(Introducción)DIÁLOGO 1(Dial.2)(Dial.3)(Dial.4)(Dial.5)(Dial.6)(Dial.7)(Dial.8)(Dial.9)(Dial.10)

(Dial.11)(Dial.12)(Dial.13)(Dial.14)(Dial.15)(Dial.16)(Dial.17)(Dial.18)(Dial.19)(Dial.20)

 

 

SOBRE LA CREACIÓN

 

C_LIMPIA: La imagen de Dios es perfecta. Dios nos creó como seres perfectos. Que seamos perfectos es que seamos normales. Bien, en la verdad, que seamos normales es que seamos perfectos.

C_SUCIA: Pero, ¿por qué razón nacemos pecadores ahora? Y también, existe un hombre allá en mi iglesia que vive una vida perfecta. Yo no consigo hallarlo normal. Debe haber pecados escondidos.

C_LIMPIA: Puede no haber pecados escondidos…

C_SUCIA: Pero puede tener. Todo el mundo peca. ¡Nadie para de pecar!

C_LIMPIA: Si nadie para de pecar Jesús exigió cosa errada cuando dijo “ve y ya no peques más” Y ¿por qué dices que él peca, después de que dices que vive una vida perfecta? ¿No te estás contradiciendo un poquito?

C_SUCIA: Es que a mi no me gusta él. Me hace sentir pecador.

C_LIMPIA: Y ¿cuál que el problema si sientes eso de que eres pecador? ¿Otra contradicción? Una vez, un amigo de Portugal me dijo que el pecador siempre quiere sentirse santo y que el santo quiere sentirse pecador. Las personas sólo quieren sentir aquello que no son. ¿Porqué no te quieres sentir pecador si crees que naciste pecador? A mi me gustaría mucho vivir, experimentar y sentir sólo aquello que es realmente la verdad.

C_SUCIA: ¿Estás insinuando que soy mentiroso?

C_LIMPIA: Ni por un momento, pero creo que tu discurso se contradice. Pero, ¿por qué no te gusta el hombre de tu iglesia?

C_SUCIA: Pero ¡yo no digo que no me gusta él! Sólo siéntome irritado junto a él. Él parece que sonríe con los ojos mientras su rostro es más bien serio. Eso no es normal. Parece fingido.

C_LIMPIA: Debería antes sonreír con el rostro, y también si los ojos de quien sonríe son serios y amargados, ¿no es esa una persona fingida?

C_SUCIA: ¡Ah!! Quien sonríe debe mostrar todos los dientes. Eso es simpatía.

C_LIMPIA: Mas quien sonríe con los ojos muestra todo el corazón. Jesús mismo dijo que los ojos son la lámpara del alma  y del cuerpo.

C_SUCIA: Yo ya noté que hasta tú tienes un brillo extraño en tu mirada. Y por que razón yo no lo tengo si acepté a Jesús y voy siempre a la iglesia a cantar, oír y orar?

C_LIMPIA: Pero la mirada dura puede ser resultado de amargura y no de alivio. La sonrisa puede existir sólo para esconder todo aquello que la mirada revela.

C_SUCIA: ¿De que alivio estás hablando? Si alguien no se siente pecador no puede entrar en el cielo.

C_LIMPIA: La Biblia dice que Dios no niega un corazón verdadero, sea él pecador o santo. Si es santo, deberá sentirse santo, y si no es, deberá sentirse pecador. Es la verdad en lo íntimo que Dios más busca. Si peco, trato inmediatamente de no esconderlo. Quiero ser aquello que soy, vivir sólo aquello que soy.

C_SUCIA: ¡Pero si un pecador vive aquello que es, Dios va a comenzar a hacer planes para destruirlo como hizo con Sodoma y Gomorra! Nosotros no podemos vivir aquello que somos sino fabricaremos un mundo aún más corrupto.

C_LIMPIA: Tú tendrías razón si Dios hubiera cometido errores cuando nos creó.

C_SUCIA: Dios nos creó bien. Pero después Adán estropeó todo. Ahora tenemos a Adán dentro de nosotros.

C_LIMPIA: Y ¿por qué tenemos a Adán dentro de nosotros? ¿Fue que aceptaste a Adán como tu Salvador? O Adán aprendió el arte de Creador porque comió del árbol de la sabiduría? ¿Adán consigue hacer de ti aquello que Dios no hace o no hizo cuando te creó, es eso?

C_SUCIA: ¡¡¡Ah!!! Yo no sé hablar sobre eso. Pero mi pastor siempre dijo que nacemos pecadores y que Adán vive dentro de nosotros - un cierto “Hombre Viejo”, él dijo.

C_LIMPIA: Y ¿Cristo dónde está? Si Cristo entra en nosotros, el “Viejo Hombre” no muere con Él en la Cruz? ¡Yo creo que tu pastor está hablando cosas equivocadas!

C_SUCIA: No podemos hablar mal de nuestros pastores.

C_LIMPIA: ¿Qué es para ti no hablar mal? ¿Es decir mentiras sobre él? Es que yo creo que debería contar las buenas nuevas de Belén. Esas buenas nuevas anuncian la muerte de ese Adán cuando Cristo entra en nosotros.

C_SUCIA: Pero yo ya acepté a Cristo y sigo pecando.

C_LIMPIA: Bien, eso tiene varias explicaciones. O Cristo no entró, o Él no pudo entrar, o Él salió.

C_SUCIA: ¿Cómo así? ¡Yo acepté al Señor Jesús! Y mi pastor dijo que quién lo acepta ya no se pierde.

C_LIMPIA: ¿Y Él dio señal de vida dentro de ti? ¿O fue tu imaginación que te engañó diciendo que Él entró?

C_SUCIA: Pero dicen que cuando aceptamos a Jesús, Él entra. Mi pastor habló, también, que Él entró cuando fui allá en el frente.

C_LIMPIA: ¿Tu pastor vio a Cristo entrar? Puede ser verdad, como puede no acontecer eso que hablaste. Pero una cosa yo tengo la certeza: cuando Él entra, ¡el pecado sale! No podemos mezcar perfume con mal olor, sino disfrazamos el mal olor o estropeamos el perfume. Es bueno que coloquemos perfume en personas limpias y a Jesús en un corazón limpio.

C_SUCIA: Estoy hablando de aceptar a Jesús y estás hablando de perfume. ¡Las personas que tienen ese brillo en los ojos como tú, sólo dicen cosas que no entiendo!

C_LIMPIA: Eso puede ser más una razón para que creas que Jesús no entró en tu vida cuando le pediste que entrara. Es que, si pides a Él que entre y quieres ser feliz pecando, Él no entra. Porque si Él entra en esas circunstancias te pondrás infeliz y Él será motivo de infelicidad y de tropiezo serio.

C_SUCIA: ¿Cómo así? Quieres quitarme mi fe. Voy a salir de aquí sin fe.

C_LIMPIA: Puedes salir de aquí sin fe falsa, quien sabe! Fe es creer en la verdad - no es creer en aquello que deseamos que sea verdad. Si creyeras que Jesús no entró en ti y que esa sea la verdad, crees en la verdad. Y cuando Jesús entra en nosotros, perdemos la conciencia de pecado. Él limpia la conciencia.

C_SUCIA: ¡Para vosotros que brillan de ese modo todo parece fácil! ¡Por eso es que no me gusta de estar cerca de vosotros!

C_LIMPIA: Jesús limpia una conciencia. Nuestra conciencia es como un libro donde se encuentra registrado todo que hicimos o pensamos. Entonces, ese registro de cosas condiciona nuestra manera de ser y de pensar para que pensemos influenciados y condicionados, es decir, a través de las cosas que están allá. Si el libro está limpio, pensamos cosas limpias y si andamos en suciedad, pensaremos suciedad y seremos influenciados por ella, o entonces lucharemos para no pensar aquello que estamos pensando. Y una de las defensas será que creamos que no pensamos aquello que estamos pensando. Por esa razón es que el diablo se esconde cuando nos tienta, para que podamos creer que somos nosotros que estamos pensando pecado para que aprendamos a encubrir y a que nos escondamos de los otros.  A él le gusta hacernos sentir que estamos debiendo algo a alguien, también, o que la opinión de los otros es importante para que nosotros vivamos. La finalidad de él es hacer que nos escondamos por detrás de las hojas, porque sólo quienes anda en la luz será puro porque la luz transforma.

C_SUCIA: Yo sólo no entiendo como puedes decir que no has pecado sin estar ofendiendo a  Dios. ¡Somos pecadores!

C_LIMPIA: ¿Por qué razón vamos hacia el infierno? ¿Si nacemos para pecar, Dios es muy injusto, o no es?

C_SUCIA: ¡Vives hablando mal de Dios también!

C_LIMPIA: Si Dios nos creó pecadores y después nos pide vivir una vida santa, sería muy injusto. ¿No crees?

C_SUCIA: Y ¿por qué mi pastor dice que somos pecadores y que si no dijéramos que somos pecadores no tendríamos derecho a entrar en el cielo?

C_LIMPIA: Es verdad que somos pecadores. Pero porque somos pecadores es que necesitamos ser transformados.

C_SUCIA: Pero, cuando entremos en el cielo seremos puros. Sólo después, porque aquí en la tierra nunca lo podremos conseguir.

C_LIMPIA: Yo no creo en eso por varias razones: una es que Jesús dijo que nos salvaría de nuestros pecados; la otra es que, el corazón que tenemos ahora irá con nosotros. Son dos mentiras. Lo que somos ahora, seremos después también

Nadie cambia sólo por cambiar de lugar. Se puede adaptar, pero cambiar no.

C_SUCIA: Y ¿cómo una persona cambia?

C_LIMPIA: ¿Tú vas a la iglesia y nunca oíste hablar de que Cristo nos transforma?

C_SUCIA: Pero, ¿aún vivimos acá en la tierra, o no vivimos?

C_LIMPIA: Sí, vivimos. Pero Dios no dijo que transformaría el lugar donde vivimos, pero sí a nosotros. Si somos transformados no importa el lugar donde vivimos y sí que vivamos en Jesús, dentro de Él, nuestro lugar es bueno de vivirse. Nuestro lugar es Jesús.

C_SUCIA: Pero es por la fe que somos transformados. Creemos que somos transformados.

C_LIMPIA: Ah ¡sí! ¿Creemos sólo y no somos transformados? Entonces la fe no es creer en la verdad, y sí en cualquier cosa! Pero gracias Dios que la transformación que Dios hace es real.

C_SUCIA: Yo creo que sólo dejaremos de pecar cuando muramos. Siempre fue lo que me dijeron.

C_LIMPIA: La muerte física no es muerte. Entonces nunca terminaremos de pecar, con esa teoría iremos a pecar en el cielo también porque el corazón que tenemos irá con nosotros para allá. Y yo no creo que Dios vaya a dejar a alguien vivir con pecados allá.

C_SUCIA: Tú, ¿dejaste de pecar?

C_LIMPIA: ¿Estás viendo algún pecado en mí? Me gustaría mucho saber, pues iré a limpiarlo de inmediato.

C_SUCIA: Nadie es santo y nadie será santo.

C_LIMPIA: Si nadie será santo, Dios nos mandó hacer las cosas erradas. Él dijo “sed santos porque yo soy Santo”. Tú dices que yo hablo apenas de Dios, pero sólo estoy expresando aquello que no dices. Y hablando así dices que Dios es muy injusto. Dios nos creó para que seamos santos y es por esa razón que Él pide aquello que podemos y que debemos hacer. Sino sería cómo exigir que un perro parara de ladrar o que comenzara a hablar como gente. Y no creo que sea eso lo que Dios está haciendo con nosotros. Dios sólo nos está pidiendo que seamos aquello que somos desde que nos creó.

C_SUCIA: Y ¿por qué pecamos si nuestra naturaleza es santa?

C_LIMPIA: Yo no dije que somos santos. Pero digo que todo lo que somos debe ser para que seamos santos. Podemos ser demonios también, si quisiéramos. Somos como un molino: aquello que es colocado allá dentro será molido.

C_SUCIA: Y ¿por qué nosotros no dejamos de pecar?

C_LIMPIA: ¿Quién dijo que nunca dejaremos de pecar? Jesús, además de tener todos los datos para que seamos de Él como Él es, aún nos da el camino, el poder, la Biblia y todo más.

C_SUCIA: ¿Y que haremos con este mundo? ¡El mundo siempre nos tienta!

C_LIMPIA: ¡Pero este mundo será el lugar ideal para que dejemos de pecar!

C_SUCIA: ¿Cómo así?

C_LIMPIA: ¡Las personas sólo creen que no pueden dejar de pecar porque quieren continuar pecando! En verdad, ellas quieren que Dios apruebe su “pecar”. Entonces, si Dios entra en sus vidas, ellas consiguen entrar en el mundo de Dios también. Si entran en el mundo de Dios, si son todo lo que necesitan para que sean santos, si Jesús limpia y salva de pecados, si Dios aún da el Ayudador Santo, tienen todo para vivir aquí en la tierra como se vive allá en el Cielo. Fue por eso que Jesús nos enseñó a orar y Él dijo que ¡quien pide y busca, halla! Ahora, sólo no vive del modo de Dios quien no desea o no quiere!

C_SUCIA: Voy a tener que irme aunque después vuelvo para que hablemos más. Pero aún no estoy convencido.

C_LIMPIA: Hasta más tarde, Conciencia Sucia.

(Introducción)DIÁLOGO 1(Dial.2)(Dial.3)(Dial.4)(Dial.5)(Dial.6)(Dial.7)(Dial.8)(Dial.9)(Dial.10)

(Dial.11)(Dial.12)(Dial.13)(Dial.14)(Dial.15)(Dial.16)(Dial.17)(Dial.18)(Dial.19)(Dial.20)