esconde una bendición bajo algo que nos decepciona.

Los numerosos cristianos nominales también fueron un problema para Dan y sus compañeros. Descubrieron, también, para gran sorpresa, que había cerca de 14.000 cristianos inscritos en el área. Estos cristianos nominales casi siempre dieron vuelta la espalda al trabajo del grupo. Pero, eso no debía sorprender a nadie y mucho menos sorprendió a ellos, pues, además de que eran cristianos, muchos de ellos consultaban hechiceros y tenían en su posesión muchos amuletos y objetos de superstición.

Siempre que este grupo era rechazado, ellos inmediatamente preguntaban al Señor: “¿Señor para donde debemos ir?” Creían que no había ninguna puerta cerrada para ellos mientras las palabras del Señor fueran verdaderas. Y sus palabras eran: “Yo soy la puerta y la puerta que yo abro nadie la cierra”.

Su dependencia era exclusivamente de Dios. Al inicio de cada día, inquirían del Señor siempre que leían La Biblia y oraban por la mañana: “¿Señor, para donde iremos hoy?” Nunca comenzaban el día sin tener la certeza absoluta de cual era la voluntad de Dios para aquel día.

Dan me contó: “A veces era difícil descubrir cuáles eran los planes que Dios tenía. Por esa razón nosotros persistíamos en orar y a veces ayunar hasta que consiguiéramos reconocer toda la voluntad de Dios. Una vez, cuando todas las puertas parecían estar cerradas, fuimos obligados a viajar cerca de 75 Km para un lugar donde se abrió una puerta para que trabajemos allá. Sentíamos literalmente que estábamos siendo acompañados y protegidos por enormes pilares de fuego. Fue una cosa muy buena que hayamos rendido nuestras vidas por entero aún en Java, de lo contrario nuestra misión en Atje habría sido un serio fracaso.

 

Los frutos

 

Al final de aquel viaje misionero, consiguieron contabilizar los números del gran triunfo del evangelio. Centenares de personas se habían convertido. Los habitantes locales traían todos sus amuletos, pecados y objetos de ocultismo para afuera y los quemaban públicamente. Confesaban sus pecados a Jesús abiertamente y 36 jóvenes se ofrecieron para la obra misionera. Esos querían ir para Malasia (otra fortaleza de los musulmanes). Otros, aún, se sentían llamados para ir hacia la India. En la verdad esos dos países son más próximos de Atje que la propia capital, la cual se encuentra cerca de 1.800 Km del tope norte de Sumatra. Actualmente, algunos de esos jóvenes cristianos de Atje están siendo formados en la Escuela Teológica del occidente de Java. Yo mismo tuve la oportunidad de conocer algunos de ellos allá.

Cuan grande bendición fue el simple hecho de Dan haber conseguido reconocer y confesar los pecados que lo oprimían y eran oriundos de prácticas ocultas de sus antepasados y por la gracia de Dios él fue totalmente libre de toda culpa y opresión. Sólo así él fue extremadamente útil en liberar a los otros de sus propias opresiones. Esta autoridad de liberar a los otros en nombre del Señor (Mateo 18:18), sólo es dada a aquellos que experimentaron liberación de sus propios pecados. Dos meses de campaña trajeron bastantes frutos para el reino. “Juan 15:8”

El Señor cumplió con este grupo todo lo que prometió. En la Escuela Teológica yo encontré pastores que habían obtenido una renovación total de su fe y de sus vidas personales y, consecuentemente, de sus congregaciones, debido al fruto y al ministerio de este grupo de Dan.


XI. ENTRE LOS FABRICANTES DE VENENOS

 

Iremos ahora a “visitar” el área en el extremo sur de Sumatra, aunque no abandonemos esta extensa isla de 1.500 km de largura.

Ya había mencionado que los Holandeses habían prohibido toda la actividad misionera en estas áreas porque temían las repercusiones que eso traería. Pero, hoy, esta área se transformó en el centro del mayor avivamiento entre musulmanes de que tenemos conocimiento. No existe paralelo o comparación en la era Cristiana.

Cuando Dios decide operar, Él escoge a aquellos instrumentos que son los más apropiados para alcanzar sus propósitos. En este caso específico, los instrumentos no fueron los Cristianos, pero antes los propios musulmanes. Vamos antes a oír la historia.

 

Abram, el Jefe de Fabricantes de Venenos

 

Bajo el régimen de Sukarno, el anterior presidente de Indonesia, los comunistas habían conseguido mucho éxito en el País. Y fue así que Abram, en 1963, como jefe tribal, recibió instrucción y formación ingresando en un curso educativo Comunista. Este curso político había terminado más o menos por la época de la Navidad. El día que Abram se iba para su tierra, vio un auto con las siguientes palabras pintadas: “Indjil”. Esta palabra traducida significa “Evangelio”. Él miró hacia el auto con un interés extraño. Aquella palabra también lo intrigaba mucho, pues él reconocía su significado del árabe. A lo que se aproximo al lugar donde el auto estaba estacionado, oyó las palabras de un sermón de Navidad que salía por la ventana de una casa donde había una reunión Cristiana. Él nunca había oído aquel mensaje anteriormente y el evangelio era novedad para él. Pero, a pesar de su gran interés, no se atrevió a entrar hacia la sala y permaneció del lado de afuera oyendo el sermón.

Aquel mensaje se quedó preso en su mente. De vuelta a casa, contó a todo su pueblo la historia de Belén y de Cristo en vez de propagar y enseñar todo lo que había aprendido en el curso Comunista. Sin darse cuenta y aún siendo musulmán, Abram se hizo el primer misionero para su propia tribu. Pero, su pueblo quería oír más sobre este Cristo-niño. Abram escribió una carta de inmediato para que alguien viniera a hablar a su pueblo. Escribió la dirección siguiente en el sobre: “¡Indjil, Bengkulen!” Y a pesar de aquella dirección incompleta y sin nexo, aquella carta llegó a los destinatarios. ¿Cuántas veces una carta con la dirección completa no llega a su destino en el mundo civilizado y aún menos en Asia?

Después de eso, un grupo de Cristianos se quedó interesado en la tribu de Abram. Esta tribu era muy temida debido a los venenos que fabricaban y que daban a los visitantes. La primera persona en llegar allí fue un oficial, evangélico, de Bengkulen y después de él un estudiante venido de la Escuela Teológica del occidente de Java, el cual vivía en Palembang. Por fin, Park Elias, también visitó la tribu. Yo no repetiré toda la historia aquí porque ya describí todos los acontecimientos en mi libro “Nombre sobre todos los nombres, Jesús”. El resultado de esas visitas fue un tremendo avivamiento genuino, aunque el mismo Abram no se hubiera decidido por Cristo por algún tiempo. Él temía las repercusiones y las reacciones peligrosas que podrían venir de su tribu. Fue sólo cuando varios centenares de ellos se hicieron cristianos que tomó el paso decisivo.

Los caminos de Dios son muchas veces extraños para nosotros. Ciro, aquel Rey pagano de los persas, fue muchas veces llamado como ‘El Siervo de Dios’. Abram, el líder musulmán, trajo por primera vez el mensaje de Cristo a su propia tribu musulmana. La palabra del Señor nunca vuelve vacía. Lutero una vez dijo: “Aunque un ministro sea viejo y sin habilidad, su palabra nunca perderá su efecto”.

 

Timoteo

 

El próximo testigo del evangelio que podemos suministrar además de Pak Elias, es Timoteo. Tal como muchos otros antes de él, también era un fervoroso musulmán antes de su conversión. Estudiaba en la Universidad de Jogdjakarta y decidió hacerse profesor. Llevado al extremo por su fanatismo, se hizo líder de un grupo de jóvenes de Maomé, los cuales perpetraban todo tipo de actos de terrorismo contra los cristianos. Una vez, juntamente con sus amigos, apedreó todas las ventanas de una iglesia evangélica y también las ventanas de un ministro protestante que vivía allí cerca.

Pero el ministro, no hizo caso de esos ataques. Eso irritó aún más al joven Timoteo y él acabó por visitar al pastor sólo para preguntarle por qué razón no se había vengado y no había tomado ninguna medida contra él. El pastor le explicó: “Dios lo ama y, por esa razón, nosotros también lo amamos. Los cristianos no pagan el mal con el mal”.

Después de esto, este joven líder musulmán nunca más consiguió tener paz. Compró una Biblia para estudiar los principios de la fe cristiana. Él quería estar en una posición de conseguir refutar hábilmente tanto la Biblia como la fe cristiana. Por esa razón compró la Biblia.

Pero, el resultado final no salió como él esperaba. Timoteo acabó por convertirse. Abandonó su nombre de Maomé y adoptó un nombre Cristiano. Eso causó una grande agitación en su círculo de amistades, pues, por norma los musulmanes no toleran la conversión de uno de los suyos para el cristianismo.

Todas las tentativas para hacerlo cambiar de ideas fracasaron y no dieron en nada. Abandonando sus estudios enseguida, decidió obtener conocimientos teológicos. Su primera idea fue ingresar en un seminario teológico en Jacarta, pero cuando se dio cuenta que dicho seminario estaba envuelto con teologías modernas y que cuestionaba la mayoría de las verdades básicas de la Biblia, se quedó desconcertado y profundamente asustado. ¿Será que había abandonado su ambición de vida y soportado el escarnio de sus amigos y familiares para que su nueva fe se desgastará y le fuera retirada? Él comenzó a cuestionarse: “¿que tipo de cristianismo es este? ¡Esto no es, seguramente, la razón por la cual cambié mi vida antigua!” Y fue así que él comenzó a buscar a aquellos cristianos que realmente tenían fe y creían sólo en aquello que la Biblia decía y de la manera que ella hablaba. Su búsqueda no fue en vano.

Timoteo entró en contacto con la Escuela Teológica del Occidente de Java e ingresó en ella. Cuando terminó su entrenamiento, en conjunto con sus profesores, sintió en su corazón que debería dedicarse por entero a los musulmanes de Sumatra. Su ministerio consecuente fue poderosamente bendecido. Yo mismo me encontré varias veces con este joven y nos hicimos grandes amigos. Él está en el primer lugar de mi lista de oraciones por Sumatra.

Los incidentes a continuación sirven sólo para ilustrar la obra de este bravo soldado de la cruz de Cristo. Un día, Timoteo se encontró con un líder de una mezquita de 90 años de edad. El joven ministro le preguntó: “¿usted sabe que cuando muera irá para el infierno?” El viejo respondió: “sí yo sé de eso, pero si tú sabes el camino para el cielo, muéstramelo”. Timoteo mostró el camino hacia Cristo a ese musulmán. El hombre se entregó a Cristo y fue salvo.

En otra ocasión Timoteo entró en un diálogo con un sacerdote musulmán. Como ya había sido musulmán tenía profundos conocimientos del Corán, Timoteo fue capaz de mostrar con mucha claridad las diferencias entre la fe cristiana y las creencias en Alá. Él dijo al sacerdote: “El Corán no nos dice nada sobre como hacernos hijos del Altísimo (1 Juan 3:1). Y aún más, el Corán no nos asegura ningún tipo de perdón y ninguna certeza de una vida eterna. Pero, la Biblia nos asegura, claramente, que ‘todo aquel que cree en Jesús tiene la vida eterna’ (Juan 3:36). Y Pablo también nos dice (Efesios 1:7) “en Cristo tenemos la redención por su sangre, la redención de nuestros delitos, según las riquezas de su gracia”. El sacerdote se quedó muy pensativo y aquello que ningún misionero alguna vez consiguió – la conversión de un sacerdote musulmán – aconteció allí aún a través del Espíritu Santo. Rasgando su ropa de sacerdote musulmán en pedazos, la lanzó para la entrada de la mezquita. Enseguida, aprendió a seguir a Cristo y acabó siendo elegido como presbítero de una iglesia local más tarde.

 

Tú eres la verdad – sólo tu palabra

Verdadera sabiduría tú das

Tú solamente informas la mente

Y transformas el corazón

 

Christophorus

 

Yo estaba para conocer a Christophorus en una conferencia para ministros en la Escuela Teológica de Java. Pero, cuando él llegó, recibió un telegrama convocándolo urgentemente para Sumatra. Los musulmanes habían, una vez más, concertado en llevar hacia adelante un plan de asesinatos contra los cristianos.

Christophorus es el más joven cooperador de Timoteo entre la tribu de fabricantes de veneno y había igualmente recibido su entrenamiento en esta Escuela Teológica. Pero, su ministerio ya probó ser de particular éxito.

Un día, recibió una invitación para cenar y, sin sospechar de nada, aceptó. Pero, después de la comida fue atormentado por terribles dolores de estómago. Sus anfitriones colocaron tal veneno en su comida que en circunstancias normales habría sido letal.

Christophorus se quedó en cama. Durante tres días sufrió dolores horribles en su estómago y pulmones, como si se quemaran. Él clamó a su Señor sin cesar. Después de los tres días la crisis pasó. Los musulmanes se quedaron muy admirados porque el veneno no había surtido efecto sobre él. Ellos comenzaron a decir después de eso: “Tenemos que tener mucho cuidado con esos cristianos. El Dios de ellos los ayuda siempre”.

El verdadero resultado de esta tentativa abortada de asesinar a Christophorus fue un gran número de familias musulmanas que se convirtieron. Pero, esto, no convirtió a ninguno de aquellos que fabricaban el veneno.

Cada musulmán convertido necesita vivir diariamente como si fuera a morir. Es necesario que vivan continuamente preparados para morir. Es decir, una lección asegurada para todos aquellos que se hacen cristianos en esta área.

Al final, Dios acabó por convertir a los fabricantes de veneno, ganándolos para Él. Él usó muchos medios y muchas maneras para alcanzar sus objetivos.

Vamos a dar un ejemplo. Un cristiano oró con un sacerdote musulmán con problemas mentales y el resultado fue la sanidad de ese hombre que, consecuentemente, se hizo cristiano. Esto enojó al gobernador musulmán, porque el hombre en cuestión había sido sacerdote durante 38 años. Envió soldados para prenderlo y bajo tortura preguntaron al ex-sacerdote: “¿Por qué usted se hizo cristiano?” Él respondió: “Yo era enfermo mental y el Señor Jesús me sanó; es por esa razón que permaneceré con Él”. Como que de milagro, el ex-sacerdote no sufrió ningún daño y lo dejaron ir hacia su casa en paz. Pero, en otras ocasiones, los musulmanes que se hacían cristianos eran brutalmente golpeados por los soldados e incluso colocados en la prisión.

Dios también usó a niños musulmanes como instrumento de salvación. El Pastor Christophorus, una vez, enseñó a los niños a que canten un himno: “La sangre del Cordero te lava de tus pecados, haciendo toda tu vida completamente nueva”. El viernes siguiente, que sería el sábado musulmán, los niños comenzaron a marchar para encima y para abajo durante sus celebraciones religiosas en la calle frente a la mezquita, cantando el himno que habían aprendido. Christophorus se quedó alarmado con lo que estaba pasando y fue a conversar con los niños para intentar convencerlos que no hicieran aquella marcha. Pero, cuando él vio que el propio hijo de un sacerdote musulmán participaba de la marcha alegremente, decidió no interferir. En muchos casos, los padres son llevados a Cristo a través de los testimonios de los propios hijos.

Durante otra celebración religiosa, los cristianos fueron blancos de un violento ataque verbal. Temiendo lo peor, los cristianos se reunieron para orar. Pero, el resultado fue muy diferente de aquel que todos esperaban. Conforme el sacerdote musulmán incitaba a sus seguidores a atacar a los cristianos, uno de los hombres, dentro de la mezquita, se levantó de pronto y se dirigió sin dudar para la casa del Pastor Christophorus. “Yo quiero hacerme cristiano”, dijo el hombre al pastor. Christophorus dudó por un momento, pues, creía que era una trampa. El musulmán prosiguió: “¿Usted no cree en mí? Mire, allí tiene carne de cerdo. Deme un poco y yo voy a comerla para probar así que no estoy jugando.” Comer carne de cerdo es un sacrilegio para cualquier musulmán. Después de haber comido, él añadió: “Ahora dé un poco también mi familia. Todos nosotros decidimos abandonar la mezquita para seguir al Señor Jesús”. Y fue precisamente lo que aconteció. Toda la familia acabó por convertirse. Esta fue la respuesta que Dios dio contra las amenazas del sacerdote y, también, a las oraciones de sus hijos.

Otro musulmán, de nombre Uzza, se convirtió y acabó trayendo a toda su familia y a todos sus vecinos a Cristo al mismo tiempo. No mucho tiempo después, los musulmanes lo colocaron en la prisión. Una noche, su esposa vino corriendo hasta los cristianos clamando: “nuestro campo de arroz está en llamas. Deben ser nuestros perseguidores de nuevo. Por favor, vengan a ayudarme a apagar el fuego”. Los cristianos salieron todos corriendo en su ayuda porque el arroz ya estaba pronto para la cosecha, seco. Pero, sus esfuerzos fueron en vano. A causa de la sequía de aquel año, no había agua en los alrededores para que el fuego fuera apagado. La única cosa que los cristianos pudieron hacer fue orar de rodillas clamando al Señor por socorro. Fue entonces que aconteció el milagro. En pocos minutos después de sus oraciones, el Señor envió lluvia, aún tomando en cuenta que no era la época de las lluvias y que raramente llovía en aquella altura del año. El fuego fue apagado y la cosecha fue salvada. Como resultado de este milagro dos familias más, del distrito se unieron a Cristo. La persecución sirvió, una vez más, para ensanchar el reino de Dios.

Cerca del Pastor Christophorus también vivía una familia musulmana. Él oraba incesantemente por esta familia y lloraba por su salvación. Un día, por la mañana, la madre vino a él y le dijo: “Todos nosotros queremos hacernos cristianos”. “¿Qué los hizo tomar esta decisión?” Preguntó Christophorus. La mujer respondió: “Anoche tuve un sueño donde me fue dicho que yo y mi familia nos deberíamos hacer cristianos”.

Existen muchos hechiceros entre los musulmanes también. En la verdad, la mayoría de los sacerdotes no basa su autoridad en el Corán, prefiriendo el uso de poderes de hechicería. Mientras predicaba, un día, Christophorus fue confrontado con tres de estos hechiceros. Al hablar con ellos, les mostró el camino de Cristo y dos de ellos se convirtieron. Pero, el tercero era muy rico y rechazaba abandonar lo que poseía. Más tarde, en una ocasión cuando Christophorus lo visitó nuevamente, lo confrontó con las siguientes palabras: “¿De que le vale al hombre ganar el mundo si pierde su vida?” Pero el hechicero aún resistía y continuó rechazando a Cristo. Nueve días después, murió repentinamente.

El evangelio continúa su marcha. Ni veneno, ni amenazas, ni tentativas de asesinato consiguieron impedir la obra del Espíritu Santo. Indonesia es, hoy, una maravillosa ilustración de esta verdad. Más aún, cada ocurrencia se da con ligereza y sin cualquier trazo de fanatismo, extremismo o barullo – cosas que son muy usadas por personas que les gusta simular avivamientos. Durante los años más recientes, muchos de los cristianos en Sumatra llegaron a ser aprehendidos por su fe. Aún así, hasta en eso podíamos discernir la voluntad de Dios, pues, a través de su encarcelamiento, escapaban con mucha frecuencia a las tentativas de asesinatos que pendían sobre sus cabezas. Y, a través de ellos, muchos otros prisioneros y los policías de la cárcel eran convertidos a través de los testimonios dentro de la prisión.

Una de las personas más conocidas que había sido aprehendida, fue un ex-director de las misiones musulmanas. Él fue convertido a través de una campaña al aire libre liderada por Pak Elias. Cuando fue bautizado, más tarde, sus anteriores partidarios comenzaron a sospechar de sus motivos políticos y mandaron aprehenderlo. Pero, no fue en vano, pues, este hombre convertido trajo a otros cuatro a Cristo, bautizándose tres de ellos aún dentro de la prisión. El cuarto, después de su liberación, caminó más de 37 Km hasta hallar una iglesia cristiana para ser bautizado y esto confirmó que tipo de cosas y que tipo de evangelio él oyó y aprendió mientras estaba preso.

El avivamiento entre los musulmanes es un auténtico espejo del libro de los Hechos de los Apóstoles. En la verdad, podemos considerarlo como el ‘Hechos de los Apóstoles moderno’. El Espíritu Santo está realmente operando y el Señor Jesús persiste en glorificar su propio nombre. Pero, al mismo tiempo, el avivamiento es una era de persecución y una época de enfrentamientos y ataques demoníacos. Sin embargo, todo esto forma parte de la vida cristiana.

Los musulmanes usan todo lo que pueden. Entran por las casas de los cristianos, penetran en sus reuniones secretamente para espiarlos, forjan pruebas contra ellos, envían a la policía y el ejército y consiguen mandatos de captura contra los cristianos. Usan veneno y otros medios, en la verdad todo lo que les viniera a la mano. Los cristianos son tratados como excluidos de la sociedad y son dimitidos de sus puestos de trabajo bajo la disculpa de mantener los servicios públicos limpios. Y, si un musulmán se hace cristiano, pierde su empleo inmediatamente. Pero, el Señor aún continúa en su trono y su “reino dura para siempre”.

A pesar de todas esas presiones, la iglesia constituida por musulmanes convertidos, los cuales habían sido enemigos de la cruz de Cristo, aumentó hasta los 1400 miembros actualmente. Desde 1965 que tienen una Escuela Teológica propia, la cual tiene 30 estudiantes venidos de la tribu de los fabricantes de veneno. En vez de practicar las actividades anteriores, se volvieron para la predicación del evangelio.


XII. PROFESOR UNIVERSITARIO SE CONVIERTE

 

Mientras estuve en Indonesia, tuve el placer de conocer a un abogado cristiano que se llamaba Sr. Tamba. Él es un confiado y competente miembro de la tribu batak y, aunque esa tribu está compuesta por una población bastante orgullosa por naturaleza, el Sr. Tamba entró hacia la Escuela de Cristo donde todo lo que es estimado por el hombre es hecho despreciable. Él, muy amablemente, me concedió permiso para publicar aquí su testimonio. Que el Señor pueda usar esa narrativa para ayudar a los que se hallan en situaciones semejantes. Vamos a oír al Sr. Tamba:

Que el nombre del Señor Jesucristo sea siempre glorificado por el amor que manifestó para conmigo, lo cual me permitió hallar el camino hasta Él. Yo escribí una fecha, día 10 de agosto de 1967, en mi Biblia. Puedo considerar ese como el día que nací espiritualmente y con el día de mi conversión en una iglesia en Palembang, Sumatra.

Yo era y aún soy miembro de la Iglesia Batak, la cual es la mayor iglesia en Indonesia. Pero, antes de haber hallado al Señor Jesucristo, yo era un hombre muy orgulloso. Toda la gente comenta que la principal característica de los bataks es la arrogancia y el orgullo. Mi propio orgullo era nutrido y alimentado por el hecho de yo era el único cristiano en Palembang con un diploma universitario – Master en Derecho. Yo no era solamente profesor en la Universidad de Sriwidjaja, pero, también era el director ejecutivo de la Asociación de Abogados de Palembang. Y, como si no bastara, también fui elegido presidente del Club de los Intelectuales Cristianos. Con todos estos títulos y oficios y a causa del gran salario que recibía, no era de admirar que yo despreciara a todos los cristianos que encontraba.

En las actividades cristianas, mi adelanto era notable. En 1962 fui constituido el líder máximo de los grupos de coros de nuestros jóvenes e inmediatamente traté de despreciar a cualquiera que no supiera cantar. Cuando una campaña de evangelización llegó a nuestra ciudad venida de la Escuela Teológica del Este de Java, el líder de su grupo de coros me preguntó si podíamos juntar los dos grupos de coros bajo su liderazgo. Yo ironicé dentro de mí mismo imaginando que una unión entre los dos grupos sólo resultaría bien bajo mi liderazgo. Yo me quedé tan ilusionado que creía que nuestro grupo sería el único en toda Sumatra capaz de cantar el ‘Aleluya de Handel’.

Pero, como si mis presunciones musicales aún no bastaran, pedí prestado, de un familiar, un buen comentario sobre la Biblia y comencé a estudiar las Escrituras como nunca, no para hallar mi camino hasta Cristo, pero sólo para poder estar a la altura de discutir cualquier asunto con los Teólogos. Yo era, por eso, espiritualmente arrogante también.

¿Será que existe alguna esperanza para un hombre así y que Dios consigue doblarlo y humillarlo?

 

El Punto de Viraje

 

El evangelista responsable por la campaña misionera en nuestra ciudad era Pak Elias. Así que comenzó a predicar, su mensaje penetró profundamente en mi conciencia. Pero, cuando él pidió a las personas que se arrepentían de sus pecados, pasar allá al frente, continué de corazón duro y orgulloso demasiado para seguir su consejo. En vez de haber ido yo, un gran número de mis jóvenes fueron al frente y confesaron todos sus pecados, uno por uno. Me quedé furioso y llamé la atención de los jóvenes que no deberían hacer aquello. ‘¡Vosotros ya nacisteis de nuevo a través del bautismo y profesión de fe!’ Esto era lo que la Teología Luterana nos enseñaba erradamente, la cual me había alcanzado a través de misioneros alemanes. Yo estaba tan furioso en aquella noche que comencé a abusar de los miembros de mi propio grupo de coro. Algunas de las chicas llegaron a ser llevadas a las lágrimas.

Intenté olvidar toda aquella noche, pero no conseguía hallar mi paz. Fue entonces que, en vez de ir a un cine para asistir a ver una película o de ir hacia cualquier otro lugar de diversión, fui nuevamente a oír lo que el Pak Elias tenía para decirme. En la tercera noche, él habló sobre como se debe leer la Biblia. Su mensaje fue una gran revelación para mí, porque hasta entonces yo había adquirido el hábito de leer mi Biblia como si estuviera leyendo una serie de vaqueros del oeste o de historias de la India.

Al final del mensaje, fui a conversar con Pak Elias. Yo aún me sentía muy orgulloso y quería solamente tener un argumento con él. Pregunté: “¿Cómo es que una persona debe leer La Biblia? Ya me dieron muchos puntos de vista teológicos sobre ese asunto”. Pak Elias respondió muy dócilmente: “¿Cómo es que Jesús le enseñó a leer su Biblia?”. Yo me quedé sin saber que responderle a aquella pregunta, pues nunca me había pasado por la cabeza que debería preguntar al Señor Jesús sobre como se deben leer las Escrituras. Pak Elias comenzó a conversar conmigo con mucha paciencia, explicándome durante dos horas de que manera me podría hacer un verdadero cristiano. Sentí un gran peso sobre mí y una carga sobre mi alma. Mis pecados pasados y mi incalculable orgullo aparecían delante de mí y no conseguía ver más nada delante de mis ojos. Fue la primera vez que yo realmente pedí al Señor Jesús que perdonará todos mis pecados uno por uno y fue allí que yo sentí que fui verdaderamente salvo.

A partir de aquel día, la Biblia se hizo un libro abierto para mí. Pero, aún vendría a hacer otro descubrimiento maravilloso durante el periodo de aquella campaña evangelística. Había un gran número de pasajes bíblicos que eran de difícil comprensión para mí y los cuales yo nunca había entendido. Unos días después, estando nuevamente sentado con Pak Elias y sin preguntarle ninguna cosa, él abrió su boca y comenzó a explicarme todos aquellos pasajes que eran oscuros para mí. Era bastante claro que él estaba siendo guiado por el Espíritu Santo y eso me reveló, allí, cuanto el Señor Jesús realmente me ama.

Unos meses después de esa campaña – ella benefició a todas las iglesias de nuestra ciudad – me hallé una vez más atrapado en un pantano de problemas relacionados con mi trabajo. Casi no tenía tiempo para orar. Fue entonces que el Señor Jesús resolvió enviarme a un tutor en la forma de mi sobrino de dos años de edad. Yo siempre le había dicho que un cristiano debería hablar siempre con el Señor Jesús antes de dormir. Él me estaba visitando por ese tiempo y nosotros permitimos que él durmiera en el mismo cuarto que yo. Cuando fuimos a dormir, mi sobrino me preguntó: “¿Tío ya no estás orando antes de dormir? ¿Estás enojado con el Señor Jesús? ¿Ustedes tuvieron alguna discusión?”. Estas preguntas y la forma como ellas me fueron dirigidas me trajo de vuelta al buen sentido. El Señor Jesús había escogido a un niño de dos años para servirme de consejero y para ser un testimonio de la verdad. “ De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza” Salmos 8:2.

 

Opresiones

 

Ahora llegó la hora de que hablemos sobre mi familia. Crecí en un hogar nominalmente cristiano y mi abuela llegó a ser un presbítero de nuestra iglesia. Pero, mi abuelo paterno, en vez de ser cristiano, era uno de los hechiceros más famosos y temidos de Tapanuli, Sumatra. Su nombre era Datu Parangongo. La cosa que más me horrorizó mientras era cristiano, fue descubrir que muchas personas de nuestra villa aún estaban en la posesión de amuletos e instrumentos de encantamiento que habían obtenido de mi abuelo. Fue sólo cuando oí al Dr. Nahum hablar sobre estas cosas que yo tomé conciencia de que toda mi familia aún estaba bajo amenaza y bajo la influencia de la hechicería. Me causa gran angustia sólo de pensar que, mientras estoy leyendo mi Biblia, muchos de mis compatriotas persisten en usar sus objetos de hechicería que recibieron de mi abuelo. Pero, lo peor de todo, es que mi propio padre aún sufre debido a estas opresiones.

Cuando descubrí esto por primera vez, intenté de todas las maneras hablar del Señor Jesús a mis padres y el resto de la familia. Pero, nunca aceptaron mi mensaje. Mi padre simplemente rechazó mis palabras de manera muy fría. Sin pestañear, él dijo: “tú deberías hacerte pastor. Yo no preciso de ninguna de esas cosas”. También mis hermanos y hermanas, aún siendo miembros de la iglesia, no quieren nada con el Señor Jesús de forma real. Fui llevado a orar intensamente por ellos y el Señor no me decepcionó.

Un tiempo más tarde, Pak Elias volvió a visitar nuestra casa. Conforme él iba testificando del Señor Jesús, para gran admiración mía, mis padres rindieron sus vidas al Señor Jesús. Mis hermanos y hermanas aún resisten al mensaje, pero yo continúo orando para que su día también llegue. Como me alegré al ver el celo de mis padres intentando traer a muchas personas para el camino de Cristo después de su conversión. Ellos comenzaron a hacer un estudio profundo de varios libros evangélicos, estudiándolos ávidamente con el objetivo de ayudar a los otros a que se hagan cristianos. Que Dios conceda que la obra que Él comenzó, continúe hasta al fin y que acabe convirtiendo a toda mi familia.

 

Transformaciones

 

Cuando el Señor Jesús toma el trono de una vida, nada en ella permanece igual. Yo tuve la oportunidad de confirmar eso en mi propia vida.

Antes de mi conversión, yo era conocido en la universidad donde enseñaba como señor ‘matador’. Los estudiantes me dieron ese apodo debido a la manera como yo solía implicar y sobrepasar a cualquier persona con quien no simpatizara. Muchas veces, cuando tenía una aversión contra un estudiante, yo simplemente hacía que él fuera suspendido. Como cristiano, después, asumí que era un comportamiento muy feo, el cual afectaba directamente la vida de mi prójimo. Me arrepentí de mi pecado. Pero, aún existen muchas injusticias en todo el sistema de exámenes en las escuelas universitarias.

Después de mi conversión, mi actitud cambió radicalmente. Todos los estudiantes se hicieron mis amigos. La situación ahora es de tal manera notable que, muchos de ellos, se quedan a la espera con la esperanza de conseguir a alguien que lo lleve después de las clases. Yo, el hombre orgulloso, me hice su conductor. Es obvio, sin embargo, que seguir a Cristo sin batallas y sin pruebas es una utopía. Uno de los problemas que continuamente me seduce con facilidad, es la enorme cantidad de trabajo diario que necesito hacer. En 1968, consideré la posibilidad de ausentarme de una de las Conferencias promovida por la Escuela Teológica de Java debido al exceso de trabajo que tenía. Pero, muchas personas comenzaron a orar por mí y al final acabé por colocar el trabajo de lado para asistir a la conferencia.

Yo sé que esto fue claramente lo que Dios quería, pues fue a través de lo que oí, que aprendí todo sobre el poder de las prácticas de hechicería de mis antecesores y reconocer que ellas eran una prisión invisible sobre mi vida. Sin embargo, yo no era la única persona en Palembang cuya vida experimentó un cambio tan radical. Muchos otros cristianos nominales experimentaron el mismo tipo de transformación que yo. Durante toda aquella semana, centenares de personas vinieron al frente a confesar sus pecados uno por uno, entregándose al perdón del Señor Jesucristo, hallándolo y experimentándolo como su Salvador. Me quedé de verdad sorprendido como las personas se convertían. Una única frase de un evangelista, muchas veces, bastaba para quebrantar un Batak orgulloso y confiado. Desconfiado.

La palabra los laceraba. Era verdaderamente la obra de Espíritu Santo en vivo y presencia real. Ninguna de las iglesias que participaron de aquella campaña se arrepintió de haber participado. La única iglesia que se mantuvo fuera de las charlas fue mi iglesia, la Iglesia Batak, la cual pensaba que los evangelistas de la Escuela de Java eran pentecostales. Pero, estaban rotundamente engañados. Los mensajes de los dos evangelistas y del resto del grupo responsable por la conferencia, eran de arrepentimiento de una convicción de pecado profundo y no era usado ningún recurso emocional o sensacionalista. Era todo hecho en la mayor reverencia.

Una de las consecuencias de esta misión en particular, fue la formación de enormes grupos de oración, los cuales se reúnen desde entonces sin cesar. Estamos plenamente conscientes que, sin estas oraciones, no alcanzaremos nada aquí en Sumatra. También tengo plena conciencia que lo mismo será verdad con relación a la salvación de mis familiares. Yo nunca tuve ninguna dificultad en providenciar todo lo que necesitaban para sus necesidades físicas y carnales, pero, hoy, sus necesidades son otras y son muy diferentes de aquellas que yo otrora sabía suplir. Yo creo que el Señor un día los salvará a todos. Tal vez usted, mi querido amigo, sea aquella persona cuya oración Dios escuchará orando por mi familia. Esta es una de las razones que me llevaron a escribir este testimonio.

Pero, también existen dos otras razones. En primer lugar quería contar como mi vida otrora, caracterizada y monopolizada por las tradiciones y por la cultura de la iglesia, me transformó en un asiduo frecuentador de los cultos y participante de la vida de la iglesia, pero nunca me consiguió hacer un verdadero discípulo de Cristo. En segundo lugar, siento la necesidad de ilustrar aquello que mi ignorancia nunca se dio cuenta con relación a la opresión demoníaca que pesaba sobre toda mi familia debido a los hechos y la vida de mi abuelo, que era el más temido hechicero de la región. Doy gracias a Dios por que mis ojos hayan sido abiertos de esta manera maravillosa y a través de uno de sus mensajeros, Dr. Nahum. La consecuencia fue mi total liberación. Esta gloria es de Cristo íntegramente.


XIII. LA CONVERSIÓN DE UNA ISLA

 

“Dios da gracia a los humildes”, dice la palabra del Señor. El Pastor Gideão es un hombre extremadamente simple y humilde de naturaleza. Yo nunca conocí a un hombre cuya humildad me impresionó tanto.

Para poder descubrir los detalles de su vida me vi forzado a volver para todos aquellos que lo conocen bien, pues él no habla nada sobre su persona.

Él es un pastor en la isla de Rote, la cual se sitúa al sur de Timor y es la isla, del archipiélago Indonesio, más próxima de Australia. Debido a la enorme falta de pastores y ministros en la región durante los últimos años, Gideão intenta cuidar solo a cerca de 30 congregaciones. Uno de los pastores de aquella zona cuida de 48 grupos de cristianos.

En 1966, Pak Elias se fue para la isla de Rote en campaña. Fue esa la primera vez que él se encontró con el Pastor Gideão. Sabiendo Pak Elias que Gideão había avisado a todas sus congregaciones para que eviten esa campaña y para que no participaran de ella, Pak Elias le preguntó: “¿El señor conoce al Señor Jesús?” “Yo estudié teología y pasé mis exámenes con distinción”, vino la respuesta.

Después de esta conversación, el Pastor Gideão se quedó atormentado y sin paz. Conforme los días iban pasando, Gideão veía miles de personas siendo convertidas; era también testigo ocular de personas siendo sanadas y los poseídos siendo liberados; borrachos eran libres de su alcoholismo para siempre. Debido a la enorme plantación de azúcar, esta isla es una potencia de una bebida fermentada extraída de las palmeras, la cual, los nativos usan a menudo y la cual cargan con ellos en una botella a su hombro.

Las iglesias comenzaron a llenarse a pesar de que su pastor permanecía endurecido y desconectado de las predicaciones. Pero, Gideão, veía las poderosas manifestaciones del Espíritu Santo, como en el tiempo de los apóstoles, desciende sobre todo el pueblo de su isla. Él, sin embargo, permanecía intacto.

Los dos hombres volvieron a encontrarse. Sólo que, esta vez, la situación se había revertido completamente. El Pastor Gideão admitió abiertamente: “Yo estoy en el ministerio hace siete años y nunca conseguí convertir una única persona a través de mi trabajo. Ahora, creo que descubrí la razón. Yo nunca me arrepentí de verdad de todos mis pecados y ahora tengo la certeza que nunca fui perdonado por Dios. Tengo absoluta convicción, también, que nunca nací de nuevo de esa manera que usted describe en sus mensajes. Yo voy a dejar mi cargo de pastor. No podré continuar así”.

Pak Elias replicó: “Usted no necesita abandonar su ministerio. Simplemente comience de nuevo, sólo que esta vez con el Señor Jesús de su lado. Venga con nosotros para nuestra Escuela Teológica durante un tiempo y descubra lo que nosotros estamos enseñando. Yo tengo la certeza que no es aquello que las personas llaman teología moderna, ni de cerca. Sin embargo, tengo la certeza y absoluta convicción que es la teología de la cruz de Cristo que se manifiesta abiertamente”.

Gideão tomó el consejo en serio e hizo lo que le habían dicho, sintiendo profundamente que él no podría continuar así y no quería continuar siendo estéril. Acabó por frecuentar el seminario durante un año en Java y fue allí que experimentó, por primera vez, el poder del Señor Jesús en su propia vida.

Cuando volvió a su isla, era un hombre transformado aquel que subió al púlpito para predicar. Sus mensajes ahora obtenían un efecto tremendo y se veía claramente el Espíritu Santo usando el resto de su ministerio. Fue de esta manera que un hombre quebrantado, un ministro aislado de Dios, recibió autoridad para predicar. Él tenía una autoridad única de predicar proféticamente y una autoridad para sanidad. Sin embargo, todas las cosas que allí acontecían, eran evidenciadas a través de un absoluto silencio, la ausencia de espectacularidad y a través de una gran paz. No había ningún ruido, ningún indicio de sensacionalismo conforme viene aconteciendo en aquellos cultos donde las personas son influenciadas a través de un fondo musical. Eso es lo que los extremistas suelen usar para engañar al pueblo. Gideão mira fijo en los ojos del hombre que tenga un pecado escondido o que no haya sido perdonado y le dice sin pestañear lo que le pasa en las tinieblas de su corazón.

Antes de volver para Rote, Gideão había acompañado a unos de los grupos misioneros que llegaron muy cerca de la frontera Portuguesa de Timor Este. Él fue tomado por un antojo enorme de alcanzar, también, a sus compañeros pastores que estaban en las tinieblas – como él estuvo – y se sentía animado a darles directivas espirituales. Mantenía la esperanza viva de un día poder visitar a su propio padre, el cual también era pastor en la altura. Pero, él llegó muy tarde, pues su padre murió ahogado poco antes de su llegada. Gideão acabó por usar esta experiencia devastadora para apelar a las conciencias de sus compañeros de profesión. Él conocía muy bien la situación y la condición de los pastores en Timor. Muchos de ellos vivían en profundo pecado.

Había muchos envueltos en hechicería, los cuales llegaban al punto de que se desafiaban para luchas mortales. En una congregación, por ejemplo, el pastor, los presbíteros de la iglesia y un profesor estaban todos envueltos en una lucha mortal de hechicería, cada uno usando sus propios poderes satánicos. Gideão fue a visitar a los hombres y les preguntó lo siguiente: “¿Vosotros vais hacia el cielo cuando mueran?” El viejo pastor respondió: “Yo no sé y la Biblia tampoco sabe”. Preguntando a otro pastor Gideão dijo: “¿Usted está listo si el Señor Jesús viene?” El hombre respondió: “Yo preferiría que Jesús no viniera aún, porque aún no estoy listo para ser recibido por Él”.

Después de haber hecho una ancha investigación en la isla de Timor, Gideão volvió hacia su isla, para Rote. Él sintió en su corazón que su primer deber era evangelizar toda la isla y durante un año visitó una congregación atrás de la otra, predicando el evangelio incesantemente dondequiera que fuera. Durante este tiempo, el propio Señor Jesús confirmaba su ministerio de un modo que no dejaba dudas a nadie. Más de mil personas fueron traídas a los pies de Cristo el primer año después de la conversión de Gideão. Enormes grupos de oración comenzaron a repuntar por toda la isla, los cuales se hicieron la esencia y la columna vertebral de todo su ministerio y éxito. Cada día, él dependía de cerca de seiscientos cristianos que oraban por él incesantemente, orando también por las congregaciones por donde pasaba.

A finales de este año, una onda de avivamiento reventó en Rote. Conforme el pastor Gideão caminaba hacia la iglesia, encontraba literalmente multitudes de los nativos esperando al lado de afuera por que ya no había lugar dentro de la iglesia. Ellos seguían todo sermón a través de las ventanas y las puertas que se quedaban permanentemente abiertas. La única ‘dificultad’ que él encontraba era el hecho de que el pueblo nunca permitía que él parara de predicar y él predicaba muchas veces hasta la medianoche. Cuando sentía que su sermón estaba llegando al fin, el pueblo se erguía y clamaba: “¡Continúe! No pare”. Tal era el hambre que los nativos tenían por la palabra de Dios. Dios se apoderaba de todo su corazón.

Había ocasiones en que el Pastor Gideão no conseguía soportar el calor tropical dentro de una iglesia abarrotada. “¡Hace mucho calor aquí! No consigo continuar”, dijo él. Pero, la congregación inmediatamente trató de hallar una solución. “Necesitamos orar para que Dios mande lluvia para refrescar el aire”. El sermón fue interrumpido y muchos nativos comenzaron a orar por lluvia. Como resultado, el Señor que ya había graciosamente derramado sobre ellos su Espíritu, también envió la lluvia que había sido solicitada. Aconteció como ya había acontecido con Elías en el Monte Carmelo, cuando él oró por lluvia y la recibió. “Entonces él oró otra vez y el cielo dio lluvia”, Santiago 5:18. Respondiendo a las oraciones de sus hijos, Dios envió tanto el agua para la vida como una lluvia refrescante.

Sólo podré decir una cosa a todos aquellos que tengan dificultades en creer en estas historias y que las colocan al mismo nivel de los fanáticos que dicen vivir para Dios: “Vayan a Rote y a la isla de Timor vosotros mismos y vean con vuestros ojos si estas cosas son verdaderas o no. ¡Pero, no se aproximen mucho al Pastor Gideão! Él puede decir públicamente cuáles son sus pecados secretos mirando hacia vuestros ojos sin pestañear y, creo que será una escena muy engorrosa para cualquiera”.

¿Cómo es que la vida de Gideão es vista mirándola desde afuera? Como hombre, él está enteramente dedicado a su ministerio y no se dedica a más nada. Tal como John Sung, él es consumido y distribuido como pan al servicio de su Señor. Hombres como él, se dejan simplemente consumir y quemar hasta que ya no existe nada de ellos, ni fuerza ni recursos. Gideão no se preocupa con su comida o donde va a pasar la noche. Todo su tiempo es gastado y consumido en viajes entre sus 30 congregaciones esparcidas por la isla. Ya no es él que vive más, Cristo que vive por el lado de adentro de él. En el presente momento en que el libro está siendo escrito, cerca de 23.000 cristianos son el apoyo incondicional por detrás de él y de toda su obra.

Un proverbio hindú describe muy bien su modo de vida: “aquel que caza leones no se preocupa con los mosquitos”. En otras palabras: “aquel que sirve al Señor no se preocupa con más nada de este mundo”. ¿Quién de nosotros está preparado para cabalgar en este camino montañoso? ¡Cuán mezquinos y pequeñitos nosotros podemos parecer cuando somos colocados al lado de esos mensajeros de Cristo! Algo muy fuerte de la gloria de Dios es visible y transparente a través de sus rostros y de sus vidas y aquellos que conviven con ellos de cerca se quedan con la idea estampada de que la imagen de Cristo ya fue formada en ellos.

Existe mucha alegría en los cielos por cada pastor evangélico que se convierte. Mientras más alegría habrá entre los ángeles cuando una isla entera se convierte.


XIV. EL AVIVAMIENTO EN TIMOR

 

Timor es una de las islas del extremo oriente del gran archipiélago de Indonesia. En la verdad, se encuentra más próxima a Australia que de su capital. En 1964, con una población un poco por encima de 1.000.000 de personas, cerca de 450.000 de los habitantes locales pertenecían a la iglesia reformada holandesa. Pero, el número de pastores en la época, eran 103. Eran pocos pastores para la dimensión del trabajo que tenían que hacer. Conforme ya dijimos anteriormente, sólo uno de los pastores cuidaba de 48 congregaciones diferentes al mismo tiempo.

El estado espiritual de las iglesias era, sin embargo, catastrófico. Se debe, de cierta forma, al modo y la metodología que los holandeses usaron para mejorar la administración de la colonia que les pertenecía. Cada ministro de cada iglesia tenía que ser necesariamente un oficial colonial. Por esa razón, cualquiera que deseara obtener una cosa del gobierno, tendría necesariamente que ser miembro de la iglesia colonial. Timor, por eso, nunca había sido evangelizada. Sólo fue cristianizada. Las anteriores creencias ligeramente ateístas, magia y hechicería, promiscuidad y alcoholismo, continuaron floreciendo dentro de las iglesias como si Cristo no existiese.

El estado espiritual de las iglesias se hizo un gran peso para la intercesión dentro del corazón del pastor Joseph, el Presidente de la Iglesia Presbiteriana en Soe. Durante los años que precedieron el avivamiento, desde 1960 hasta 1964, su trabajo lo llevó a la desesperación.

El Pastor Joseph es un hombre con una capacidad, una visión espiritual y una comprensión de las cosas de Dios muy poco común. El hecho es que sus libros favoritos son los libros de Moody, Dr. Torrey y Livingstone. Al corriente de Pak Elias, él es el hombre más capacitado y mejor formado dentro del avivamiento en Indonesia.

Para que las iglesias en el mundo tengan una visión correcta sobre el avivamiento, será necesario esclarecer un poco sobre como reaccionaban los líderes eclesiásticos en Timor contra el avivamiento, lo cual es genuino y real. Los líderes del sínodo de la iglesia se reunieron el 4 de octubre de 1967. Entre esos lideres se incluía el Presidente Joseph, Pastor Radjahaba, Pastor Meroekh, Pastor Baldey y el Pastor Micah. Pero, además de esos, Pak Elias y el Pastor Gideão también estaban presentes debido a su implicación directa en el avivamiento.

Después de muchas discusiones y un tiempo muy provechoso en oración, finalmente concluyeron y subrayaron que, aquel movimiento, era genuino y que toda la obra en la isla de Timor estaba siendo ministrada y directamente liderada por el propio Espíritu Santo. El Pastor Gideão (de quien ya hablamos aquí) recibió como tarea la organización de varios grupos de evangelización para que la obra prosiguiera. Dios ciertamente bendecirá a esos líderes debido a la decisión acertada que tomaron en un ambiente tan difícil y tan perturbado como es él nuestro actualmente. Infelizmente, a lo largo de la historia de la iglesia, podemos observar sin vacilación que eran los propios líderes que frecuentemente se oponían a cualquier avivamiento que fuera genuino. Siempre que esos avivamientos acontecieron, los líderes eclesiásticos se mantenían formalmente y obstinadamente fuera de ellos y contra ellos.

Aunque hayamos aquí pasado al frente de algunos acontecimientos, fue necesario hacer eso para dar una descripción clara y fiel de la verdadera estructura sobre la cual este trabajo genuino del Espíritu Santo aconteció y se desarrolló.

 

El Movimiento de Sanidad

 

El avivamiento en Timor fue precedido por otro movimiento que tenía al Espíritu Santo como autor. En octubre de 1964, un profesor en la isla de Rote tuvo una visión de Dios. El Señor le había dicho que viajará hasta Timor y empezará una campaña de sanidad allá. Eso puede parecer un tanto extraño para las mentes occidentales, pero necesitamos entender cuáles eran las circunstancias que apoyan tal orden de Dios. No existen médicos en toda la isla de Timor y ni en las islas más próximas. Mucho menos existen en las villas. Todos aquellos que se enfermaban eran obligados a buscar ayuda entre hechiceros y en las personas con poderes de magia. El resultado era que hasta los cristianos del área sufrían de ciertos tipos de opresiones satánicas causadas por esas prácticas de sanidad. No es de admirar, entonces, que el estado espiritual de toda iglesia bramase a los cielos por algo que viniera a socorrerlos. Había una hemorragia fatal en cada iglesia. Con este escenario, sólo podemos entender que el Señor tenía razones de sobra para demostrar los poderes sobre los enfermos.

Jephthah, el profesor en cuestión, se levantó de inmediato y fue a discutir el asunto con su padre, el cual por su parte era el Pastor en la isla. Habiéndole contado su experiencia, pidió a su padre que lo ungiera para esa misión. El padre vaciló al inicio, cuestionándose si la visión era genuina. Pero, acabó por hacer algo que nunca había hecho y ungió a su propio hijo para una tarea inesperada.

Después de su unción, Jephthah oró con el primer grupo de personas enfermas que encontró. Todos se quedaron instantáneamente sanados. Animado a través de ese su éxito inicial, decidió hacer una campaña que conoció como ‘Movimiento de Sanidad’, en la primera gran ciudad que encontró en la isla de Timor. Cuando fue confirmado que un gran número de las sanidades que él realizó eran genuinas, el sínodo de la iglesia Reformada (Presbiteriana) concordó en suministrar todo su apoyo a aquella campaña. Aquella misión fue un gran éxito, la cual llevó a la formación de un comité especial para estudiar a fondo todas las formas de sanidad que podían ser usadas.

Después del final de aquella campaña, hubo una semana más de sanidades en la isla de Soe. Los milagros maravillosos de sanidad que consecuentemente ocurrieron, despertaron una gran hambre por la palabra de Dios entre los creyentes de las ciudades. Y así nació el movimiento que duró desde Octubre hasta Diciembre de 1964. De acuerdo con varias testigos, los cuales confirmaron todo delante del Director Joseph, varios miles de personas habían sido permanentemente sanadas.

Pero, conforme el tiempo iba pasando, todos se dieron cuenta que había una gran flaqueza y una enorme fragilidad en aquel movimiento de sanidad. De una manera o de otra, la proclamación del evangelio estaba siendo negligente. Arrepentimiento y conversión no eran el tema céntrico de su mensaje. Sin embargo, el movimiento de sanidad puede, como resultado de oración, ser considerado como una preparación para el movimiento de avivamiento que se seguiría.

 

El Inicio del Avivamiento

 

En 1965, David Simeon llegó a Timor con un grupo de la Escuela Teológica de Java. Comenzó una campaña de evangelización tanto en la isla K. y en Soe. Como resultado de esta campaña sólidamente bíblica, el fenómeno espiritual que estaba ocurriendo en la isla fue manifestado. El mensaje del grupo estaba enteramente direccionado para el arrepentimiento, nuevo nacimiento y santificación incondicional a través del Espíritu Santo. La obra de aquel verano fue el nuevo nacimiento de la isla y el inicio del avivamiento ultra genuino que acabó por esparcirse por toda Indonesia.

Aquellas campañas fueron seguidas por un enorme derramamiento del Espíritu Santo de Dios donde la santidad imperó y lo cual no tiene ningún paralelo en todos los avivamientos que hubo desde el tiempo de los Apóstoles. Los nativos traían en gran escala todos sus amuletos e instrumentos de hechicería, vaciando sus casas y haciendo pilas con ellos para quemarlos. Una onda de limpieza barrió con profundidad todas las hileras de cristianos que había en la altura. Más importante aún, fue el hecho de que el Señor llamó a muchos de los habitantes de la isla para usarlos para esparcir el fuego del avivamiento por todos lados.

El Pastor Joseph relató más tarde acerca de la obra hecha a través de David Simeon: “Antes de que el grupo de la Escuela Teológica hubiese vuelto para el occidente de Java el día 1 de septiembre de 1965, Simeon predicó su mensaje de despedida. Conforme iba hablando, parecía estar ministrando a través del Espíritu Santo de una forma muy especial, porque todo lo que él decía sonaba a cosas proféticas. Él decía: ‘Yo espero, de corazón, que Dios haga nacer grupos que salgan para predicar el evangelio y que ellos no sólo alcancen la mitad de la isla que pertenece a Indonesia, sino que su mensaje alcance, también, el territorio portugués de Timor’. Cuando y como eso irá a acontecer, yo no sé. Pero, de una cosa yo tengo certeza: la propia mano de Dios está muy próxima para hacer cumplir estas palabras”.

Los primeros testigos del avivamiento en Timor fueron traídos a través del Ministerio de la Escuela Teológica de Java.

Tamar había estudiado en la Universidad de Salatiga en Java y era en la altura la Directora de la Escuela Cristiana en Soe. Ella fue la primera persona en ser llamada por Dios para el evangelio. Sintiendo profundamente en su corazón que necesitaba frecuentar la Escuela Teológica, habló sobre eso al Pastor Joseph, Pastor Micah y David Simeon que pretendía ir para Java. El Pastor Joseph se quedó con alguna ansiedad al inicio, con la idea de perder una profesora fabulosa. En la verdad, había una enorme falta de profesores cristianos en el área. Y, además de eso, un gran número de los profesores de la Escuela Cristiana era comunista. Tamar, también tenía el gran afecto de sus alumnos. Pero, su mente estaba decidida y resuelta y nada en este mundo conseguía alterar su decisión. Cuando el grupo de la Escuela Teológica partió, ella pidió al Pastor Joseph que hicieran un culto de despedida dentro de la iglesia.

La noche del culto llegó. La iglesia estaba completa de gente. Comenzando a las ocho horas de la noche, Tamar habló hasta cerca de la una de la madrugada sin interrupción. A pesar de su sermón de 5 horas, ninguna persona abandonó el culto y nadie se sentía cansado al final. El Espíritu de Dios había comenzado una obra. Conforme la reunión seguía hacia el término, Tamar preguntó: “Si alguien estuviera preparado para comenzar a servir al Señor esta noche, por favor levante su mano”. La respuesta fue destacada. Cuando todos los nombres fueron escritos, se contaban más de cien nombres de jóvenes que se habían ofrecido voluntariamente para comenzar aquella obra de avivamiento. El Pastor Joseph decidió más tarde comenzar algunas clases de instrucción y formación dos veces por semana para todos aquellos que se habían inscrito para servir al Señor a tiempo integral.

Nosotros comenzamos ya aquí a ver la diferencia entre las iglesias del occidente, cansadas y bajo carga y las iglesias en el centro de una área de avivamiento. En el occidente, nadie para de lamentarse año tras año por la falta de candidatos para el campo misionero o para que sean evangelistas a tiempo completo. En la Indonesia actual, cuando una mujer habla bajo la inspiración del Espíritu Santo, cien personas se entregan de todo corazón para la obra misionera en una única noche. Y se quedó probado que esa no fue sólo una cosa esporádica y pérdida en el tiempo. Tendremos la confirmación de este hecho más adelante. Desde que el avivamiento comenzó, muchos de los nuevos convertidos colocaron sus nombres en una lista de espera interminable para ingresar en la Escuela Teológica en la escuela de Java. Tantas personas buscaban ser atendidas que se hizo insoportable e imposible acomodar a todos los candidatos.

 

Un Saulo se transforma en Pablo

 

Las palabras proféticas de David Simeon se cumplieron mucho antes de aquello que cualquiera podría imaginar o hallar posible. En la noche de su partida para Java, Tamar desencadenó una cadena de acontecimientos y reacciones dentro de la iglesia. En aquella noche estaba un joven sentado en una de las filas de atrás. Todos sus amigos levantaron las manos para entregarse a la obra de Dios y él hizo lo mismo. Pero, enseguida se quedó airado y angustiado con la idea que atravesó su mente: “¿Estás loco? ¡No puedes hacer una cosa tan absurda!”

¿Quién era este joven? Él había perdido a uno de sus padres y vivía en la casa del Pastor local desde la edad de siete años. Pero, eso no previno que desarrollara una actitud impía y perturbadora para con la vida. Él era muy conocido por su inclinación hacia las peleas y riñas, tal como para el alcoholismo. En muchas ocasiones, llegó a perturbar los cultos en la iglesia. Una vez, quebró una de las ventanas en la hora del culto a pedradas. La única razón porque él había asistido a aquel culto de despedida, era porque conocía a Tamar personalmente y estaba muy curioso sobre lo que había causado toda aquel agitación. Este fue el hombre que Dios usó para introducir la práctica de la limpieza incondicional y de la limpieza dentro de la iglesia y en las vidas de las personas.

Algún tiempo después del culto, Saulo – conforme era llamado – estaba sentado en su cuarto estudiando inglés. De pronto, todo a su vuelta se oscureció. Él no conseguía saber cual era la razón para aquella ceguera súbita. Colocó su rostro muy cerca de la bombilla para ver si entreveía la luz, pero la única cosa que consiguió fue quemar la ceja. Decidió que la única cosa que podía hacer sería acostarse y esperar para ver lo que iba a acontecer.

Después de 10 minutos, una figura vestida de blanco con el cabello hasta los hombros le habló. Saulo sabía instintivamente de que se trataba del Señor Jesús. Él se lanzó en el suelo con el rostro en tierra y en gran temor. Sintió una mano invisible colocada sobre su cuerpo. Intentó erguirse, pero le faltaban las fuerzas.

Fue en aquel momento que el Señor habló con él: “¿Que tienes dentro de tu maleta?” Saulo se acordó de sus amuletos de hechicería que se encontraban allá. “Tómalos y ve a entregarlos a tu pastor confesando tus pecados”. Saulo obedeció. Cuando volvió para el cuarto, el Señor continuó: “Necesitas de ser lavado y ser limpio. Necesitas de una limpieza completa. Después de esto, te daré la tarea de limpiar toda la iglesia también y de que salgas para predicar el evangelio. Vas a orar por personas enfermas y ellas se sanarán. Ni la muerte será problema difícil para ti. Pero, acuérdate de eso y nunca te olvides: el poder es mío y no tuyo. Da testimonio a las personas en la iglesia en el próximo culto sobre todo lo que aquí pasó entre nosotros dos”. Así que cuando el Señor terminó de hablarle, desapareció de la vista de Saulo.

Saulo se quedó enmudecido y sin reacción. Más tarde, cuando hablé con él personalmente, dijo en la presencia de uno de los misioneros: “Mi compañero que divide el cuarto conmigo entró cuando todo aquello estaba aconteciendo. Él oyó pasos y sintió una fuerte presencia de alguien muy poderoso dentro del cuarto, pero no vio lo que yo vi.” Podemos desde luego, hallar aquí una semejanza entre esta experiencia y la visión que Pablo tuvo cerca de Damasco, cuando aquellos que andaban con él oyeron la voz, pero no vieron a nadie.

En el culto siguiente, Saulo pidió permiso para hablar. El pastor vaciló un poco a causa de sus actitudes anteriores, pero acabó por permitirlo. Cuando Saulo terminó su discurso, el poder del Espíritu Santo parecía estar siendo sentido profundamente por cada persona allí presente. Como si hubieran combinado, comenzaron todos a confesar pecados uno a uno al mismo tiempo y muchos salían apresuradamente para casa volviendo después con sus instrumentos de magia y de hechicería. En aquella misma noche, todos los objetos traídos fueron públicamente quemados delante de la iglesia.

Cuando Saulo habló, más tarde, en una escuela que él había frecuentado, el mismo proceso de limpieza se repitió. Al dar testimonio de su experiencia a los alumnos, todos ellos fueron a recoger los amuletos y otros instrumentos de hechicería, sus libros de romances, músicas mundanas, carteles de ídolos y hicieron un monte con ellos en el patio de la escuela, el cual Saulo mandó poner fuego.

Cuando la policía supo lo que había pasado, de inmediato detuvieron a aquel que consideraban ser el líder de los ‘desobedientes’. Lo llevaron hacia la comisaría y lo interrogaron sobre los motivos de aquel ‘grave incidente’. Pero, como el avivamiento había comenzado, él no escondió nada y quedó todo aclarado. El pastor aún estaba un poco desconfiado y se mantuvo un poco crítico con relación a todo aquello que estaba aconteciendo. Pero, ni era de esperar otra cosa del pastor debido al hecho de Saulo ser muy conocido por sus actos de vandalismo.

 

El Primer Grupo

 

El día en que nació el primer grupo fue en 26 de septiembre de 1965. Saulo discursó ese día, tanto en el culto de la mañana como en el culto de la tarde en la iglesia y en la presencia del Pastor Joseph. Una onda de arrepentimiento barrió toda la congregación. Al llamamiento del joven discípulo de Cristo, muchos vinieron al frente y se entregaron para el servicio de Cristo. Y fue así que el grupo 1 fue formado. Saulo escogió veintitrés jóvenes nativos para que trabajen con él.

Cuando el grupo partió, comenzaron a predicar por toda isla. Dondequiera que esos jóvenes discípulos pasaban, muchas personas se convertían y algunas eran sanadas. El Espíritu Santo había distribuido dones específicos a este grupo: predicar el evangelio, autoridad para sanidad y don de profetizar.

El Pastor Joseph relató que en una cierta ciudad sólo, cerca de 700 personas habían sido sanadas de sus enfermedades a través de la oración e imposición de manos. Aquí se siguen algunos ejemplos. Una vez, encontraron a un hombre paralítico y después de que le habían mostrado el camino para Cristo y él hubo confesado sus pecados, oraron por él y la sanidad fue instantánea. Durante uno de los cultos, un niño se cayó de donde estaba y se quedó inconsciente. Saulo, el líder del grupo, fue llamado al lugar. Después de haber orado por el niño, él recuperó la conciencia inmediatamente. Pero, el próximo ejemplo es aún más destacado.

El grupo había predicado en una iglesia de las ocho a las quince horas. Una de las características de los avivamientos, es que las personas pierden la conciencia del tiempo cuando se encuentran bajo la influencia de la palabra de Dios ministrada por el Espíritu Santo. Mientras transcurría el culto, un muchacho de nueve años de edad tuvo un colapso y cayó muerto. Su madre corrió por Saulo y le contó lo que pasó. “Nosotros necesitamos terminar la reunión primero. Oraremos por él sólo después de que el culto haya terminado”, dijo Saulo. El muchacho había muerto sólo dos horas después del inicio del culto y sólo 5 horas después de que Saulo fue a ver al niño. Al llegar cerca de él, comenzó a orar. Fue entonces que el Señor le susurró audiblemente: “Sopla en la boca del niño y en su nariz colocando tu mano sobre la suya”. Saulo obedeció inmediatamente. Después de quince minutos el niño se movió. Pero, no fue antes de que hubiese pasado un buen tiempo que él recuperó la conciencia. Llevando al niño con él, Saulo lo presentó a la congregación y todos dieron gracias a Dios reverentemente y en temor. Como resultado de aquel milagro, muchos allí presentes se convirtieron.

Conozco muchos de los argumentos científicos que crean ciertas objeciones en las mentes de las personas. Una de las objeciones que puede ser colocada, era que el chico no estaba realmente muerto y sólo inconsciente o paralizado. Pero, aún así habría sido un caso de sanidad real.

Antes de yo hubiese testificado estas cosas con mis propios ojos y oídos, también dudaba de los relatos que llegaron hasta mí, venidos del área del avivamiento. Pero, hoy no tengo ninguna duda sobre lo que está aconteciendo allí, pues yo personalmente conversé con todos los líderes, también con Saulo y muchos otros líderes de varios grupos que Dios estaba usando. Era realmente el Señor Jesús en persona que estaba operando allí.

El aspecto más importante del grupo 1, me fue relatado por el Pastor Joseph. En las dos semanas que el grupo estuvo trabajando en la ciudad de N., cerca de nueve mil personas se habían convertido. Esto es de aquellos tipos de números que fácilmente asociamos a los hechos de los apóstoles: Tres mil se convirtieron el día de Pentecostés, cinco mil unos días después. Es motivador saber que el poder del Espíritu Santo no disminuyó ni se enflaqueció desde que fue derramado en Pentecostés, 2000 años atrás. Ese es uno de los argumentos de los cristianos actuales, pues afirman que aquello no se repite. Tenemos que estar ciertos que, bajo la luz que el Espíritu Santo nos viene dando a través de su poder, que su venida se aproxima muy rápidamente. Todas las conversiones que acabamos de mencionar fueron acompañadas de una poderosa limpieza de las vidas, de la cual difícilmente tendremos palabras para describirlas aquí. Amuletos eran quemados, bienes robados eran devueltos a sus dueños con confesión, peleas antiguas eran desenterradas y resueltas también a través de pedidos de perdón y muchos miles de personas eran sanadas.

Acontecimientos como estos deberían llevar los evangelistas actuales y los misioneros esparcidos por el mundo a mirar muy bien sus propias vidas, examinando profundamente sus corazones y hallando los motivos porque Dios no opera así a través de ellos. ¿Querido compañero, como es que su ministerio queda si lo comparamos con la obra de este pequeño grupo de personas sin ninguna formación? El Señor Jesús me llamó y tomó mi vida el año 1930. El día siguiente a mi conversión, salí evangelizando y contando a mis amigos en la escuela todo sobre mi fe en Cristo. Como resultado, un buen número de ellos se convirtieron. Y, en realidad, fue allí que mi ministerio de consejería e intercesión comenzó. Hoy, se cuentan 39 años pasados desde entonces. Mirando hacia atrás y mis apuntes, creo haber predicado en más de 800 iglesias en más de cien países en todo el mundo. Debo haber aconsejado personalmente a cerca de 20.000 personas. Pero, a pesar de todo esto, nunca durante esos 39 años de trabajo conseguí traer a 9.000 personas a Dios.

Pero, ese número fue el resultado de dos semanas de trabajo del grupo 1. Ciertamente que es decir el cumplimiento de las siguientes palabras: “Los últimos serán los primeros”. Cuán insignificantes parecen ser nuestras labores evangelísticas cuando colocadas ante la luz de todo aquello que Dios está haciendo a través de discípulos sin nombre y desconocidos en Indonesia hoy. Podemos asegurar que el Señor no necesita de ninguno de aquellos que, debido a su prejuicio, imaginan ser algo. “Si no que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte”, 1 Corintios 1:27. La aureola de los predicadores famosos no tendrá ningún brillo cuando colocados ante la grandeza de muchos de los hombres santos anónimos que vemos aquí. Solamente aquellos que aseguran su propio prestigio para que no cese, fallan no concordando con el hecho de que sus palabras de grandeza y de jactancia, un día serán barridas de la presencia santa del Espíritu de Dios.


XV. EL FUEGO SE ESPARCE AÚN MÁS

 

Nosotros aún no hablamos nada sobre los métodos usados por los diferentes grupos de la obra de evangelización. Por norma, limitan sus misiones a algunas semanas cada vez. Después de esas campañas, todos los participantes de los grupos vuelven a sus ocupaciones normales. La única excepción es el grupo 1, el cual mantuvo una campaña durante varios meses.

Uno de los problemas que colocados normalmente delante de los jóvenes, eran las clases. Muchos de ellos dejaban la escuela de lado por un tiempo, volviendo sólo después del término de su misión. Los profesores hacían ciertos exámenes especiales a los que faltaban para que verificar si podrían continuar en la misma serie después del retorno. Pero, hasta en esto Dios andaba con ellos. Ninguno de los participantes del grupo reprobaba. Esto, también, manifestaba la manera especial en la cual el Señor los bendecía. Vamos, ahora, a acompañar a uno de los grupos en uno de sus viajes de campaña para que veamos mejor lo que el Señor hace a través y a favor de ellos. Los relatos que tengo fueron suministrados por varias fuentes, incluyendo muchas conversaciones individuales con los líderes de los grupos y con El Sr. Klein, un misionero del área. Por orden de importancia, llegaron hasta mí, también, informes del sínodo central de la Iglesia Presbiteriana en Timor.

También tengo en mi posesión relatos fidedignos de David Simeon y de Pak Elias, los cuales trabajaron intensamente en esta isla. Los hechos delante de nosotros fueron confirmados por muchos testigos fidedignos. Es importante realzar esto porque, los eventos que vamos a describir aquí, son muy maravillosos y muy poco usuales en cualquier iglesia occidental y habrá siempre una cierta dificultad en creer en ellos, aún pesando el hecho de que nada de esto sea diferente de todo aquello que viene relatado en el libro de los Hechos de los Apóstoles en el cual los creyentes occidentales dicen creer. Aquellos que realmente creen en las Escrituras no tendrán ninguna dificultad en creer en la verdad y en la veracidad de estos hechos que vamos aquí a relatar resumidamente. Vamos, entonces, a ver la obra de los varios grupos y oír lo que el Señor tiene para decirnos a través de esos misioneros principiantes y sin formación que Dios usa poderosamente.

 

El Grupo Uno

 

La particularidad de este grupo existe en el hecho de que, durante sus misiones, algunas veces eran vistas llamas de fuego descender sobre los locales y sobre las iglesias donde predicaban, como aconteció con las lenguas de fuego sobre los Apóstoles. Los testimonios de este grupo resultaron siempre en una incomparable, tremenda y profunda limpieza de todas las congregaciones por donde pasaban. Los borrachos abandonaban el vicio inmediatamente allí, ladrones devolvían los bienes robados que aún poseían y los hechiceros traían sus pecados y amuletos para que los confiesen y quemen públicamente.

Este grupo operaba inicialmente entre una tribu católica de la isla y muchos de los nativos fueron verdaderamente convertidos a Cristo. Fue entonces que surgió la pregunta por primera vez si ese grupo debería pasar la frontera para el lado portugués de la isla y evangelizar a los nativos que pertenecían a Timor portuguesa. Los nativos de ambos lados de la frontera hablan el mismo idioma, pero pertenecían a países diferentes. ¿Qué es lo que los cristianos deberían hacer?

Antes de sus conversiones, los nativos occidentales de la isla cruzaban la frontera para robar ganado. Cuando el avivamiento llegó allí, sin embargo, dejó de haber robos de vacas. En vez de eso, comenzaron a cruzar la frontera para “robar” almas para Cristo. Un Cristiano que viva por la letra de la regla puede argumentar y decir: “Esto no está de acuerdo con las Escrituras. Necesitamos respetar y reconocer los límites de las naciones y las fronteras”. A ellos yo les pregunto: “¿Quién es que decidió donde esas líneas de la frontera caerían? ¿No fue a través de decisiones arbitrarias de los poderes colonialistas cuyo único objetivo era poseer la mayor cantidad de tierra posible? ¿Qué tipo de crimen sería para los nativos cruzar la frontera para conquistar almas para Cristo?”

Otra objeción sería: “Pero ¿porqué razón los grupos no intentaban adquirir visas legalmente y cumplir con todos los procedimientos legales para entrar en Timor oriental?” La respuesta es la siguiente: “Si siguieran las vías humanamente legales para hacer el trabajo de Dios, nunca conseguirían hacer la obra que hicieron porque las autoridades legales del otro lado de la isla eran ferozmente católicas. En la verdad, son católicos tan aferrados que llegaron informes hasta nosotros de misioneros protestantes asesinados en aquella área”. Un misionero protestante que fortuitamente consiguió una visa de entrada, fue generosamente pedido para abandonar el país en un avión ofrecido por la propia Iglesia Católica para que saliera inmediatamente. Sería esperar mucho que las autoridades ecuménicas permitieran la evangelización de Timor Oriental.

Yo no puedo creer que Dios, algún día, culpará a cualquiera de estos misioneros nativos por el hecho de que hayan cruzado una frontera sin visa, llevados por su celo y amor abnegado por Cristo y por las almas por quienes Él murió. No podemos olvidar que todos los católicos en la parte oriental de la isla no son en nada peores o mejores que los protestantes de la parte occidental antes del avivamiento. Ambos negaban a Cristo. El corazón del hombre es igual en todos lados, fuera la doctrina católica o protestante que hubiera tomado posesión de esos respectivos corazones. Fuera cual fuera la bandera o estandarte, el corazón era dominado por el pecado.

 

Las Provisiones de los Grupos

 

Nadie consigue mirar hacia el nacimiento y el desarrollo de los grupos sin quedarse maravillado. Practican literalmente aquello que Jesús dijo en Lucas 10:4 – “No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado por el camino”. Los grupos salían o sin provisiones o, entonces, con sólo lo necesario para las primeras horas de cada viaje. ¿Quién providenciaría sus necesidades? ¿Será que nos olvidamos fácilmente de la experiencia y de la contabilidad matemática del hermano Dan?

Una vez, el Señor había escogido a dos parejas para que trabajen para él. El esposo de la primera pareja preguntó: “¿Señor quien es que providenciará para nosotros?” Como respuesta el Señor respondió: “Tu esposa necesita ayunar catorce días de un modo que yo le mostraré a ella personalmente”. La esposa fue obediente y comenzó el ayuno. Después de los primeros siete días le fue dicho: “Toma un coco y una banana. Bebe solamente la mitad del agua del coco y come la mitad de la banana. Coloca la otra mitad de la banana y el resto del agua del coco de lado para más tarde”. Ella obedeció. Después de que habían pasado los catorce días, el Señor le dijo: “Ve a ver lo que pasa con el agua de coco y con la banana y verifica si aún están frescos”. Para admiración de ellos, hallaron tanto la banana como el agua de coco en estado fresco. Habían estado allí siete días. En los trópicos, cualquier tipo de fruta se estropea en menos de un día cuando están descortezados.

En cuanto a la mujer en cuestión, a pesar de haber ayunado catorce días, no sentía ningún tipo de extenuación siquiera. A través de esta señal el Señor hizo saber a esa pareja que él los mantendría vivos de todas maneras y con cualquier porción de comida, fuera ella mucha o poca. Las dos parejas se unieron y formaron el grupo tres. Fue así que partieron para una misión específica de evangelización.

Las experiencias del grupo treinta y uno también ilustran de forma práctica y el modo que Dios providencialmente atendía a las cuestiones y provisiones diarias. Una vez, cuando este grupo se encontraba trabajando en una cierta villa y cuando estaban para ir, aunque, les fueron dadas 9 bananas para el camino. Sin embargo, el grupo tenía 15 miembros. Más tarde cuando pararon para distribuir las bananas entre sí, cada uno recibió una. Yo percibo que, para un teólogo racionalista, esto sea demasiado y una historia como esta se hace (para él) imposible de creer. Pero, bastará que tan sólo pensáramos en lo que leemos en el nuevo testamento, donde cinco panes y dos peces llegaron para satisfacer las necesidades de más de 5.000 personas (Mateo 14:19). Es el mismo Dios quien procuró las necesidades de sus hijos. Él aún es el mismo hoy y existe verdaderamente.

Este grupo experimentó y vivió un milagro semejante en otra de sus misiones. Se quedaron en una casa de una pareja que tenía un hijo a las puertas de la muerte. Cuando el padre se arrepintió de sus pecados y acabó de confesarlos, el niño fue instantáneamente sanado. Pero, antes de que el grupo partiera, la familia en cuestión les imploró que se quedaran para una comida compuesta de arroz y carne. En la verdad, tendrían mucha dificultad en providenciar comida que bastara para satisfacer los estómagos de 20 personas. El grupo había, sin embargo, crecido porque algunos presbíteros de las iglesias locales se habían juntado a ellos. Pero, el Señor no dejó de contemplar esta familia. Dios habló a los miembros del grupo para que se sirvieran sólo con dos cucharas de arroz cada uno y dos pedacitos de carne. Conforme el arroz iba siendo servido, todos los allí presentes mueven una mano apareciendo sobre la comida bendiciéndola y todos salieron de allí con estómago lleno.

Otro nativo, Barnabé, también experimentó algo muy semejante. Él tiene treinta y dos años de edad y es el líder del grupo cuatro, el cual es compuesto por cinco otros colaboradores. El día 10 de febrero de 1968, el Señor lo mandó a ir a una villa que quedaba cerca de 75 Km de Soe. Él debería predicar el evangelio allá. El Señor le dijo: “No lleves ninguna comida contigo ni agua. No descanses hasta que hayas llegado a la villa”. Sin duda que eso sería una enorme prueba para él, pues no podemos olvidar que Timor es una isla en los trópicos; y 75 Km es mucho más que aquello que alguien pueda caminar en sólo un día. Sin embargo, Barnabé fue obediente y partió de inmediato. Más tarde, cuando comenzó a ser vencido por el hambre y la sed, él imploró al Señor que le diese cualquier cosa para refrescarse. En aquel mismo instante una brisa fresca sopló y un tamarindo se desprendió en dirección a él. Él lo atrapó en el aire. Pero, en vez de comerlo inmediatamente, preguntó al Señor: “¿Señor Jesús, esta fruta es para mí o es para que yo lo de a alguien en la villa para donde voy?” Jesús respondió: “Es para ti”. Después de haber dado gracias Barnabé comió la fruta. Era muy dulce y muy jugosa y tanto su hambre como su sed no volvieron hasta haber llegado a su destino.

Esta historia también puede manifestarnos que el mismo Dios que providenciaba el maná en el desierto donde no había nada, aquel Dios que mandaba los cuervos providenciar carne para Elias, aún está vivo hoy. Pero, esas experiencias maravillosas no pueden, colocarnos en la senda de que busquemos que milagros sean hechos. La cosa más importante que nos puede acontecer, no son los milagros que aquí son relatados, pero es antes la vida salvadora de Cristo que nos quita de la muerte y nos hace vivir para Él. Nuestro antojo no debe ser aguzado a través de esos milagros para no causar sensacionalismos de ninguna especie. Debemos, sólo, esforzarnos para obtener un conocimiento real y completo de Cristo y una experiencia adecuada y personal con el propio Señor Jesucristo . Esos milagros de las provisiones que el Señor concedió, sirven sólo para ilustrar y demostrar que el Señor, de hecho, acepta la responsabilidad de cuidar de aquellos que Él aún envía para que salgan y prediquen el evangelio por todo el mundo.

(*Nota del traductor: Nótese que, todos los milagros eran de autoría de Dios y ninguna de las personas buscó anticipadamente nada de lo que se hizo).

La verdad sea dicha: el número de seguidores que llevan el evangelio sobre sus hombros y sus corazones, se hizo muy grande. El primero año sólo, 72 de estos grupos salieron cada uno para su lado. Como cada grupo consiste de 4 a 28 miembros, esto significa que cerca de 1.000 mensajeros del evangelio trabajan incesantemente en esta isla. Todos ellos viajan sin bolsa, sin provisiones, sin seguridad y aún sin lugar para dormir. No hacían planes antes de partir, no preguntaban como serían aprovisionados, basando su confianza íntegramente en las promesas y en las directivas anticipadas del Señor. ¿No es esto un testimonio tremendo para todos nosotros? ¿No será esto, también, un desafío para aquellas iglesias que se dicen vivas, para que dejen de pretender y simular la realidad de Dios? ¿Necesitan fingir? ¿No será este un ejemplo a seguir para la iglesia moribunda del mundo occidental, la cual tiene muy poco de semejante con los hermanos nativos y sin formación de Indonesia?

 

Los Ciegos Ven

 

En Mateo 11 leemos la historia de donde Juan el Bautista envió a sus discípulos para preguntarle si sería Él, aquel que debería venir. Jesús respondiendo dijo: “Los ciegos ven, los paralíticos andan, los leprosos son limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres es predicado el evangelio del Reino”.

Durante el tiempo de vida de Jesús aquí en la tierra, el mundo experimentó el mayor avivamiento de siempre hasta aquel momento. Pero, siempre que la iglesia experimentó un avivamiento a través de los siglos, su historia refleja sólo los eventos relatados en los Evangelios y en los Hechos de los Apóstoles. Aquello que está aconteciendo en Indonesia actualmente es una repetición de los Hechos de los Apóstoles. Pero, a cualquiera que tenga tiempo y disponibilidad para comparar un avivamiento con el otro sobriamente, concluirá, con mucha alegría, que este avivamiento actual en Indonesia es el más parecido que existe con aquel que hubo en la era inicial del Nuevo Testamento. Probablemente, no debe haber otro avivamiento en la historia de la iglesia que más se asemeje al libro de los Hechos de los Apóstoles.

Vamos a hablar un poco sobre el trabajo de los grupos, también a ese respecto. Las experiencias del Grupo 48 me son particularmente impresionantes. Impresionan a cualquiera. Su joven líder de 25 años es una chica que no saber leer ni escribir. Se llama Anna. Sus padres ya fallecieron y tanto ella como sus cuatro hermanos y hermanas participan activamente en la propagación del Evangelio puro.

El Señor llamó a Anna a través de las palabras de Mateo 10. Ella no conseguía leer y pidió a alguien que las leyera para ella. Anna es, espiritualmente hablando, uno de los mensajeros con mayor autoridad dentro de este avivamiento. Los primeros dones que recibió del Señor fueron las letras de cuatro himnos que ella aprendió ávidamente, memorizándolos. Siempre que cantaba aquellos mensajes en himno, todos aquellos que escuchaban, se convertían.

Ella es un excelente ejemplo de un misionero “casero” que anda de casa en casa. Todas las personas traen sus amuletos e instrumentos de suerte y de hechicería para que sean destruidos. Ganó del Señor, también, un don especial de profecía el cual revela el pecado de las personas aún enfrente de ellas.

Un día, entró en una casa y encontró allí a una señora ciega. Después de haberle mostrado el camino para Cristo, el Señor mandó a derramarle agua sobre los ojos para que fuera sanada. Ella fue sanada instantáneamente. Animada a través de ese éxito inicial, Anna preguntaba al Señor siempre que encontraba un ciego si podía sanarlo. Pedía poder para hacerlo. Como resultado de esta oración, ella consiguió orar por varias personas y diez de ellas recuperaron su visión. Pero, la sanidad sólo se daba cuando las personas habían confesado y dejado todos sus pecados, uno por uno. Son acontecimientos como estos que distinguen el avivamiento de aquel movimiento de sanidad que precedió esta gran obra del Señor. En cada caso de sanidad, era una obligatoriedad la salvación de la persona en cuestión y la confesión minuciosa de todos los pecados, antes de todo. La condición espiritual de cada alma tenía el énfasis correcto por encima de la sanidad física. Fue de esa manera peculiar que el Señor Jesús fue glorificado a los ojos de todos los que eran sanados y de todos aquellos que los conocían. Esta es una de las razones principales porque este avivamiento aún se mantiene floreciendo e intacto. Por eso, también, es una fuente de visión espiritual muy pura y que está de acuerdo con las Escrituras. Es decir lo que Jesús dice ser “creer como las escrituras dicen”, Juan 7:38.

Una vez, Anna conoció a una persona sorda. El Señor le dijo: “Coloca tus dedos en sus oídos e implora por él”. Ella obedeció y el hombre fue sanado allí mismo.

En otras ocasiones, oró por muertos y ellos resucitaron. Pero, necesitamos realzar que ella nunca lo hizo sin que el Señor le hubiese ordenado con antelación que lo hiciera. Nunca tomó la responsabilidad sobre ella misma de tomar tales decisiones arbitrariamente. Una vez, fue guiada, también, a un niño de dos años de edad que había fallecido. Después de la oración, el niño resucitó tal y cual la hija de Jairo muchos años atrás.

La vida particular de Anna y, consecuentemente, su ministerio es un ejemplo muy vivo y motivador de como una vida debe y puede ser direccionada sólo por el Señor. Ella sólo va hacia lugares donde el Señor la haya enviado. Tomando en cuenta que ella es una persona analfabeta, podemos creer que algunas de las tareas que el Señor le da no son fáciles de cumplir. Ella fue la encargada de visitar escuelas, representantes del gobierno y también de ir a hablar a pastores sobre los pecados de ellos. Dondequiera que ella vaya, el Señor tiene siempre preparado un lugar para ella posar. Rechaza dormir en un colchón y no usa almohada, prefiriendo dormir en el suelo. Cada noche, el Señor le da todas las tareas del día siguiente. Ella vive un día cada vez. En 1967, el Señor le dio el nombre de un misionero que visitaría su isla. El día que ese misionero llegó, él se quedó perplejo cuando Anna lo saludó llamándolo por su nombre.

Una de las tareas más difíciles que el Señor le dio para hacer, fue el día 10 de febrero de 1968. El Señor le dijo: “Ve a las oficinas del gobierno y da testimonio de Mí allá”. Ella fue obediente. Todos los gobernantes del área oyeron el mensaje de la visitante analfabeta y 20 hombres se convirtieron.

Más o menos por esta altura, fue mandada por Dios a visitar a un ministro del evangelio cuyos hijos se estaban siempre enfermando. En una visión antes de su visita, ella vio una espada de dos filos. Llegando al local, vio la misma espada colgada en la casa del ministro. Se encontraba allí desde el tiempo de los holandeses y tenía una historia de hechicería y ocultismo detrás de ella. Ella dijo al pastor que la espada necesitaba ser destruida inmediatamente. Después de su destrucción, los niños se quedaron permanentemente sanados.

Anna no es la única persona siendo usada por el Señor de este modo. Muchos de los miembros de todos los grupos tienen experiencias semejantes y similares en su obra de evangelización. Podemos ilustrar este hecho con sólo dos ejemplos los cuales están bien comprobados, debido al hecho de muchos pastores que han estado presentes en ambas ocasiones. La primera ocurrencia fue escrita por un pastor que está activamente envuelto en la obra del Señor.

En uno de los cultos de Timor y en el cual estaban tres pastores, uno de los cuáles era una mujer y otro era el presidente del sínodo presbiteriano, un hombre de 58 años de edad fue instantáneamente sanado a través de oración. El ciego en cuestión se quedó aterrado cuando descubrió que conseguía ver. Él no sabía como reaccionar a lo que le estaba aconteciendo. Fue preciso que uno de los presbíteros de la iglesia le diese órdenes específicas para que supiera que hacer. No sabía como adaptarse a la visión. Lanza afuera tu vara y anda hasta aquí sin ella. El hombre obedeció y la pastora allí presente, mirando todo aquello, comenzó a dudar de toda aquella ocurrencia. “El hombre está mintiendo. Él nunca fue ciego.” En aquel mismo momento, la mano pesada del Señor cayó sobre ella y tan rápido cuanto fue sanado el hombre, fue la ceguera de ella. Ella se quedó ciega delante de las personas. Existe una historia que tiene algo semejante que está en Hechos 13:11 donde el Elimas, el hechicero, se quedó ciego por oponerse a Pablo.

En el avivamiento en Indonesia encontramos muchos acontecimientos con semejanzas en el Antiguo y Nuevo Testamento. Así que el moderador del sínodo de la iglesia oyó hablar de la ceguera de la pastora, él preguntó: “¿Quién fue el responsable por aquello que le aconteció?” Nadie consiguió responderle. En la verdad, el Señor era el responsable por aquel hecho. Durante tres días, la señora permaneció ciega debido a aquella actitud crítica en su corazón y de la cual nadie sabía. Durante esos tres días, muchos creyentes se reunían para orar por ella sin ningún éxito. Pero, después de que pasaron tres días, ella confesó su pecado abiertamente y todos supieron porque se quedó ciega. Así que se arrepintió, recuperó la visión.

Vamos a terminar con más un caso, en el cual una persona fue sanada de ceguera. El hombre en cuestión tenía 46 años de edad y era ciego de nacimiento, o por lo menos desde su infancia. Enfermedades de este tipo son muy comunes en China y otros países asiáticos. Después de que uno de los miembros del grupo le mostró el camino para Cristo, siguiendo los mismos criterios de confesión de pecado, oró por él imponiéndole las manos. Con ese hecho, los párpados del hombre se abrieron de pronto y derramaron algo de sangre. Inmediatamente después de eso, el hombre conseguía ver. Pero, se quedó bastante confundido con todo a su vuelta, pues él no tenía ningún recuerdo de haber visto alguna cosa en toda su vida. Una vez más, realzo aquí que esta historia me fue narrada y confirmada por un pastor presente cuando todo aconteció y lo cual me garantizó ser un caso verdadero.

Debido al hecho de que nos olvidamos fácilmente de ciertas cosas, voy aquí a recordar a todos una cosa muy importante: si Jesús consigue abrir los ojos espirituales de alguien, cuyo hecho es de tanta mayor importancia y de mayor dificultad que ser operado, no nos podemos admirar que Él consiga sanar a alguien con una enfermedad meramente física – aunque sea ceguera. Nunca debemos retirar el énfasis que las Escrituras dan sobre la verdad y sobre Cristo, para colocarla en ocurrencias maravillosas como estas que están pasando en Indonesia actualmente. Jesús es muy mayor y mucho más importante que todos los milagros en conjunto que fueron hechos y que aún podrán ser hechos en Su nombre. Pero, podemos regocijarnos un poco con esta forma que Dios escogió para glorificarse.

 

Los Muertos son Resucitados

 

Nosotros ya hablamos aquí de un caso donde una persona fue resucitada de la muerte a través del ministerio del grupo 1. Existe un grupo en particular, sin embargo, que se destaca a través de las experiencias de esta naturaleza. El líder de este grupo es conocido como la mamá Sharon.

Tal como Anna, ella no sabía leer ni escribir. Un día, el Señor le apareció vestido en una túnica blanca y resplandeciente y le comunicó: “Te llamé para que vayas a predicar el evangelio”. Yo estoy imaginando las objeciones en las cabezas de los teólogos contra este curso de acontecimientos. Consigo verlos preguntar: “¿Por qué razones necesitan de visiones como éstas? ¿Nuestra fe no debe estar basada sólo en la Palabra de Dios?” Yo concuerdo que debemos depender solamente de la palabra de Dios y hasta podría concordar que un soberano Dios siguiera los consejos de un teólogo. Pero, déjenme preguntar: ¿cómo es que el Señor se revela a través de las Escrituras a una persona que no sabe leer y no sabe sí la Biblia esta para bajo o para encima?

Es de esperar que, en situaciones de esas y en casos específicos como este, los medios que Dios usa, sean los más adecuados para tal persona, aún siendo poco comunes para nosotros. Y además, ¿desde cuando es que Dios necesita de autorización y de la concordancia de los teólogos para manifestarse personalmente a alguien y transmitirle su voluntad? Si Dios fuera obligado a pedir la concordancia de los líderes del cristianismo actual, tengo la certeza que la desgracia de este mundo sería aún más evidente que aquello que ya es. Cuando el Señor se manifestó a esta mujer analfabeta, ella respondió casi como respondió Jeremías: “Señor yo no sé predicar no tengo ninguna educación o formación. Nunca entendí la Biblia”. Pero, el Señor superó todas sus objeciones. Después de haber formado un grupo con tres personas más, ella salió para dar testimonio de la palabra de Dios y por el camino aprovechaba para orar por los enfermos también. Los frutos de su trabajo eran visibles y destacados. Un gran número de personas llegó a ser resucitado de los muertos a través de su ministerio.

En uno de los primeros casos, lo cual fue investigado y confirmado por Pak Elias en el local donde ocurrió, conversó con la propia madre cuyo niño fuera traído de vuelta a la vida. El niño había muerto seis horas antes de que mamá Sharon hubiese llegado al local. Después de que alguien había leído una porción de las Escrituras, mamá Sharon oró por el niño y, así fue que abrió los ojos después de la oración, la vida del niño le fue restituida.

Otra ocurrencia fue confirmada en terreno por el misionero Sr. Klein. Un niño había estado muerto durante dos días. Las hormigas ya andaban por el lado de adentro de sus órbitas y su cuerpo estaba podrido. Pero, los padres rechazaron enterrar el niño el primer día, conforme es hábito en las regiones tropicales, No lo enterraron porque resolvieron llamar a mamá Sharon. Ella sólo llegó al local dos días después. En breves momentos, la vida del niño fue restituida.

Fuimos colocados delante de testimonios de tres grupos diferentes. El primer grupo experimentó milagros de muertos que eran resucitados en la ciudad de N. los otros dos grupos experimentaron los milagros concluidos por dos mujeres analfabetas, Anna y mamá Sharon.

Para una cuarto testigo de que los muertos eran resucitados, podemos volvernos para un pastor evangélico, el cual también es un hijo de Timor. Él me relató la historia de dos personas que vivían en una isla vecina, los cuales después de haber muerto, fueron llevados hacia el hospital local donde habían sido pacientes anteriormente. Después de la oración ambos volvieron a vivir.

Es esencial e importante acentuar aquí que la resurrección espiritual de alguien significa mucho más para esa persona que miles de milagros que puedan ocurrir durante su vida entera. Es seguramente más importante que resucitar de los muertos. En Lucas 15:24, leemos así: “Este es mi hijo que estaba muerto y revivió”. La conversión espiritual y el renacimiento interior de cualquier persona tienen una mayor importancia para ella que una resurrección física. Debemos acordarnos siempre de este hecho, para que no resulte que las obras que Dios hace, no sean halladas operando contra Él y que los milagros conseguidos en una área de avivamiento no lleguen a perturbar mínimamente nuestro crecimiento espiritual, pero preferentemente animarlo. De otro modo, estaremos trillando los falsos caminos de la apariencia religiosa.


XVI. MILAGROS

 

Los milagros no son las finalidades de lo que hacemos. Ellos pueden ser el medio. Sirven sólo como placas de señalización apuntando hacia el Mesías que los ejecuta. Nunca los milagros fueron la cosa más importante y el objetivo a alcanzar. Son objetos de importancia secundaria. Existen, también, para que confirmen la palabra de Dios en algunas circunstancias. En el fin del evangelio de Marcos leemos así: “El Señor operó a través de ellos confirmando su mensaje a través de señales que los acompañaban”. La predicación del evangelio es de importancia vital. Cualquiera que tenga intención de construir su vida evangélica sobre milagros de cualquier naturaleza, se hace presa fácil del extremismo y será guiada hacia un desierto sequísimo su alma y para una pobreza interior sin precedentes. La palabra del Señor es el fundamento de nuestro pan diario. Los milagros no son nuestro pan diario, son la excepción: son señales colocadas ocasionalmente en nuestro camino. Durante épocas de avivamiento, toda la cuestión y la doctrina relacionada con todas las formas de milagros se hacen, sin embargo, tema de grandes investigaciones y discusiones porque impresionan al pueblo. En el caso de Indonesia, no hubo excepción, pues, allí acontecieron cosas maravillosas y poco comunes. Pero, cada milagro que allí ocurrió, tiene fundamento bíblico y podemos hallar una semejanza para todos ellos en las páginas de la Biblia.

Ester es líder del Grupo 17. Este grupo tiene 15 miembros, incluyendo Ester. Un día, el Señor le habló: “Ve para Rote”. Ella arrendó un barco de inmediato, el cual pertenecía a un musulmán. A camino de Rote, una fuerte tempestad surgió en el mar. El musulmán, desesperado, les dijo: “Si vuestro Dios oye vuestras oraciones y calma el mar, yo entregaré mi vida a Él”. El grupo se arrodilló, orando y, escasos minutos después, el mar estaba tan tranquilo que ni una brisa soplaba. El musulmán se convirtió luego allí. Más tarde, cambió el nombre de su barco a ‘Vida Nueva’. Para Dios, cualquier cosa es posible. El mismo Jesús que calmó el mar de la Galilea (Mateo 14), aún vive hoy – del mismo modo.

El Grupo 49 operaba entre una tribu de adoradores del sol. Cuando estaban haciendo un culto en uno de los edificios, la lluvia comenzó a caer torrencialmente. De pronto, aquella lluvia torrencial paró y el sol comenzó a brillar muy fuerte. En aquel preciso momento, todo el grupo vio a Jesús en los cielos colocándose por encima del sol. Todos corrieron para fuera para ver aquella visión. Usando la oportunidad que surgió con la visión como parábola, la cual fue testificada por muchas personas en plena luz del día, comenzaron a predicar: “El Señor Jesús es mayor que el sol, pues fue Él quien creó el sol con sus propias manos. Necesitan adorar al Creador y no aquello que Él creó”. Como resultado de esta predicación, cerca de 20 adoradores de sol se convirtieron a Jesús. Cuando lo acontecido fue relatado en una villa vecina, en ese mismo instante, varias personas enfermas se quedaron instantáneamente sanadas. ¿No nos debemos acordar, aquí, de aquella visión de Apocalipsis 1, donde Jesús apareció a Juan y está escrito “Su faz brillaba como el sol en su fuerza?”

El Señor, no sólo suministra las provisiones de los mensajeros que envía, pero también les hace compañía en el viaje. El Grupo 31, el cual era liderado por el Pastor Gideão, casi siempre viaja a pie durante la noche. Por la altura de la luna nueva, las noches en los trópicos pueden hacerse aterradoramente muy oscuras. Debido a ese hecho, el Señor ocasionalmente iba delante de ellos en forma de luz, tal y cual él hacía cuando acompañaba a los hijos de Israel por el desierto. También, cuando llovía, el grupo no se mojaba. La lluvia caía de un lado y del otro del camino, pero, ni una gota caía en el camino donde ellos pasaban. Yo ya oí hablar de experiencias semejantes en otros campos misioneros. En mi libro ‘Nombre por encima de todos los nombres’, existe un relato de una ocurrencia similar, la cual envolvió a un cristiano esquimal, Hester Egak.

El Grupo 47, también experimentó esa luz-maravilla en varias ocasiones. Una noche, les fue dicho que fueran a una ciudad de nombre N. De inicio, intentaron arrendar un auto, pero, el dueño del auto que era musulmán, no quiso arrendar su vehículo a ellos después de descubrir quienes eran. Decidieron ir a pie, siendo obedientes al Señor de todas maneras. Cuando ya iban en camino, de pronto, el Señor les dijo que paren y que oren. Ellos obedecieron instantáneamente. Inmediatamente, se aproximó un auto que iba en la misma dirección que ellos y consiguieron alcanzar la villa siguiente. En esa noche, el director de la escuela les procuró donde dormir. Era un cuarto muy oscuro y sin luz. Pero, a pesar de eso, el cuarto estaba siendo iluminado misteriosamente por el Señor Jesús de forma sobrenatural. El día siguiente, continuaron su viaje. En la villa siguiente no había ninguna iluminación dentro de la iglesia. También esta vez, el Señor iluminó toda la iglesia para ellos.

Nosotros tenemos aquí un milagro parecido con aquel descrito en Hechos 12, donde la celda en que Pedro se encontraba fue milagrosamente iluminada por la aparición de un ángel. También, en Apocalipsis 22, leemos así: “Ya no existirá noche; ya no necesitaron de la luz del sol porque el Señor su Dios será su luz eternamente”.

Esas señales envolviendo luz, son simples demostraciones de la presencia del Señor y del hecho de que Él es nuestra luz. También nos dan una pequeña prueba de cómo Él, un día, será nuestra luz eternamente. Todos aquellos que se familiarizaron con el reino de Dios, nunca creerán que uno de estos milagros sea algo fuera de lo común o que se refieran a ellos como señales o milagros. Son cosas simplemente naturales en Dios y no tienen nada de absurdo en ellas. Nosotros, simplemente, concluimos a través de estos hechos, que el Creador usa su creación para servir a sus propósitos. El universo contiene en él aún, muchas más posibilidades de uso que aquellas que podamos imaginar. Es un hecho que la era de investigación nuclear viene haciendo nuevos descubrimientos cada día que pasa. Pero, cualquier científico está capacitado para descubrir solamente lo que ya existe y fue implantado dentro de la creación de Dios.

Algunos de los milagros de ese avivamiento en Indonesia pueden, de inicio, parecernos un poco extraños y extravagantes. Pero, aún así, no creo que sean así tan poco familiares para mí. Muchas veces, me pregunté a mí mismo acerca de ciertos fenómenos que ocurren bajo la tutela del ocultismo y de la hechicería y cual serían sus contra-semejanzas bíblicas, porque, en la verdad, muchos milagros satánicos son imitaciones de los milagros de Dios. Fue lo que aconteció con Jambres y Janes en el Egipto (2 Timoteo 3:8), cuando imitaron a Moisés. En Japón, por ejemplo, existen unos sacerdotes Shinto que practican la levitación. Ellos son capaces de desaparecer de lo más alto de una montaña y aparecer diez minutos después en otra montaña cerca de 22 Km de allí. Me fueron narrados, muchas veces, los increíbles hechos de los aborígenes en Australia. Cuentan acerca de ellos, por ejemplo, que ciertos miembros de determinadas tribus son capaces de correr de una costa de Australia hasta la otra en cuatro días. Humanamente hablando, es decir una cosa imposible de realizarse, porque tendrían que caminar cerca de novecientos kilómetros por día. Entre los tibetanos y algunos pueblos de Haití, se oye hablar de los fenómenos que se llaman ‘Navegando en el Viento’. Es decir, una forma de hechicería que capacita a ciertas personas con poderes ocultos a que viajen distancias muy largas en un corto espacio de tiempo. Pero, todas esas cosas no dejan de ser realizadas a través de poderes satánicos. Los poderes que las envuelven son fatales para el alma humana.

Estos tipos de fenómenos tienen paralelo en las Escrituras y, en la verdad, leemos de algunos acontecimientos en la Biblia con efectos parecidos, los cuales se hallan en una dimensión completamente opuesta y bendecida. Como ejemplo, Enoc fue trasladado y Elias fue llevado hacia el cielo en un remolino. En Hechos de los Apóstoles leemos que Felipe fue transportado por el Espíritu de Dios y, también leemos en el Nuevo Testamento, sobre el ascenso de Jesús en el Monte de los Olivos. En cada caso específico, podemos encontrar un ejemplo parecido de como Dios venció tanto la gravedad como la distancia a través de su poder.

Vamos ahora a abandonar esta larga introducción para que nos movamos hacia un milagro que fue experimentado por el Grupo 47. El grupo fue mandado por Dios para ir a predicar el evangelio en una cierta villa que estaba cerca de 48 horas de viaje de allí. Partiendo a pie, acabaron por llegar al local en sólo 4 horas. Cuando llegaron allá, encontraron a los nativos todos reunidos completando la iglesia. Pasaron a describir como oyeron un sonido de trompeta venido de las montañas convocándolos para que se reúnan y la población pensaba que era alguien del Grupo 47 avisándolos de su llegada. Pero, ningún miembro del grupo poseía trompeta. Había cerca de 50 personas enfermas dentro de la iglesia y todos ellos se quedaron sanados, incluyendo tres personas que eran sordas de nacimiento. Después sus lenguas se soltaron, comenzaron a producir sonidos audibles.

Con el objetivo de colocar más un pedazo de leña en la hoguera de las dudas de las personas que creen que estamos exagerando con estos relatos, mencionaremos un último ejemplo. La persona que me trajo la historia fue Nathan, un gobernante de distrito que ya había sido líder de un grupo. Nathan me describió que el grupo bajo el liderazgo de Ruth, fue amenazado de muerte por un grupo de soldados. Algún pueblo pagano incitó a los soldados contra el grupo. Cierta noche, el cabo del ejército estaba reunido con sus soldados, maquinando y discutiendo un plan para impedir la obra de los cristianos. Mientras estaban discutiendo sus planes, el grupo en cuestión se reunía en oración en otro local. Conforme estaban orando, algo inesperado aconteció con Ruth. Ella se halló momentáneamente entre los soldados oyendo todos los detalles del plan que discutían contra el grupo que ella lideraba. Pero, los soldados no conseguían verla. Cuando Ruth se halló de vuelta entre los Cristianos, les relató lo que oyó y todo el grupo comenzó a orar instantáneamente para que los soldados tuvieran mucho sueño y se sintieran cansados al punto de abandonar la ejecución de aquello que planeaban. Y aquello que pidieron aconteció de la forma que ellos pidieron. Los soldados fueron vencidos por una gran voluntad de dormir y acabaron dejando de lado los planes y fueron antes para casa a dormir.

La cuestión que aquí se coloca es como debemos mirar hacia este tipo de experiencia a la luz de las Escrituras. De entrada tenemos la historia de los ángeles de Dios que abrieron puertas de prisiones en dos ocasiones: Hechos 5:19 y 12:78. También tenemos la narración de Pablo y de cómo él fue llevado hacia los cielos en 2 Corintios 2:1-4. ¿Será que, a nuestro ver, Dios perdió el modo de hacer estos milagros actualmente? ¿Será que ahora somos solamente hijastros y ya no somos hijos? ¿No será cierto que Jesús es el mismo hoy, ayer y eternamente?

Nosotros no necesitamos de milagros como estos para que seamos salvos. Pero, si Dios escoge esta manera de operar dentro de un avivamiento extraordinario, como es el de Indonesia, no tenemos ningún derecho de hacernos dictadores de Dios o de que dudemos de casos reales. En todo caso, el único origen de las dudas es la confianza que tenemos en nuestra propia comprensión, en la cuál nos apoyamos fácilmente. Confiamos más en nosotros mismos que en un Dios vivo todopoderoso. ¿Será que ya nos olvidamos de como es vivir dentro del mundo de la Biblia? Si fuera ese el caso, no será extraño que estas cosas nos parezcan inauditas. Un día, cuando Dios juzgue a esos nativos analfabetos de Timor se sentarán en la silla del tribunal juzgando el orgullo con el cual cubrimos nuestra inteligencia y formación.

Nuestro intelecto aún será desafiado con más relatos que siguen en este libro. Los cultos de santa-cena en una área de avivamiento son muy participados. La naturaleza del hambre por la Palabra y la naturaleza de los acontecimientos provoca una gran participación de todas las personas. Conforme ya mencionamos anteriormente, en algunos lugares, cerca de 9.000 nativos fueron convertidos en sólo dos semanas. Sería de esperar que estos recién nacidos en Cristo deseen ardientemente participar de la cena del Señor. Pero, para ellos no es sólo una cuestión de fiesta o de conmemoración, pero se trata antes de una comunión, intensa y real, con el propio Señor Jesús. Por eso, se hace un evento de enormes expectativas y de gran participación. Cualquier persona preguntaría inmediatamente: “¿De donde vendrá el vino para tanta gente?” Este pueblo, que ya experimentó de la ayuda del Señor de variadísimas formas y en muchas ocasiones, hicieron esto un asunto de oración. Un tiempo más tarde, el Señor habló con ellos directamente: “Llenen algunos recipientes con agua de un nacimiento”. Fueron inmediatamente a recoger esa agua en un nacimiento y oraron durante algunas horas. Cuando llegó la hora de la celebración de la cena, toda la iglesia tomó del agua que fue transformada en vino. Por ocasión de este milagro, ya había acontecido tres veces.

Nosotros tenemos aquí una repetición del milagro sobre el cual leemos en Juan 2. La cuestión se coloca, nuevamente, si iremos a construir una teología basada en milagros o en el intelecto. ¿Cuál de las dos es peor? Tenemos que decidir si vamos a colocar nuestra confianza sólo en Dios y hacer aquello que Él quiere cuando quiere, o si vamos a depender de nuestras capacidades intelectuales y de nuestros puntos de vista marchitos y sin luz. En cuanto a mí, debido a los sufrimientos de Cristo en la cruz y a su resurrección, Jesús es suficientemente grande para salvar haciendo milagros o no haciendo milagros. Si Él quisiera o hallara mejor hacer los milagros que hemos oído, entonces, que su voluntad sea hecha. Pero, tenemos que tomar en cuenta que los nativos de Indonesia, en su ardiente antojo de celebrar la cena del Señor, serían impedidos de cumplir sus anhelos porque no tenían pan ni vino para conmemorar aquello que Jesús hizo por ellos. ¿Será que, para algunos intelectuales, Jesús dejó de ser el Consejero Maravilloso? ¡Tenemos un Dios que opera milagros! De eso nunca nos podremos olvidar.

“Canten al Señor una nueva canción, pues Él hizo cosas maravillosas”, Salmos 98:1. Yo prefiero colocarme al lado de estos siervos de Cristo, simples y analfabetos, en Timor, ser participante de su fe simple y casi infantil, que sentarme en una rueda de escarnecedores racionalistas, los cuales intentan, sin éxito, rasgar las partes de la Biblia que no ensamblan en su manera de pensar y de razonar. Tendríamos, de veras, un Dios muy pequeño si Él fuera obligado a sujetarse y a pactar con los planes y las ideas que hacen de él los filósofos actuales.


XVII. LA RELACIÓN ENTRE EL PECADO Y LA ENFERMEDAD

 

Existe una conexión angosta entre el pecado y la muerte y también entre el pecado y la enfermedad. Pablo escribe en Romanos 6:23 “que la paga del pecado es la muerte”. A través de la caída de Adán, la enfermedad y la muerte entraron libremente a este mundo, tiendo la libertad de operar. Nosotros desistimos donde ellas operan. “Por lo tanto, así como por un sólo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte, así, también la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”, Romanos 5:12.

Pero, no podemos, hacernos irresponsables sin visión, al punto de que creamos que, a través de aquel corto circuito de Adán, pasó a existir siempre una relación directa entre todas las enfermedades y el pecado. Este pensamiento o teología nunca debería siquiera entrar en nuestros pensamientos más fortuitos, mucho menos darles voz en la presencia de una persona enferma. No podemos decir a todos los enfermos así: “¡Cometiste pecado y por eso enfermaste!”

El propio Señor Jesús deshizo la teoría que las personas enfermaban porque pecaban. En Lucas 13:4 Él pregunta a sus discípulos: “¿O pensáis que aquellos dieciocho, sobre los cuales cayó la torre de Siloé y los mató, fueron más culpables que todos los otros habitantes de Jerusalén?”. En Juan 9, cuando se refería al hombre que nació ciego, los discípulos preguntaban: “Maestro, ¿quien pecó él o sus padres para que naciera ciego?” Jesús respondió directamente su falta de visión de la verdad: “Él no se quedó ciego porque pecó y ni porque los padres de él hubiesen pecado, pero antes para que las obras de Dios pudieran ser manifiestas en él”.

Es verdad que la Biblia atestigua que existe una conexión entre el pecado y la enfermedad, pero rechaza vehementemente que todos los casos de la enfermedad tengan como origen el pecado que cometemos. La Biblia rechaza esa teoría de que la enfermedad tenga su origen siempre en un pecado particular.

Con todo esto, sin embargo, la Biblia no excluye la posibilidad de que, bajo ciertas circunstancias o aún bajo circunstancias de un avivamiento, haya una enfermedad debido a un pecado. Los avivamientos son, de hecho, circunstancias excepcionales, las cuales no obligan a que no haya enfermedades relacionadas con el pecado. Incluso después de la era de Cristo existen ocasiones y circunstancias que son caracterizadas como siendo extraordinarias. No toman el rumbo normal de una vivencia porque Dios interviene conforme quiere, personalmente y soberanamente.

Esta verdad puede ser constatada en cualquier avivamiento que sea real y, por esa razón, encontramos varias ilustraciones fidedignas en este movimiento del Espíritu Santo que está barriendo a Indonesia contra el pecado. Y, si Dios está contra el pecado, puede también usar la enfermedad para exterminarlo. Hallamos a Dios allí hablando a estos nativos simples a través de visiones, sueños, apariciones de ángeles y, también, a través de una voz directa. Algunas veces habla a través de la enfermedad y de la sanidad. Bajo otras circunstancias, sin embargo, deberíamos lidiar con esos fenómenos mucho más cautelosamente y aún dentro de un avivamiento real tenemos que prevenirnos contra el diablo y contra las personas falsas, pues, buscan siempre inyectar para adentro de la obra de Dios sus visiones y experiencias demoníacas que no pasan de meras experiencias satánicas o físicas, ilusorias y tramposas. Es verdad que Satanás es el ángel de la luz, un imitador y tramposo por excelencia, el cual sobrevive a cuesta de desacatos y desórdenes de todo tipo dondequiera que pase.

Los acontecimientos actuales, en Indonesia, nos revelan claramente el modo como Dios se mueve a través de la santidad entre aquellos cristianos que se limpian, de ese modo visto pocas veces por la propia culpa de las personas en otras partes del mundo. La verdad que constatamos en el área fue que, cada mínima cosa que aconteciera o que se hiciera, era directamente afectada por la presencia de Dios que era genuina y real. Cada experiencia que allí ocurría, ganaba un nuevo significado sólo debido al hecho de que Jesús se encontraba realmente presente en medio del pueblo.

En el caso de las sanidades de los enfermos significa que, cuando Jesús manda a sus mensajeros decir a alguien que primero destruyeran sus instrumentos de hechicería para que después fueran sanados, la promesa se realiza siempre que la condición sea cumplida. De otro modo no es. Y esto, sin embargo, no significa que los miembros con dones específicos dentro de los grupos estén autorizados a orar por cualquier persona que encuentren. Por el contrario, consultan siempre al Señor personalmente en cada caso específico antes de que consulten al corazón que siente dolor. Es muchas veces a través del don de profecía que algunas personas saben si algunas enfermedades son consecuencias de ciertos pecados propios o de sus antepasados. En casos especiales, como estos, donde los pecados son revelados como siendo la raíz y el origen de la enfermedad, acontece siempre que las personas se sanan cuando se arrepienten y destruyen su pecado para siempre.

La sanidad de los enfermos en Indonesia – y podemos afirmar que eso aún acontece en cualquier movimiento de Dios que sea genuino – nunca se opone a cualquier semejanza o enseñanza de aquello que viene en las Escrituras. La única cosa que no correspondió completamente con la estructura Bíblica, fue aquel movimiento de sanidad que antecedió al avivamiento. Pero, los cristianos de Timor reconocieron personalmente que así era y cambiaron esa verdad porque Dios se les reveló, pues estaban aptos y limpios para ser instruidos por el Señor. El movimiento de sanidad fue sólo una voz en el desierto para preparar el camino para todo aquello que seguiría con pureza y bajo liderazgo de las instrucciones del Señor, tal y cual Juan el Bautista abrió camino para la venida de Cristo.

Con estos pequeños pensamientos bien delineados sobre aquello que las Escrituras nos enseñan acerca de esto, vamos entonces a analizar algunos ejemplos que, aunque ensamblan dentro de la estructura de este avivamiento específico, no pueden servir de patrón para la iglesia de Cristo en general. Si esto acontece, habrá muchos caminos y maneras de errar y de que nos desviemos de la verdad.

Ya habíamos mencionado antes, que el Grupo 31 fue enormemente bendecido en su obra entre los enfermos. Los jóvenes evangelistas aconsejan, adecuadamente a los nativos a que se limpien con Dios y que no tengan ningún pecado por confesar antes de que ellos les puedan imponer las manos para orar por su recuperación. A veces, cuando se hace un culto especial dedicado enteramente a aquellas personas que necesitan ser tratadas de enfermedades físicas, la palabra de Dios es expuesta con mucha sabiduría y tranquila en primer lugar. Inmediatamente, todos aquellos que tienen enfermedades (porque son muchas personas) son aconsejados a escribir en un papel el tipo de enfermedad que poseen y lo que desean del Señor. Cuando una persona no sabe escribir, existe siempre un cristiano cerca para ayudarle. Los papeles escritos son recogidos y una vez más un miembro del grupo explica exhaustivamente que la sanidad depende enteramente de la voluntad de Dios. También se les afirma que no pueden esperar ser sanados si no están preparados para entregar su vida a Cristo en todos los aspectos y si no se limpian completamente de todos los pecados.

Después de esta preparación paciente y exhaustiva – la cual puede tardar varias horas – ciertos miembros del grupo oran por las personas con imposición de las manos. Pero, en la verdad, los nativos sienten más el poder de Dios que las manos sobre ellos. Aquel poder penetra a fondo en todo su ser.

El culto es concluido con algunos testimonios de personas que son animadas a que se manifiesten y dando alabanzas y acción de gracias en cánticos. Acontece a menudo que todas las personas son sanadas pero, en muchos casos, sólo cerca de un 90% de los enfermos presentes experimentan una sanidad real. Cuando algunas personas no son sanadas, son aconsejadas nuevamente y analizan su corazón. Después oran por ellas por segunda vez. Necesitamos realzar, para finalizar, que todo eso ocurre dentro de la más completa sobriedad, tranquila y sin aquellos sonidos de fondo que las iglesias falsas suelen usar.

El Grupo 32 fue enviado por el Señor a cierta villa donde había 36 enfermos. Después de que habían predicado el evangelio y expuesto toda la verdad sobre el camino hacia Cristo lúcidamente, los miembros de los grupos los exhortaron a que rindan sus vidas al Señor en todas las áreas antes que pudieran nutrir cualquier esperanza de ser sanados de cualquier enfermedad. Pero, les era dicho que, aunque no hubiese sanidades, aun así sería su obligación entregar sus vidas a Cristo. Eso era lo mínimo que el Señor esperaba de ellos.

Cuando oraron por los enfermos, de las 36 personas, 32 fueron instantáneamente sanadas. Vamos a mencionar un caso especial sobre la conexión que existe entre pecado y enfermedad. Un niño estaba a las puertas de la muerte a causa de una enfermedad. El Señor le mostró al líder del grupo la causa de la enfermedad. El padre del niño había sido llamado para la obra de Dios y él lo rechazó. Cuando el evangelista dijo al padre porque el niño estaba enfermo, se arrepintió y el niño se quedó inmediatamente sanado. Pero, habiendo mencionado este ejemplo, debemos acentuar la necesidad de evitar malas comprensiones de la verdad y malas construcciones de ideologías sobre lo que aquí estamos hablando. Lo que habría acontecido si los 36 nativos hubiesen sido confrontados de esta forma “¡Ustedes pecaron y por eso están enfermos!” Eso habría sido una falta de sabiduría y un error muy diabólico. Pero, es esto lo que muchos hacen, hoy día. De todos estos casos, sólo el niño estaba enfermo a causa del pecado. Con los otros 35 no era eso que acontecía.

El Grupo 47 también experimentó un número de sanidades durante su ministerio. Tenemos el ejemplo de una señora que no conseguía dar a luz. Ya estaba en trabajos de parto hace ocho días cuando el líder del grupo, una señora de 35 años, fue a orar con ella. Mientras oraba, le fue revelado que el padre del niño estaba en desobediencia para con el Señor. El Señor lo había llamado para que lo siguiera y él estaba resistiendo a la voluntad de Dios. Por fin, se arrepintió e inmediatamente, el niño nació normalmente.

En febrero de 1968, el mismo grupo pasó por una experiencia semejante. La persona envuelta era nuevamente el líder del grupo que visitó a otra mujer, también con problemas de parto. Comenzando a orar por ella, el señor le susurró en el oído: “Tanto la madre como el padre están enviciados en el alcohol. No ayudaré a la mujer hasta que hayan abdicado de su vicio para siempre”. Pero, la pareja, no estaba preparada para abdicar del alcohol y como resultado de eso, el niño, al nacer, parecía estar muerto y no respiró durante 8 horas. Los padres entraron en una lucha interior terrible y la preocupación los llevó a confesar y dejar su pecado. Después de que eso aconteció, el Señor susurró en el oído de la líder: “Toca en la lengua del niño por el lado de atrás dentro de su garganta”. Así que hizo lo que el Señor le mandó, el niño comenzó a respirar. Más de diez personas estuvieron presentes y testificaron este milagro en vivo. Este relato es fidedigno.

El líder del Grupo 2 era Abel. El Señor le dio la siguiente tarea: debería ir a visitar a una familia que tenía un niño muy enfermo hace varias semanas. El niño en cuestión no conseguía comer y lloraba incesantemente. Así que Abel llegó al local, preguntó inmediatamente al padre si él tenía amuletos o instrumentos de hechicería en casa. El padre intentó evitar responder a la pregunta. El Señor mostró a Abel entonces que, de hecho, había instrumentos de hechicería en aquel hogar. Por fin, la familia reconoció su pecado y trajeron todos los amuletos e instrumentos de hechicería y magia para afuera de casa – y eran muchos. El niño comenzó a calmarse gradualmente conforme iban trayendo todo para afuera, pieza por pieza. Cuando trajeron el último amuleto, el niño dejó de llorar y se calmó completamente.

Así que Abel oró por él, el niño se levantó luego y pidió algo para comer. Le trajeron dos tazones de arroz y él comió todo. Estos ejemplos ilustran muy bien como los pecados del padre o de la madre pueden afectar directamente a todos sus hijos o sólo a uno de ellos. Como padres, tenemos una gran responsabilidad para con nuestros hijos. “Visito la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación”, Ezequiel 20:5. Todos los padres cristianos no deben sólo orar por sus propios hijos, pero también por sus nietos y bisnietos y generación siguiente. Yo siento, en mi corazón, una enorme responsabilidad a ese respecto, principalmente cuando veo como los nietos y los bisnietos de grandes hombres de Dios acaban por caer en pecados groseros.


XVIII. LA RELACIÓN ENTRE EL PECADO Y EL JUICIO DE DIOS

 

La relación entre el pecado y el juicio de Dios es en casi todo similar a lo que acabamos de describir sobre la relación entre el pecado y la enfermedad. Pero, si consiguiéramos asimilar y tomar en cuenta algunos casos donde el juicio de Dios cayó sin dolor sobre las personas, sería incorrecto generalizar fundamentados en estos casos. Si Dios fuera a castigar inmediatamente a todos aquellos que pecan, el mundo se tornaría en un gran campo de concentración y de tortura. Similarmente, si Dios requiere la vida de alguien porque alguien pecó, nadie estaría vivo en la tierra hoy.

Tenemos, por eso, que ser muy cuidadosos para no generalizar las cosas que acontecen dentro de un avivamiento y llevarlas como siendo doctrinas dominantes, en vez de que sean cosas completas y específicas que ocurren cuando menos esperamos, es correcto, pero dentro de la voluntad de Dios. El Señor es soberano y tiene la libertad de actuar fuera de nuestros patrones. Dios no puede ser presionado o impresionado para amoldarse y aceptar cierta conducta o doctrina sólo porque él usó de ellas en ciertas ocasiones que eran necesarias a Su ver. El Espíritu Santo es independiente de todos, él es Dios y rechaza a ser mandado y a ser instruido en la forma como debe actuar. Él no necesita de profesores. Es un caso serio de blasfemia cuando nosotros imponemos nuestra voluntad como seres creados y mandamos a Dios a ir de un lado para el otro como si Él no fuera Dios. Él actúa, opera, decide, juzga y bendice; todo Él lo hace. Teniendo esto en cuenta vamos a hacer un voto permanente de colocar aparte nuestros pensamientos y doctrinas más correctas o menos correctas y que intentemos impresionar a Dios y a las personas con ellas. Vamos a quitar nuestra persona de la película de Dios, esperemos en su actuación.

 

a) Vamos a transcribir aquí, antes de más, algunos ejemplos ilustrando con mucha claridad como Dios castiga a las personas. Sirven estos ejemplos como referencia que todos serán castigados un día. Pero, no sirven para decir que acontecerá así cuando las personas se arrepienten y tampoco significa que Dios castiga inmediatamente después de cada pecado.

El Grupo 31 trabajó en una área dentro de una de las mayores ciudades de Timor. Un policía católico oía el mensaje y comenzó a dar carcajadas: “Lo que vosotros estáis diciendo es una estupidez”. Después de que el grupo había partido de aquella ciudad, el hombre que no se había arrepentido hasta allí, salió para el bosque con un carro para atrapar leña. Llegando al bosque, colocó su arma en el carro con la bayoneta volcada para encima. Conforme iba amontonando la leña encima del carro, la arma se cayó y la bayoneta le atravesó el cuerpo y lo mató instantáneamente. Nathan, que era el presidente del distrito, fue llamado para ser líder del Grupo 11. Juntamente con su grupo, salió para evangelizar en el norte de la isla. Pero, los cristianos nominales de la zona incitaron a la policía local para que impidieran la predicación del evangelio de la verdad. Como resultado, el presidente de la policía (que también era cristiano nominal y borracho), prohibió todo el trabajo de evangelización en el área.

Al inicio, el grupo de evangelistas se sintió desmotivado, pero Nathan fue a hablar directamente con el jefe de la policía y preguntó: “¿Quién le dio las órdenes para impedir la obra de Dios aquí en el área? ¿Son órdenes de los gobiernos las que usted está cumpliendo o todo esto es de su autoría?” El Jefe de la policía se quedó sin carácter y no consiguió esconder ante el gobernador de distrito, admitiendo: “Fueron los creyentes de aquí. Ellos me hicieron preocuparme mucho a través de todo lo que decían y yo sentí una gran necesidad de prohibir vuestro trabajo. La orden es de mi autoría”. Después de aquella conversación, la prohibición fue revocada.

Cuando Nathan volvió hacia su grupo, él los halló reunidos en fervorosa oración. Sin haberles dicho nada de lo que había hecho, se arrodilló y entró en el Espíritu de oración. Repentinamente, toda la casa donde se encontraban fue sacudida como si fuera un temblor de tierra, tal como aconteció en Hechos 4:31: “Y, habiendo ellos orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y anunciaban con denuedo la palabra de Dios”. Después de esta experiencia increíble algunos miembros del grupo se levantaron llenos del Espíritu Santo y afirmaron a través de profecía que Dios castigaría a todos los responsables por la orden que los impedía de predicar el evangelio. Tres meses después (cuando ya nadie esperaba) la casa del jefe de policía cogió fuego y se quedó reducida a cenizas. No quedó nada de lo que él tenía.

El juicio de Dios no cae solamente sobre los incrédulos, sino también sobre cualquier creyente, aún más aunque sea creyente sólo de nombre. Podemos constatar eso aún a través del ejemplo que sigue. El Pastor Joseph, en cierta ocasión, acompañaba al Grupo 3 en una de sus misiones. Eso muestra como muchas veces los pastores cambian de opinión y se juntan a los grupos para beneficio de todos porque es Dios quien opera y quien así lo ordena. El Pastor Joseph es en la verdad, el líder máximo de la Iglesia Presbiteriana. Cuando el avivamiento comenzó, este pastor se quedó muy desconfiado y se alejó del trabajo de los grupos.

Él estaba en la duda si todo aquello sería realmente la obra pura del Espíritu Santo. Pero, al comprobar por él mismo las cosas maravillosas que Dios estaba haciendo en su medio, acabó por caerse para el lado de la obra de Dios. Se quedó enteramente convencido de lo genuino de aquel movimiento liderado, pues era liderado por Dios. Hoy es una de las figuras que lideran este avivamiento. También es interesante constatar que él se hizo sólo un miembro del grupo y no un líder, siendo pastor. Este es un buen ejemplo como Dios no depende de la educación de la persona o de la jerarquía terrenal cuando él opera – de hecho, cada líder de cada grupo, es una elección directa y exclusiva de Dios.

El grupo salió para visitar cierta ciudad en la isla, cuya iglesia estaba siendo lacerada y dividida por celos y envidias entre dos facciones dentro de la congregación. Los principales culpables era una pareja de profesores cristianos. Cuando el Pastor Joseph llegó a aquella ciudad, todos en la iglesia se reunieron para hacerle una fiesta de bienvenida. Pero, cuando el Pastor Joseph supo lo que estaban preparando, les dijo con sabiduría y sutileza: “Yo no vine aquí en visita oficial. Soy un miembro de un grupo que tiene un líder”. Y fue así que, durante dos semanas, el Grupo 3 trabajó y convivió con esta iglesia lanzada en una ruina espiritual. Fue entonces que el Señor mostró que los dos profesores en cuestión deberían ser retirados de sus cargos y sustituirlos por otras personas. La congregación estaba de acuerdo.

Pero, así que cuando el grupo salió de la ciudad, las guerrillas internas comenzaron nuevamente. Los amigos y partidarios de los profesores hicieron de todo para invalidar la decisión tomada por el grupo, que, en la verdad, era el propio consejo de Dios. El Pastor Joseph y los otros miembros del grupo, llegando a Soe, oyeron decir que habían anulado la decisión de Dios. Enviaron un mensaje de aviso a los cristianos en disputa, que el juicio de Dios caería sobre todos ellos si llegaran a destruir la iglesia nuevamente a través de contiendas mezquinas. ¡Los hombres que sustituyeron a los profesores habían sido directamente escogidos por el Señor y no había sido decisión de hombre! Pero, las contiendas no cesaron. Debido a eso, el terrible juicio de Dios cayó sobre la iglesia. Veintinueve personas que estaban envueltas en las contiendas murieron todas repentinamente a través de una enfermedad misteriosa. Esta historia fue confirmada más tarde por el Sr. Misionero Klein el 11 de Febrero de 1968. El testigo principal, sin embargo, es el propio Pastor Joseph.

 

b) Otra forma de juicio es aquella que sirve sólo para corregir a quien está errado.

El Grupo 31, un grupo que ya mencioné en ocasiones anteriores y cuya obra y frutos yo aprecio particularmente, estaba trabajando en una cierta villa, cuando su líder, el Pastor Gideão, entró en una casa donde había un niño con tos crónica. Conforme Gideão estaba hablando con el padre, que era un líder de la iglesia local, descubrió en su corazón que él estaba secretamente en oposición al avivamiento en el área. Gideão lo confrontó y le dijo: “El señor es espiritualmente orgulloso. Por esa razón su niño está enfermo”. Así que el padre oyó aquellas palabras, confesó sus pecados y se arrepintió, cambiando de actitud. Oraron por el niño y el se quedó instantáneamente sanado.

Cierta familia, que oyó hablar de la obra que los grupos estaban realizando, comenzó a escarnecer y a dar carcajadas. Como resultado, uno de sus hijos cayó en una enfermedad súbita y fue llevado hacia el hospital. El Señor dijo a Judite, la esposa del líder del Grupo 2, que fuera a visitar la familia. Cuando ella se encontró con los padres del niño, miró en los ojos de ellos y dijo tranquilamente: “Vosotros insultásteis al Señor criticando a los grupos que él mismo envió. Arrepiéntanse para que puedan tener a vuestro hijo de vuelta. El Señor no necesitará de médico para daros el niño de vuelta”. Ellos aceptaron la exhortación, se arrepintieron y el niño quedó sano enseguida.

Una vez, el Grupo 17 viajó hasta la isla de Rote para cumplir el mandamiento de Dios en una misión. Los líderes de la iglesia local les rechazaron hospitalidad y comida. “Ellos sólo vinieron aquí para aprovecharse de nosotros”, afirmaron. En la noche siguiente a este comentario, uno de los líderes del grupo intentó encender su candelero más de diez veces sin éxito. Al final, el Señor le habló: “vosotros hablásteis mal del trabajo del grupo que vino a ayudaros. Vayan a retractarse delante de Dios y ayúdenlos en todo lo que necesitarán”. El hombre se arrepintió inmediatamente y colocó su corazón para obedecer. En la tentativa siguiente su candelero encendió. ¡Cómo fue maravillosa aquella noche! Cuando el grupo terminó el periodo de testimonios, 20 personas se convirtieron y una niña paralítica se quedó sanada. En la villa siguiente, 400 de las 500 personas que estaban enfermas, fueron sanadas de sus enfermedades.

 

c) En tercer lugar, existen formas de juicio que procuran exclusivamente a la santificación total de los creyentes envueltos. Vamos a mencionar dos ejemplos.

 

El líder del Grupo 43 era una mujer cristiana de nombre Abigail, la cual era analfabeta. Pero, había sido el Señor quien la llamó para la obra y, aún así, ella vaciló y retardó la obediencia. Aconteció, entonces, que comenzaron a enfermar los hijos de ella, uno después del otro. Ella llamó a uno de los líderes de los grupos y le imploró para que oraran por sus hijos. Pero, el Señor explicó: “Los hijos de Abigail enfermaron debido a la desobediencia de ella. Ella tarda en obedecer mi palabra”. Cuando Abigail oyó aquello, se arrepintió y se hizo inmediatamente obediente a Dios. Conforme salió, de casa en casa y llevando el mensaje de Cristo, el Señor también le dio cierta autoridad para sanar personas. Ella encontró a un hombre de edad con una herida que no sanaba. Después de haberle mostrado el camino hacia Cristo y él haber confesado sus pecados, ella oró por el hombre y la herida comenzó a secar y sanar al frente de ellos.

Los hijos de ella también se pusieron buenos. En otra ocasión, el Señor dijo a Abigail que fuese a visitar la prisión local y hablar de Jesús a los que estaban presos. Pero, ella salió de casa y fue a dar el testimonio a los enfermos de un hospital. El Señor no le había hablado nada sobre el hospital. Más tarde, cuando ya era casi noche, se dio cuenta que ya no tendría tiempo para visitar la prisión aquel día. Volvió y fue a camino a casa. Mientras andaba, la pierna de ella se quedó paralizada. No conseguía dar ni más un paso. Fue entonces que se dio cuenta de su desobediencia e imploró al Señor que la perdonara. La pierna de ella se quedó reestablecida en el mismo momento. Eso ilustra como nosotros somos negligentes con la tarea que el Señor nos da, haciendo otras. Dios no requiere de nosotros actividad y sí obediencia.

El Grupo 45 era liderado por un profesor de 43 años. Él fue llamado por el Señor a través de un sueño. Vio sus ropas viejas y sucias que les eran quitadas y una túnica nueva siéndole vestida. Al mismo tiempo, oyó una voz diciendo: “Esta es la túnica de Elías”. Cuando se despertó, dudó de la veracidad del sueño. Pero, durante el día, uno de sus hijos se quemó el brazo. El profesor llamó a uno de los líderes e imploró que orara por el niño. Fue entonces que Dios mostró cual era la causa. Arrepintiéndose luego el profesor se dispuso a obedecer al Señor, colocándose a la disposición de la voluntad de Dios. Él fue una de las personas a quienes el Señor dio autoridad sobre los demonios y también para sanar.


XIX. LA PRESENCIA REAL DE JESÚS EN EL AVIVAMIENTO DE INDONESIA

 

El avivamiento en Indonesia aún es muy joven y aún se encuentra en su fase inicial. Es bien probable que dure hasta el día del juicio. Que Dios conceda que continúe hasta la venida de Cristo y que este maravilloso derramamiento de su Espíritu no cese hasta que el Señor remueva la antorcha del evangelio de este mundo para siempre y tome para sí los mensajeros de su fuego.

El presbiterio (sínodo general de la iglesia) de Timor llevó mucho tiempo en pronunciarse sobre la naturaleza del avivamiento y hacer un juicio sobre todo lo que estaba aconteciendo en la isla. No tenían la certeza si era un movimiento más falso o si todo aquello venía de Dios. El cuerpo administrativo de la iglesia no tiene sólo el derecho, sino el deber de actuar con la máxima prudencia. Cuántas veces, movimientos religiosos que nacen y llevan el estandarte con las inscripciones de “avivamiento”, no pasan de epidemias psíquicas que aprendieron muy bien o a ser falsos o a imitar la obra del Espíritu Santo por razones personales.

¿Qué es lo que el cuerpo de liderazgo de la iglesia escribió después de haber observado los acontecimientos durante un año? En primer lugar, produjeron algunas estadísticas como mínimo maravillosas para un país entregado al islamismo y a la brujería. Sólo el primer año se convirtieron 80.000 personas en la isla; 40.000 de esos eran ex-comunistas y la otra mitad eran paganos convencidos. Durante el mismo intervalo de tiempo, 15.000 casos de sanidades permanentes estaban comprobados y documentados. No eran casos como aquellos que afirman que las personas están sanadas – o donde los mismos creen que fueron sanados – y, cuando llegan a la casa, aún están enfermas. La asiduidad en los cultos creció fenomenalmente. Para tener una idea, algunas iglesias tenían cerca de 30 miembros asistiendo a los cultos de domingo, los cuales eran los más frecuentados.

Después del primer año del derramamiento del Espíritu Santo, las mismas congregaciones tenían por encima de 500 miembros activos. Muchas de las iglesias no tenían espacio suficiente para albergar el pueblo que quería asistir a las predicaciones, movidos por un hambre de la Palabra que se hizo incontrolable. Podemos añadir a esos hechos que una onda de arrepentimiento y santificación barrió toda la iglesia existente, desde los líderes hasta a los miembros moribundos. Más de 100.000 amuletos e instrumentos de hechicería fueron contabilizados en los quemazones (aparte de los que no fueron contados). Esto sólo en la isla de Timor.

El primer año también vio nacer 72 grupos de evangelización que viajaron por toda el área sin ninguna ayuda o promesa financiera, sin recursos y predicando el evangelio por todos lados con mucho éxito.

Estas estadísticas dicen respecto sólo a lo que fue contabilizado por el sínodo de la iglesia local sólo el primer año. Uno de los pastores de la isla me dijo que hoy, en el fin del tercer año de avivamiento, los números crecieron aún más. La cantidad de los que se encuentran convertidos y activos, ascendió para más de 200.000. Sin embargo, hoy es casi imposible contabilizar el crecimiento espontáneo de las iglesias. No podemos hacer una contabilización exacta de todo el panorama existente en Indonesia. La historia de lo que está aconteciendo aquí es demasiado maravillosa y no existen palabras ni números para que las describamos. Necesito notar que antes de que el avivamiento comenzara casi no existían creyentes en la isla. Los números de los creyentes en la época ni alcanzaban los tres dígitos. Hoy existen creyentes que no se consigue contar. Parece arena del mar.

El número de grupos evangelísticos creció muchísimo y ya sobrepasó la marca de los doscientos. El número total de sanidades contabilizadas excedió los 30.000.

Estos números representan una victoria clara para el Señor Jesús en Indonesia de hoy y deseamos que sea sólo el inicio. Pero, números solamente no revelan las características y la esencia de cualquier avivamiento genuino.

El número de creyentes transformó por completo la visión y la estructura de todas las iglesias en el área. Es muy interesante que comparemos los registros de las iglesias en las cenas los años 1963, 1966 y 1968. Si no supiéramos que había ocurrido un avivamiento por allí, cualquiera exclamaría: “¿Qué es lo que aconteció que la iglesia se multiplicó veinte veces más?” Las ofrendas también hablan por sí. Cuando los bolsillos de los creyentes no son tocados, nada aconteció dentro de ellos aún. Tenemos que entregar toda nuestra vida a Dios y por regla el bolsillo es la última cosa en ser entregado.

La puerta de la cuenta bancaria de alguien es siempre la última puerta para ser abierta para Cristo. En muchos casos no es abierta para Él – o es abierta para los falsos profetas o para nadie. Las estructuras de las iglesias también fueron obligadas a cambiar. Los cultos cambiaron. En 1963, si las congregaciones asistían a un culto más de una hora, toda la gente se quejaba. Pero, hoy, los cristianos no permiten que el Pastor Gideão deje el púlpito sin haber hablado siete u ocho horas sin parar. ¡Ellos se quejan ahora si él habla poco! Los creyentes en el área del avivamiento pierden completamente la noción del tiempo, no sienten hambre ni sed, desvalorizan o no sienten cansancio y pierden todo sentido de dinero, lujo o de solaz. Pero, podemos añadir aún más a todo esto. La estructura social de las iglesias cambió radicalmente. Las divisiones sociales de clases simplemente no existen más. El pastor, que es el director general de todas las iglesias, también es un simple miembro de un grupo liderado por Dios y por un analfabeto. Es Dios quien designa a los líderes de los grupos y todos son obedientes, sin imponer cualquier condición. Vemos, por ejemplo, la hermana de Pak Elias, una mujer de nacimiento noble, sentada humildemente conversando con mujeres analfabetas sobre el Dios que tienen en común.

Los valores de la sociedad y las jerarquías entre los cristianos simplemente dejaron de existir. La única cosa que permaneció y que vale la pena mencionar es el hecho de que podamos apuntar una causa y un origen para todo eso: “Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud”, Colosenses 1:17-19.

Eso nos lleva otra vez a hablar exuberantemente de las características reales de este avivamiento: la real, genuina y siempre presente presencia del Señor Jesús. Es una presencia literal y real – es sentida en todos lados. Como es difícil para los creyentes occidentales que imaginen una ocurrencia de estas. Como es difícil para muchos, de que nosotros sepamos algo sobre la voluntad de Dios con relación a nosotros mismos o a nuestro trabajo. Pero, este pueblo simple, experimenta con mucha simplicidad motivadora directamente del Señor, contactos diarios con un Señor siempre presente y real.

Es difícil que imaginemos una situación de estas. Sólo viviéndola. Naturalmente que, como teólogo, yo me quedo imaginando cómo todas las sectas se aprovecharon de aquello que es verdad para dar énfasis y más credibilidad a sus propias revelaciones de mentiras mientras afirman que ven de Dios. Los falsos profetas del Antiguo Testamento también hacían lo mismo del mismo modo. El ‘lumen internum’, la luz interior de la visión o revelación divina, es constantemente asaltada e imitada dentro de los corazones de los hombres. También es muy verdadero el hecho de que, donde el Espíritu Santo opera de forma real, el diablo también envía sus mensajeros con una Biblia en la mano. Esos son los peligros que amenazan todos los avivamientos que son reales. Existe una fuerza satánica en una operación paralela y similar a la obra de Dios – la diferencia entre la verdad y la mentira es muy tenue.

Pero, este peligro no nos puede llevar a insultar la obra del Espíritu Santo y ni a rechazarla como tal. Para usar un ejemplo simple, podemos decir que sería una gran tontería que las mujeres dejaran de tener hijos porque los niños son expuestos a las enfermedades. No sería razón prohibir y proscribir los nacimientos del mundo. Lo mismo se puede decir del nuevo nacimiento y de los avivamientos. No podemos desistir de la verdad sólo porque existen más falsos que verdaderos en el mundo.

No debemos forzar nuestra conducta por tener miedo de estos muy intensos ataques demoníacos bien delineados y con eso quedarse contra la obra de Dios. No podemos permitir que el diablo consiga matar dos conejos con el mismo tiro. Es decir, colocar a las personas a favor de la obra errada y, por otro lado, colocar a otras tantas contra la verdadera obra de Dios por miedo de aquello que el diablo hace. No podemos negar esta maravillosa presencia real del Señor Jesús a causa de las imitaciones de los hombres y del diablo. En ningún otro avivamiento de este siglo la presencia del Señor Jesús y su liderazgo directo, se hicieron tan evidentes como en este.

La realidad de una continua presencia real del Señor dentro de esta área de avivamiento tiene un significado escatológico, la cual puede ser igualada a los tiempos de los apóstoles. Es decir, lo que está aconteciendo con los nativos simples en Timor y cuya importancia puede no ser aceptada y reconocida.

 

Una Señal de la Segunda Venida de Cristo

 

Mientras más yo miro hacia los acontecimientos que se están desarrollando en Timor, más me convenzo de que Dios nos quiere transmitir algún mensaje que debe ser entregado al mundo entero. El avivamiento en Indonesia no es de ninguna manera sólo un acontecimiento nacional y limitado a aquel país. Pero, creo que es una maravillosa manifestación de Cristo que necesita ser tomada en cuenta por todo el cuerpo de Cristo esparcido por el mundo. El Pastor Joseph tuvo un sueño que guardó para sí durante algún tiempo, el cual ilustra muy bien esta tesis. Pero, antes de describir el sueño, permitan anticiparme a mis críticos: yo sé que aquello que la palabra de Dios dice es mil veces más fiable que cualquier sueño de cualquier hombre de Dios. Pero, existen sueños que manifiestan lo que la palabra de Dios dice.

Yo ya hablé bastante sobre la realidad actual de Indonesia y, por esta altura, ya podemos tener una noción de la realidad espiritual que allí está corriendo y cual es la necesidad de este tipo de revelaciones para el pueblo que no sabe leer ni escribir. También mencioné las razones que llevan a esa necesidad. Pero además, el Pastor Joseph es uno de los hombres más maduros y más sobrios de todos los avivamientos que yo alguna vez presencié en todo el mundo. Él es, aún, el propio presidente del sínodo de la iglesia de Soe. En este su sueño, él vio una multitud compuesta de gente de todas las naciones bajo el sol siendo atraídos de todas las iglesias para al frente de una iglesia. Cantaban un himno en conjunto y, aunque la melodía era la misma, cada uno cantaba en su propio idioma. Así que se despertó, el Pastor Joseph pidió al Señor que le explicara cual era significado de aquel sueño. La respuesta vino enseguida: “El sueño significa que el avivamiento en Timor tiene un significado y una importancia universal”.

Estamos viviendo donde “Satanás tiene su trono”. Ese trono ya conquistó los púlpitos de las iglesias evangélicas y no evangélicas del mundo occidental. Los teólogos desmienten la divinidad de Cristo y anularon la necesidad de su presencia real, colocando énfasis y autoridad en su raciocinio de las cosas y en sus doctrinas que sirven como armas para atacarse los unos a los otros y que se diferencien entre ellos destacándose. Está aconteciendo la misma cosa que vimos durante la Revolución Francesa de 1789. Constatamos que ya no es más Dios que es reverenciado y adorado, pero es antes el hombre que es idolatrado, oído y seguido. El Espíritu de Dios no sufrirá y no soportará esta tontería venida de quien sea – mucho menos de los teólogos que tienen conocimiento de la verdad. La blasfemia de estos teólogos es evidente y sólo no ve, quien no quiere. Pero, sabemos que será barrida del panorama mundial y acontecerá con ella aquello que aconteció con La Torre de Babel, la cual ya no existe.

En la faz de este mundo vemos una rebelión universal contra Dios. Pero, es en este mundo que Jesús mostró como se deben hacer las cosas usando uno de los lugares del mundo más despreciado y menos importante: las islas lejanas de Indonesia. No será a través de la sabiduría de los teólogos que veremos a Dios hacer todo aquello que hace a través de los nativos simples y analfabetos. Dios no necesita ni de teología ni de teólogos – Él sólo necesita ser Dios y reinar literalmente. Él está escogiendo nuevamente los más despreciados y los más pequeños de este mundo para avergonzar a todos los otros y para que ellos, un día, se sienten en los tronos colocados en el cielo juzgando a la élite y la nobleza de la iglesia y del mundo. Aquel que tenga ojos para ver, que los use bien. Pero, muchos, prefieren continuar ciegos, incomprensiblemente sordos y abnegados por las causas propias, las cuales no les llevaron a ningún lado.

La iglesia de hoy está llena y completa de blasfemadores que aman ocupar los lugares principales, para no decir los lugares de enseñanza y de discipulado donde enseñan solamente y obligatoriamente aquello que es muchas veces inspirado y arquitectado en el corazón de Satanás sin darse cuenta siquiera que es así. Es verdad que aún existen excepciones y en muchos lugares del mundo hay aquellos que rechazaron doblar sus rodillas a Baal, prefiriendo ser escarnecidos y lanzados en tribunales públicos y en tribunales de opinión para no despreciar alguna cosa que Cristo les reveló personalmente sobre como debe ser un discípulo verdadero.

Podemos mencionar aquí la historia de un hermano que fue escogido para andar en este camino angosto y arduo que lleva al cielo. Una vez, cuando Dr. Prof. Michel de Tübingen entró en una sala de clases, encontró un papel escrito a mano encima de su mesa. Un alumno suyo había dejado un billete para que él lo lea y decía lo siguiente: “Michel es su nombre y Michel (que quiere decir insensato) usted es. Todo lo que usted enseña es basura”. Esto ilustra el Espíritu de rebelión contra Dios tanto en aquellos que enseñan como en aquellos que aprenden, es decir, en aquellos que son actualmente los mejores “seguidores” de Cristo.

El Señor halló por las buenas incendiar a algunas iglesias y dar una nueva luz y una nueva oportunidad a este mundo. Para eso usó uno de los lugares más insignificantes del planeta. Pero, esta luz no sirve sólo para actuar cómo un contra peso o una oposición contra el Espíritu humano. No es – es mucho más que eso. Nos toca a todos nosotros y nos habla del fin de los tiempos. O mejor, del último tramo del fin de los tiempos. ¿Quién será la persona que va a terminar el mundo? ¿Quién estará por encima de todos y quemará el presente caos de valores humanos? ¿Quién está sentado en el trono y reina para siempre? ¿Quién tendrá la última palabra? ¿A quién es que Dios dio un nombre por encima de todos los nombres? La respuesta es obvia: es aquel que se curvó bajo el peso del pecado del mundo figurativamente representado a través de una cruz pesada de maldición. Aquel que después fue colgado en esa cruz para salvación del mundo en el monte del Gólgota. Sí, él mismo, aquel que sepultó las maldiciones de los pecados que se esparcen como plaga por los corazones de los hombres y que sólo terminó en el Hades predicando para los cautivos de allá.

Todo el poder fue dado a Aquel a quién la muerte no consiguió prender: al Cordero de Dios cuyas alabanzas completan el cielo y un día completarán la tierra.

Él es aquel que viene y sus pisadas y forma de operar se quedaron claramente estampadas en la isla de Timor. Creo que, en ningún otro lugar del mundo, esto fue tan obvio, es decir, las pisadas de Jesús. Este avivamiento en Timor tiene una enorme importancia escatológica. Muchos de los nativos envueltos en él profetizaron (y no eran falsos) que los ejércitos del cielo ya se preparan para aquel glorioso día que será la venida del Cordero para acabar con el mundo.


XX. LA RAZÓN DE SER DE ESTE LIBRO

 

El avivamiento de Indonesia nos transmite muchos mensajes y nos da muchas lecciones de forma práctica. Debemos, en primer lugar, estar llenos de alegría que el Señor derramó graciosamente esta bendición maravillosa sobre sus hijos. Cuántas veces nos cansamos de esperar por noticias de este género y ellas no llegan. Todos aquellos que oran por un avivamiento genuino se sentirán motivados a persistir en sus oraciones y a no cesar de orar. Pero, Dios no se deja influenciar y actúa como Él quiere y donde Él quiere.

El derramamiento de la vida espiritual abundante en Indonesia debería colocarnos en la senda de una búsqueda santa y pura hasta que hallemos. Los nativos de Timor fueron impulsados a entregar todas sus hechicerías, amuletos e ídolos para ser quemados para siempre. ¿No será que también es nuestro tiempo de que entreguemos nuestros pecados secretos e ídolos del corazón para que sean destruidos? Cada ídolo que poseemos es una rotura con la vida de Cristo en nosotros, el cual roba nuestros frutos cuando trabajamos. El mensaje principal de este avivamiento para nosotros es: “Hijos de Dios en todo el mundo, purifíquense hasta que se queden más blancos que la nieve y límpiense de cualquier pecado que Dios dice que es pecado. Sin esta santidad nunca habrá un derramamiento del Espíritu Santo sobre nadie”.

Los eventos ocurridos en Indonesia, también deberían estimularnos a la fe abundantemente. La dimensión de nuestra incredulidad se revela en el hecho de que nosotros aún cuestionemos muchos de los milagros que allí ocurrieron por autoría de Dios. Que dudáramos de los milagros falsos aún sería aceptable y deseable. Pero, durante años venimos leyendo sobre esas cosas en la Biblia y cuando ellas acontecieran delante de nosotros, no conseguimos creer en ellas.

También, este avivamiento debería abrirnos los ojos para la grandeza de la gloria de Dios. Como un joven cristiano años atrás, yo leía muchas palabras de Jesús en Juan 14:12: “En verdad, en verdad os digo: Aquel que cree en mí, ese también hará las obras que yo hago, y las hará mayores que estas; porque yo voy hacia el Padre”. Las palabras “mayores obras” raramente entraban en la comprensión de mi mente. Yo nunca entendí muy bien. Pero, después de haber seguido a Jesús por 39 años, yo vi que estas cosas se cumplen delante de mis ojos en la isla de Timor. Ahora entiendo mejor.

Y, por último, este acontecimiento en todo similar a lo que aconteció en la era de los Apóstoles, exige de nosotros los cristianos que estemos preparados. Debemos prepararnos y armarnos con la idea de que el día final de la llegada de Jesús está para breve. En mi libro ‘Der Kommende’ (El que viene), yo hablo mucho sobre eso. Dios ya está preparando a Israel y a su pueblo para aquel gran día. La iglesia real de Cristo está siendo limpia y preparada. El avivamiento en Timor sólo los alertará aún más para ese hecho.

 

Nuestra Responsabilidad

 

Estas noticias venidas de Timor, son muy estimulantes para todos nosotros, y nos deben hacer doblar las rodillas en la más profunda oración y humildad. Aunque este acontecimiento sea probablemente el mayor acontecimiento espiritual después de los Apóstoles de que tenemos conocimiento, existen, aún así, muchos peligros contra esta nueva era de la historia de la iglesia de Cristo.

El enemigo convocó a todos sus ejércitos del infierno en una tentativa de destruir, incapacitar o damnificar esta genuina obra del Espíritu Santo de Dios. Esta es la mayor guerra mundial que alguna vez enfrentaremos. Nunca hubo otra igual. Una batalla feroz está ocurriendo en el mundo espiritual, la cual sólo alguien con dones proféticos conseguirá ver bien de cerca. Actualmente Indonesia se hizo el blanco principal de Satanás en este mundo. Cada hijo de Dios en la tierra debe sentir en su corazón el deber de entrar en la unión y en la lucha intercesora para que este avivamiento se mantenga intacto.

Ya hubo un gran número de cristianos de Indonesia víctimas de orgullo y otros pecados más. Los milagros, las sanidades y la resurrección de los muertos pueden subir fácilmente a la cabeza de las personas. Pero, por la misericordia de Dios, siempre que eso aconteció, las personas en cuestión perdieron toda la autoridad que Dios les había dado.

Algunos otros se cayeron en pecado de inmoralidad y promiscuidad. Las vidas de grupos mixtos representan un desafío aumentado y también mostró ser un peligro. Aquellos que se entregaron a los amores fuera de la voluntad de Dios también perdieron toda su autoridad.

Hubo otros que se cayeron en el lazo del dinero. Todos aquellos que fueron sanados a través de ellos mostraron agradecimiento natural y espontáneo y daban lo que tenían para manifestarlo. Pero, aquellos que oraban por ellos, deberían haber tomado en cuenta que el Señor dijo expresamente “De gracia recibisteis, de gracia dad”, Mateo 10:8.

También hubo personas que se cayeron en ruido y desorden. Que Seamos guiados por el Espíritu no es sinónimo de éxtasis y de ruido. Donde Dios reina existe orden, aunque no sea implementado por el ser humano. No debemos colocar de lado reglas de comportamiento de buen sentido sólo porque estamos libres para ser guiados por Dios abiertamente.

Damos gracias a Dios que hubo muchos de esos que se cayeron que, después de reconsiderar sus caminos, volvieron hacia Dios. Se permitieron, también, que sean corregidos por hermanos en la fe aceptando exhortaciones y amonestaciones de buen grado y con toda humildad. La humildad que adquirieron después de que volvieron, manifestó claramente que Dios no los había expulsado para siempre de su reino.

Debido al hecho de que podamos dividir y participar en estos eventos maravillosos, tenemos la obligación colocada sobre nuestros hombros de orar a Dios intensamente para que este avivamiento se mantenga. Los avivamientos no son lugares para farsantes piadosos y no doctrinados. Cuando Satanás moviliza sus ejércitos, los creyentes también deben agruparse en sus respectivas hileras oyendo el llamamiento y exhortación de su Rey. La cosa más importante que podemos hacer hoy, es la oración pura que es oída. Intercesión es un ministerio por sí mismo. Sin embargo, pocos creyentes lo practican.

Es con mucha facilidad que dejamos que nuestros hermanos sean amenazados y sacudidos en sus fundamentos por los poderes que Satanás tiene para confundir el mundo. Los creyentes deberían aprender a luchar en sus rodillas contra el comunismo y otros males más, como los que están aconteciendo en China roja. En Indonesia, tenemos muchos creyentes perseguidos y ejecutados por los siervos de nuestro enemigo. No podemos quedarnos parados mirando sin hacer nada. Muchos se hicieron culpables de pecados de la ejecución de sus hermanos en países oprimidos. Esa es una de las principales razones porque escribo este libro. Mi deseo es que nazca un ardiente deseo en todos para que ayuden a la obra de Dios en todos los aspectos en cualquier lugar del mundo y, principalmente, dentro de ellos mismos. ¿Quién está oyendo este llamamiento? Aunque no consigamos ser misioneros o evangelistas, podemos ser intercesores activos, algo que puede significar el éxito de las obras de todos aquellos que están en la línea de frente de la batalla.

Aquellos que dan la cara por Cristo agradecen. Los que se salvan también. Hudson Taylor tenía el mapa de China y se arrodillaba sobre él todos los días mientras oraba por aquel país perdido. Hoy, China tiene cerca de 170.000.000 de evangélicos. Si fuéramos misioneros de oración, seremos misioneros del mejor tipo que hay.

Como sería maravillosa la sorpresa cuando llegáramos a la eternidad y cada hermano del mundo occidental se encontrara dentro del cielo con algún africano, asiático u otro que se salvó mientras oraba. Imaginemos esos creyentes que nos pregunten: “¿Fue usted que oró por mí mientras yo estaba perdido? ¿Fue su oración que Dios oyó?” Yo tengo la certeza que muchos creyentes serán recibidos con esas cosas maravillosas así cuando entren en el cielo. La única pregunta que se coloca es: ¿usted será uno de ellos?

Nuestra historia aún no terminó. Apenas comenzamos a contar las cosas de este avivamiento en Indonesia. Vamos ahora a oír la historia de uno de los responsables por esta obra maravillosa. Guardé su nombre para el final para que la gloria sea dada a Dios inmediatamente en el inicio. Vamos a oír la historia de un hombre a quién Dios usó de una forma peculiar y el cual fue uno de los instrumentos más importantes para todo lo que allí aconteció.


XXI. PAK ELIAS

 

Los párrafos siguientes son una biografía muy superficial de un hombre de Dios que fue usado de una forma muy particular en este avivamiento. Dejé su historia para el final intencionalmente, pues sentí en mi corazón que la “biografía” de Dios debería estar en primer lugar. No se debe subestimar el hecho de que el hombre, a veces, se quiere quedar con parte de la gloria que es únicamente de Dios. Cualquier forma de heroísmo o de reverencia a héroes siempre termina con la carrera de cualquier hombre de Dios, porque la gloria de Dios no le es dada. Pero, parece instintivo que las personas consigan empujar a los evangelistas por encima de los pedestales, colocándolos en una situación muy ingrata y muy venerable. Siempre que eso acontece, la llama del Espíritu Santo se extingue aunque la fama del evangelista perdure. Yo estoy muchísimo más consciente de los peligros que envuelven una descripción de la vida de este hombre grandiosamente usado por Dios y de una forma poco común y peculiar.

Es un método que Dios usa para lidiar con la humanidad perdida, seleccionando personas específicas para tareas peculiares. Estos son tres aspectos de este fenómeno: la tarea, el tiempo de cumplir y el hombre escogido. Fue así que, en el tiempo del éxodo, la tarea de liberar a los hijos de Israel de las zarpas de la esclavitud en Egipto y en el auge de su sufrimiento, el hombre escogido fue Moisés. Podemos verificar como en todos los métodos que Dios usó para lidiar con Israel había siempre un triángulo divino. Cuando pensamos en la construcción del templo vemos que la tarea era arreglar una habitación para el arca de Dios y que el hombre escogido fue Salomón. Consideremos también el ministerio de Juan el Bautista. La tarea era preparar el camino para el Mesías y el tiempo de su aparición fue a continuación y Juan fue la voz escogida para clamar en el desierto. El mismo fundamento se aplicó en la historia de la iglesia. Si habláramos de la reforma, como ejemplo, comprobamos que la tarea era renovar la iglesia cristiana, el tiempo de que eso aconteciera fue antes de la era moderna – casi en la época del descubrimiento de América y otras tierras – y el hombre escogido fue Martín Lutero.

El avivamiento indonesio también manifiesta este mismo patrón. David Simeon y su hermano estuvieron juntamente con Pak Elias cuando el avivamiento comenzó entre los estudiantes de la Escuela Teológica de Java, donde Pak Elias aún era uno de los estudiantes. Hoy, el Señor promovió a Pak Elias para un grado por encima de sus profesores. Pak Elias es un nativo de Indonesia y el Señor halló bien colocar a Indonesios en el comando de este avivamiento. No siempre es así.

La tarea que tenía en sus manos era la limpieza y la renovación integral de la iglesia casi petrificada de Timor y la conversión de los musulmanes para Dios. El tiempo apuntado para esta obra fue después de la conclusión de las guerras con japoneses, holandeses y comunistas. Ya no habría guerras mientras la obra estuviera prosiguiendo. El instrumento que Dios escogió para esta obra fue Pak Elias.

Todas las biografías se hacen monótonas cuando son largas. Por esta razón limitaré lo que digo para abreviar los comentarios. Pak Elias nació en 1928, siendo el hijo más pequeño de una familia de siete. Su padre falleció cuando él tenía tres meses de edad, lo que significa que su infancia y adolescencia fueron muy penosas y difíciles. Sufrió muchas necesidades.

Los años de juventud de Pak Elias se quedaron marcados por muchas guerras y revoluciones, algo que sólo benefició a este hombre porque, además de saber los dialectos de Timor y Ambom, él también habla fluidamente indonesio, japonés, holandés e inglés. Esos idiomas reflejan, de cierta manera, el tipo de formación que él obtuvo: en la escuela primaria en la isla de Rote; escuela secundaria en la isla de Timor; formación como profesor en una escuela en Ambom; profesor en Java y finalmente un puesto en la Academia de Bandung. Fue una formación de educación, no sólo marcada por los diferentes cambios políticos en su país, pero, también, se destacan por las distancias entre etapas de su formación.

La dimensión real del archipiélago de Indonesia es cerca de 12.000 Km. Por eso, tanto lingüísticamente como geográficamente, la formación de Pak Elias era la más apropiada para servir a toda Indonesia. Podemos comprobar la mano de Dios en el recorrido de su vida. ¿No fue Moisés preparado durante 40 años en el desierto de Madián antes de Dios lo llamara para cumplir su tarea? ¿Será que David perdió aquellos años entre los filisteos y que fue un tiempo vano antes de recibir su corona? Los propósitos de Dios no siempre son reconocidos hasta que las cosas ya se hayan cumplido. ¿Será, también, que fue en vano que Pak Elias fue azotado de un lado para el otro a través de los vientos de la vida, pasando de isla en isla en Indonesia?

Aún con falta de dinero y viviendo sin ayuda para completar sus estudios, la carrera de Pak Elias puede ser considerada excepcional. Era periódicamente forzado a trabajar durante un tiempo para juntar dinero para poder continuar los estudios. Aún así, su inteligencia por encima de la media permitió que terminara su formación académica antes de sus compañeros. Cuando tenía 23 años ya era director de una escuela secundaria en M. Estudió aún más después de esto y acabó siendo el director de una Facultad en la misma ciudad. Con 29 años y siendo director de esa facultad y al mismo tiempo profesor universitario, también se hizo director de una escuela con cerca de 2.000 estudiantes. ¡De hecho, una carrera excepcional!

Pak Elias también era un hombre muy respetado en todos los círculos de la iglesia. Con 24 años era líder de todos los jóvenes de la ciudad de Bandung y a los 26 se hizo presbítero de la iglesia local. Pero, además de eso, los domingos predicaba para cerca de 2.000 estudiantes de su escuela y también para los 200 alumnos de la misma facultad donde era director. Es un currículum envidiable.

 

La Ofensa

 

Tanto en su vida pública como en la iglesia, era reconocido como un líder innato. Fue entonces que algo extraordinario aconteció con él. En noviembre de 1957, el Dr. Roland Brown del Instituto Bíblico de Moody en Estados Unidos hizo una campaña misionera en el occidente de Java. Pak Elias asistió al culto el día 18 de Noviembre y el mensaje movió mucho su corazón. Cuando las personas fueron invitadas a ir al frente a entregar sus vidas a la voluntad de Dios y Cristo, él quiso obedecer al llamamiento. Pero, le faltó el coraje.

En aquella noche, una batalla feroz se dio dentro de su corazón. Era como si él oyera una voz inculpándolo: “Tú no naciste de nuevo”. Pero, en respuesta el diablo respondía: “¡Tú ya predicas hace siete años y hasta eres líder de la iglesia!” Aquella voz interior persistía: “Eres orgulloso. Construyes tu propio éxito y creas tu propia iglesia. Dios no tiene nada que ver con el éxito que tienes”. Nuevamente el diablo respondía: “Siempre viviste una vida buena. Estás en el camino correcto. No existe nada de errado que puedan apuntar en tu vida”.

La batalla era feroz y continuó noche adentro. Por fin, el tentador le habló severamente: “¡Quédate fuera de esos cultos! Ellos no tienen nada bueno para ti”.

Pero Pak Elias volvió al culto el día siguiente para oír al Dr. Brown. Nuevamente, el mensaje habló profundamente con él. Cuando el misionero exhortó a las personas a venir a confesar sus pecados públicamente, Pak Elias se olvidó de todo, se levantó y fue para el altar. Se entregó a Jesús, confesó sus pecados y rindió su vida íntegramente al Salvador. Tenemos pruebas que la entrega fue genuina e íntegra. También fue aceptado por el Señor.

La conversión de Pak Elias cayó como una bomba en medio del pueblo de la iglesia. No sabían como reaccionar. Los pastores, los presbíteros de la iglesia, los profesores de la escuela dominical y también los miembros de todas las iglesias se quedaron profundamente resentidos y airados contra aquello que él hizo. De común acuerdo, todos comenzaron a decir: “O él estaba bien con Dios antes y se desvió, o entonces siempre fue un hipócrita. Tanto una cosa como otra son cosas gravísimas”. La razón porque las personas se enfurecieron tanto, en la verdad, era porque ellos deberían hacer aquello que Pak Elias hizo y nació un temor en el subconsciente de todos aquellos que vivían bajo una falsa seguridad, la cual estaba siendo amenazada por aquel acto de un líder suyo.

Este es un problema común entre todos los miembros de las iglesias actuales. No consiguen darse cuenta lo que realmente es la conversión y un nuevo nacimiento y ni su extensión o implicación. Lo mismo podemos afirmar de la gran mayoría de los ministros del evangelio actuales y de la gran mayoría de los líderes de las congregaciones locales.

La conversión de Pak Elias y su contacto consecuente con la escuela teológica del occidente de Java resultaron en su expulsión de un presbítero de la iglesia. ¡Cómo es propio de nuestro mundo cristiano actual! La iglesia no se endurece con la blasfemia de los ministros y de los pastores; no se ofende cuando sus líderes beben y fuman; no les importa hablar unos de los otros y de que peleen; pero cuando un hombre, por la gracia de Dios, se convierte de todas esas cosas, ellos se quedan endurecidos y lo rechazan airados. Durante los años siguientes, a Pak Elias le fue prohibido de predicar en cualquier iglesia. Pero, él no se dejó afectar por esta condena porque el fuego de Dios quemaba en él fervorosamente. Él predicaba en las calles y en las carreteras por donde andaba.

 

Envenenado por Cenizas y Azufre

 

En 1960, Pak Elias recomenzó sus estudios. Frecuentó la Escuela Teológica del occidente de Java y buscó una nueva formación. El ambiente espiritual de la escuela respondía a todos los anhelos y a todos los clamores con que su corazón bramaba. En 1961, él ya organizaba y participaba en campañas en las islas de Celebes, de Java y de Timor. Cuando la organización ‘World Vision’, la cual cuidaba de niños huérfanos, reconoció su valor, lo invitó para ser su vicepresidente. En 1963, Pak Elias estaba trabajando en Borneo y en Rote. Fue durante este trabajo que se encontró por primera vez con el Pastor Gideão, hombre que acabó por convertirse a través de su ministerio.

Pero, 1963 también fue un año de crisis. El día 17 de Abril, el volcán Agung en la Isla de Bali, entró en erupción y enterró varias villas. Pak Elias estaba allí presente, trabajando en una campaña. Acabó por entrar en la ayuda humanitaria llevando muchos niños para lugares seguros. Pero, las carreteras, estaban enterradas y cubiertas con varios centímetros de cenizas calientes, y como consecuencia, los pulmones de Pak Elias se quedaron terriblemente quemados. En el hospital, los médicos comenzaron la dura batalla por su vida, la cual parecía ser en vano. Al final, se aproximaron a su familia y dijeron: “¡Es todo en vano! Los pulmones de él sufrieron mucho y están completamente quemados. Es una cuestión de días hasta que él muera”. Vino una hora de crisis y su esposa llamó a los médicos responsables, los cuales dijeron: “Él no va a sobrevivir esta noche”. La temperatura de su cuerpo subió hasta a los 39º.

La inflamación se esparció, también, para su hígado. Pero, a la medianoche, entre el día 30 de Abril y día 1 de Mayo, este paciente aparentemente en fase terminal comenzó a cantar. Miró a su querida esposa y dijo: “Esta no será mi última noche en la tierra. Aún necesito glorificar al Señor Jesús. El Señor me dio dos versículos para confirmar su voluntad: “A ti también, Señor, pertenece la benignidad; pues retribuyes cada segundo su obra”; “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”, Salmos 66:12 y Isaías 43:2. Yo pasé por el fuego pero el Señor me libró”. Su profecía se cumplió. En aquella noche, la condición de Pak Elias mejoró substancialmente. Al día siguiente, él ya estaba en recuperación total.

Mientras estaba en el hospital, quedó claro para él que tendría que abandonar la organización ‘World Vision’ y dedicar toda su vida a la predicación del evangelio.

 

Las Puertas Se abrieron

 

En 1964, Pak Elias fue una vez más a predicar en Java en una campaña misionera. Las iglesias permanecían cerradas para él. Recibió una invitación para ir a predicar en Sumatra y viajó hacia allá. Fue allá que presenció un gran avivamiento entre los musulmanes, de lo cuál ya hablamos.

Una noche, Pak Elias fue despertado por el Señor y le fue revelado que predicaría a miles de personas. Por esa altura, él no tenía la mínima idea de cómo o donde eso acontecería y ni lo que aquella profecía significaba. Pero, siete años después de que las iglesias habían cerrado las puertas para él, recibió una invitación de Bandung. La carta decía que, todas las iglesias del área, participarían activamente en la campaña. Pak Elias apenas conseguía creer lo que estaba leyendo. ¿Todas las iglesias pidiendo para oírlo, a él, el expulsado?

Pero, no respondió a la invitación, unos días después, recibió una nueva llamada con la misma invitación. Sin embargo, orando, no recibía ninguna respuesta de parte del Señor y, por esa razón, no se había comprometido aún. Pero, una semana más tarde, dos personas llegaron de Bandung con otra invitación formal para ir a predicar en la campaña. ¡Tres invitaciones! Debe ser la voluntad de Dios, pensó. Decidió ir.

La campaña en Bandung fue un gran acontecimiento. Había 52 iglesias diferentes y todos los pastores participaron activamente en aquella campaña. Un grupo de 75 estudiantes, juntamente con sus profesores, vino de la Escuela Teológica de Java para ayudar en la preparación de la campaña. Las iglesias fueron divididas en cuatro grupos por orden de distritos y los estudiantes y los profesores se dedicaron enteramente a la predicación de la Palabra. Durante aquel tiempo de preparación, muchas personas fueron traídas a una relación directa con Jesús, los cuales, por su parte, eran entrenados a aconsejar personas para saber cómo orientar a las personas que se convertirían durante la campaña.

Pak Elias fue el instrumento usado para el efecto. Cada mañana entre 8.000 y 15.000 personas venían a oír el evangelio y, en total, cerca de 3.000 limpiaron sus vidas con el Señor. Pero los nuevos convertidos, no fueron dejados al azar y varios cultos fueron organizados para orientarlos y para edificarlos. Aquella obra de edificación y de seguimiento de los nuevos convertidos duró tres meses y la campaña duró 18 semanas.

Hombres de negocios, profesores universitarios y estudiantes fueron alcanzados por la Palabra de Dios y, como resultado, Pak Elias venció la barrera de la desconfianza que había contra él. Todas las iglesias aplaudieron su obra, la cual antes rechazaban fríamente, indignados contra él.

 

Autoridad

 

En Lucas 9:1,2 leemos: “Reunido a los doce, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades; y los envió a predicar el reino de Dios”. ¿Dónde vemos esa autoridad hoy en el medio evangélico? Aunque veamos las iglesias llenas de oradores fantásticos, pocos de ellos consiguen manifestar y evidenciar a Cristo en los testimonios que dan. Y, el número de cristianos con los dones que Dios distribuye personalmente, sea para sanidad o para que expulsen demonios, son escasos o casi inexistentes. Pak Elias ya dijo en varias ocasiones lo siguiente: “Yo no tengo autoridad para sanar ni para resucitar personas de la muerte”. Pero, él no dijo nada sobre la autoridad que posee sobre demonios y sobre fuerzas ocultas. Es una buena señal que él no hable de las cosas que posee. Sé que, todos aquellos que realmente poseen dones reales, raramente hablan de ellos. Y comprobé que, todos aquellos que hablan de sus dones, son precisamente aquellos que no los poseen.

Vamos a oír una historia que pasó dentro de la Escuela Teológica en Java. Había un hombre que era un hechicero muy poderoso. Se inscribió para ser conductor dentro de la Escuela y fue aceptado. Había aprendido su arte de hechicería en la Meca y en la Medina. Se cuenta que, una vez, cuando vivía en la India, se dejó enterrar vivo y se quedó cuatro semanas bajo tierra sin respirar. ¡Y, he ahí aquí, un hombre enviado por Satanás aún dentro de la Escuela de Dios! Sólo muy gradualmente los estudiantes y los profesores tomaron conciencia de su presencia. Conforme el tiempo fue pasando, vuelve su habilidad y poder para matar perros y otros animales con su mirada y poderes de concentración.

Los líderes de la Escuela fueron obligados a intervenir. Convocando al hombre para una reunión, lo cuestionaron sobre sus poderes ocultos. Le preguntaron: “¿Es verdad que posees estos poderes? ¿Consigues matar animales a través de tus poderes?” “Sí”, respondió. “No sólo mato animales, sino que también mato personas”. Mirando Pak Elias en sus ojos, añadió: “¡No mires directamente a mis ojos! Si el lo hiciera, dentro de segundos estará muerto”. Pak Elias sintió el desafío en el aire y, dentro de su corazón, orando, sintió la paz de Dios para aceptar el desafío. “¡Mírame! En nombre de Jesús, ordeno que estos poderes de Satanás sean prendidos e inutilizados”. Pasaron cinco segundos y nada había acontecido, ni a uno ni al otro. Los dos hombres continuaron mirándose y el mágico (hechicero) se cayó repentinamente en el suelo, inconsciente. Su cuerpo estaba todo tirante y su carne dura como piedra.

Pak Elias no deseaba que aquel hombre muriera y dijo: “En nombre de Jesús, ordeno que te levantes”. El hechicero recuperó la conciencia. Sus poderes satánicos habían sido derrotados. Los creyentes, después, comenzaron a conversar con él y él confesó que tenía cuatro agujas de oro enterradas dentro de la carne de sus brazos. Afirmaba que aquello era el origen de sus poderes. Él desafió algunos de los estudiantes a cortarlo y a extraerlas. Haciendo uso de un cuchillo, su piel ni se pelliscaba. Nuevamente, Pak Elias ordenó, en nombre de Jesús, que aquellas agujas salieran. Las agujas comenzaron a moverse y salieron una por una sin que nadie tocara en ellas. Por fin, el mágico cedió y prometió entregar su vida a Jesús. Pero, no cumplió su promesa que hizo, pues descubrieron que él aún mantenía ciertos amuletos y objetos de los cuáles rechazaba separarse. Él fue quitado de sus funciones. A pesar de ser uno de los hechiceros más temidos de Java, consiguió, aún así, quedarse trabajando durante cuatro meses en la Escuela que estaba siendo usada por Dios para cambiar Indonesia.

Satanás consigue infiltrarse dentro de la obra de Dios de cualquier manera – incluso colocando hechiceros temibles, donde sólo Dios debería estar operando.

Muy pocos cristianos están verdaderamente atentos a los esquemas y a los planes que Satanás elabora para confundir y para desordenar la casa de Dios. Un pastor de los más sobrios de una cierta Iglesia Pentecostal, me dijo una vez: “Descubrimos, muchas veces, que varias personas con capacidades satánicas, entran en nuestro medio y hablan en lenguas extrañas. Causan desorden y ahora somos conocidos por ese desorden”. Su observación fue valerosa y revela que tiene cierta capacidad para interpretar la Biblia normalmente.

Pak Elias y el Pastor Gedeón estaban trabajando juntos en Timor en cierta ocasión. Gedeón estaba predicando en un culto allí cerca de media hora cuando una mujer de la audiencia se levantó e intentó desorganizar la reunión. La mujer era, en la verdad, una hechicera y contradecía todo aquello que el Pastor Gedeón decía. Si él decía que la sangre de Jesús nos limpia, ella decía que era mentira y así continuaba. Por fin, Pak Elias se volcó para Gedeón y dijo: Tenemos que silenciar a esta mujer o, sino, el culto no va a dar en nada. Esta obra es de Satanás y no de la mujer”. Se volcó hacia la mujer y le dijo: “En nombre de Jesús, cállese y venga al frente a oír todo el mensaje”. La señora paró con las objeciones y fue hacia el frente a oír el mensaje. Al final, pidió ser aconsejada, pero no conseguía creer. A pesar de eso, todas las personas dentro del culto, incluyendo el pastor y los presbíteros de la iglesia, tuvieron oportunidad de testificar el poder de Dios.

En su ministerio, Pak Elias ya experimentó varios tipos de perturbaciones en sus cultos. En otro culto, donde mucha gente estaba presente, estaba una hechicera que pretendía perturbar el orden. Ella salió de su banca y fue a caer como muerta delante del púlpito. Dos personas fueron a verla y dijeron a Pak Elias: “¡Ella no está inconsciente. Está muerta!” Pak Elias no interrumpió el curso de la predicación y entregó todo el mensaje. Pero, después del término del culto, él se dirigió a la mujer y dijo: “En nombre de Jesús, levántese”. La mujer se puso en pie inmediatamente y, confesando todos sus pecados, fue verdaderamente salva de ellos.

 

La Protección del Señor

 

Pak Elias fue en avión, cierta vez, para la isla de S. para hacer una campaña misionera. Antes de haber llegado, un hechicero musulmán que vivía en la isla, tuvo una visión en la cual le había sido revelado que un hombre muy peligroso llegaría de Java y él debería matarlo a cualquier costo. El hechicero fue mandado por el diablo a ir al aeropuerto, pero el hombre no consiguió perpetrar su acto de asesinato porque había muchos vigilantes cerca. Pak Elias fue para cierta casa, en la cual habría una reunión. El hechicero lo siguió, pero también allí acabó por no hacer nada, porque había mucha gente que impedía que él se aproximara lo suficiente para conseguir lo que pretendía. Al final del culto, Pak Elias salió de la casa para hablar con las muchas personas que no habían conseguido entrar en el lugar abarrotado. El hechicero creyó que aquella sería la ocasión de matarlo.

Él era un excelente tirador de piedras, un arte muy usual en Indonesia aún hoy. Para aumentar sus hipótesis de éxito, el hombre introdujo algunas agujas en su rostro para llamar a sus poderes. Hallando el lugar ideal para lanzar la piedra, su brazo se estiró para atrás para lanzar la piedra. De pronto, su brazo se quedó duro y no conseguía doblarlo nuevamente. Pak Elias ni se dio cuenta de lo que estaba aconteciendo. Al final de la predicación, él invitó a las personas a que vengan a entregarse Cristo, arrepintiéndose y confesando todos sus pecados. El hechicero vino a entregarse y confesó sus pecados, incluyendo el pecado que lo había llevado allí. Contó, más tarde, que, en el momento que iba a lanzar aquella piedra, el suelo bajo sus pies se movió y cedió. Confesó su terrible plan y, también, sus robos, asesinatos y otras cosas más. Al día siguiente, fue a procurar a todas las familias de quienes había robado cosas y devolvió todo lo que tenía. Hasta devolvió una camisa que traía vestida, desnudándose de ella. Esta historia maravillosa es una ilustración del modo claro como el Señor protege a sus mensajeros.

Los musulmanes de aquella isla, cierta vez, se levantaron contra Pak Elias y contra los otros cristianos. Los hermanos en Cristo intentaron proteger a Pak Elias, pero él les dijo: “Déjenlos que se aproximen a mí. Aquellos que están con nosotros son más que los que andan con ellos”. Los musulmanes avanzaron. Repentinamente, un hombre en medio de la audiencia, el cual había venido para oír lo que los cristianos tenían que decir, se levantó. Él era un alto oficial del ejército y gritó: “¡Si no paran inmediatamente con vuestra demostración y si no se callan, daré órdenes a mis soldados para que tiren a matar! Vine aquí para oír a este hombre hablar. ¡Siéntense y oigan también!” Los activistas congelaron y algunos de ellos comenzaron a sentarse en lugares vacíos. Al final del culto, el oficial vino a conversar con Pak Elias y dijo: “¿Necesito de Jesús, el señor puede ayudarme a encontrarlo? Por favor, muéstreme como debo hacer para seguirlo”. Su pedido fue atendido. Ciertamente que él era un hermano del centurión de Hechos 10.

En otra ocasión, Pak Elias estaba usando un gráfico de franela con el objetivo de ilustrar el estado del corazón del hombre. Una multitud de musulmanes había sido incendiada por dos hechiceros y se aproximaban. Los Cristianos comenzaron a prepararse para lo peor. En medio del mensaje, Pak Elias habló con el pueblo cristiano y pidió para que no se inquietaran con nada y que dieran toda la atención al mensaje. Él leía el Salmo 2: “¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos traman vanamente?...” cuando terminó, él concluyó: “El Evangelio de Cristo necesita ser gritado en las tinieblas y proclamado en voz alta donde existen tinieblas”. Mientras hablaba, los dos hechiceros envueltos se accidentaron y, antes de que el culto hubiese terminado, estaban ambos ingresados en el hospital.

 

El último ataque que descubriremos terminó peor. Una vez más, se dio con musulmanes. Intentaron, a través de otra demostración, impedir una enorme concentración de cristianos y de personas que deseaban oír la Palabra de Dios. Dos hombres, en particular, eran los maestros del tumulto. ¿Cómo terminó aquello todo? Una semana más tarde, uno de ellos se cayó de un precipicio en su auto y el otro se ahogó en su barco cuando salió hacia el mar y una onda súbita tragó su barco. Debido a esos acontecimientos, el pueblo que participaba en los tumultos, se quedó alarmado y lleno de miedo porque consideraba aquellos dos hombres como sus líderes. Habían escrito cartas para entregar a las autoridades locales, quejándose de la obra que los creyentes estaban haciendo en su área. Pero, aquellas cartas nunca fueron enviadas. Decían: “¡Es muy peligroso, entráremos en la lista negra de los creyentes, ellos tienen que estar a favor de nosotros y no contra nosotros!” Fue así que aquella amenaza de Satanás favoreció toda la obra de Jesús y de sus hijos.

 

Sé nuestro Salvador aún hoy;

Tú que eres Señor sobre la Vida y sobre la Muerte;

Danos la gracia de que agrandemos tu nombre;

¡Hasta nuestro último aliento!

 


XXII. SABIDURÍA A SUS PIES

 

Pak Elias, por la gracia de Dios, consiguió alcanzar tanto a los sabios y estudiosos como los analfabetos, los pequeños y los grandes, los importantes y los insignificantes. Sin embargo, sabemos que estas cosas y estas distinciones no existen para el Espíritu Santo. ¡Ellas simplemente no existen! Quien cree que es alguna cosa, se hizo nada. Pero aquel que se da cuenta de la realidad de su insignificancia, delante de la majestad de Dios, recibe gracia.

Ya oímos hablar aquí de un profesor universitario en Palemburg que, reconociendo sus pecados y su propia pobreza de Espíritu, halló a Cristo en una campaña de Pak Elias en su ciudad. La historia fue repetida en Bandung donde una mujer halló la llave de la verdadera sabiduría. Pablo dijo, acerca de eso: “Conocerlo y al poder de su resurrección”, Filipenses 3:10.

 

Conocer a Jesús

 

No existe camino más sublime que este. Aunque caváramos las profundidades de los credos, de las existencias y del mundo, nunca hallaríamos verdad más sólida. Es solamente Jesús que puede ser el lugar céntrico de todos los pensamientos de los hombres. Nunca algún ser debe intentar retirar esta verdad de su lugar debido.

Vamos, ahora, a oír el testimonio de una mujer excepcional. Ella no es sólo una abogada, pero, también es una profesora en la Universidad de Bandung. Cuando conocí a la Sra. Mapalley en Indonesia, me quedé de veras interesado en su obra, pues, ella hizo su tesis de doctorado teniendo el ocultismo como asunto – tal como yo. El título de su obra es: “Un Breve Análisis de las Varias Formas de Ocultismo en Indonesia de Hoy”. Mejor aún: ella concordó traducir para Indonesio mi libro “Entre Cristo y Satanás”. Vamos a oír el testimonio de ella.

Dos años atrás, Pak Elias hizo una campaña en nuestra ciudad. La misma semana, un cantante pop muy conocido, se convirtió. Se quedó tan lleno del amor de Cristo que, inmediatamente, me llamó para preguntarme si estaría dispuesta a cantar juntamente con él en uno de los cultos. Concordé y cantamos todas las noches un himno que tenía como tema el Hijo Pródigo. Inicialmente, ni sospechaba que aquel tema estaba hablando de mí. En el pasar de la semana, cada mensaje me hacía aún más super-consciente de mis ruindades y pobreza interior. Por fin, ya no aguantando más, me entregué a Cristo.

Como resultado de mi conversión, pedí a Pak Elias visitar nuestra casa, con la esperanza de que mis familiares hallaran el camino para Cristo también. En aquella noche, me sentía muy consciente de como realmente había sido perdonada por el Señor Jesús, radiaba esperanza en el futuro y experimentaba una alegría que nadie conseguía quitar de mí.

Antes de esta experiencia maravillosa, mi vida era gestionada e instrumentalizada por una vida rutinaria de iglesia y yo me aseguraba en una visión doctrinaria muy tradicional. Mi padre fue pastor evangélico y nos enseñó siempre a hacer nuestras oraciones. Pero, nosotros nunca fuimos instruidos a entregar nuestras vidas y todos los detalles de ella, uno por uno, a Cristo.

Pero además de mis estudios, mi vida de niño y de joven, también fue dedicada al deporte. Yo era una tenista apasionada y mi pasatiempo favorito era recaudar trofeos atrás de trofeos.

 

Capacidades de Médium

 

Puede parecer extraño que hablemos de los muchos creyentes aún presos en corrientes ocultas de opresión espiritual. Puede parecer aún más extraño decir que sufren opresiones siendo creyentes. Fue terrible para mí cuando descubrí que yo era una de las personas a quién se referían las palabras de Éxodo 20:5: “Porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, que visito la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian”. Mi abuelo, en la verdad, fue un hechicero. Aunque mi padre haya sido pastor, existía un linaje de poderes y de corrientes del diablo sobre toda nuestra familia. Esas capacidades y demostraciones satánicas encontraron expresión precisamente en mí. Ya cuando yo era niño, noté que poseía ciertas habilidades de adivinación y de ocultismo. Oía voces ocasionalmente y sentía la presencia real de seres invisibles cantando para mí. Siempre que me encontraba con alguna persona extraña, detectaba inmediatamente que tipo de persona era y lo que estaba pensando. Para empeorar las cosas aún más, solía tener ciertos sueños que se realizaban más tarde – algo que me hizo tener mucho miedo de soñar.

Puedo dar un ejemplo de lo cuál me recuerdo en este momento. Después de mi boda, soñé y vi que dos médicos se inclinaban sobre mí en una cirugía. Uno de ellos era Indonesio y el otro era Occidental. Aún me recuerdo de la bombilla que iluminaba la sala de cirugía. En la mañana siguiente, conté a mi hermana lo que había soñado y ella sirve como mi testigo de esto que estoy aquí diciendo. Una semana después, me dio un dolor intenso en la zona de mi estómago y los médicos sospecharon que fuera apendicitis. Decidieron que era necesario que recurra a una cirugía. El sueño que tuve se concretizó detalladamente, incluyendo los médicos y la bombilla de aquella sala. Lo peor de todo es que sentimos vergüenza o miedo de hablar de estas cosas.

Mis dos hijas también heredaron estas capacidades satánicas. La mayor tiene capacidades telepáticas y una disposición interior de super-sensibilidad. Esto significa que ella se hacía más consciente de las cosas a su vuelta que otras personas. Ella funcionaba como si fuera un receptor de radio, la cual atrapaba en el aire todas las señales invisibles a su vuelta. Pero, peor aún, ella contactaba directamente con el mundo de los Espíritus y me despertaba de noche confrontándose y debatiéndose con terribles batallas. La otra hija también experimentaba la presencia de seres invisibles dentro de casa. Ella veía los Espíritus.

Las personas que trabajaban en nuestra casa también se daban cuenta de muchas cosas que pasaban en el mundo invisible. ¡Cómo por ejemplo, puedo citar como la cocinera que me vio dos veces dentro del cuarto, vistiéndome, cuando yo no estaba en casa! En una otra ocasión, la empleada afirmó que vio a un ídolo de Bali bailando y saltando en mi ventana con cierto ritmo. Mi hija entró en el cuarto y preguntó airada: “¿Quién está golpeando en la ventana? ¡Están poniéndome nerviosa!”

Los Espíritus invisibles parecían atormentar a todas las personas dentro de casa. Ya no sabíamos que hacer. Unos meses más tarde, David Simeon visitó nuestro distrito con un grupo de estudiantes de la Escuela Teológica. ¡Cuándo le conté lo que estaba aconteciendo, me quedé sorprendida al verificar que él, no sólo sabía de lo que se trataba, pero también tenía experiencia de expulsar demonios de casas y de personas! Después de que el grupo entró en todos los cuartos de mi casa y mandado a todos los Espíritus que salgan de allí en nombre de Jesús, nuestra casa se hizo un ambiente de paz y de quietud.

El Señor me enseñó muchas cosas a través de estas experiencias extrañas. En primer lugar, nunca me había dado cuenta que los pecados de hechicería de mi abuelo podrían ejercer influencias sobre nuestras vidas, aunque mi padre haya sido pastor. Las opresiones de ocultismo pueden, por eso, permanecer en las vidas de creyentes nominales y hasta que consigan alcanzar varias generaciones siguientes. La segunda lección que aprendí, fue que, a pesar de que mi conversión era genuina y evidente, nunca había sido verdaderamente libre de aquellos poderes ocultos. Necesité de consejería y de tratamiento especializado. Dios fue muy misericordioso para mí. En tercer lugar, aprendí que, hasta mis hijas sufrían de este mal. Esta fue la parte más dolorosa de esta experiencia. Ellas también heredaron las capacidades ocultas de mi abuelo. Y, por último, nuestra casa fue afectada también. Las personas, bajo opresiones y bajo maldiciones de este género, generan opresiones sobre aquello que poseen y sobre las cosas que los circundan.

Estas fueron las cuatro lecciones específicas que retiré sobre como los pecados de ocultismo y de hechicería son una maldición automática colocadas sobre las personas, incluso tres y cuatro generaciones después. Pero, nunca tendría el coraje de hablar sobre estas cosas, aunque fueran hechos reales y fenómenos visibles y palpables. Si no hubiera aprendido otra lección, tampoco habría hablado con nadie sobre nuestros problemas. La lección de más que aprendí, también, fue que, aún siendo atormentados y rodeados por el poder de nuestro enemigo de siempre, el poder de nuestro Señor Jesús derrota para siempre hasta las insinuaciones de las cosas que salen de la cabeza y de la boca de Satanás. Jesús derrotó todos los poderes del mal. Por esa razón y a través de Él, derrotamos cualquier enemigo y podemos ser más que victoriosos sobre cualquier poder.

Con estas grandes lecciones, aprendí la mayor de todas: ¡Jesús es y continuará siendo victorioso sobre cualquier cosa, sean poderes en la tierra o venidos de Satanás y del infierno! Mirando para atrás, puedo ver y entender porque razón Dios permitió que pasara por todas estas experiencias. Aunque muchas personas estén, aún, presas y oprimidas por poderes idénticos en Indonesia, ya no existe nadie en nuestro país, pero además de los estudiantes de la Escuela Teológica, que sepan lidiar con este fenómeno y, también, de aconsejar de la manera correcta las personas bajo esas influencias de opresión. Por lo menos, yo encontré ayuda seria y eficaz en estos siervos del Señor. Como mínimo, ellos son valientes y enfrentan los poderes de Satanás sin dar vuelta la cara. Desde que mi liberación aconteció, Jesús envió muchas personas hasta mí para que sean ayudadas y las cuales también conseguí aconsejar. Esta escuela de dificultades me preparó para la obra de liberación, también.

Todo el poder victorioso de nuestro Señor Jesús es la única respuesta que tenemos para todos los problemas de este mundo, incluyendo los problemas y los dilemas de la hechicería y del ocultismo. Verdaderamente.

Aquí termina el testimonio de la Sra. Mapalley. Me quedé sensibilizado por el testimonio de esta mujer y me sentí animado a continuar esta grandiosa obra en el área del ocultismo. Me animé por el hecho de que esta profesora universitaria había llegado a las mismas conclusiones que yo llegué sobre este tema. Sólo nos encontramos en 1968, pero, después de haber leído mis libros, ella dijo: ¡Es decir, exactamente aquello que descubrí por experiencia propia! ¿Puedo traducir este libro para Indonesio?” Creo que el pedido vino del Señor.


XXIII. EL DUEÑO DE UNA PLANTACIÓN ENCUENTRA A CRISTO

 

En las conferencias del Occidente de Java, tuve el placer de conocer al Sr. Tanen Djin. Él me habló en alemán. Es un hombre de enormes ingenios. Habla fluido en varios idiomas y viajó por el mundo entero. Vamos a dejar que sea él quien nos cuente su historia.

 

Nací en 1905. Mis padres eran Confucionistas devotos. En lo tocante a mi educación, frecuenté una escuela Holandesa. Debido a nuestras convicciones religiosas muy fuertes, yo y mi esposa nos casamos de acuerdo con todos los procedimientos de la religión de Confúcio.

Nuestra boda nos dio tres hijos: Boon, Hooi y Leong. Ellos estudiaron en Rótterdam, Londres y Ámsterdam. Leong se hizo famoso como jugador de ajedrez, habiéndose hecho uno de los mejores del mundo.

Yo y mi esposa éramos extremadamente religiosos. Pero no sabíamos nada sobre el Señor Jesús. Comenzamos a orar a Dios en 1932, pero, como los de Atenas en Hechos 17, orábamos a un Dios desconocido.

La 2ª Guerra Mundial y las ocupaciones Japonesas fueron momentos muy difíciles para todos nosotros. Fuimos perseguidos de muchas maneras y atormentados con impuestos muy altos. Se siguió la guerra entre los Holandeses y los Indonesios. Eso también nos afectó mucho.

Después vino la tragedia: nuestro hijo ejemplar y talentoso se quedó mentalmente enfermo. Recibimos un telegrama de nuestros amigos en Europa, el cual nos informaba que Leong había sido admitido en el hospital de Ámsterdam. El médico me dijo que él sufría de un tipo de esquizofrenia incurable. Fue un gran choque para toda la familia y un temblor enorme para mí. Al hablar con sus médicos, me dijeron: “Llévelo de vuelta para Indonesia. Tendrá mayores hipótesis de recuperarse en un ambiente familiar en el sol tropical”.

Volvimos para Bandung. Cuando llegamos, Leong continuó siendo tratado. Los médicos le prescribieron los mismos medicamentos que le habían prescrito en Holanda: Largactil, Librium y Serpasil.

Apenas supieron que mi hijo estaba de vuelta, sus antiguos amigos comenzaron a telefonear para casa. Lo incentivaron a participar en el ajedrez nuevamente. Leong había, en la verdad, formado parte del equipo internacional, el cual había viajado hasta Leipzig para las Olimpiadas de ajedrez en 1960. Él consiguió una puntuación de 16,5 en los 20 posibles. Sus amigos deseaban que él fuera con ellos para un campeonato en Europa en 1965. Pero, todo aquello sólo empeoró su estado de salud y él acabó por ser ingresado en un hospital militar para ser tratado. Pero, no había ninguna esperanza y las condiciones del Hospital no eran buenas.

Intentamos de todo para que él saliera del hospital, pues los cuartos eran cerrados con rejas de hierro. Cuando lo conseguimos, él se calmó un poco. En nuestra ignorancia, permitimos que nuestro hijo fuera tratado por un astrólogo. Fue un error desastroso. Los padres desesperados hacen cualquier cosa para que puedan tratar a sus hijos. Pero, ni se dan cuenta de que les están causando daños irreparables. Esa debería haber sido la última cosa a la cual recurrir. Colocamos a nuestro hijo bajo los poderes de las tinieblas y se quedó expuesto a ellos.

Después de haber conversado con algunos obreros misioneros, los cuales intentaron mostrarnos el camino para Cristo a finales de 1965, conseguimos sospechar que nuestra religión (de Confúcio) estaba engañándonos. Pero, aún no estábamos preparados para aceptar el Camino Correcto. Sin embargo, comenzamos a orar al Dios de los Cristianos ese año – era sólo uno más, para nosotros.

En Marzo de 1966, el Pastor Simeon y su esposa llegaron a nuestra ciudad venidos de la Escuela Teológica y hicieron una serie de cultos y charlas. La Sra. Simeon usó mucho de su tiempo para aconsejarnos y ayudarnos. Ella intentó llevarnos al Señor. Pero, nuestros corazones eran duros como diamantes y no consiguieron coger el llamamiento hecho para que nos entreguemos a Cristo.

En Mayo del mismo año, Pak Elias llegó a Bandung con su grupo. Cuando él animó a las personas a que vayan al frente y se entreguen a Jesús y que se arrepientan de sus pecados, finalmente decidimos tomar el paso decisivo. Por primera vez en nuestras vidas, todos los pesos se cayeron. Estábamos muy preocupados, en la altura, sobre lo que nuestros padres dirían por que abandonemos la fe de Confúcio. Fuimos corriendo para casa y contamos lo que hicimos. Inicialmente, se quedaron muy chocados y dijeron: “Ahora no tenemos a nadie. ¿Quién es que va a sacrificar por nosotros cuando muriéramos? Nadie nos visitará en el otro mundo, después de morir”. Intentamos confortarlos, pero no sirvió de nada. En aquel preciso momento, entraron Leong y mi esposa apresuradamente. Era muy visible la alegría y el brillo en sus ojos por que se habían entregado al Señor Jesús. Mis padres se dieron cuenta del cambio también. Por esa razón, acabaron por aceptar mejor el paso que habíamos dado.

Con este cambio en nuestra vida y con el conocimiento de Jesús, la alegría entró hacia nuestro hogar. Jesús transformó todo. Ni daba para creer. Era demasiado glorioso. Más tarde, una porción más de alegría redoblada nos fue añadida con la visita de Pak Elias. Mientras él estaba con nosotros, confesé todos mis pecados, uno por uno, delante de él, experimentando el verdadero perdón de todo cuanto hice. La enfermedad de mi hijo desapareció. Los médicos de Ámsterdam estaban engañados: Jesús sanaba aún. Cuando ya no existe esperanza, aún sobran miles de hipótesis en abierto en las manos del Señor Jesús. Su brazo nunca será demasiado corto de forma que no nos consiga ayudar. La ceguera del hombre es lo que lo hace pensar que el brazo de Dios no consigue salvar.

El día 21 de Julio de 1966, mi esposa, Leong y yo fuimos bautizados. Las cosas viejas pasaron, he ahí que todo se hizo nuevo a través del Señor Jesucristo. Mirando para atrás, no consigo entender porque razón nunca decidí seguir a Jesús antes. Las cosas son tan claras. Es muy extraño. No tengo explicación para las razones que me mantuvieron tan lejos de Dios durante tanto tiempo. ¡Ya podría haber entregado mi vida a Jesús hace tanto tiempo! ¿Por qué tanta tontería, por qué razón dejamos pasar nuestras vidas sin vida, si Él es la fuente de la cosa más agradable que nos puede acontecer, es decir, el perdón de todos nuestros pecados? ¡A través de Él tenemos paz con Dios, una paz que nadie puede quitar de dentro de ninguno de nosotros!

El avivamiento en Indonesia tocó profundamente en todos los acordes de mi corazón. Desde que volví de aquellas tierras lejanas, las palabras del grupo de coro en la Isla de Ambon aún están en mis oídos y en mis sentidos. Ellos cantaron en alemán para darnos la bienvenida a su tierra.

 

Jesús mi alegría,

Tú pastoreas en mi corazón;

¡Jesús mi corona, como anhelo el lugar donde estás!

Jesús, Tú eres mío, yo te pertenezco;

No existe nada más querido en la tierra para mí que Tú.

 

Dr Kurt Koch

Alemania

  (2ª Parte)