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SOBRE LA ELECCIÓN

 

CL: Estuve casi tropezando. Pero Dios me ayudó y me libró. Bien que dice la Palabra “Aquel que cree estar en pie, mire que no caiga”.

CS: Pero, si tú cayeras no te acontecerá nada de grave, pues eres un elegido.

CL: ¿Que es eso que estás diciendo? ¿Que afirmación más tonta podrá haber que esa?

CS: Y ¿no es verdad? Dios escoge a algunos y a otros, Él echa fuera.

CL: Es verdad que Dios escoge una época para cosas importantes, escoge unas personas para vayan a salvar a otros, como escogió a los discípulos, como escogió el tiempo para Cristo venir y morir por nosotros. Pero, Él llama a todos los pecadores al arrepentimiento en el lugar donde el evangelio llega. Cuando el evangelio llega a un lugar, podemos afirmar que aquel lugar fue escogido para allá llegar el evangelio. Y muchos de los que oyen allí, son personas privilegiadas, serán lanzados en el infierno porque ni siendo escogidos para que oigan se arrepintieron. Y el arrepentimiento lleva a la conversión y sin conversión ninguno va hacia el cielo. Dios no va a querer allá ladrón que continúa con corazón de ladrón, ¿no es así?

CS: ¡No me hables del infierno que me da escalofríos! No me gusta pensar que iré a quemarme sólo porque Dios no me escogió.

CL: Rut tampoco pertenecía a ningún pueblo escogido y está en el cielo. ¿Cómo puedes decir que vas hacia el infierno si Dios no te escogió? Aunque fuera verdad, Rut nos da un ejemplo claro de que, quien quiera y que venga a Jesús, se salvara de sus pecados. Ella aún fue abuela de un Rey escogido de Dios y en la Biblia viene un libro entero en homenaje a ella. Ella no era escogida y pertenecía a un pueblo condenado a la destrucción. Pero ella escogió al Dios de Israel y siguió a la suegra para estar en el regazo del único Dios. La cuñada de ella tuvo la misma oportunidad, pero resolvió seguir su camino y volvió hacia los dioses de plata que ni andan solos. Por esa orden de ideas que tienes, Rut no entraría en el cielo. Pero ella entró.

CS: Y ¿yo puedo entrar en el cielo?

CL: Sólo después de ser limpio y cambiado.

CS: Yo no sé si soy escogido y no sé si puedo entrar.

CL: ¡Te sigues disculpando y sigues usando palabras evasivas! Mira que el tiempo va pasando y, después, aunque quieras entrar, ya no entrarás.

CS: Pero, mi pastor me dijo que, si yo no soy un escogido, nunca entraré en el cielo.

 CL: Bien, si yo no hubiera sido escogido de ese modo que me hablas, ¡yo iría a golpear en la puerta del cielo toda la eternidad hasta que ella se abriese!

CS: ¿Y si la puerta no abre?

CL: Jesús dijo que golpeamos, ella se abrirá. ¿Cómo es que Dios viviría, siendo Rey de la santidad, si no cumpliera esa promesa? ¡La cuestión no será si la puerta no abre, si no si yo parare de golpear antes de que me abran!

CS: ¿Qué es eso que seamos escogidos entonces?

CL: Yo no sé muy bien. Pero, sé que, al oírse el evangelio de Cristo, estoy siendo llamado y debo menear mis piernas y mi corazón lo más rápido que puedo. Es como si Jesús estuviera diciendo de nuevo (como aconteció cuando Él andaba acá en la tierra): “He ahí el Reino de Dios, miren el reino de los cielos, Él llegó a vosotros!” Muchos no oyeron en aquel entonces y hasta dijeron que los discípulos estaban borrachos por que estaban sólo conscientes de Dios porque Su presencia era real, Pero no era real para aquellos que hablaban apenas de lo que no experimentaban.

CS: Entiendo. Pero, a  veces creo que, si Dios fuera normal, escogería en el fin, separar los buenos de los malos, sólo en el final. Yo cuando compro patatas, escojo el lugar donde ir a comprar, pero después separo las buenas de aquellas que no sirven. Para mí, eso sería escoger.

CL: Bien, yo concuerdo contigo. Dios aún dice que en el fin del mundo Él y los ángeles vendrán y escogerán los buenos y dejarán los malos, separándolos. Pero, también es verdad que Dios escoge el lugar donde el evangelio necesita llegar primero, como nosotros escogeríamos un lugar para colocar un fósforo que comenzaría a incendiar una mata. Si escogiéramos una esquina escondida para comenzar un fuego, no podemos decir que el resto de la mata no fue escogida para quemarse.

CS: Es verdad. ¿Y porque razón las personas hablan tanto de ser elegidos o no?

CL: Bien, yo creo que algunos usan eso para sentirse superiores, tal cual los fariseos hacían. Hasta era verdad que Dios escogió Israel para salvar al mundo y escogió a los Fariseos para instruir a Israel que salvaría al mundo, si obedecieran sólo Dios. Pero, si algunos se sienten superiores por que se encuentran escogidos y especiales, hay otros que usan esa teoría y doctrina para construir castillos de arena.

CS: ¿Que castillos de arena?

CL: Ellos usan la doctrina como disculpa para nunca arrepentirse y para no dejar todo tipo de pecado de lado para siempre. Pierden temor Dios.

CS: Por favor, explícame mejor. Estoy encontrando eso muy interesante.

CL: Todos aquellos que luchan y sólo hablan de las doctrinas de elección, construyen otras maneras prácticas de vivir a causa de las ideas que encuentran que son correctas. Por ejemplo, muchos pecadores creen que, como no fueron escogidos, no se necesitan salvar. Otros creen que pueden continuar pecando porque, en todo caso, son escogidos.

CS: Entiendo.

CL: Ellos como que se eximen de la responsabilidad que tienen para salvar sus propias vidas. En el fin de todo, desean culpar a Dios de su condenación. Pero, entre tanto fueron gozando los placeres de la carne mientras pudieron, arreglando más una disculpa para su irresponsabilidad perdiendo tiempo discutiendo. Un día hasta vi a un pastor que sólo habla de elección decir que Pilatos hizo muy mal al lavarse las manos en vez de salvar a Cristo de la muerte. Como rey, dijo él, Pilatos podía haber hecho mejor. Pero, inmediatamente, con su predicación y vida hace que los pecadores laven sus manos delante de la iglesia también.

CS: ¡Pues eso! ¿Y no es lo mismo realmente? ¡Tienes razón, yo mismo creo que la tienes!

CL: Pero, aquellos que se encuentran escogidos y salen a predicar a otros, acaban por encontrarse en la necesidad de inventar otras doctrinas para justificarse cuando pecan. A través de esa doctrina, las personas creen que pueden pecar y que no serán condenadas.

CS: Yo ya te había oído hablar de eso. Pero, explícame: ¿para quien es que es el salario del pecado, es decir, la muerte? ¿Sólo para los que no fueron escogidos?

CL: ¡Adán era una persona más que escogida! De hecho, él, además de ser escogido, fue creado con amor y cariño por las propias manos de Dios. ¿Él era escogido y creado por las manos de Dios! Ningún otro hombre tuvo el mismo privilegio que él tuvo. Pero, él pecó y murió.

CS: ¡Es verdad! ¿Cómo sabes todas estas cosas? ¡Pareces un libro abierto!

CL: Déjate de dramas. En vez de elogiarme, antes deberías usar tu tiempo para limpiarte. Te vas a lavar en las aguas de Dios. ¡Parece que tienes miedo de ensuciar el agua de Dios! ¡Pero ella no se ensucia, no! ¡Déjate de disculpas! La suciedad se endurece con el tiempo. Mientras más tardas, más difícil se hace tu salvación. Mi abuelo también era así: ¡tenía miedo de tomar baños! Un día casi murió cuando lo bañaron para ir al hospital a tratarse. Te pareces igualito a él.

CS: Ya hace mucho tiempo que no me sentía ofendido por ti. Parece que ese tiempo acabó. E inmediatamente ahora que estaba casi entendiendo algunas cosas que me confunden.

CL: Si no me elogiaras para que te eximas de tus obligaciones y deberes para con tu vida delante de Dios y de los hombres, podemos continuar. Es decir, si no te ofendieras.

CS: Está bien, intentaré no sentirme lastimado. Pero, ¡estoy lastimado! ¡Es así como me siento, también, cuando creo que no soy escogido por Dios! ¡O que no seré escogido! ¡Qué cosa, ahora estoy confundido con tanto de escoger! ¿Finalmente, Dios nos escoge antes de todo o después de todo?

CL: Bien, yo creo que escoge antes y también escogerá después, cuando todo acabe para nosotros. Nosotros escogemos el terreno donde vamos a sembrar nuestras papas, pero después de la cosecha también escogemos las papas y separamos las buenas de aquellas que se pudrirán o que son malas.

CS: Entiendo. Pero, ¿porque razón Dios escoge antes del tiempo entonces? ¿Porque razón él escoge a algunos para que se pierdan?

CL: ¡Pero Dios no escoge a  nadie para perderse! ¡Todos están perdidos! ¿Él va a escoger a un perdido para perderse? ¡Dios escoge para  que él se salve! Y también escoge para comenzar a salvar los restantes, como escogió a  Pablo para salvar a  los que no fueron escogidos.

CS: Entiendo.

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