AQUEL MOMENTO MÁS LINDO DE MI VIDA

 

POR JOSÉ MATEUS

 

Cuando busqué a Cristo y Lo hallé, me pregunté a mí mismo porque Lo deseaba tanto así

La respuesta me sorprendió bastante, ya no deseaba nada más que una vida constante

Cuando la hallé era demasiado maravillosa, pues estaba habituado a mentir para mí mismo

Y mentía para mí porque no podía dejar de experimentar la muerte que pensaba que era vida

No era falta de vida, pero era la presencia de la muerte, real, dura, implacable, fea

Y la cual me hacía mentir para proseguir

Sus mentiras son el modo de animar – anima mintiendo y encubriendo.

Por ellas proseguimos, muriendo a cada paso que damos

Sufría inmensamente porque pensaba que estaba sobreviviendo cuando me encontraba muriendo

Y era aquel dolor del engaño que yo no sabía explicar porque sólo sentía y no percibía su origen

Había una espada atravesada en mi corazón a causa de la vida que vivía, a causa de mí mandando en mi vida

Porque todo lo que esta vida me daba,

Cobraba en cambio un vacío enorme que me hacía caer más fondo en la tentación de proseguir

Hay que parar y no proseguir!

Ya tenía algunas cosas que deseaba

Y muchas me faltaban que me hacían soñar para alcanzarlas sin serme posible

El sueño del mundo nos mantiene presos al mundo, pues, si no fuera de ese modo

No nos conseguiría mantener ocupados en él

Pero cada día que pasaba y cada cosa que conseguía aumentaba la insatisfacción

Y la falta de gana de continuar viviendo así

Era un vacío enorme que me hacía detestar todo lo que no llenaba aquello que la muerte cavaba dentro de mí

Yo trabajaba inmenso, luchaba sin treguas pero estaba sólo desgastándome mientras me hundía en mi propia cueva!

 

Esta era la muerte que yo intentaba explicar y esconder hasta de mí mismo para poder proseguir

Pero, el día que decidí mirar la realidad de frente, inmediatamente allí todo cambió

Lloré de tristeza y no paré de llorar hasta que la alegría verdadera inundó todo mi ser

Rechacé salir de donde debería hallar Vida, inundaría mi cuarto de lágrimas hasta que Él llegara

Terminó en mí la lucha de rechazar, de aceptar, terminó la lucha de desear conseguir ser diferente para poder ser diferente

No deseaba ni riqueza ni pobreza, pero sólo aquello que viniera con Cristo,

Si de allí en delante fuera rico o pobre, saludable o enfermo, pupilo o maestro, todo haría por Él desde que estuviese con Él

Oía a mi corazón repetir las palabras de Moisés, diciendo, “si no fueras conmigo, Señor, de aquí no saldré”

Si Él fuera real, yo lo quería a Él y paré la lucha de aceptar y de rechazar, siendo que era todo vano sin Él

Pues para la persona que estaba en el lugar de Cristo en mi vida, yo mismo, tanto el aceptar como el rechazar era como sueño sin descanso

Sé que no es el trabajo que cansa, pero antes yo mismo me canso trabajando porque no soy liviano, no estoy aliviado de esta vida propia

En el momento de la liberación, cuando mi modo de emprender termina, cuando mi opinión es demasiado enojona y detestable

Cuando me rindo en vez de decidir rechazar o aceptar, cuando mi propia vida terminó

Y cuando no rechazo tener una opinión real de Él, de mi Rey, cuando no lucho más ni para rechazar ni para aceptar

¡Cuándo un reinado termina y no se vende ni se compra, no se pierde ni se gana más, allí todo termina y empieza el Nuevo!

 

Y fue así que yo terminé, que mi reinado sobre mí claudicó y cedió: sólo quería mi Rey en mí para siempre.

Y fue así, también, que en medio de las tinieblas me vino la luz que hallé demasiado linda

No era tan intensa cuanto es hoy, pero yo estaba en las tinieblas y en la tristeza, viviendo y sobreviviendo de los platos de la amargura

Y el contraste me hizo experimentar un poco de lo que acabé hallando demasiado para mí porque mi hambre dignificó lo que hallé

Los primeros rayos de sol me parecían sol intenso, luces brillando con demasiado calor

Pero era la culpa del contraste que el momento causó, pues hoy, miro hacia atrás con una sonrisa

Veo como tanto hambre casi me hizo contento con poco, como casi me prendí a lo que mal había comenzado

Temía perder porque el hambre de ser de Él tanto pidió y no fuera Su voz asegurarme que vino para quedarse

No habría abierto mano de aquel momento donde vi vida llegar de forma real; y experimenté, como comida, un rayo de la luz del cielo

Era intenso porque vivía en las tinieblas y no sabía que aún estaba rayando para que el día fuera completo

Y si alguien me dijera que “la vereda de los justos es como la luz de la aurora que va brillando más y más hasta ser día perfecto”, Prov.4:18,

No creería en lo que me estarían diciendo, pues el momento fue demasiado real, demasiado bello porque vivía en las tinieblas y la luz la contrastó

Y nunca aceptaría creer que ella podría ser mejor, que la gloria pudiera  ser más que aquella poca luz fuerte y amorosa que había recibido

Y ahora que me habitué a vivir y convivir con Él, a dividir todo y compartir del modo que Él también hace conmigo

Tanto más vivo y tanto más doy vuelta mi espalda para el mundo sin gracia que abandoné, dejando de llorar y de lamentarse por mí

(Pero su lloro es falso, atrae para morir junto con alguien porque no tiene vida)

 

Antes no quería aquella vida por decisión, por el miedo de perder la que hallé, por la falta de confianza y por la fuerza,

Ahora es por falta de recuerdo, por la falta de amor por la basura que se borró de mi memoria

Dejé de agradar, de disgustar, de luchar y de prender, de manifestar y de encubrir,

Para rendirme y así poder vencer para siempre y poder dedicar mi victoria a Quién la colocó dentro de mi corazón

Ahora entiendo que la arena, el campo de batalla, nunca fue afuera de mí

Y que luchaba contra enemigos que imaginaba del lado de afuera para poder encubrirme mejor y para ignorar que moría

 

El amor de Él rebosó aquel día, pues mi copa era demasiado pequeña y Él fue creciendo y continuaba rebosando conforme me iba ensanchando

Parecía amor líquido entrando y saliendo, traspasando y llenando mi vacío

Me sentí, en aquel momento, como si nunca hubiera vivido lejos de Él, tan sublime era aquel encuentro

Pues, encontré aquello para lo que fui creado

Yo era traspasado y Su amor pasaba por mí como si yo no fuera ni sólido y ni impedimento

El amor venía e iba, pero cuando iba se quedaba dentro de mí para siempre,

Él iba pero no salía porque es grande

Pero, yo sabía que era Él, sabía de quien se trataba pues fue por Él que mi alma tanto deseó sin saber

 

No sabía qué era lo que buscaba, pero cuando hallé sabía que hallé lo que tanto busqué

Y me quedé experimentando, viviendo y renaciendo

Sólo Él mismo para quitarme de los muertos, para hacerme resucitar hacia Él así de ese modo

Y sé que, el momento que un muerto sale de la muerte, se queda más grabado en él que la Vida que en él se mantiene porque resucitó

Pero no esta correcto que vivamos a causa de un momento cuando podemos vivir y apreciar Quién nos acoge de brazos abiertos

Por más que intente describir lo que es salir de las tinieblas, se queda siempre la sensación conmigo que ni conseguí explicar muy bien.

A los amigos que quieren pasar por un bello día, por el momento más bello de sus vidas

Yo aconsejo sólo que Lo hallen  - que lo busquen, pero que Lo hallen también. Hay los que dicen que hallaron sin que sea verdad

Decir que “Él es el Lirio de los valles” sin saber, es decir algo que ni entendemos si no viviéramos el momento con Él

Entra en la vida, mi amigo, entra en la Vida del Rey de Reyes y aprovecha la oportunidad de poder quedarte por allá también.

Amén.